Post by Yama on May 15, 2018 20:27:43 GMT
Aquella colorida dama habia roto el protocolo que hasta ese momento parecía predominar el lugar; El maestro habla y todos se limitan a escuchar y entender, fue una situacion muy interesante y lo fue aun mas cuando con lógica y calma, el maestro respondió y llenó todo recoveco de duda que las palabras de aquella mujer habian dejado al descubierto.
Algo que le gustó bastante escuchar fue que primero deberían comprobar que eran verdaderamente capaces de realizar las labores que el maestro decidiera para ellos, le gustó la idea de la previa planificación y el completo entendimiento del terreno en el que se encuentren. Para una persona como él, no habia otra forma de realizar las cosas si no bajo un estricto control de acciones y sus consecuencias, cada vez estaba mas cómodo con el ambiente en el que se estaba adentrando y además... La posibilidad de ver esas artes oscuras nuevamente.
Cuando aquel ardor se apoderó de su cuerpo primero pensó que ahora si aquello que se tragó estaba reaccionando con sus corrosivos adentros pero despues miró a su alrededor y notó que todos estaban pasando por el mismo fenómeno. Aquel dulce habia abierto una importante barrera al maestro y estando tambien en sus territorios... Pudo recordar aquella ocasión en la que tuvo que atravesar un terreno "Hechizado" y a partir de ese momento, estaba tan a la merced del hechicero como los esqueletos que adornaban el camino a su guarida, en realidad todo aquello le estaba tomando por sorpresa pese a su inexpresivo rostro ¿Habia sido descuidado?
-Se habia metido en la guarida de un hechicero sin saberlo
-Habia accedido a comer un objeto hechizado
-Habia accedido a estar bajo la voluntad de un tercero
No, no es que fuese descuidado, se dio a la tarea de averiguar previamente todo lo que el maestro dejó a su disposición solo para crearse una falsa sensación de seguridad. Aquel hombre había ido mucho mas allá que seleccionar entre la escoria de Mirovia, eligió a aquellos que fuesen mas allá de ser nada mas que carne de cañón, el musculo de su sindicato estaría reforzado por bases muy solidas, tan auto suficientes como obedientes... Ese hombre era otra cosa.(y le gustaba...)
Subiéndose la manga de la camisa, encontró aquel extraño tatuaje formandose entre las pecas de su brazo, cosa que le parecio bastante curiosa. Movió la piel un poco, así como hacen los gatos al ser acariciados en el punto perfecto para hacer que su piel se volviera entre un rojo intenso y el color pálido de su piel en apenas unos instantes. Hacia eso solo para que aquella marca no creara una cicatriz deforme y aquella marca fuera visible tambien cuando tomara su forma real.
Estaba completamente cómodo.
Algo que le gustó bastante escuchar fue que primero deberían comprobar que eran verdaderamente capaces de realizar las labores que el maestro decidiera para ellos, le gustó la idea de la previa planificación y el completo entendimiento del terreno en el que se encuentren. Para una persona como él, no habia otra forma de realizar las cosas si no bajo un estricto control de acciones y sus consecuencias, cada vez estaba mas cómodo con el ambiente en el que se estaba adentrando y además... La posibilidad de ver esas artes oscuras nuevamente.
Cuando aquel ardor se apoderó de su cuerpo primero pensó que ahora si aquello que se tragó estaba reaccionando con sus corrosivos adentros pero despues miró a su alrededor y notó que todos estaban pasando por el mismo fenómeno. Aquel dulce habia abierto una importante barrera al maestro y estando tambien en sus territorios... Pudo recordar aquella ocasión en la que tuvo que atravesar un terreno "Hechizado" y a partir de ese momento, estaba tan a la merced del hechicero como los esqueletos que adornaban el camino a su guarida, en realidad todo aquello le estaba tomando por sorpresa pese a su inexpresivo rostro ¿Habia sido descuidado?
-Se habia metido en la guarida de un hechicero sin saberlo
-Habia accedido a comer un objeto hechizado
-Habia accedido a estar bajo la voluntad de un tercero
No, no es que fuese descuidado, se dio a la tarea de averiguar previamente todo lo que el maestro dejó a su disposición solo para crearse una falsa sensación de seguridad. Aquel hombre había ido mucho mas allá que seleccionar entre la escoria de Mirovia, eligió a aquellos que fuesen mas allá de ser nada mas que carne de cañón, el musculo de su sindicato estaría reforzado por bases muy solidas, tan auto suficientes como obedientes... Ese hombre era otra cosa.
Subiéndose la manga de la camisa, encontró aquel extraño tatuaje formandose entre las pecas de su brazo, cosa que le parecio bastante curiosa. Movió la piel un poco, así como hacen los gatos al ser acariciados en el punto perfecto para hacer que su piel se volviera entre un rojo intenso y el color pálido de su piel en apenas unos instantes. Hacia eso solo para que aquella marca no creara una cicatriz deforme y aquella marca fuera visible tambien cuando tomara su forma real.
Estaba completamente cómodo.