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Post by Deleted on May 20, 2017 1:34:41 GMT
Al parecer su disparo había sido exitoso, pues los golpes habían frenado muy de repente. Pero para su mala suerte el somnífero no surtió ningún efecto y en lugar de golpes ahora escuchaba pasos que venían en su dirección, lo cual hizo que se le pusieran los pelos de punta y la piel de gallina. [Oh no... No, no no... Ahora viene por mi.] Pensó en su total pánico. No tenía escapatoria, o bueno, sí la había, pero sabía que era demasiado torpe y lenta como para escapar a tiempo. La única manera de conseguir una oportunidad era luchando, y bueno... Ésto no lo hacía sólo por ella, sino que también por Nevraska.
Fue así que se llenó de valor y suspiró fuertemente, tomando la daga de su liguero y cambiando a su forma fated. Era ahora o nunca... Pelear o morir.
Con esos pensamientos y con daga en mano, Eira salió de un salto de su escondite y comenzó a correr a toda velocidad hacia Haru mientras daba un grito de guerra. Era débil, torpe y ahora hasta podía catalogarse como estúpida, así que qué más daba. Eira se agachó bastante poniendo sus cuernos por enfrente de ella como si fuera una cabra y con la velocidad que llevaba, terminó embistiendo a la pelimorada con los cuernos.
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Post by Laiah Todorovic on May 20, 2017 15:29:01 GMT
Todo estaba saliendo de acuerdo al plan, o eso creí. Ella se detuvo por un momento de dar latigazos para tomar algo que tenía en la espalda, era una flecha por lo que pude divisar. Aún no podía ver muy bien, pero estaba segura de que había sido Eira la que arrojó aquella flecha, pero pareciese que no le afecto en nada a la Dragón, y para peor Eira se abalanzó hacía la Dragón en una embestida como último medio. Me llene de impotencia, no podía hacer nada por Eira estando amarrada allí. O eso pensé, no quería hacerlo pero mi ultima medida. Llame a mi pequeño ratón que se ocultaba escondido en mi cabello para susurrarle -" Acércate a la sirvienta y muérdele con todas tus fuerzas en la pierna, te entrené para esto mi bebé "- Haru se encontraba a una distancia lo suficiente como para no escuchar ni notar lo que dije.
El ratón bajo cuidadosamente e intento parecer que fuera un ratón del calabozo. Era un ratón entrenado, por lo que era bastante inteligente, por lo que se comenzó a acercar sigilosamente a la sirvienta que estaba prestando atención a lo que estaba ocurriendo dando la oportunidad a mi ratón para abalanzarse también a la Dragón e intentar morder su pierna, en el mejor de los casos terminaría siendo embestida por Eira y el ratón, o por el contrario, terminaría con ambos
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Post by Deleted on May 20, 2017 22:34:34 GMT
Repentinamente una especie de mujer realmente enorme y con cuernos saltó de las sombras y comenzó a correr hacia ella (A un paso no muy rápido a decir verdad), lo cual tomó por sorpresa a la dragona, pero eso no quería decir que no estaba preparada para lo que venía. Con total confianza y seguridad, Haru se quedó en su sitio y se preparó para ser impactada, pues no estaba de humor como para quitarse y hacer aquello más complicado de lo necesario.
Cuando calculó que aquella chica estaba lo suficientemente cerca, levantó sus manos y sujetó firmemente sus cuernos para frenarla usando su fuerza. Pero el dolor de la herida en su espalda no tardó en hacerse notar y causó que flaqueara un poco, por lo que comenzó a recorrerse lentamente hacia atrás, lo cual hizo que la pelimorada frunciera el ceño y se desesperara un poco. Ella nunca había sido débil... El dolor nunca la había detenido para nada y ésta no iba a ser la excepción, fue lo que pensó en aquel momento para darse ánimos a sí misma y soportar aquella presión. - Subestimar a sus oponentes es estúpido... ¡Y más si me estas subestimando a mi! - Dijo en un tono molesto hacia la ninfa, para luego levantarla de los cuernos haciendo un esfuerzo tremendo y arrojarla hacia la dirección contraria de donde venía, haciendo que se diera un fuerte golpe en el piso al caer.
Haru se sujetó el hombro y lo movió un poco, como intentando acostumbrarse a la sensación de ardor que le producía la herida. Aunque no mucho después una nueva sensación invadió su cuerpo, lo cual hizo que bajara la mirada sólo para ver como un ratón la estaba mordiendo en la pierna. [Asqueroso. ¿Es que nadie limpia éste lugar?] Pensó en sus adentros mientras se agachó un poco para darle un manazo al pequeño roedor para apartarlo de ella.
Luego de aquello volvió su vista a la ninfa, la cual parecía que intentaba levantarse muy torpemente. Al parecer el golpe no había sido lo suficientemente fuerte como para romperle algo, así que Haru tendría que asegurarse de golpear más fuerte la próxima vez, lo cual no iba a ser mucho después, pues la dragona comenzó a caminar hacia ella mirándola de manera totalmente iracunda y despiadada, tomando el pelo Eira cuando estuvo lo suficientemente cerca para levantarla y luego comenzar a golpearla rudamente en la cabeza una y otra vez contra la pared. - Ésto es por la flecha, maldita. -
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Post by Akane Enomoto on May 21, 2017 8:56:54 GMT
Escuchaba gritos, muchos gritos y empezo a preocuparse, se quedo helada un momento pensando que seria aquella criaturilla sucia gimoteando de dolor por las artimañas de Haru...bien se lo merecia, pero el efecto era tetrico, le traian malos recuerdos, muy malos recuerdos. "No...ahora no...." su raza que habia sido en el pasado conocida por ver aquel ruido como la mas dulce musica jamas creada por las cuerdas vocales, que a ella misma incluso le aterraba ese latente lado suyo, cuando se enojaba, cuando temia por su vida, cuando perdia el control...cuando lo perdia y no habia marcha atras.
Retrocedio...pero luego los gritos cesaron, golpeteos de cascos, insultos, quejidos, no estaba sola su compañera, habia alguien mas aparte de ella y de la fauno quienes a su oido se estaban enfrentando cuerpo a cuerpo. Crujidos, golpes como un huevo duro partiendose por el impacto, pisadas, retrocedio mas...sus pupilas bailaban cual danzantes en pleno vals, le gustaba?, no lo sabia...sus principios estaban chocantes con su naturaleza violenta. "N-no....no me dejare llevar....yo....soy....buena...." se imploraba a si misma...se implorarba por no perderse de nuevo en esa mascara escarlata de ira y descontrol. Dio la vuelta y salio corriendo tan rapido como sus pies le dejaron, su cabeza le dolia, le dolian los gritos, le dolia escuchar quejarse a su compañera, quejarse a los demas, corrio mas rapido hasta que alcanzo el kanabo en el comedor.
"Aqui...estas..." lo agarro con fuerza, casi abrazandolo, respiro un poco para contenerse aunque la piel estaba tornandose roja de nuevo, sus garras salian de sus dedos, sentia sus dientes afilarse..."No...de nuevo". Grito, grito con todas sus fuerzas liberando asi su forma verdadera: Piel color sangre, sus cuernos mas largos de lo usual, sus ojos estaban negros y su iris rojizo, sus garras afiladas y colmillos tambien. Salio como alma que lleva el diablo de regreso al calabozo, de caza con esos malditos intrusos, de casa a quien estuviese persiguiendo y fastidiando a Haru, a acabarlos a todos por irrumpirle la instancia al Amo, por quebrar la puerta, por molestarla y sacarla de casillas, por todo. Corrio hasta ver en el fondo del pasillo a la dragona, quien golpeaba la cabeza de una desconocida, la fauno estaba encadenada y se veia todo de control, pero al ver la situacion lo mejor que penso fue irse de lleno contra la prisionera que estaba susurrando algo, en menos de lo que canta un gallo se abalanzo frente a ella y balanceando su kanabo golpeo de manera certera en su cabeza con la intencion de noquearla. -Vamos a ver maldita, ¿quien rie ahora?-penso mientras se asomaban los colmillos por las comisuras de su sonrisa, si Haru desocupaba a la extraña que estaba golpeando seguro la estamparia contra la pared. -Esto es por molestarme, por molestar a Haru, por irrumpir en primer lugar....POR TODO!- y dio un segundo golpe en su craneo.
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Post by Deleted on May 21, 2017 17:54:43 GMT
Al ser arrojada al piso y chocar tan fuerte con el piso, Eira no pudo evitar retorcerse un poco debido al dolor que aquello le había provocado. Realmente había hecho mal al actuar sin pensarlo más, pues ahora quedaba bien claro que la mujer de cabello morado no era alguien a quien tomar a la ligera, pues aunque parecía frágil a primera vista la verdad es que tenía una fuerza bastante notoria.
La ninfa comenzó a levantarse poco a poco. [No es momento de rendirse.] Pensó mientras se ponía en pie con intenciones de seguir luchando. Pero cuando menos se lo esperó la dragona la tomó del cabello y comenzó a azotarla contra la pared una y otra vez de manera realmente ruda, por lo que Eira sólo emitía algunos quejidos cada que su cabeza tocaba la dura y fría pared, además de que intentaba meter sus manos para hacer los impactos menos dolorosos. Con cada golpe sentía como se confundía más y más, llegando a un punto en el que ya no sabía ni qué estaba pasando realmente. Sin embargo, sabía bien que no podía rendirse y tenía que liberarse de aquella villana, por lo cual tomó mucha determinación y se giró bruscamente hacia Haru sin importarle el dolor que le traía el hecho de que estuviera casi arrancando su cabello.
- ¡Tú lo haz dicho! ¡Es estúpido subestimar! - Gritó de manera furiosa y determinada, tomando las ropas de la dragona para acercarla a ella y pegarle un cabezazo con todas sus fuerzas, por lo cual terminó arrancándole el accesorio que adornaba su pecho y logró confundir aunque sea por un momento a la sirvienta. Rápidamente se alejó de ella y fue a tomar su daga, la cual había quedado tirada en el piso por su repentino forcejeo.
Aquella era su oportunidad, así aprovechando aquello corrió tomando de nuevo el camino hacia la celda de Nevraska, en donde al parecer ya había alguien más... Alguien... Intimidante. Un tipo de ogro rojo estaba dentro de la celda golpeando a Nevraska con un kanabo sin piedad. Eira estaba intimidada, sí... Pero no por eso iba a dejar que esa criatura hiciera de las suyas, así que llena de valor e ira, la ninfa se abalanzó contra Akane y clavó su daga en su espalda sin dudarlo. - ¡Aléjate de ella, monstruo! -
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Post by Laiah Todorovic on May 21, 2017 21:55:07 GMT
Todo el plan había fracasado, logre divisar como la Dragón atrapo a Eira y la lanzo hacía el piso, y para variar lastimo a mi ratón el cual rápidamente volvió a mi lado. me gustaría ser de más ayuda pero aunque intentaba forcejear las ataduras no servía de nada, estaba realmente aterrada con lo que estaba pasando. Mi cuerpo se ponía cada vez más pesado por los constantes abusos que recibió de parte de la sirvienta. Pero cuando vi como estaba atacando a Eira me llene de una impotencia terrible, verla allí, como la lastimaban, sabiendo que ella vino por mi, me sentí tan inútil, para comenzar ni siquiera se para que vine a este horrible castillo. Solo logre poner mi vida y la de Eira en riesgo.
Todo se había puesto tan malo, pero repentinamente se ponía peor cada vez. Pues aquella Oni que había hace un rato salido del calabozo volvió y ligeramente más fea de lo normal, su piel estaba de un rojo vivo y sus ojos se habían vuelto completamente oscuros. Me daba una sensación que se acercara. Cada paso, me sentía como un pequeño niño el cual tiene un monstruo frente a el, solo me daban ganas de salir gritando, pero ya no podía hacer nada. Aquel Kanabo que tenía en sus manos lo uso para golpearme. el primer golpe me dejo escuchando un insoportable pitido en mi oreja. Pero luego siguió con otro. Comencé a perder la consciencia. Solo veía su rostro, con una expresión de gustarle lo que estuviera viendo. La sangre que caía de mi cabeza llego hasta mis labios, se sentía tan caliente. Pero aun conservaba la esperanza de la vida, aún tenía que luchar, por lo que intenté no caer rendida ante la pesadez de mis parpados y quedarme despierta en caso de cualquier milagro que pudiese ocurrir.
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Post by Deleted on May 22, 2017 6:01:47 GMT
Al sentir el cabezaso propinado por la ninfa, Haru quedó realmente confundida y retrocedió algunos pasos mientras se tomaba la frente con su mano, la cual tenía algunos cabellos que le había arrancado a Eira cuando se volteó.
Lentamente comenzó a recobrar la compostura y cuando se encontró nuevamente alerta se llevó una mano al pecho para tocar el pendiente que siempre adornaba sus vestimentas y era tan especial para ella. Pero en vez de tocar aquella importante decoración sólo acarició su ropa, por lo que la dragona entró en un total pánico y comenzó a revisar el suelo cuadro por cuadro. [¡¿Donde está?!] Se preguntaba a sí misma con desesperación mientras buscaba, pero pronto cayó en lo que había sucedido... Su preciada reliquia había sido arrancado por Eira cuando ésta la ataco. [Esa maldita...]
Haru rápidamente fue en dirección de la ninfa y pudo observar como se había abalanzado sobre la oni, llevando entre una de sus manos el moño que solía adornar su pecho. Oh no... Ese era el peor lugar donde podría estar algo de tal importancia para la dragona, pues si Akane o Eira no tenían cuidado podrían romper la frágil "gema" color escarlata que yacía siempre al centro del adorno. - ¡Akane, espera por favor! ¡No lo rompas!- Gritó en un todo implorante... Algo que nunca había hecho desde hace más de 130 años.
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Post by Akane Enomoto on May 22, 2017 6:35:13 GMT
Una especie de voz, aquella que le reprocharia cual madre en apuros que lo que estaba haciendo en ese preciso momento iba en contra de sus principios...habia sido apartada y encerrada con llave por el momento. En frende suyo, la parpadeante fauno cuyo craneo se llenaba de moretones causados por los golpes que le habia propinado, la sangre comenzaba a brotar, aquel hermoso liquido rojizo el cual hizo que sus negros ojos brillaran con fulgor. -Asi me gusta....- tomo el rostro de la imunda criatura para enterrarle las garras en la cara...poco a poco sus ojos se iban cerrando y ella sonrio de la forma mas insana posible -duermete...ve con tus malas intenciones directo al mismisimo Jigoku (infierno)...- culmino con un golpe "suave" en el pecho de la contraria que seguro junto con los anteriores impactos quedaria como un coctel de dolor e inconciencia.
Sintio algo extraño, alguien que le reprochaba sus acciones y la piquiña de algo siendo clavado en su espalda, en ese momento su estamina estaba al tope, por lo que se quedo inmovil, agarrando con su mano derecha el kanabo y soltando una leve risotada que fue aumentando de intensidad hasta transformarse en carcajadas. -ESO APENAS ME HIZO COSQUILLAS....muchachita ingenua- siguio riendo para voltearse, ver a la intrepida pero estupida chica. -¿Quieres volver a intentarlo...?....A VER SI ESTA VEZ ME HACES AUNQUE SEA UN RASPONCITO....- la sangre brotaba de su espalda, goteaba al suelo pero esta ni se inmutaba.
Una voz conocida irrumpio su risa, era Haru quien extrañamente gritaba implorandole que no rompiera algo...no sabia que era exactamente si el craneo de la intrusa o a la otra rata de alcantarilla que tenia en frente. Analizo el cuerpo de la joven observando minuciosamente si habia algo fuera de lo comun y lo encontro: una cintilla violeta que conectaba con un bello broche del color de la sangre, era seguramente lo que ella buscaba, quiza solo era cuestion de inmovilizar a la enana para que la dragona obtuviese su preciado objeto. -No rompere nada....a menos que tu quieras que lo haga- su sonrisa se ancho señalandole el broche -¿es eso lo que quieres?, si es asi no me interpondre en tu camino...- dijo para colocar la pesada arma en el suelo y recostarse en la pared al lado de Nevraska, observando de reojo cuando esta cerrase los ojos. Estaba alerta de todas maneras por si aquella intrusa queria hacer algo en contra de Haru o si la dragona le daba alguna orden.
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