|
Post by Fauce del Norte on May 8, 2017 23:50:24 GMT
Habiendo salido del calor del desierto, La Tormenta Aullante se había dirigido a Shangri Lax para hacer una merecida parada en una de sus más grandes cascadas. Refrescarse e hidratarse era el objetivo principal, así como cazar peces y recolectar frutas de los alrededores. Como siempre, se quedarían tres días en ese sitio. Los lobos nunca se habían dado la tarea de explorar la jungla en su totalidad, y eso era por que era fácil perderse en ella. A diferencia del bosque, la jungla tenía mucho tipos de olores fuertes que escondían los rastros de cualquiera. Aunque se tuviese un sentido del olfato muy agudo, era casi un hecho que quien divagara a solas tendría dificultades en encontrar su camino a casa. Cargando sus cosas y aún en su forma lupina, la jauría de Fauce del Norte se asentó a las orillas de la imponente cascada. Los más jóvenes corrieron hacia el agua, bebiendo casi a mordidas el preciado líquido. Estaban exhaustos de pasar tanto tiempo en el desierto, pero agradecidos de al fin haber llegado a su siguiente destino. Muchos de ellos, se deshicieron de su forma lupina y corrieron hacia el agua siendo homínidos, completamente desnudos, disfrutando de la frescura del agua y jugando con ella. Fauce, aún como un lobo, jadeante pero orgulloso, se acostó cerca de la orilla, sintiendo el lodo fresco sobre las almohadillas de sus patas, moviendo la nariz para olisquear el sin fin de aromas que llegaban a el.
|
|
Diana
La Resistencia
Posts: 143
|
Post by Diana on May 9, 2017 0:05:29 GMT
Extrañaría el desierto, definitivamente. Había algo en aquél paisaje tan neutro, incluso hasta vacío que la relajaba y calmaba su espíritu. La jungla era lo opuesto; llena de vida, olores siempre nuevos y siempre estimulante en todos los aspectos. Dejó sus cosas al pie de un árbol sin perder de vista a la manada que en seguida parecieron transformarse en un montón de cachorros sedientos por diversión. Diana sintió un estirón en el estómago, ternura mezclada con un poco de tristeza.
Se paró en dos patas volviendo a la suavidad de su forma sellada. Se sentía cansada de haber caminado en cuatro patas, deseaba estirarse, calmar un poco su calor y humedecerse el cuerpo para quitarse la arena que aún sentía se mantenía sobre ella con insistencia. Sintió de pronto cómo se le pegaba el humor de la manada y dejándose llevar por un impulso, corrió hacia el manantial para dejarse caer sobre el agua causando que el muchas gotas se mezclaran con el chapoteadero de los otros lobos. Mojando a los pocos que se encontraban en la orilla, entre ellos, probablemente, Fauce del Norte.
Se sumergió un rato, nadando entre las plantas acuáticas, topándose con uno que otro pez. Salió de la superficie, estratégicamente para quedar frente al alfa quien se veía un tanto cansado pero tranquilo. Sólo su cabeza asomada frente a él lo miró por un momento sin decir nada, hasta que con un movimiento rápido llevó su dedo índice sobre aquella nariz húmeda y curiosa. -Deberías meterte al agua; necesitas descansar tu cuerpo... además, seguramente que tu pelaje se encuentra lleno de arena-. Se movió al costado para impulsarse y salir un rato del agua, sentándose al lado de Fauce. Su largo cabello se le pegaba al cuerpo por la humedad, ocultando un poco su desnudez. -Gracias a la Luna que llegamos bien- suspiró. Lo decía más para sí misma. Siempre se preocupaba cuando se cambiaban de lugar... no podía evitar sentirse angustiada con cada viaje.
|
|
|
Post by Fauce del Norte on May 9, 2017 0:15:18 GMT
El chapoteo de los cachorros llegó hasta el, haciendo que agitara la cabeza para quitarse aquellas gotas con molestia. Resopló por su nariz, lamiéndola y moviendo las orejas en varias direcciones, captando los sonidos. Miró con atención como Diana, al igual que los demás, entraba al agua para refrescarse y quitarse la arena de encima. Nadó un rato y luego se acercó a el sentándose a su lado. Estaba empapada y consecuentemente mojó un poco el pelaje del alfa. Por suerte para Fauce, en su forma de lobo, sus miradas no eran tan obvias y sus expresiones tampoco tan marcadas como para que Diana se diese cuenta de la especial atención que el hombre le ponía a su cuerpo. Si, estaba acostumbrado a ver a todos en su manada completamente despojados de su ropa, pero inevitablemente tenía cierta pena con las hembras. Después de todo, era un macho dominante que se abstenía por completo de mostrar dominancia de otra manera que no fuese con mordidas, gritos y regaños.
Fauce volvió a lamerse la nariz, quitándose el exceso de agua que Diana había dejado sobre ella para luego bostezar ruidosamente. Estiró sus patas y se puso de pié para acercarse al agua, dándole lengüetazos a la superficie para beber a consciencia.
|
|
Diana
La Resistencia
Posts: 143
|
Post by Diana on May 9, 2017 0:33:35 GMT
Observaba con cuidado a Fauce quien se puso de pie sólo para beber un poco de agua. Menos mal; por primera vez en mucho tiempo no se marchaba de su lado al hacer contacto con él. El impulso de empujarlo al agua se hizo presente pero decidió reservárselo; ya lo había tentado suficiente con tocarle la nariz. Tomó su cabello entre sus manos para exprimir la humedad que aún corría por su tostada piel, pasando sus dedos entre él para desenredarlo; estando tan largo era más fácil que se le empezaran a hacer nudos. Volvió sus ojos al alfa quien en aquella forma parecía ser más tranquilo, tolerante incluso sentía que era más sencillo hablarle, por... muy obvias razones.
Se movió ligeramente hacia la orilla para hacer que su cabello se fuera hacia un lado, dejando libre su nuca, la cual refrescó con un poco de agua que tomó por su mano. El agua recorría su espalda y sus hombros, dándole una sensación agradable al sentir la suavidad del viento que dejaba a su paso un ligero escalofrío, visible sobre su piel. -Quería decirte algo- dijo con la mirada fija sobre el agua intranquila, movida por la euforia de los lobos. -Tal vez me atreví mucho esa noche; no quería que te enfermaras-. No le dio mucho contexto pero asumía que Fauce no se olvidaría de haber sido cubierto del frío y menos si se trataba de ella. Pensó que era buen momento para decírselo, aprovechando que no le respondería de manera inmediata y que tal vez, la incomodidad del momento ya habría pasado. -No podemos confiarnos de las noches frías del desierto... Dormiste apartado... siempre duermes apartado...- sin quererlo podía notarse un ligero reproche en su voz que inmediatamente corrigió al continuar con su conversación. -No recibes el mismo calor que nosotros que dormimos cerca unos de los otros-.
|
|
|
Post by Fauce del Norte on May 9, 2017 0:43:23 GMT
El agua se escurrió de su barbilla cuando alzó la cabeza al escuchar las palabras de Diana. Silencioso y relamiéndose el hocico, se sentó para mirarla. Movió la cabeza un lado cuando mencionó aquella situación. Si, dormía apartado. Pero era por su obvia actitud estoica. No quería que le viesen como un ser abrazable o cariñoso.
Sentado, poco a poco comenzó a transformarse en su forma homínida, con la piel que ya lo cubría sobre su espalda siendo lo único que lo tapaba de su desnudez. – No es personal, Diana. No me gusta dormir acompañado. – Respondió de una manera sorprendentemente tranquila. Quizá era el ambiente y la relajación que el sonido del agua le daba. Inevitablemente sintió un poco de calor sobre sus mejillas al notar que estaban muy cerca, vistiendo muy poca ropa. Se acercó al agua dejando su abrigo en la orilla, cubriéndose con el agua. Fue solo un santiamén en la que su desnudez completa pudo haber sido apreciada por quien fuera y, con toda la tranquilidad del mundo, se sentó en el agua hasta que le llegó a l pecho.
|
|
Diana
La Resistencia
Posts: 143
|
Post by Diana on May 9, 2017 1:10:49 GMT
Tragó saliva sintiendo un poco de nervio. Había tenido un desliz, dejando escapar un tono personal en aquellas palabras que no consideraba debían ser más que razones lógicas... Sintió un tirón en el estómago al saber que proyectaba algo... ¿deseos personales? No, no, Diana... enfócate. -No, no, no, lo que... es que...- balbuceó. Se llevó un dedo a la boca mientras sus mejillas se sonrojaban un poco. Sus cejas encajadas en su ceño; cuánta torpeza. -No... no es reclamo Fauce- dijo al fin, colocando su mano a su costado.
Observó en silencio al lobo mientras se metía al agua, observando aquél cuerpo marcado por su musculatura pero también por las heridas que con el tiempo se habían hecho parte de su piel. Tanta historia, tanto dolor y sufrimiento, eso pensaba... Debía ser eso. El humor de Fauce no podía venir de razones simples, de una historia tranquila... por supuesto que no. Por suerte, su cuerpo no delataba las marcas de sus propias heridas y pérdidas... no deseaba que Fauce se enterara, eso sólo le traería muchísima tristeza.
Suspiró, dejando atrás el bochorno que había sentido. Comenzó a trenzar su cabello al sentir un poco del calor de la jungla, mezclándose con su humedad. Sin quererlo llevó una de sus manos sobre aquél abrigo; estaba tan suave incluso a pesar de las exigencias del clima. Era como una pequeña travesura, haciéndolo a espaldas del alfa sin que éste pudiera notarlo. Olvidando que su esencia bien podría quedarse impregnada por un rato.
-No es mi lugar decírtelo Fauce pero... creo que tomaste muy bien lo que pasó con Jundel y Fang- comentó regresando su mano hacia su persona. Apoyó sus codos sobre sus muslos para inclinarse ligeramente hacia el agua y estar más cerca del lobo. Diana no se acostumbraba a veces al silencio; no quería admitirlo pero deseaba de alguna forma conocer más sobre él. Sin embargo, no se permitía pensar en tal cosa y trataba de disfrazarlo en comentarios de aprobación, sugerencias, insistencias, como si fuera una obligación hacerlo, siendo en realidad una excusa por estar a su lado.
|
|
|
Post by Fauce del Norte on May 9, 2017 2:14:50 GMT
Pasó el agua entre sus brazos, deshaciéndose de la suciedad que el sudor y el desierto le habían provocado. Tenía pequeños rasguños, heridas de viaje, nada grave por lo cual preocuparse. Tomó agua entre sus manos y se enjuagó la cara. Los baños de cuerpo completo no eran seguidos para la jauría. Si bien les iba, se acicalaban sola mente lo necesario en los riachuelos o debajo de la lluvia. Las mujeres siempre eran más cuidadosas con eso y obligaban a los machos jóvenes a bañarse también. No a todos les gustaba el agua con fines higiénicos. Eran lobos, animales salvajes, después de todo. No la quiso voltear a ver. Simplemente concentró su mirada en sus brazos y sus propias manos. Después de esa enjaguada, la piel de Fauce se veía mucho más clara de lo que normalmente era. - Esos dos me tienen harto, pero ya me di cuenta que de nada sirve gritarles. De hecho, en estos momentos no estan entre nosotros. Se separaron en cuanto entramos a Shangri Lax. Temo que solo estén causando problemas y dando una mala imágen de nuestra manada. -
|
|
Diana
La Resistencia
Posts: 143
|
Post by Diana on May 9, 2017 2:38:32 GMT
Diana rió suavemente, no podía verle el rostro pero sabía que el alfa se sentía ligeramente molesto de sólo pensar en los cachorros pero era de esperarse... eran inexpertos, volátiles, no del todo equilibrados. Habría que ser pacientes. -Creo que... los mueve las ganas de tener tu aprobación Fauce...-. Se quedó callada un rato, escuchando solamente el movimiento del agua, las risas y voces de la manada, y uno que otro rugido. Lo que muchos hacían para ganarse su respeto, admiración, incluso cariño. No estaba del todo segura si ella tenía más de uno de esos sentimientos pero al menos sabía que el respeto existía entre ambos.
Introdujo los pies en el agua, moviéndolos suavemente para permitir que los peces le besaran los dedos. Comenzó a reír, sintiendo un poco de cosquillas. Se sentía feliz de que después de tanto tiempo parecía que todos podrían descansar un poco, no encontrarse ante la urgencia del desierto. La jungla parecía darles un cobijo más cálido. Levantó la mirada para observa a Fauce mientras se acicalaba; se veía más limpio, sí, pero no pudo evitar notar que aún faltaba un poco en su nuca. -Te faltó un poco ahí- dijo arrojándole agua con una de sus manos. -...en la nuca-. No se acercaría, no lo tocaría. Ya era suficiente el rechazo de Fauce hacia ella al contacto físico, sería demasiado si se trataba sobre cuidado personal. Se mantuvo fuera del agua, distante, respetando aquél límite entre ellos dos. Sintió de nuevo esa presión extraña en su pecho y ese tirón en el estómago.
|
|
|
Post by Fauce del Norte on May 9, 2017 2:52:57 GMT
Alzó la cabeza rápidamente al sentir el agua salpicando sobre su nuca y rodando hacia su espalda. Puso una mano sobre su cuello, volteando a ver a Diana por inercia, solo para darse cuenta que eso era exactamente lo que no quería. Verla. Ahí. Sentada con su cabello parcialmente cubriéndola de su total desnudez. Feliz, con una sonrisa traviesa.
Fauce trabó su quijada. Era hermosa. No podría quitarse esa imagen de la mente, la cual le recorrió todo el cuerpo como veneno entre sus venas. Un veneno adictivo que no estaba del todo en contra de beber. Sin embargo, la poca proximidad de Diana en esos momentos le hicieron entender que la barrera entre ellos dos aun era alta, y quizá asi se quedaría por siempre. Desconocía las intenciones de Diana. Para cualquiera serían obvias, pero... El tacto de Fauce era escaso. No tenía un tercer ojo para las cuestiones de cariño de las mujeres. Eran completamente ajenas, seres diferentes.
Fauce volvió a cambiar. Siendo un lobo otra vez, se adentró más al agua y de pronto, en un movimiento violento, metió su cabeza al agua, chapoteando , agitándola de un lado a otro. Cuando se dió la vuelta, Diana pudo notar que tenía un pez grande en el hocico. El lobo caminó hacia la mujer y lo dejó cerca de sus pies. Fauce se relamió el hocico y se puso al lado de Diana, sentándose, estirándose. Bostezando fuertemente y luego, acostándose a su lado.
|
|
Diana
La Resistencia
Posts: 143
|
Post by Diana on May 9, 2017 4:05:38 GMT
Distraída por un momento, no esperaba que Fauce se volviera hacia ella. Notaba la manera en que evitaba hacer contacto al encontrarse desnudos por lo que tener la mirada del alfa sobre ella en aquellas condiciones realmente le tomó por sorpresa. Sintió que sus mejillas se encendieron por la experiencia fuera de lo usual más que por pudor. Se llevó las manos a sus cachetes al momento en que Fauce cambiaba de forma y se introducía al agua. Se sentía caliente... "Es la jungla... es eso" pensó pero entonces, ¿por qué su corazón se encontraba tan agitado?
Bajó lentamente las manos para deshacer aquella trenza que la exponía a la vista, cubriéndose el pecho mientras Fauce salía del agua, con un pescado en el hocico. Era algo realmente fuera de lo ordinario... Si bien cazaban juntos, nunca le había entregado algo sólo a ella. Pudo haberlo hecho ella misma pero la intención de Fauce no parecía venir de algo así... o eso quiso pensar. Sintió un ardor en el estómago... no era desagradable. Sin poder controlarse, una sonrisa adornó su rostro. -Gracias Fauce-. Extendió una de sus manos para tomar el pez, sin embargo, antes de hacerlo, la pasó por la cabeza del lobo, agradeciéndole por tal gesto.
Sostuvo el pescado entre sus manos, asegurándose de morder en el lugar adecuado para no sacar las viseras del animal. Un poco de sangre corría por su rostro mientras masticaba la carne del pez. Tenía un sabor más delicioso que lo usual... no sabía si se debía por el tipo de pescado o por el valor sentimental de aquella presa. Miraba de reojo al lobo que reposaba a su lado; se sentía un poco culpable de estar comiendo y que él no lo hiciera... No era costumbre pero temía excederse y ofenderlo por lo que siguió disfrutando del alimento en silencio. No tardó mucho en devorarlo, dejando sólo el esqueleto del pescado con un poco de carne. Lo dejó caer al agua, regresándolo a su estado natural. -Tú también deberías comer algo; yo me siento un poco deshidratada, seguramente que tú también. Hay que aprovechar todo lo que podamos de la jungla para reestablecernos- comentó al tiempo que se metía en el agua para limpiar su rostro y terminar de acicalarse. Si bien, sólo se había dado un chapuzón, no se había dado el tiempo de limpiar con cuidado su cuerpo.
|
|
|
Post by Fauce del Norte on May 9, 2017 14:50:06 GMT
Hubo silencio después de sus palabras. Fauce había acostado su cabeza sobre el suelo, parpadeando lentamente como si estuviese a punto de quedarse dormido, solo con la vista de Diana bañándose en frente de el. No lo hubiera preferido de otra manera por ese momento. La vista solo se había hecho más hermosa con Diana ahí.
Un chillido de uno de lobos jóvenes que jugaban en el agua se hizo sonar, alertando a Fauce. El lobo se levantó y saltó hacia el agua, corriendo hacia donde los chicos se encontraban chapoteando.
Siendo una jungla, era obvio que no estaría exenta de peligros, entre ellos ,fauna que hacía como su hábitat ese sitio. Uno de los chicos estaba siendo mordido y enrollado por una anaconda enorme, mientras los demás ladraban y golpeaban al animal con los puños, intentando liberar a su hermano del estrangulamiento seguro. Mientras más se acercaba Fauce, más grande se hacía, tomando rápidamente su forma de Horris Lupus. Debían actuar rápido o de lo contrario, el chico sería comida segura para la serpiente.
|
|
Diana
La Resistencia
Posts: 143
|
Post by Diana on May 9, 2017 17:12:51 GMT
Inmediatamente, Diana giró su cuerpo en dirección al cachorro que lloraba, y en seguida el sonido estruendoso del agua se escuchó al echarse Fauce al socorro del muchacho. Por suerte sus cosas se encontraban cerca por lo que corrió hacia ellas y sacar una navaja, sólo por si era necesario. Sin perder más tiempo, la loba se sumergió en el agua, tratando de llegar lo más rápido que pudo hacia aquél foco. Podía ver por debajo del agua, aunque muy borroso la dimensión del reptil; por fortuna parecía que aún no lo engullía por completo, por lo que aún había tiempo de liberar al cachorro siendo que esas serpientes eran lentas para comer a su presa... si no se les molestaba. Sacó la cabeza del agua, viendo la figura de Fauce ahora transformada en Horris Lupus. Sabía que con el alfa transformado sería suficiente por lo que se dedicó a intentar calmar al resto de la manada. -Háganse hacia atrás-. Por suerte se encontraba en un pedazo de tierra que le permitía plantar los pies sobre el fondo por lo que se detuvo y alzó los brazos para apoyar su comando. -¡Dejen de golpear a la serpiente, sólo la están enfadando más!- gritó de nuevo al ver a un pequeño grupo de lobatos tercos que aún intentaban inútilmente liberar al muchacho.
Nadó acercándose a Fauce, deliberando si debía de intervenir o no. Era urgente, muy urgente. Apretaba la navaja en su mano, manteniéndose a distancia de él para no estorbarle. El cachorro estaba asustado, no era para menos. Se acercó a él acariciando su cabeza, tratando de calmarlo. -No te muevas; si lo haces... es más sencillo para ella-. Levantó la mirada para observar a Fauce, esperando su siguiente movimiento. Consideraba que tendría la destreza suficiente para zafar al chico de la presión de la de la serpiente; de todas formas estaba preparada con su navaja por si era necesario introducirla en la boca de la anaconda.
|
|
|
Post by Fauce del Norte on May 9, 2017 20:43:09 GMT
No había esperado para lanzarse al ataque en contra del inmenso animal, abriendo su hocico y prensándose de la piel de su cabeza para deshacerla y despedazar lo que pudiese. Sin embargo, ante el dolor que la serpiente sentía, esta comenzó a apretar al chico aun mas. Los lobos alrededor ladraba eufóricos, unos chillaba de angustia al ver a su hermano haciendo lo posible por no desmayarse de la falta de aire.
Desesperado y en un arrebato de ira, el hocico de Fauce tronó el de la serpiente, haciendo que esta se soltara del chico al fin. Los chicos se quedaron en silencio pero, luego de eso, celebraron la hazaña de su alfa, quien con el hocico cubierto de sangre, simplemente se sacudió el agua del pelaje. Alzó la vista hacia Diana quien se acercaba. Se le quedó viendo un momento y luego, caminó hacia ella. Era su turno como beta de atender al muchacho.
Parece que esa noche, tendrían mucha carne que comer.
|
|
Diana
La Resistencia
Posts: 143
|
Post by Diana on May 9, 2017 21:05:18 GMT
Diana suspiró aliviada al ver que el asunto se había podido arreglar sin problemas. El cachorro tenía un gesto de gran angustia en su rostro; aún estando paralizado por el temor. Entre el vitoreo de la manada, Diana se acercó al muchacho para envolverlo en un abrazo y nadar hasta la orilla para sacarlo y atender sus heridas. No se alejó sin antes mirar a Fauce y sonreírle agradecida y tranquila. No podía ignorar también el palpitar tan acelerado de su corazón al verlo dando aquellas muestras de poder; se sentía segura, sí, pero algo más parecía revolver sus entrañas. Un calor inexplicable que recorría su cuerpo. Bajó la mirada, concentrándose en su tarea.
Sacó al chico del agua, recostándolo sobre la tierra mojada. Llevó sus manos a su rostro, tratando de mantener la mirada con el lobato. -Ya estás bien- acarició su rostro con ternura inclinándose ligeramente hacia la cara del muchacho. Se enderezó un poco, sólo para ver en qué condiciones había quedado su cuerpo. Sí, la víbora parecía haber apretado muy fuerte, podían verse marcas bastante enrojecidas por todo su torso, brazos y piernas. Dio unos pequeños golpes con sus manos sobre el tórax pero no parecía haber señas de una fractura, afortunadamente. Sólo eran laceraciones que requerían de reposo nada más. Comenzó a cubrirlo con lodo, para darle un poco de alivio y limpiarlo de la saliva que podía llegar a causar irritaciones. Debía reposar. Sin perder tiempo se puso de pie, indicándole al muchacho que descansara y se levantara ya cuando fuera hora de cenar. Clavó sus ojos sobre aquella imponente figura, sintiendo un destello de ternura. Aún en aquella forma tan feroz, se sentía agradecida de lo mucho que hacía por protegerlos. Caminó lentamente al lugar donde la piel que siempre llevaba a los hombros se encontraba, tomándola con cuidado de no mojarla ni mancharla. La tomó en su pecho, acercándose al lugar donde el alfa parecía dirigirse, jalando el cadáver de la anaconda.
|
|
|
Post by Fauce del Norte on May 9, 2017 21:15:16 GMT
Sin mucho problema y teniendo a varios de los lobos ayudando con la parte trasera de la víbora, Fauce del Norte arrastró al reptil hasta la orilla del agua, dejándola ahí. Los jóvenes se reían y tocaban al animal curiosos, diciendo cosas como “ Nunca he comido serpiente” y, “ ‘Sabrá a pollo?”. El lobo mayor se sacudió el exceso de agua en el pelaje nuevamente y caminó hacia donde estaba Diana con su abrigo. De lobo a hombre, Fauce cambió y para tomar aquella capa con la mano y cubrirse de su total desnudez. Ya no parecía tener rastros de sangre en la boca y simplemente se alzó, viendo a Diana a los ojos, dándose cuenta que estaban muy cerca uno del otro. – Uh… Hiciste bien. – le confesó a la mujer, refiriéndose a haber tranquilizado al muchacho quien, ya estaba siendo mimado por sus hermanas y molestado juguetonamente por sus hermanos. Se dio la vuelta, dirigiéndose a los lobos. – Hagan fuego y corten al animal. – Ordenó, mientras caminaba hacia sus propias cosas para sacar un poco de ropa y no quedar completamente desnudo.
|
|