Post by Deleted on Jul 28, 2017 8:02:42 GMT
Reconoció en seguida aquel singular ceño fruncido que daba origen a muchas situaciones divertidas en su pequeña y retorcida mente pero no esperaba que con tan solo pocas palabras tomase venganza y erradicara los peces. De inmediato comenzó a sacudir los brazos y a gritar “ Era una broma! basta!” pues no quería quedarse sin comer.
No sabía si había sido suerte o si sus movimientos parecían ser más lentos pero cuando logró tomar tan solo uno de los peces se aferró de él como si su vida dependiese de ellos y le sacó la lengua al dragón, haciendo su pequeño berrinche mientras iba a conseguir leña para el fuego.
Todo listo miró al Lung con la propuesta presente del día anterior “te llevaré a donde tengas que ir” . Bueno, era más que obvio que no podría llegar a tiempo por sí sola así que dando un salto con todas sus cosas se montó en su lomo. Suponía que estaba bien sostenerse por los finos cabellos de su cuerpo, unos pequeños tirones no podían causarle dolor a una bestia como él. Lo que nunca esperó fue el poco tacto que le ofreció durante el viaje. Su estómago se había dado por vencido a mitad del camino y terminó por regresar lo que había cazado para ella; sus músculos se sentían desgarrarse con cada sacudida que al final no pudo viajar de otra manera que no fuese recostada y enterrando las uñas como si su vida dependiera de ello.
Para cuando llegaron a la ciudadela su voz se había desvanecido, su cabello no era más que nudos y la fuerza había abandonado su pequeño cuerpo. Ni si quiera pudo bajar sin pasar vergüenza frente a los viajeros que recién llegaban. Simplemente, se había desplomado de espaldas contra el suelo y comenzó a orar en voz alta. “Gracias por dejarme vivir un día más. Por favor te pido que nuestros caminos no se vuelvan a cruzar….”
Cuando se levantó todo dentro de ella tronó y se llevó una mano a la espalda. por el rabillo del ojo pudo ver claramente la expresión de satisfacción del arcano. Frunció el ceño y entre dientes le dio las gracias por haberla traído desde tan lejos.. Con un pie cerca de la puerta se obligó a alzar la mirada al dragón con una sonrisa genuinamente falsa y frente a ella levantó su mano, con la palma expuesta como si se estuviese despidiendo de buena manera.. hasta que el dedo medio fue el único que permaneció erguido. Llevó la punta de este a sus labios y le lanzó un beso con sus peores deseos antes de marcharse a su hogar. Había tantas cosas que hacer, como: posiblemente raparse, morirse en la tina del baño e indagar respecto a ese llamativo festival.
No sabía si había sido suerte o si sus movimientos parecían ser más lentos pero cuando logró tomar tan solo uno de los peces se aferró de él como si su vida dependiese de ellos y le sacó la lengua al dragón, haciendo su pequeño berrinche mientras iba a conseguir leña para el fuego.
Todo listo miró al Lung con la propuesta presente del día anterior “te llevaré a donde tengas que ir” . Bueno, era más que obvio que no podría llegar a tiempo por sí sola así que dando un salto con todas sus cosas se montó en su lomo. Suponía que estaba bien sostenerse por los finos cabellos de su cuerpo, unos pequeños tirones no podían causarle dolor a una bestia como él. Lo que nunca esperó fue el poco tacto que le ofreció durante el viaje. Su estómago se había dado por vencido a mitad del camino y terminó por regresar lo que había cazado para ella; sus músculos se sentían desgarrarse con cada sacudida que al final no pudo viajar de otra manera que no fuese recostada y enterrando las uñas como si su vida dependiera de ello.
Para cuando llegaron a la ciudadela su voz se había desvanecido, su cabello no era más que nudos y la fuerza había abandonado su pequeño cuerpo. Ni si quiera pudo bajar sin pasar vergüenza frente a los viajeros que recién llegaban. Simplemente, se había desplomado de espaldas contra el suelo y comenzó a orar en voz alta. “Gracias por dejarme vivir un día más. Por favor te pido que nuestros caminos no se vuelvan a cruzar….”
Cuando se levantó todo dentro de ella tronó y se llevó una mano a la espalda. por el rabillo del ojo pudo ver claramente la expresión de satisfacción del arcano. Frunció el ceño y entre dientes le dio las gracias por haberla traído desde tan lejos.. Con un pie cerca de la puerta se obligó a alzar la mirada al dragón con una sonrisa genuinamente falsa y frente a ella levantó su mano, con la palma expuesta como si se estuviese despidiendo de buena manera.. hasta que el dedo medio fue el único que permaneció erguido. Llevó la punta de este a sus labios y le lanzó un beso con sus peores deseos antes de marcharse a su hogar. Había tantas cosas que hacer, como: posiblemente raparse, morirse en la tina del baño e indagar respecto a ese llamativo festival.