|
Post by Ark’Yharn. on Apr 22, 2017 22:47:29 GMT
“Cada cosa existente tiene su propia esencia, la cual es difícil de percibir a menos de que se nos sea arrebatado aquello que tanto amamos. Es ahí en donde sentimos la verdadera esencia de las cosas. Pero si cada cosa existente tiene su propia esencia, ¿La inexistencia puede tener esencia propia?”
Un pensamiento retorcido que llevaba años en la mente de Ark’Yharn, pero que siempre había encontrado intrigante e inspirador. Después de todo el trabajo de un artista era comprender la esencia de una obra desde diferentes puntos de vista, dar forma a un pensamiento sea coherente o carente de cordura.
Esperaba calmadamente a que el ocaso hiciera su gran entrada para visitar algunas tiendas de la ciudad donde el público solía escasear aquella hora, mientras tanto acomodaba unos últimos detalles de su vestimenta, la cual consistía en una media capa de color blanco con delineados dorados que cubría el lado izquierdo de su cuerpo donde solía tener un brazo, camiseta negra ajustada al igual que sus pantalones, una tela roja que cubría gran parte de su cuello y una especie de mascara que cubría el lado izquierdo de su rostro.
Cuando la hora había llegado salió de su morada que se encontraba a las afueras de la ciudad, apartada del ritmo acelerado y estrepitoso de la urbe. Mientras aún pensaba en aquella idea extraña de la inexistencia.
|
|
Deleted
Deleted Member
Posts: 0
|
Post by Deleted on Apr 22, 2017 23:04:15 GMT
Debía regresar a la ciudadela para hacerse de algunas provisiones... Aún no daba con aquél tesoro del que tanto había escuchado en las montañas que podían verse en los límites de Draconia y por si fuera poco... Un dragón estúpido había intentando incinerarla con su aliento tan desagradable. Afortunadamente nada sucedió, sólo las puntas de algunas de sus plumas capturaron unas cuántas chispas pero nada que no pudiera arreglarse con el corte de unas tijeras.
Sobrevolaba la ciudadela buscando la tienda de productos generales... estaba en pos de algo muy en particular; semillas de girasol, eran sus favoritas. Ya llevaba todo lo que necesitaba en su bolso pero eso era lo que hacía falta a su lista de víveres. Descendió de los cielos y mientras hacía aquello, sus plumas comenzaban por desaparecer para fundirse bajo su piel tostada. Nadie se inmutó, era muy común que harpías como ella aterrizaran sin previo aviso en la ciudad. Buscaba con la mirada algún lugar donde vendieran aquél producto; decenas de vendedores ofrecían todo tipo de cosas, desde especias hasta pieles de animal... Tal vez debía preguntar.
Entabló conversación con el primer aldeano que encontró, sin cuidado de ser reservada, mostrándose tan brusca y energética como siempre. -¡HOLA! ¡OYE!- gritó tomando al muchacho del hombro, ignorando por completo si estaba interrumpiéndolo o incluso asustándolo con su voz tan estruendosa. -Estoy buscando semillas de girasol, pareces un chico que se sabe bien por estos rumbos, ¿tienes idea de dónde puedo encontrarlas?-. Sonya se encontraba sonriente completamente ignorante a que sus modos no eran los más... considerados.
|
|
|
Post by Boher Sargas on Apr 22, 2017 23:32:04 GMT
El auge de la ciudad era un son de voces, gritos y música por doquier, a pesar de que a Boher le agradaba su hogar tan apartado y solitario, de vez en cuando le venía bien salir a comprar provisiones, un grito hizo que su piel se pusiera como de gallina y apretó los dientes, poniendo su dedo en su oreja. "¿Qué fue eso?" Se quejó para sus adentros.
Miró hacia una dirección, donde una mujer le hablaba a un muchacho de una manera bastante, ¿Feliz? ¿Nerviosa? Miró la expresión del chico en frente de ella, esperaba que no lo asustara o algo, decidió acercarse con sumo cuidado, por si alguien necesitaba su ayuda.
|
|
|
Post by Ark’Yharn. on Apr 22, 2017 23:32:56 GMT
Ark’Yharn se encontraba algo desconcertado al sentir como era tomado del hombro repentinamente, y percatarse de que se trataba de una joven muchacha, de tez morena y al parecer demasiado energética. Era la primera vez que veía a aquella chica y por lo general no era común acercarse de manera brusca a otras personas, por lo cual no sabía cómo actuar o que personalidad tomar en aquella situación. Después de algunos segundos que para él le parecieron eternos, finalmente respondió. -Ah, hola. ¿Semillas de girasol dices? Hay una gran cantidad de tiendas por lo cual perderse entre tantos mercaderes es fácil, si quieres te puedo guiar a un puesto que conozco donde tienen gran variedad de semillas.Termino de hablar dedicándole una cálida sonrisa a aquella muchacha. Pero tan pronto termino de hablar sintió a alguien más acercarse.
La siguiente en narrar es Sonya Blackfeather. Respetemos los turnos
|
|
Deleted
Deleted Member
Posts: 0
|
Post by Deleted on Apr 23, 2017 1:24:12 GMT
Le tomó un rato al chico responder lo cual confundió un poco a Sonya, ¿acaso no la había escuchado? ¿qué pasaba? La inquieta harpía se mantenía con las cejas levantadas, parpadeando de vez en cuando mientras esperaba a la respuesta del chico. -¡Ah por los Dioses! ¡Hablas! Me había asustado, por un momento pensé que eras mudo y dije: Wow, Sonya, qué mal tino el tuyo...- mientras decía aquello movía las manos con bastante energía, haciendo contacto visual directamente con el desconocido. -¡Serías demasiado amable si me acompañas!-. Tomó del brazo al chico siendo tan confianzuda que poco notaría si estaba incomodando a no. Comenzó a andar, no sin antes notar que otra persona los observaba. Sonya se detuvo, sonriéndole de la misma manera al desconocido. -¡Ah, buen día! ¿Hace una bonita tarde, cierto?- preguntó a un volumen de voz bastante algo que provocaba que algunas personas se detuvieran a mirarla con cierto reproche.
|
|
|
Post by Boher Sargas on Apr 23, 2017 1:39:35 GMT
Boher miraba la escena divertido, no era la primera vez que conocía gente tan efusiva, sonrió casi a punto de soltar una pequeña risa, cuando la mujer volteó a verlo, y lo saludó de pronto, sintió una punzada en su pecho, ¿Había sido demasiado obvio? Miró a su alrededor, las personas comenzaban a voltear hacia su dirección, se limitó a soltar un suspiro, bueno, que mas daba, lo habían descubierto, se acercó a los muchachos, era bueno ver a la juventud tan llena de vida y gracia.
--Si, hace un buen día --Balbuceó un poco, ¿Debería decir que los estaba observando? No quería ser descortés --Solo, notaba que, alguien..buscaba algo, y no pude.. ya.. uhm --Respiró un poco nervioso, generalmente la gente le pedía ayuda, no pedía a la gente, si necesitaba ayuda, bueno, después de todo, era lo que más le gustaba hacer --¿Necesitan ayuda? --Dijo al fin, en un tono algo bajo, y pasando unos mechones de cabello tras su oreja. Le había pasado antes que, muchos en serio no estaban en sus mejores días y simplemente lo botaban, esperaba que no fuera el caso, no quería regresar al coliseo tan temprano.
|
|
|
Post by Ark’Yharn. on Apr 23, 2017 2:18:45 GMT
La situación para Ark’Yharn se estaba volviendo algo incómoda, la chica que acaba de conocer parecía no respetar el espacio personal de otros y alguien más se había unido a la actuación, pero obviamente no lo iba a decir, un artista debe mostrarse elegante ante el público. Después de todo ya había lidiado con escenarios en peores condiciones antes. -Gracias por su preocupación noble caballero, pero por desgracia la dama solo necesita restablecer suministros y yo me comprometí a guiarla a un establecimiento cercano.Pero podía notar cierto aire de melancolía en el reciente extraño, así que para no tener un público afligido decidió darle la oportunidad de acompañarlos. -Pero si usted lo desea puede venir también y hacerle compañía a la damisela.
Aunque a Ark’Yharn lo que más le gustaba en sus obras era la crueldad y drama que daba al público.
Bueno creo que ya sabemos cual es el orden.
|
|
Deleted
Deleted Member
Posts: 0
|
Post by Deleted on Apr 23, 2017 3:46:54 GMT
Aquél hombre encuernado sonaba... raro. ¿Era tímido? Sonya no era muy buena moderando sus acciones por lo que ignoraba por completo que sus actos tan energéticos podrían ser de suma incomodidad para ambos desconocidos. Esto se podía ver al momento en que batalló para contener la risa al escuchar hablar al muchacho que tenía tomado del brazo. ¡Cuánta formalidad! Sonya cubrió su boca con una de sus manos y después le dio una palmadita en el brazo al chico. -¡Ah, cielos santo! No tienes que hablarme de maneras tan formales... soy todo menos una damisela- esto último lo dijo en un tono más bajo, ahora avergonzada. Sabía perfectamente que era una manera cordial de dirigirse a ella pero jamás se sintió identificada con tal término.
Dejó atrás ese pequeño bajo de energía al escuchar la sugerencia del muchacho. -¡Claro! Puedes acompañarnos entre más mejor- comentó con una gran sonrisa. Estaba dispuesta a continuar caminando sin embargo, se dio cuenta que aún se presentaba. Qué torpe era. Llevó una de sus manos para chocarla contra su frente en un gesto de auto-castigo. -Ah... Me llamo Sonya por cierto- extendió sus dos brazos para estrechar sus manos con los chicos al mismo tiempo. Las formalidades definitivamente no eran lo suyo.
|
|
|
Post by Boher Sargas on Apr 23, 2017 5:24:54 GMT
Sonrió ante la manera tan cordial en la que lo trataban, sonrió con dulzura acariciando un poco su barba pelirroja.
--Gracias --Se limitó a contestar, se sentía bien ayudar a cualquiera, a pesar de que solo buscaban... ¿Semillas de girasol? Era algo bastante simple, pero estaba más que contento en apoyar en lo que quisieran. Siguió caminando, a algunos centímetros lejos de ellos, por si les molestaba demasiada cercanía, aunque, era obvio que para Sonya no había problema.
--¡Ah, claro! --Qué caballero, tampoco se había presentado --Boher --Dijo con un acento duro pero calmado, tomando la pequeña mano de Sonya con cuidado con una sonrisa, la carismática muchacha le recordaba a los niños que corrían por las praderas riendo hasta que sus madres les llamaban la atención por ensuciarse las botas, al mirar al muchacho que los acompañaba, su manera tan seria de ser, se le pareció a los hermanos mayores, que los llevaban de las orejas. Boher se incorporó mientras seguía caminando, atento a todo lo que pudieran decir.
|
|
|
Post by Ark’Yharn. on Apr 23, 2017 6:10:11 GMT
-Mi nombre es Raj’Yzzel.
Un artista nunca mostraba su verdadero rostro, las personas que llevaban a conocer su verdadera identidad podrían ser contadas perfectamente con menos de media mano y eran las personas con las cuales expresaba su verdadera personalidad. No lo hacía con el propósito de engañar o para hacer actos malintencionados, lo hacía porque difícilmente podía sentir afecto emocional hacia otras personas y todas las caras que mostraba en público para él era un mera actuación. Un acto sin final… un acto sin sentido.
-Y si así lo deseas, dejaré de ser tan formal sólo por usted.
No tardaron mucho en llegar al puesto donde se especializaba en semillas de todo tipo, quizás compraría algunas también para crear nuevas tonalidades de colores para sus obras de arte. Compro distintos tipos de variedades y las guardo en la media capa de su lado izquierdo, sin antes pagarle al mercader.
|
|
Deleted
Deleted Member
Posts: 0
|
Post by Deleted on Apr 23, 2017 6:19:37 GMT
Sonya estrechaba con fuerza las manos de aquellos hombres; eran bastante amables y la fuerza con la que estrechaban su mano era... era decente. -Ah... Raj...Yzzel... Lo siento, nunca había escuchado ese nombre- comentó con una risa rasposa. Regresó sus manos a sus costados, alejándose del toque de aquellos jóvenes. -Boher, Boher... también, tu nombre es curioso; vaya que tienen nombres únicos, ha de ser interesante ser ustedes- comentó tomando paso entre el centro de la ciudadela. -Pues, me sentiría más cómoda sí. No estoy acostumbrada que se me hable con tanta... delicadeza. Como puedes ver soy todo menos eso- agregó la joven cuervo conforme se abrían paso entre las personas que se encontraban aquella tarde en el mercado de la ciudadela. -¡Cuánta gente!- exclamó aún sonriente mientras colocaba sus manos sobre los hombros de la gente para abrirse camino. -Me parece tan curioso que se hayan acabado las semillas de girasol... pero seguramente es tiempo de cosecha- comentó mirando por encima de su hombro para sonreírle a sus acompañantes. -Pero... ah, soy muy descuidada, ¿qué buscan ustedes en el mercado? Podría ayudarles siendo que ustedes se están ofreciendo a acompañarme-.
|
|
|
Post by Boher Sargas on Apr 23, 2017 6:38:09 GMT
--No hay nada más asombroso que ser uno mismo --Sonrió amable, aunque dentro de él sabía que jamás le gustaría que nadie fuera como él, esa tristeza que lo embriagaba, su corazón frágil dentro de aquel cuerpo irrompible, era algo con lo que no le agradaría ver en otras criaturas. Por lo que solo siguió caminando, pensando en todo lo que había pasado, y la soledad en la que se sentía enfrascado día tras día.
--Es cierto --Boher se distrajo con el comentario de Sonya --La primavera es un excelente momento para cultivar, pues es como si todo floreciera al instante --Dijo mientras movía las manos emocionado, le gustaba ayudar a los granjeros.
--¿Yo? --Se sorprendió por la pregunta --Solo buscaba especias, verduras, uno que otro postre para tener llena la alacena.
|
|
|
Post by Ark’Yharn. on Apr 23, 2017 7:00:57 GMT
-Yo ya tengo todo lo que necesitaba comprar.-Articulo a la par que levantaba levemente su capa izquierda con su único brazo, donde se podía visualizar múltiples bolsillos en esta y unas cuantas carteras unidas al cinturón las cuales pasaban desapercibidas.
Vio la expresión de sus acompañantes, quizás no esperaban el hecho de que fuera incapacitado pero a él poco le importaba.
-Creo que ya está anocheciendo, es una pena. Las tiendas ya están por cerrar, siento que no pudieras hacer tus compras Boher.-Termino de decir mostrando una faceta apenada.
|
|
Deleted
Deleted Member
Posts: 0
|
Post by Deleted on Apr 23, 2017 7:15:32 GMT
Miró la manera en que Raj'Yzzel descubría su cuerpo, dejando mostrar su falta de brazo. No mentiría diciendo que se lo había tomado a la ligera... no, sin embargo, le parecía algo de lo más interesante. ¿Cómo habría perdido dicha extremidad? Lo observaba de reojo mientras cada uno le hacía saber sobre su propósito en el mercado. Era cierto... la noche estaba cayendo y muchas tiendas estaban por cerrar. Sin embargo, logró ver no muy lejos de ahí una que aún parecía se quedaría abierta por más rato. Corrió hacia ella haciéndoles una seña a los chicos para que la siguieran. Buscaba con la mirada entre los costales que se encontraban para muestra del público, llevándose una grata sorpresa al ver que habían semillas de girasoles. -¡Ah miren! Ya las encontré!- exclamó con la misma energía de siempre. Levantó el rostro para hacerle una seña al vendedor quien le miraba con cierto recelo. ¿Qué le pasaba a este hombre? -Eh, sí buenas tardes señor; ¿me podría dar un costal pequeño con semillas de girasol?-. A pesar de aquella mirada llena de rencor, Sonya lo atribuyó a que probablemente el tipo no había tenido un buen día. Sin embargo, poco tiempo pudo continuar con aquél pensamiento puesto que el dueño del local no tardó en hacerle saber su inconformidad. -No atendemos a pajarracos como tú; menos a hurracos-. Inmediatamente, los puños de Sonya se apretaron, temblando del coraje. -¿Qué dijiste, imbécil?- preguntó ahora con toda la intención de ser grosera. Llevó una de sus manos a la espada que reposaba sobre sus caderas, esperando el momento para poder usarla. Bien... ya llevaba rato sin una batalla interesante.
|
|
|
Post by Boher Sargas on Apr 23, 2017 19:23:17 GMT
Miraba las alacenas llenas de cosas y media, pociones, sacos, cajas, con cosas misteriosas (o no tanto) dentro de cada una de ellas. Sacó una pequeña bolsita llena de dinero, pensaba comprar algunas verduras que estaban en una pequeña canasta, en cuanto se acercó para tomar una zanahoria, la voz del mercader hizo que su piel se erizara, y volteó hacia el hombre con un aire mucho más serio de lo habitual. Si algo odiaba más en la vida que su propia furia, era la gente que la causaba, y este hombre era uno de ellos, lentamente se acercó a Sonya, y acomodando una mano en su hombro, miró al hombre a los ojos.
--¿Qué clase de caballero es usted para hablarle así a una dama? --Su voz ya no sonaba tímida o paternal. --Hágase el favor de disculparse y venderle lo que necesita --Esperaba que su gran tamaño por lo menos ayudara en algo para que el mercader dejara de decir estupideces, y no iniciar alguna pelea en este lugar. Ya que intentaba darle la oportunidad de que todo esto terminara por la paz, y que, no recibieran ningún daño, pues la mujer estaba lista para romperle la cara.
|
|