Post by Wild Fang on May 29, 2017 3:31:34 GMT
Escuchar las palabras de Jundel me provocaron rabia, enserio me decía eso. Que le hacía daño, cuando el fue el primero en hacerlo. No soy una persona vengativa, pero ahora no estoy en mi mejor posición. No quería voltear la mirada a Jundel, solo mantenía mi puño con firmeza ante el enojo que se estaba acumulando. Por lo que cuando me volvía a dirigir a Jundel para gritarle en la cara. Solo vi su cuerpo, yaciendo en el suelo.
Me desespere, por lo que fui corriendo directamente al cuerpo de Jundel. Este estaba un tanto pálido, no mostraba señales de consciencia, movía su cuerpo con brusquedad en intento de que este recobrara la consciencia.
-" Joder, Jundel... es enserio?! "- Le grite con rabia y lagrimas en los ojos, siempre me hacía esto, siempre me hacía sufrir de esta manera, y tenía el descaro de decirme que le hago daño... El no sabe, el no sabe como yo me siento.
Recosté mi cabeza en su pecho con la intención de ver si tenía signos vitales, para mi suerte aún latía su corazón. La sangre que caía de su cuerpo manchaba la tierra y el césped de su alrededor. Me quede pensando un momento hasta recordar lo que era esto. Se había desmayado por perdida de sangre. Por suerte siempre traía vendas en mi bolso. Por lo que tome el cuerpo de Jundel y lo llevé a aquella cueva que había un poco más allá.
Cuando llegué recosté el cuerpo del lobo. Pasé algunas vendas por debajo de su cuerpo para poder vendar sus heridas. Fue un proceso tedioso y algo largo, pero lo había logrado. Cubrí las heridas de su abdomen, pecho, brazos y piernas. Por suerte el sangrado se detuvo de a poco gracias a las vendas, solo esperaba pacientemente a que recobrara la consciencia, por lo que me recosté en su pecho, hasta quedarme dormido.
Me desespere, por lo que fui corriendo directamente al cuerpo de Jundel. Este estaba un tanto pálido, no mostraba señales de consciencia, movía su cuerpo con brusquedad en intento de que este recobrara la consciencia.
-" Joder, Jundel... es enserio?! "- Le grite con rabia y lagrimas en los ojos, siempre me hacía esto, siempre me hacía sufrir de esta manera, y tenía el descaro de decirme que le hago daño... El no sabe, el no sabe como yo me siento.
Recosté mi cabeza en su pecho con la intención de ver si tenía signos vitales, para mi suerte aún latía su corazón. La sangre que caía de su cuerpo manchaba la tierra y el césped de su alrededor. Me quede pensando un momento hasta recordar lo que era esto. Se había desmayado por perdida de sangre. Por suerte siempre traía vendas en mi bolso. Por lo que tome el cuerpo de Jundel y lo llevé a aquella cueva que había un poco más allá.
Cuando llegué recosté el cuerpo del lobo. Pasé algunas vendas por debajo de su cuerpo para poder vendar sus heridas. Fue un proceso tedioso y algo largo, pero lo había logrado. Cubrí las heridas de su abdomen, pecho, brazos y piernas. Por suerte el sangrado se detuvo de a poco gracias a las vendas, solo esperaba pacientemente a que recobrara la consciencia, por lo que me recosté en su pecho, hasta quedarme dormido.
Jundel te amitop