Rallis
Los Invictos
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Post by Rallis on May 29, 2017 20:01:32 GMT
Dolor, solo eso salia de cada parte de su ser, una armadura se tambaleaba por shangri lax despues de lo que parecia haber sido una batalla muy poderosa pero no habia salido victorioso, librado de la muerte quizas pero no ileso, la armadura estaba rota, con marcas de garras que llegaron hasta el cuerpo de el arconte, sus hermosas alas que alguna vez demostraron valentia y luz ahora llenas de sangre y una rota por la cual le habia sido imposible elevar el vuelo. Pasos pesados, pasos desesperados, fue asi cuando el arconte cayo de rodillas al suelo y la forma verdadera habia sucumbido, retomando la forma sellada, el joven de piel ligeramente bronceada con heridas en todo su cuerpo, su brazo fracturado, sentia que no podia respirar, tosio sangre. ¿Como habia terminado en una situacion tan critica?, tomo como pudo su tabla arcana, la sangre sobre sus ojos le impedia escribir con claridad ¿acaso habia logrado pedir auxilio?, temblaba su cuerpo para mirarse el vientre, tenia una herida profunda la cual sangraba debido a que muy probablemente aquella Oni que le ataco, habia lanzado un ataque certero que ni siquiera la armadura de su forma verdadera pudo proteger.
-Cough!....cof....a-ayu..da....-
Dijo suplicante, estaba tan palido a causa de la perdida de sangre que sufria, que no lograba ponerse de pie una vez mas, para dejarse caer al suelo finalmente. Se arrastro lo mas que pudo hasta la base de un arbol cercano, su sangre manchaba la flora a su alrededor, sabia que seria cuestion de tiempo para que alguna criatura le atacara o encontrara, tenia miedo...despues de mucho tiempo sintio miedo, para susurrar debilmente.
-K-kouhei...p-perdoname...n...no...creo...lle.gar....a...casa....est...a...noche....-
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Post by Deleted on May 29, 2017 20:32:12 GMT
No había descanso durante la luna roja. En cada lugar ocurría algun accidente, alguien se perdía, un iluso decidía ir a buscar la lágrima de vampiro, u otro por una apuesta ridícula decidía salir de su hogar. En algun lugar, en ese mismo momento, un arcano estaba siendo atacado, quiza incluso muerto ya. Por ello es que a Garrel le costaba dormir. Por eso es que revisaba la tableta arcana constantemente, en busca de algo que hacer, alguien a quien ayudar. Le ponía simplemente enfermo esperar las horas en la tienda, sobretodo ahora, que su clan ya se había encargado de dos seres, y la sangre de estos parecía ahuyentar a mas depredadores.
Por ello, no dudó mucho cuando vio el mensaje de Rallis. El escudo y su martillo estaban en la entrada de la tienda, un morral con vendajes, una manta, e hilo y aguja estaba en la carpa de intendencia, listo para estas situaciones. Un beso rápido a Thavai, prometíendole que volvería con una nueva cicatriz, y una carrera a shangri lax, en busca de un arcano que no conocía mas que de oídas, pero que necesitaba su ayuda.
La jungla era densa, las hojas tenían un color sangriento a la luz de la luna, como si fueran un bosque de horrores, cada riachuelo parecía ser venas de la tierra, sangrantes y pulsantes ante la humedad del lugar. Tenía que encontrar al joven pronto. Había sido atacado... ¿rastros de sangre? quiza sea una buena idea de buscarlo, mas, si tenía sangre, significaba que sería presa fácil para los seres de la oscuridad. Tenía que apresurarse.
Pronto dio con un rastro poco esperanzador. Un rastro de sangre, largo, por el suelo. Pisadas de armadura coronaban el rastro, guiandolo hacia el este. ¿Sangre de arconte? Probablemente. En un punto, la tierra estaba golpeada, la sangre era mas abundante, y se veían trazos de uñas clavadas en el piso. Se había arrastrado, buscando un lugar seguro, no podía estar muy lejos. Asió el escudo, preparó su martillo, y fue siguiendo el rastro.
Solo la experiencia hizo que no soltara una exclamación al ver el estado del joven Rallis. Se arrodilló a su lado, cuidando de no tocarlo, para no causarle mas sufrimiento - Joven Rallis. Estoy acá. He venido a salvarlo - Le dijo, con voz segura, mientras sus ojos inspeccionaban el estado del arcano. No se veía alentador: El brazo parecía roto en dos partes, los cortes cubrían gran parte de su cuerpo, la hemorragia probablemente había hecho que perdiera gran parte de la sangre, estaba pálido a causa de la hemorragia, y peor aun, tenía un corte profundo en el estómago, eso solía ser mortal, no tenía las entrañas afuera, por suerte, pero dudaba que su morral pudiera hacer algo por él.
- Debes conservar el calor. Tranquilo. Vas a salir de esta, se ve que tienes buena resistencia -Con cuidado, le puso la manta encima, cubriendo el cuerpo, y sacando inutilmente los vendajes del morral. Se estaba dando cuenta que no iba a servir de nada. Que con los cuidados que tenía a mano el pobre arconte moriría. necesitaba un milagro.
necesitaba lágrimas de vampiro
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Rallis
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Post by Rallis on May 29, 2017 21:33:26 GMT
El dolor de sus heridas era inmenso, pero poco a poco comenzo a sentir frio, un frio aterrador, temblaba bastante para escuchar los sonidos de la jungla, agua corriendo por los rios de la misma, leves sonidos de animales que huian despavoridos como si alguna criatura los pensara atacar. Pasos pesados, pero no de alguien herido no, era algo mas grande, el Arconte que se encontraba vulnerable ahora y el corazon comenzo a latir con gran intensidad, se intento arrastrar para alejarse, pero no pudo hacerlo pues donde estaba recargado su cuerpo le impidio huir, para tratar de enfocar su vista obstruida por la sangre en aquella sombra enorme que se postro ante el ¿quien era?¿seria alguien que le ayudaria?¿o seria alguien que acabaria con su vida?.
-¿q-qui...en....e...eres...?....¿q-quien e...esta ahi...?...-
La figura mas tosca se agacho hasta donde el se encontraba ¿no le haria daño? al parecer eso no era una opcion para el que estaba ahi a su lado, diciendo unas palabras que le dieron esperanzas nuevas: "Joven Rallis. Estoy acá. He venido a salvarlo " , una voz segura que le brindaba la esperanza que necesitaba para seguir teniendo fuerzas de lograrlo, pero el dolor era muy grande, la sangre brotaba todavia, Rallis sentia un dolor agonizante que hacia que se encorvara un poco. "Debes conservar el calor. Tranquilo. Vas a salir de esta, se ve que tienes buena resistencia" esas palabras de aliento lo hicieron embozar una sonrisa para alzar su vista y decir.
-H-he...ugh....m-mi corazon..m-me hace r-resistir...cough!...k-kouhei...m-mi p-pareja...m-me da fuerza...Cof!-
Tosio sangre, sentia el dolor en su vientre, para tratar de moverse pero fue inutil, hasta que el contrario lo cubrio con una manta, recordo el frio que sentia, si....era abrumador, temblando incontrolablemente, mientras sus heridas comenzaron a ser vendadas, al menos las superficiales.
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Post by Deleted on May 29, 2017 21:54:51 GMT
-Tranquilo, Tranquilo. Mi nombre es Garrel, concentrate en mi voz- "Cantimplora y un paño limpio para evitar que hayan inmundicias en las heridas" La mente del orco repasaba los incontables auxilios que había dado a otros arcanos, en su mayoría orcos, miembros de su tribu. "¿Hacer un fuego? No todavía, demasiado peligro, primero detener gran parte de la hemorragia, luego conservar el calor del cuerpo. El brazo al final, no debe moverlo, ni tengo para tratar una fractura " El orco fruncía el ceño, a medida que pasaba el paño por las heridas del arconte, pronto volviendose carmesí la tela. Esto había sido fruto de una pelea, de seguro. Había algunas en el brazo que requerían suturas, y la del estómago... no, no quería pensar en ella.
-Eso es, piensa en Kouhei, esta allá en casa esperandote, ¿verdad? se va a sentir feliz de volver a verte, de seguro van a pasar un buen tiempo junto al fuego, y tu podrás mostrarle orgulloso tus cicactrices - El tono de voz era seguro, intentando inspirar una calma que Garrel no sentía realmente, una roca de paz entre tanta turbulencia, las mentiras que se le cuentan a los guerreros agónicos. -Ya vas a ver como mañana estaras tranquilo en tu hogar, solo quedate allí, concentrate en mi voz, no te pierdas Rallis, no es nada grave, son solo unos cortes, ya vas a ver como todo se soluciona
La aguja entraba por el costado del brazo, cerrando los cortes medio profundos, deteniendo en parte la herida. Necesitaría fuego para cerrarla correctamente, pero por ahora una sutura bastaría. La herida del estómago en cambio... Garrel no era un doctor, era un guerrero, sabía de primeros auxilios, pero esto lo superaba. Cortó los paños ensangrentados intentando hacer un tapón en la herida, sintiendo como la sangre se colaba entre los dedos, lentamente, demasiado lentamente.
-Acá, Rallis - Tomó su brazo "sano", si es que se le podía llamar sano, guiando su mano hacia los paños, sostuvo la mano allí un momento, mientras buscaba las palabras - Necesito que los presiones fuerte, ¿entendido? - Los ojos del arconte no parecían estar en la tierra, sin embargo, Garrel hablaba pacientemente, asintiendo con la cabeza, como si pudiera ser entendido- ¿Puedes hacerlo por Kouhei? ¿Sostenerte la herida? Vamos. Vamos.
Dejó al arconte presionando la herida, mientras se preocupaba de hacer un fuego. Tenía buena yesca, y la jungla era buena fuente de madera, pero era arriesgado, el fuego sería una señal inequivoca que había vida, y que había alguien allí que podía ser atacado. Pero sin el fuego, quiza Rallis no pasara la noche. Apresurado, los dedos resbaladizos por la sangre, Garrel amontonó una pira pequeña. El tronco donde estaban proporciono ramas mas gruesas para hacer de base, y empezó a encender un fuego, dejando que la señal de la vida inundara el claro. Una vez que estuviera encendido, dejó un cuchillo a la lumbre del fuego, esperando que el metal caldeara y se volviera rojo.
La noche no iba a mejorar
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Rallis
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Post by Rallis on May 30, 2017 3:32:02 GMT
Garrel, dijo que su nombre es Garrel, aquella sombra aterradora ahora tenia un nombre que conocia de aquellas conversaciones de la tableta arcana. Su pensamiento calmo un poco, mientras trataba de comprendere atravez de tanto dolor y miedo lo que aquella sombra amistosa le decia. palabras de aliemto, esperanzas que en su momento devido al sufrimiento fisico el arconte avia perdido. sintiendo como la aguja atravezaba la piel de cada herida de su cuerpo, lloraba y gritaba que se detubiera ya que esto era demasiado doloroso, - Necesito que los presiones fuerte, ¿entendido? - Garrel le dijo a Rallis con una gran calma, mientras dirigia su mano a unos paños en su estomago, - ¿Puedes hacerlo por Kouhei? ¿Sostenerte la herida? Vamos. Vamos.- el arconte reacciono a ese nombre, no queria morir sin antes ver a Kouhei, asi que uso su poca fuerza y peleo contra el dolor para presionar los paños contra la herida.
" Tengo tanto miedo...miedo de que la muerte se presente ante mi, como lo hizo hacia tantos años atras, presionaba la herida con aquellos paños, mientras la sangre se drenaba atravez de mis dedos temblorosos, comence a pensar en el pasado, en mi madre y mi padre, quienes dieron todo lo que tuvieron en sus manos para defenderme en cada momento de mi crecimiento. En su momento no comprendia lo que mi madre me habia dicho antes de morir frente a mis ojos, lagrimas caian por mis mejillas al recordarla era doloroso pero no era un dolor como el de mis heridas sangrantes no...era un dolor que crecia dentro de mi pecho "-Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes, siempre con amor pues el amor te brinda la esperanza- entonces lo entendi, comence a pensar en la felicidad que senti cada momento de mi vida antes de llegar a Mirovia y despues de haber llegado, siempre sonriente por mi madre, por mi padre y ahora por mi amado, alce la mirada hacia la sombra amistosa y tembloroso sonrei no planeaba morir y aunque tuviera tanto miedo, no moriria hasta ver de nuevo el rostro de Kouhei-"
El arconte decia en su cabeza, sentia que su fuerza se desvanecia, para ver luz entre la obscuridad de la jungla y de la luna de sangre, suspiro exhausto que logro verse el vapor de como el calor espaba de su cuerpo herido que estaba al borde de la perdicion pero aquella sonrisa leve en su rostro por el apoyo de su salvador le dio esperanza, para relajar su cuerpo y comenzar a sentir que sucumbiria ante el cansancio, cuando dijo entre jadeos.
-S-señor...G...Garrel....ha...arf....h-hace...frio....y....e.s....toy c...cansado...-
Queria descansar, pero lo que el arconte no sabia es que este dolor que estaba pasando no seria lo peor de la noche...
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Post by Deleted on May 31, 2017 5:28:48 GMT
Los llantos de Rallis apuraban al orco, recordandole que se le estaba escapando el tiempo entre los dedos. Igual que la sangre en el pobre vendaje de Rallis, igual que la vida del arconte en su aliento. Dejó la aguja en el fuego, purificándola, mientras observaba con ojo crítico las heridas en las que estaba trabajando, acercandose a ellas, cuidando de no tocarlas y moverlas. Era un acto de balance y desciciones, ¿era mas peligrosa la palidez del arconte, signo de que apenas quedaba sangre en su cuerpo? ¿o el riesgo de que despues de sellarla con fuego, la herida caliente se pudra? no podía simplemente cauterizar todos los cortes, pero bien podía desangrarse por los menores.
Vendaba las heridas ya suturadas, aplicando presión y amarres para sostener la tela y esperar a que detuviera la hemorragia, cuando empezó a notar los castañeos de dientes del Arconte. El frío estaba pudiendo con él, la sangre ya no calentaba su cuerpo. Maldita herida en el estómago, era demasiado grande, y vendarla no iba a ser suficiente...quedaba una solución.
Nunca era el camino fácil.
-No te duermas Rallis. Quedate acá, conmigo, vas bien, vas excelente. ¿ Recuerdas a Kouhei? cuentame, ¿como fue el primer día que se conocieron? ¿fue hermoso conocerla, verdad?- Tenía que mantenerlo conciente, al menos un rato más, si se perdía en la inconciencia, podía perderlo definitivamente. Le seguía hablando con un tono calmado mientras buscaba una rama, del grosor aproximado de dos dedos. - De seguro el sol brillaba sobre el cielo, calentando la tierra. ¿O fue una noche, mientras las estrellas de los antepasados os observaban? esos tiempos van a volver, despues de esto, descanzamos, y te voy a llevar a tu casa, ella te va a estar esperando- Partió la rama seleccionada, y la envolvió con un paño. Estaba ensangrentado, pero ya no importaba, despues de todo, no podía infectarse la boca.
Miró gravemente la fogata, y tomando aliento, se agachó a cojer el cuchillo. El mango de hueso estaba caliente, y el acero del filo anaranjado por el calor. el vapor que soltaba generaba una estela de terrible certeza a medida que se acercaba al arconte.
-Rallis. Quiero que muerdas esto fuerte - Le colocó el palo con el paño entre los dientes - Esto va a doler ahora, pero vas a estar bien. Kouhei te va a tratar la herida despues de esto, y me voy a quedar al lado tuyo para protegerte. Solo necesito que aguantes unos segundos, ¿entendido?-Retiró lentamente la mano del herido, dejando ver el paño ensangrentado, totalmente empapado de sangre. Debajo de el, el corte no se había cerrado ni un poco, pero la sangre apenas fluía perezosa por allí. Sostuvo firmemente la herida, aún sabiendo que esto provocaría arcadas de dolor en el arconte. era solo una preparación para lo que se avecinaba.
-Perdóname-
El calor del cuchillo quemó los cabellos de la piel del arconte a medida que se acercaba, soltando un olor infernal sobre ellos, mientras los dedos rezbaladizos en sangre de Garrel intentaban unir la herida, para que el cruel acero solo tuviera que pasar por un solo lugar. Con un movimiento firme, apoyó el filo rojo en la carne, la sangre hirviendo al momento, un sonido burbujeante unos segundos antes de pasar al silbido de la carne. Firmemente, sin dejar que las convulsiones lo detuvieran, cruzó la herida, mientras el mareante olor dulzón a muerte lo envolvía. La carne estaba hinchada, en algunas partes negra, pero en la mayoría inflada y roja, como una burbuja de sangre, pus y dolor, una marca del infierno
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Rallis
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Post by Rallis on Jun 1, 2017 3:56:42 GMT
Lagrimas salian de los ojos dorados como monedas de oro puro del Arconte, rodaban por sus mejillas y lograban hacer que la sangre de su rostro se diluyera con las mismas, sin embargo solo sentia dolor, dolor que hiba y venia como unas poderosas punzadas, un tiempo lapso donde quizas unos segundos de paz se llegaban a sentir pero esos segundos no duraban, cuando noto como Garrel se agachaba y vendaba las heridas ya suturadas, aplicando presión en cada una de estas, hacia frio hacia demasiado frio que comenzo a temblar mucho mas, hasta sentir sus labios tan helados, los cuales se notaban levemente azulados, quiza la perdida de sangre era lo que le estaba haciendo mas daño, claro como todas las heridas el riesgo a desangramiento era el mayor problema, cuando las heridas minimas habian sido suturadas y vendadas, habian hecho casi un milagro, pues las mismas heridas menores habian terminado de sangrar por la presion cuando Garrel dijo: -¿ Recuerdas a Kouhei? cuentame, ¿como fue el primer día que se conocieron? ¿fue hermoso conocerla, verdad?- Sonrio levemente apesar de la debilidad. ¿Como seria capaz de olvidarlo?, recordaba el calor de ese tan bello dia en el mercado, para abrir sus labios y decir apenas audible. -¿c...como olvidarlo?...es dia...h-habia ido...al mercado....a comprar c-cosas hng...para mi s-siguiente viaje al...desierto de Mi-miroVIA agh!...d-duele...arf...recuerdo...caminar por el mercado y....encontrar una melena blanca c-como la nieve...con las orejas agachadas...estaba de n-nervios...lleno de...t-timidez...ah...l-le ayude a...vender s-sus cosas...tenia miedo d-de venderlas...me...enamoraron...s-sus ojos...y...c-cuando me sonrio p-por primera vez...senti mi corazon c-como un ave...ansiosa por v-volar a su lado...-
Decia exhalando el vapor de su calor escapando, cuando noto como le acercaba algo -Rallis. Quiero que muerdas esto fuerte - era algo para...¿que mantuviera en su boca?, no pudo negarse a nada, su cuerpo estaba tan debil y su mente completamente enfocada en su dolor que abrio esta sin dudar, lentamente sostuvo con su boca aquella tela que tenia un sabor asqueroso, pero no podria escupirlo de momento pues le pidio que lo sostuviera ¿que estaba ocurriendo? ¿que haria Garrel con ello?¿algo medicinal?. - Esto va a doler ahora, pero vas a estar bien. Kouhei te va a tratar la herida despues de esto, y me voy a quedar al lado tuyo para protegerte. Solo necesito que aguantes unos segundos, ¿entendido?-
Dijo con un tono que no logro reconocer Rallis, seguridad pero ¿nervios? este comenzo a tener miedo , su corazon latia no muy rapido pero lo hacia de nervios.
"¿que va a doler?¿que debo resistir?"
Dijo en sus pensamientos asustado, para sentir como retiró lentamente su mano que estaba empapada de su sangre, dolio, su cuerpo se movio del dolor al solo quitar el paño de la herida y sostuvo firmemente esta. -h-hnf! hng!-
Dolia, dolia mucho la presion en su herida como si tratara de cerrarla solo con las manos, era algo que queria que parara, mordiendo lo que tenia en su boca un poco. -Perdóname-
El Arconte abrio mas los ojos y sus pupilas se hicieron pequeñas del miedo ¿que significaba eso?¿acaso acabaria con su vida por que no tenia salvacion? ¡no, no porfavor! temblaba asustado en verdad por ello y era muy notable. "¡¿perdonarle por que?!¡n-no quiero morir!¡Kouhei...kouhei... Garrel por favor no me mates te lo pido aun quiero vivir!"
Sus ojos llenos de lagrimas que caian temblando de dolor y desesperacion cuando paso, el calor del cuchillo quemó su piel, el dolor, el dolor era gigantesco, su cuerpo saltaba y trataba de liberarse del terrible dolor, un olor infernal los dedos rezbaladizos en sangre de Garrel intentaban unir la herida que dolia como los mil demonios, cruel acero...cruel acero en verdad, convulsiones comenzaron a presentarse en el cuerpo de Rallis que lloraba y mordia con todas sus fuerzas aquel terrible ardor, quemaduras y dolor enorme, cuando el paño cayo de su boca comenzando a oirse los gritos de dolor del arconte. Sus gritos inundaron la jungla, no podia evitarlos el dolor era tan fuerte que sin poder evitarlo rallis comenzo a toser mucha sangre y agua en verdad que estaba sintiendo que colapsaria, cuando derrepente algo peor que los terribles gritos del arconte, la nada...el silencio abrupto el silencio que era mucho peor que el mismo sonido, el arconte se habia desmayado sobre el orco, al menos su cabeza, mientras que este terminaba su trabajo, quiza habia manchado su cuerpo con la sangre. No era su intension pero solo habia colapsado, mientras su cuerpo convulsionaba del sufrimiento.
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Post by Deleted on Jun 4, 2017 22:24:47 GMT
El nauseabundo olor dulzón de la carne quemada inundaba las fosas nasales del orco, el pobre arconte abajo suyo apenas tenía las fuerzas para moverse. Pero resitía, conciente, sus ojos eran un espejo a los horrores del inframundo, reflejando la falta de conciencia de aquella menta, sumergida en el dolor. Garrel intento decirse a si mismo que no era nada nuevo, que había visto esos mismos ojos, ese mismo dolor, en cientos de orcos a lo largo de su vida, que una vez mas no sería nada, mas las mentiras no llegaban a lo profundo de su mente, solo llegaba la vision de aquella criatura, tan inocente, tan pura, sufriendo bajo su mano.
Los estremecimientos del arconte causaron que la mordaza que había improvisado el orco cayera de sus labios, dejando que los horribles gritos se propagaran. La mano de Garrel tembló un momento ante los gritos, dejando un surco negro en el estómago del Arconte. El eco de aquel grito atormentaría al orco en los sueños, las convulsiones, la perdida de color de sus ojos. Y luego, silencio. Bendito, maldito. Silencio.
El cuchillo resbaló de los dedos sangrientos del orco, su cuerpo, cayendo de rodillas, asqueado. Logró arrastrarse medio metros lejos del cuerpo del arconte antes de vaciar el contenido de su estómago. Bouqueando, se limpió los labios con el antebrazo, y busco signo vitales en el Arconte. Viviría. Pero quedaría marcado por siempre.
Se dio medio minuto de descanso para sí. Tomo de su cantimplora, tratando de calmar su propio pulso, y guardo todo en su botiquín, dandole tiempo a la herida para que cerrara un poco. Su mente, ahora mas calmada, empezaba a analizar las heridas del arconte. Se había desangrado, tenía frío, y dejarlo a la intemperie en este lugar era lo peór que podía hacer. Le dejó la manta encima, y tomándolo por las rodillas, como si fuera un saco de vegetales, se lo echó al hombro.
"Esta bien. Le salvaste la vida. Hiciste lo posible. Ahora tienes que sacarlo de acá. Vamos, Garrel, todo depende de tí". Se murmuraba el orco, mientras, paso tras paso, se encaminaba al Templo de Verano
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Post by Rallis on Jun 8, 2017 5:12:03 GMT
El cuerpo frio, sus mejillas tan palidas como si se tratara de un extraño cadaver, pero el joven seguia milagrosamente convida, aunque sus manos tenian leves espasmos de dolor que aun sentia mientras que la carne de su cuerpo aun hervia un poco por el calor al rojo vivo del cuchillo que recientemente habia calcindo su pobre piel, seguro que sera una marca que se llevara hasta el dia en que las estrellas se lleven su ultimo suspiro, para ser cargado como si fuese un costal de patatas, lo que hizo que el joven arconte se quejara del dolor peor no habia ningun movimiento, solo un leve suspiro de aire que escapo de su cuerpo moribundo.
El camino hacia el templo del verano no seria tan largo pero a costa de que el joven estaba pendiendo de un hilo, para verse a las lejanias se lograba ver el gran templo que era la salvacion de el arconte que ahora estaba vivo gracias a la ayuda de Garrel, se veia la entrada de el mismo, donde habia unos fuertes guardias que custodiaban la entrada, para amenazar al orco que llevaba al herido.
-¡¡Alto ahi!!¡¡¿quien va?!!¡¡este es el templo del verano dominado por el poderoso soberano Ajani!!¡¡¿que es lo que quiere aqui?!!-
Dijo un guardia mientras amenazaba con su lanza a Garrel que llevaba a Rallis en sus hombros.
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Post by Deleted on Jun 10, 2017 2:47:52 GMT
Los pasos eran lentos, cuidados, pero persistentes. Cualquier tropezón podía significar un dolor horrible para el pobre Rallis, sin embargo, cada segundo afuera era un segundo donde podían morir, presa fácil de algun ser oscuro. Garrel podía sentir el aliento del arconte escapándose de sus labios, los ultimos estertores de su dañado y moribundo cuerpo. La vejez le pesaba, hace cien años, podría haber corrido sin ningun problema con el cuerpo del joven a sus espaldas. Ahora, resoplaba por el esfuerzo, deseando que las paredes del templo de verano se vieran ya en el horizonte.
Y aún asi, cuando llego hasta el lugar, con el arcano al hombro, uno de los guardias bajo la lanza hasta él. Seguridad primero, vaya. El templo de verano debe ser un lugar bastante concurrido en estos momentos. "Si estuviera en mi clan yo haría lo mismo. No me conocen. No de vista. Podría ser cualquiera".
-Garrel...Clan Thelnak - Resollaba las palabras, falto de aliento - Arconte..:Rallis...Grave.- Señaló al moribundo en sus hombros, estoico pese al cansancio. El guardia abrió los ojos al comprobar el estado de Rallos, y bajó la lanza. Le lanzó una mirada grave a su compañero, que corrió hacia adentro, quiza a avisar la entrada.
-Disculpe por la situacion. Pero es luna roja, y no nos podemos arriesgar - Explicó el de la lanza. Garrel asintió, nunca esta de mas preocuparse, un ser oscuro colandose adentro podría causar caos inimaginable.
Pronto los dejaron pasar, conduciendolos a una habitacion pequeña. Una antorcha iluminaba un lecho de hojas cosidas entre sí, con una mesa baja de madera al lado. Unos cuantos vendajes en un rincon daban a entender que no era la primera vez que este lugar se ocupaba como un hospitál. Y seguro no sería la última.
Garrel depositó suavemente el cuerpo de Rallis en el lecho, y lo cubrió con una manta. Acariciaba suavemente la frente y el pelo del joven, buscando darle algo de compañía y de consuelo mientras esperaban que llegara un médico.
-Tranquilo...ahora estamos a salvo. estamos en el templo, el señor Ajani va a asignar a alguien para que te cuide. Te vas a recuperar. Te lo prometo.
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Rallis
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Post by Rallis on Jun 10, 2017 6:48:37 GMT
Pasos largos, pasos pesados...sentia como el frio aliento de la muerte susurraba a sus espaldas pero no estaba a punto de llevarselo si no que le estaba de manera extraña dandole otra oportunidad de vivir, suspiros de dolor ante movimientos bruscos, no despertaba de aquel esfuerzo de aquel tan horrible dolor que se quedaria grabado en el fondo de su mente, ahora tenia nuevas cicatrices pero ya no eran de accidentes de joven o de una aventura en ruinas antiguas, no...ahora eran de una batalla que le habria costado la vida de no ser por el milagro de que Garrel habia llegado justo a tiempo para salvarlo, escuchaba en la obscurdad voces de gente ajena a quien le habia atendido pero no lograba enfocar su mente que se encontraba tan mal.
Fueron llevados a una habitacion y Rallis habia sido recostado en lo que parecia era un lugar donde finalmente su cuerpo podia reposar, pero quejidos salian de la comisura de sus labios debiles por el dolor de haber sido acomodado, para jadear un poco tratando de recuperar el aliento, tratando con mucha fuerza de que el aire fresco de la noche llenara sus pulmones pero la debilidad era mucho mayor que sus deseos, para sentir las caricias en su frente que lograron calmar aquellos jadeos, un mechon habia sido acomodado mientras la sangre de su cabeza que ya estaba algo seca habia sido limpiada con los dedos de el orco, Rallis suspiro para relajar su cuerpo tenso y asi poder finalmente descansar.
Fueron unos momentos donde el medico habia sido alertado de que un arcano herido de gravedad se encontraba en una de las habitaciones que usaban para tratar a los guerreros de la corte del verano, el hombre entro a la habitacion despues de haber sido anunciada su llegada, llevaba botellas de pociones, vendajes y muchas pastas medicinales ademas de aguja, hilo y lo que parecia ser desinfectante para las heridas que muy seguramente habrian sido infectadas, se veia mayor, una barba grisacea por la misma experienia de los años y se inco frente a Rallis para comenzar su trabajo, el arconte ya no estaba con fuerza para quejarse mas del dolor debido a que estaba inconsciente, vendas nuevas desinfectado todo como debia ser y finalmente pidio ayuda al orco para que levantara un poco al arconte y lograr vertir las pociones de regeneracion acelerada y para calmar el dolor, despues de recostarlo una vez mas comenzo a hacer un tabique para su brazo roto con unas tablas y vendajes.
-Tardara mucho en sanar esto...y...vaya ¿usted calcino la zona abdominal?, muy inteligente.-
Dijo para limpiar la carne quemada y vertir mas pociones de dolor en estas mismas, una vez terminado el trabajo se levanto y le dio un paño al orco para que se limpiara, le ofrecio comida y bebida para su disposicion y si necesitaba de su ayuda le indico donde estaria.
-Necesita descansar, esperemos que sea suficiente y que la muerte decida que merece vivir mas, descanse señor-
Termino para retirarse de la habitacion dejando a Garrel y a Rallis solos nuevamente.
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Post by Deleted on Jun 11, 2017 1:27:57 GMT
El doctor era un profesional en su materia. Los pobres vendajes que había alcanzado Garrel a hacer fueron reemplazados por unos nuevos, de tela blanca, pura, y los remedos, por nuevas costuras de hilo purificado. Pociones, implementos, y añadidos que el orco hubiera sido incapaz de administrar. Si, ya estaban en buenas manos.
- Hay que ser ingeniosos en tiempos des dificultades. Gracias, gracias infinitas. Me quedaré hasta que despierte, no deseo dejarlo solo todavía - Le indicó, mientras terminaba de limpiar sus brazos ensangrentados. Agotado, dejo caer su cuerpo en un banco de madera apenas el médico se marchó, el trapo con el que se había limpiado rsbalando de sus manos. Sus músculos ardían, su pecho todavía no se calmaba del todo, recordando esas horribles horas, caminando entremedio de la maleza de la jungla, pensando que tras la vegetacion podía ocultarse alguien que l quitaría la vida al joven arcano. pero Rallis estaba vivo. " Hice lo correcto, salvé una vida". Pero...ahora que se acababa la emocion del momento, se pregutaba, ¿Quien era el chiquillo que acababa de salvar?
El pelo del pequeño era largo, a una usanza salvaje que algunos apreciaban, pero que Garrel siempre encontró incómoda, las ropas eran mas bien tribales, indicando que quiza estaba acostumbrado a ser un viajero. "De seguro es algo asi como un buen samaritano, de viaje, intentando ayudar a todos los posibles. Quiza en la ciudadela haya una chica esperando por él, preguntandose si estará a salvo" Ese pensamiento le saco una sonrisa. Rallis parecía recuperar la conciencia lentamente, ya casi sin emitir quejidos de dolor.
-Ya veras como en nada te recuperas. Podrás ir a ver a Kouhei en poco tiempo. Cuando la luna roja termine, podrás ir a verla, o ella podrá venir acá. Ahora toca descanzar, recuperar fuerzas. Sufriste un gran ataque...espero que haya sido por las razones correctas.
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Rallis
Los Invictos
Luces y estrellas en los ojos de oro
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Post by Rallis on Jun 11, 2017 4:38:44 GMT
Habian transcurrido un total de 3 dias en los que el joven arconte no retornaba de aquel sueño en el que se encontraba sumido, pero su rostro que antes se encontraba tan palido como si se tratara de un cadaver ahora habia recuperado el suave tono de piel que debia tener sus mejillas ya estaban levemente rojizas por la sangre que comenzaba a recuperarse de la hemorragia, los sanadores del templo del verano eran expertos en lo que estaban haciendo, claro debido a que solo yacian guerreros casi tan fuertes como el soberano era de esperarse que siempre estuviesen preparados.
-h-hng....-
Rallis comenzo a hacer pequeños movimientos y quejidos, para de manera bastante lenta abrir sus ojos tan dorados y brillantes como dos Mirvos recien pulidos "¿donde estoy?" pensaba mientras movia la cabeza de manera lenta hacia los lados, para notar a un orco de edad avanzada a su lado sentado en un banco junto a el, parecia cansado pero no le habia abandonado en ningun momento, Rallis trato de moverse pero habia sentido una punzada en su estomago que estaba vendado "¿cuanto tiempo a pasado? ¿acaso mori y estoy en el paraiso?, no...alguien me salvo y ese alguien fue el...¿es Lord Garrel?" el arconte pensaba mil y un cosas cuando noto como el orco comenzo a hablarle ¿acaso trataba de decirle algo importante? no sentia fuerzas para responder pero logro entablar ciertas palabras y formar una oracion hacia su salvador.
-Garrel....salvo...tu....hng....gracias...-
Sonrio con ternura, el ser de luz realmente estaba agradecido en verdad por lo que el orco habia hecho por el, aunque no recordaba lo que sucedio despues de la batalla, esa batalla al solo recordarlo le ponian nervioso, sus manos temblaban de verdad para cerrar sus ojos nervioso por aquellos recuerdos de su amiga Oni que sin control de si misma le habia herido de aquella forma.
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Post by Deleted on Jun 19, 2017 18:54:17 GMT
Los guardias del templo bajaron sus lanzas al ver a Garrel acercarse, poco a poco acostumbrandose a la presencia del jefe de clan. Saludó con un asentimiento, sus pasos cansados encaminandose hacia la enfermería. Era la segunda vez que el orco revisaba como se desenvolvía el clan sin el mientras acompañaba al arconte durante la luna roja. El haberle salvado la vida hacía que sintiera una responsabilidad por Rallis, un lazo de casi tan fuerte como el de sangre. En aquellos tres días, el arconte no había despertado de sus heridas, solo murmurando en sueños nombres e ideas inconexas.
Entro a la enfermería, Rallis moviendose en silencio, dejandolo descanzar. Se acomodó en la silla de acompañante, y descanzó, dejando que el sueño se apoderara de él. El cansancio acumulado de tres días pesaba sobre los huesos del anciano, idas y venidas protegiendo a insensatos que se aventuraban fuera de la seguridad de sus casas. Alguien tenía que proteger a mirovia... era su responsabilidad, pues nadie mas podía tomarla. Sin embargo, por mucho trabajo que fuera, la recompensa era dulce. bastaba con ver la sonrisa de Rallis para recordarle por que hacía esto.
Su vigilia fue perturabada por el roce de las sábanas. Abrió los ojos lentamente, para encontrarse con Rallis volviendo a la conciencia. El arconte parecía perplejo, son saber donde se hallaba ni por que, sin embargo, la sonrisa de felicidad pura que cubrió su rostro era sincera. Garrel sonrió en paz, feliz por verlo conciente, por ver como se estaba recuperando.
-Tranquilo, Rallis, no es necesario que te esfuerzes. Recupera fuerzas, llevas trés días descanzando...y puede que tengas una horrible cicatriz en el estómago ahora. Pero vives, puedes seguir adelante, y puedes brillar una vez mas. Eso es lo que importa. - Se acercó a su lado, palmeandole con afectividad la cabeza - No es necesario que recuerdes todavía los horrores que pasaron. Necesitas recuperar fuerzas antes de presentar la batalla en tu mente
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Rallis
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Luces y estrellas en los ojos de oro
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Post by Rallis on Jun 21, 2017 3:33:47 GMT
El joven se miraba asustado, confundido y muy nervioso, queria levantarse de la zona donde reposaba pero fue detenido al momento en que una voz que le fue familiar al instante lo hizo reaccionar y enfocar sus ojos directamente en el orco, al principio ver claramente a quien solo era una sombra entre tanta sangre sobre sus ojos le causo nervios, era intimidante, para escuchar que estaba asalvo. -¿t-tres..?..duele...hng...- se quejo de dolor, aun estaba muy critico pero con unos dias mas de recuperacion el pequeño muy seguramente andaria corriendo por todas partes, le debia la vida a Garrel, cuando sintio el gesto sobre su cabello, un gesto que ya habia olvidado, Rallis comenzo a lorar de manera inconsciente para decir.
-p-papa...- estaba llorando pero con una hermosa sonrisa en su rostro mientras dejaba que fuese palmeada su cabeza, el afecto paternal que extrañaba en todos sus años de vida desde la cruel gran caza, la luna roja, fue un pequeño flash back que lo hizo abrir los ojos de golpe, para tratar de levantarse en un intento de escapar, respirando tan agitado hasta que sintio el dolor de las heridas en su cuerpo que sangraron muy apenas por el movimiento brusco, sin duda el arconte habia quedado traumatizado por aquello. -n-no no ..no...akane no...para duele...-
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