Ethgan Reild
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¿Por qué no nos divertimos un poco?
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Post by Ethgan Reild on May 24, 2017 3:39:11 GMT
a él le gustaba poder lograr eso, le gustaba provocar sensaciones y dejarla débil y completamente a su merced. Era algo que con facilidad habia logrado con muchas muejeres a lo largo de su vida, pero ninguna de ellas había hecho provocar en él las mismas reacciones al mismo tiempo ¿como era eso posible? se negaba a aceptar la razón de eso, no quería escuchar la respuesta aunque proviniese de sus propios pensamientos
Pronto aquel lugar sobre el que depositaba sus besos fue encendiendo un nuevo deseo, alimentado tambien por los suaves sonidos que lograba arrancar de los labios femeninos
sus inquietas manos no se permitieron quedar por demasiado tiempo en un solo lugar, moviéndose y paseándose por donde mejor les pareciera. besó y saboreó aquella parte de su cuerpo hasta que se sintió satisfecho, pero con la clara necesidad de seguir insistiendo, era mas claro lo que queria, cada vez mas intensas sus acciones. Sintio los temblores en el poco experimentado cuerpo entre sus brazos, no se lo pensó dos veces cuando de pronto sus besos continuaron bajando, depositando suaves toques, uno tras otro sobre la clavícula y el esternón. Se detuvo solo cuando el rose de la tela del vestido lo sacó de su ensimismamiento. abrió los ojos y la observó moviendo solo su mirada. Sus manos se colocaron sobre los gráciles hombros y sin despegar la mirada de ella, aunque no le estuviese pidiendo permiso, lentamente comenzó a tirar de la ropa, bajando de los bordes para pronto revelar cada vez mas y mas de sus atributos
Volvió a cerrar los ojos y le beso conforme su pecho quedaba desnudo, apretando pequeñas porciones de piel entre sus labios y amenazando con llegar directamente al centro de su preciado ser
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Post by Cereza Koslov on May 24, 2017 7:56:53 GMT
Ligeras gotas de sudor comenzaban a resbalar por la delicada nariz de la querubín, debido al inmenso calor al que su cuerpo la sometía con cada acción que tomaba el rubio con ella. Era como si con cada lamida o succión, fuera acumulándose aquella sensación tan placentera que sólo una vez en su vida había sentido ¡y vaya que parecía esperar volver a sentir eso con ansias! Sin darse cuenta de que en su blanca piel comenzaban a quedar marcas rojizas de deseo en donde Ethgan dejaba su firma puesta... tanta práctica habría de tener para hacer tal trabajo con profesionalismo.
Estaba ardiendo, necesitaba sentir más de los labios masculinos en su virginal cuerpo ¿Porqué no lo habían hecho antes? No lo sabía ya, su cabeza no estaba conectada con el resto de su cuerpo y sus ojos entrecerrados buscaban con ahínco los amatistas que parecían mirarla con la misma hambre de antes. Pero ésta vez Cereza no le tenía miedo.
Jadeó su nombre, se estremeció. Luego hizo su cabeza hacia atrás y cerró sus ojos en cuanto sintió los jalones de la fábrica de su vestido dejando poco a poco sus atributos femeninos al aire: sus dos pezones erectos y necesitados de atención, indicando el efecto que tenía el hombre lobo sobre ella. Su pecho se inflaba con cada respiración desesperada de la mujer, que miraba a Ethgan incluso con algo de súplica.
¿En qué se había convertido? ¿Porqué lo estaba permitiendo? ¿porqué? ¿No sabía que él la dejaría en cuanto terminara de saciar su hambre acaso?
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Ethgan Reild
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Post by Ethgan Reild on May 25, 2017 12:33:33 GMT
ya no podía parar, no en ese punto. Sin saber aun como ella le habia permitido llegar tan lejos y sin querer cuestionarlo ahora, continuó con su trabajo comenzando a besar y lamer la punta de lo adorables pesones
no pensaba en cómo surgirían las cosas entre ellos después de eso, si desencadenaría alguna especie de conflicto o incomodidad entre ambos. Solo quería continuar, hacerla suya.... ¡no!, dejar en claro que siempre lo habia sido.
Otro arrebato de celos lo atacó entonces, arrastrándolo a querer apretar a con mas fuerza a Cereza entre sus brazos y colocar una pierna entre las de ella. Aun por encima del grosos de sus telas, pudo sentirla caliente. ¿significaba eso que ella tambien lo deseaba? sonrió apenas como pudo entre la accion de sus labios y subiendo de nuevo hasta la boca de la mujer justo a tiempo para disfrutar de los sonidos que ella emitía, pegó su rostro al de ella y una mano traviesa se escurrió por debajo de uno de los carnosos muslos, guiándola a subir la pierna y rodearle lentamente la cintura
imprudencia, pues la curandería un estaba abierta
- eres mia - susurró cerca de su oido. No notó que su propia voz sonaba diferente, pero no a causa del amor ni la lujuria, pues un pequeño deje de maldad se asomaba, uno que dejaba entrever que si él no podia poseerla nadie mas tenia derecho
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Post by Cereza Koslov on May 26, 2017 14:22:21 GMT
Hervía por dentro. Quemaba por dentro. ¿Qué era esa sensación tan deliciosa que surcaba su cuerpo entero? ¿Cómo es que la atención que ella recibía en sus atributos femeninos la hacía sentir electricidad en todas sus extremidades? ¿Cómo es que ella estaba permitiendo que Ethgan se saliera con la suya? Entre jadeos y gemidos la mente de la querubín comenzaba a trabajar, a querer moverse después del calentón del momento.
Cereza lanzó un pequeño gemido cuando él pasó de lamer sus pezones a abrazarla contra él, su cuerpo temblaba aún más con el contacto íntimo que él hizo entre sus piernas y su propio muslo.
El rostro de la joven mujer se puso de color escarlata a causa de esa sensación tan ajena que estaba experimentando ahí abajo.
-E-Eth... -susurraba entre suspiros, pronto sus manos dejaron de apretarle la ropa para pasar a colocarse sobre su pecho. ¿Qué estaba pasando? ¿Qué estaba haciendo él ahora? Aunque le gustara sentirse así ahí abajo, había algo en la actitud del rubio que no le gustaba para nada. Una sensación amarga comenzó a acumularse en la boca de su estómago.
-Ethgan... -volvió a susurrar la querubín, ahora con un tono más sobrio, más... asustadizo. Comenzó a sudar de los nervios cuando sintió esa mano caliente del hombre al que ella amaba detrás de su carnoso muslo para subirlo sobre su cadera.
Ella pudo sentir completamente algo que estaba presionándose contra su vientre y parte baja, con esa acción; la gota que derramó el vaso fue esa frase tan... posesiva.
No. No. NO. ¡NO QUERÍA QUE TODO SE DIERA ASÍ!
-¡Ethgan, basta! -fue entonces cuando las fuerzas volvieron a ella y lo empujó con todas sus fuerzas (las cuales no eran muchas) para alejarlo. Las lágrimas no se hicieron esperar, comenzando a adornar sus mejillas sin que ella pudiera evitarlo, y ahí estaba ella con la espalda contra la pared, caliente, jadeando, con medio vestido abajo... sintiéndose sucia.
-... ¿Entonces sólo soy eso para ti...? -murmuraba entre sollozos- ¿Sólo soy carne para ti...? ¿Otra mujer más de tu lista con la cual acostarte?
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Ethgan Reild
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Post by Ethgan Reild on May 28, 2017 15:46:00 GMT
la escuchó llamarlo, gemir, pensó que era por efecto de sus acciones, pero no fue asi...
Al percibir el rechazo despegó sus labios de ella y dejó en libertad su pierna cuando empezó a retorcerse. Retrocedió cuando ella lo empujó y entonces la miró con deseo, con la respiración agitada, preguntándose por qué razón se habían detenido
y entonces la escuchó
sin saber por qué, su cuerpo se congeló, pero lejos de ser debido a causa del miedo o la vergüenza, fue por motivo de irracional ira y enfado. ¿por que ella tenia que ser asi? siempre negandose en ceder ante sus mas carnales deseos ¿era acaso por ser un ser de luz? ¡¿por que no lo dejaba ser de una maldita vez?!
Odiaba el hecho de nunca haber podido ser capaz de corromperla como a todas las demás, ella tenia alguna clase de poder sobre él y lo sabía, solo no podía distinguir cual era o como, siquiera, era posible. Apretó sus puños y en un fugas movimiento se abalanzó de nuevo hacia ella apoyando sus manos en la pared a cada uno de los costados de su cabeza, no habia escape. Exaltado, enojado, excitado, completamente influenciado por el latente periodo de la luna llena
-¿y qué si digo que si? - arrastró las palabras sin importarle ser desconsiderado, pero observó los ojos llorosos de la mujer y le recordaron a los errores que había cometido en su vida, mucho... demasiado. Sin embargo, aunque lo deseara con todas sus fuerzas, no podía obligarla a nada, no podía hacerle daño
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Post by Cereza Koslov on May 30, 2017 14:37:04 GMT
Ella jadeaba, intentando mantener la respiración lo más calmada posible (lo cual era muy difícil).
Una vez más se sintió atemorizada al sentirse presa del hombre, pegando aún más su espalda contra la pared como si con eso pudiera salvaguardarse de la inminente respuesta que la mantenía con el corazón a mil por hora. Aún así un pequeño punto muy dentro de ella mantenía la esperanza de que no fuera así como terminaran siendo las cosas, que al final Ethgan le dijera que lo sentía... que la abrazara, que le dijera que la amaba al igual que ella lo hacía con él.
Simples fantasías de una mente ilusa que aún se mantenía inocente...
Cereza ahogó un pequeño chillido lo más que pudo cuando su corazón terminó por estrujarse ante esa pregunta que le dolió más que cualquier arma que podría haber atravesado su carne. Sólo era carne para él.
Su mano se alzó por sí misma para luego propinarle una muy fuerte bofetada que resonó en toda la curandería, y que dejó a la querubín con un dolor latente en la palma de su mano. -Déjame sola... -fue lo único que pudo decir con su quebrantada voz.
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Ethgan Reild
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Post by Ethgan Reild on May 31, 2017 17:20:45 GMT
el sonido de aquel golpe impartió el silencio, por un momento el tiempo dejó de trascurrir y el ardor inicial, del cual no se quejó en absoluto, lentamente dio paso a que la sangre se acumulara en la zona afectada, dejando el rastro de una marca rijosa con la forma de una mano.
Quedó con la cabeza girada a un lado y la mirada perdida, al cabo de un rato, poco a poco se giró para verla de nuevo y entonces aquellas palabras cargadas de dolor y resentimiento resonaron en la estancia.
La miró con intensidad, miles de palabras se acumularon al tope de su garganta, pero consciente de la ira que lo embargabas, se contuvo lo mejor que pudo y con serenidad despegó sus manos de la pared, dejandola en libertad
- bien... - asintió con sequedad - ¡bien! - repitió elevando un poco mas la voz, se dio media vuelta y ahora si en silencio, se alejó de ella tomó las pocas cosas que aun habia dejado sobre la camilla, terminó de vestirse sin prestarle atención a como lo miraba y como si no hubiese tenido la culpa de nada de lo que sucedió, tomó tambien su sable y las cosas que siempre utilizaba cuando salia de caza. Era lo que sabia hacer, huir de sus problemas, al menos era lo que siempre hacia con ella, la única a quien no podía lastimar
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Post by Cereza Koslov on May 31, 2017 19:23:03 GMT
El silencio imperó en la curandería después de que ambos se separaran, mientras el rubio se dedicaba a vestirse lo más rápido posible, Cereza ahogaba los pequeños sollozos que intentaban salir de su garganta, desesperados por poder liberarse. Sus pulmones quemaban y ella no hacía más que temblar mientras que con la mirada baja empezaba a acomodarse bien su arrugado vestido.
El dolor en su palma seguía intacto, dolor que de seguro se había impregnado en la mejilla del cazador que para él no había significado mucho aquél golpecillo... había estado expuesto a una clase de heridas mil veces peores. Para él sería tan simple curarse y ya... pero a Cereza le dolía todo: su cuerpo, su alma, su corazón, su moral.
Sucia. Sucia. Sucia. Sucia.
USADA.
Eran las palabras que se repetían en su mente una y otra vez mientras las amargas gotas caían al suelo por la pesadez de sus sentimientos, una tras otra. Se agachó para tomar el collar con manos temblorosas, sintiendo una sensación desagradable en el costado del cuello, justo donde Ethgan dejó sus egoístas marcas sobre tan blanca piel.
Sucia. Sucia. SUCIA. SUCIA. MUJERZUELA. SUCIA.
Con algo de hipo se colocó el adorno con suavidad en su lugar.
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Ethgan Reild
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Post by Ethgan Reild on Jun 2, 2017 14:05:34 GMT
Cereza lloraba, lloraba mucho ¡por todo! por tonterías, por felicidad, por miedo... por dolor..
cada vez que eso sucedía, en la mayoría de los casos la ignoraba, pero existian ocasiones en las que se acercaba para palmearle la espalda y mirarla de manera en la que sabia que de alguna forma lograba reconfortarla. El no era bueno para esas cosas, habian pasado mucho tiempo desde la ultima vez que habia hecho algo asi por alguien y aun creyendo haberse acostumbrado, existían oportunidades en la que las cosas se escapaban de sus manos... como esta
Se sintió extraño al escuchar los sollozos, ni siquiera se atrevió a mirarla, pero consciente de sus acciones, retazó lo mas que pudo sus movimientos con la esperanza de que algo mas sucediera. Quería escucharla, oir la voz que siempre lo detenia cuando cometia imprudencias y lo hacia regresar sobre sus pasos par enfrentar lo que habia hecho. Eso no sucedió. Bufó con molestia y su paso se detuvo en seco frente a la puerta, su mano quedó firme sobre el pomo, apenas giró imperceptiblemente por sobre su hombro y entonces habló:
-no me esperes
la campanilla que colgaba siempre al marco de la puerta resonó cuando salió de la curandería y al cerrarse de nuevo la entrada solo quedaron dentro el silencio abismal y Cereza... sola
THREAD CERRADO
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