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Post by Melfaron Praoxhar on Jun 12, 2017 3:21:55 GMT
Una mesa, tres sillas, un juego de sábanas para la habitación n°2, aceite para las lámparas, manteles nuevos...
Mierda, la Luna Roja casi lo había dejado en números rojos. Si no hubiera sido porque las apuestas habían resultado ser fantásticas y las ventas regulares tampoco habían ido mal, no le hubiera convenido tener la taberna abierta. Bueno, lo comido y lo bailado (y lo sangrado) no se lo quitaba nadie... por el momento, Melfaron no se arrepentía de haber decidido trabajar con normalidad, durante las dos semanas que el cielo se tiñó de rojo, en su amado negocio, su queridísima Doncella Borracha que rozaba los márgenes de la legalidad. Por lo demás, ya era tiempo de renovar los manteles que tenía, eran de un color horrendo.
Había pasado toda la mañana comprando y llegando a acuerdos con los comerciantes. Un carpintero le dijo que en dos semanas llegarían los muebles nuevos directo a la taberna, sin tener que pagar el coste de envío (gracias a los Dioses), y también había encargado a su joyera favorita un par de aretes en forma de flor, para cierta ninfa que lo había ayudado durante el tiempo en que los seres de oscuridad perdían la cabeza y que por alguna razón ya no quería verlo ni en pintura, pero que esperaba poder encontrar pronto para agradecerle por su apoyo y su amor. Estaba tranquilo y caminaba indiferente por entre la masa de gente, consciente de que un baphomet con la mejilla destrozada, cojo y apoyado en un bastón, y que, para colmo, avanzaba lentamente arrastrando una especie de carrito de compras tras él en pleno mercado y en plena luz del sol, no era algo que se viera todos los días. Se ganaba un par de miradas curiosas en el camino, sí, pero no era nada que le molestara. Si alguien lo miraba demasiado, le sonreía y guiñaba el ojo con coquetería; generalmente se iban después de eso y Mel se reía de ellos por lo bajo.
Como sea, le dio hambre y su estómago le reclamaba sonoramente por comida. Se abrió paso entre la gente del mercado, buscando algún puesto o alguna tienda que tuviera almuerzos de una calidad decente. No iba a comerse la primera mierda que encontrara. Tenía un paladar relativamente exigente.
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Cátanamo
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Post by Cátanamo on Jun 12, 2017 3:56:24 GMT
Un gran caballero pasaba entre la gente del lugar, era muy extraño nadie antes habia visto tal armadura o escuchado de el, se abria paso como si nadie existiera mas bien la gente se hacia a aun lado pues se veia bastante imponente, era bastante alto y en la espalda llevaba una gran arma poderosa pero curiosa pues estaba hecha de oro en varias partes y parecia que la armadura igual pero no se notaba por los tonos oscuros que llevaba pintados tal parece.
Seguia caminado entre la gente del mercado pero paro cuando sin querer choco contra un hombre de piem rojisa, no sintio nada, solo movio la cabeza hacia abajo para verlo.
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Post by Melfaron Praoxhar on Jun 13, 2017 1:21:14 GMT
Todo iba tan bien hasta que sintió algo (no, a alguien) grande y pesado pasar a empujarlo. Melfaron no alcanzó a sostener el equilibrio y cayó de rodillas al suelo, embarrándose la ropa. Un par de cosas se cayeron del carrito, pero nada se rompió y todo venía bien sellado. Levemente molesto, cerró los ojos, inhaló suficiente aire como para sentir los pulmones a punto de reventar y dejó escapar un gran suspiro hastiado. Por favor, tenía unos cuernos gigantes, ¿el extraño en verdad no lo había visto? Como sea, no iba a perder la cabeza por eso.
Lentamente, apoyándose en su bastón, se puso de pie lo más dignamente que pudo. Se sacudió la porquería de los pantalones y de la chaqueta, pero antes de ponerse a recoger sus compras se volteó a ver quién lo había empujado. Oh... oh, vaya. El brillo del sol contra la armadura dorada lo hizo entrecerrar los ojos y quedar levemente ciego por unos momentos; no reconocía al hombre (o mejor dicho al gigante) vestido de oro y gloria bélica, pero o era un gran héroe o era asquerosamente rico. Iba vestido de oro, por los dioses. Melfaron lo examinó de arriba a abajo breve y discretamente y sonrió tan zalamero que sus palabras bien hubieran podido escucharse como miel convertida en música.
- Buenos días, querido -le dijo al notar que el arcano de armadura bajaba la cabeza. "Supongo que esa cosa tiene que tener ojos."-. Disculpa mi atrevimiento, pero no te me haces conocido... y yo conozco a todos en el mercado. ¿Me permitirías el placer de saber tu nombre? Soy irremediablemente curioso.
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Cátanamo
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Post by Cátanamo on Jun 13, 2017 2:59:12 GMT
Siguio mirando en esa direccion como realmente no supiera la respuesta, hasta que decidio responder -Mi...nombre...nombre...mi...no..- llevo su mano a la cabeza como si realmente no supiera - no...nose, no se quien soy - despues de responder se quefo totalmente quieto, a un punto preocupante, como si no respirase ni nada.
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Post by Melfaron Praoxhar on Jun 13, 2017 5:00:57 GMT
Melfaron abrió la boca para responder, pero al inició no encontró palabras y tuvo que morderse la lengua. Miró con extrañeza y confusión al hombre de armadura, apoyando ambas manos sobre el bastón y dejándose caer un poco sobre este. La seriedad y la preocupación que expresaba el otro arcano le indicaban que no estaba mintiendo (o que fingía muy bien).
De repente las compras y el almuerzo no le parecían tan importantes. Acababa de encontrarse con un loco capaz de quedarse quieto como una estatua, porque justamente eso estaba haciendo. Honestamente, Mel se sentía levemente perturbado y muy, muy interesado. Al menos el guerrero amnésico/estatua de oro sabía hablar una de las tantas lenguas que el baphomet entendía.
- ¿Necesitas ayuda, querido? No todos los días un hombre despierta sin saber su propio nombre -se acercó a ver si podía ver algo de su rostro, pero sus esfuerzos fueron en vano y lo hicieron fruncir el ceño-. ¿Al menos sabes dónde estás?
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Cátanamo
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Post by Cátanamo on Jun 13, 2017 10:13:04 GMT
Cuando escucho nuevamente a Melfaron "volvio a la normalidad" -donde es....toy...donde estoy...nonse donde estoy...no puedo ver...nada...no puedo ver nada- despues de decir esas palabras paso su mano lentamente frente a su casco como si no pudiera creerlo que no.veia nada -Llevo horas caminando en la misma direccion sin saber porque- realmente habia algo raro en aquel guerrero no podia ver y no sabia si quiera si avanzo o no del lugar en el que estaba pues no veia nada.
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Silver Somnium
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Los ojos lindos ocultan mas de lo que puedes imaginar
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Post by Silver Somnium on Jun 14, 2017 1:58:17 GMT
Sabías que era muy descortés escuchar conversaciones ajenas, pero había sido inevitable para ti, el enorme caballero había atraído tu atención, instinto puro, le habías comenzado apenas a seguir por curiosidad cuando se detuvo, pudiste ver que choco con alguien, pensaste lo peor, una pelea... Pero no paso, solo una conversación que te hizo salir del hechizo de la brillante armadura, cerca... otro poco, escuchando todo. Con extrañeza acomodaste la cesta en la que habías depositado tus compras y con cierta vergüenza habías decidido interrumpir, quizás podrías ayudar en algo
-Pues...Estas en el mercado, en la ciudadela de Mirovia...- Habías comentado mirando hacia arriba, poniéndote frente a la enorme persona - Buenas tardes... Lamento haber escuchado su conversación...- Miro luego al hombre de piel rojiza y enormes cuernos, se te hacia familiar, quizás alguien que ya habías visto por allí, o en la panadería
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Post by Melfaron Praoxhar on Jun 14, 2017 3:02:41 GMT
- Pues... perdona mi obviedad, pero no creo que el casco favorezca tu vista. Aunque te sienta como anillo al dedo con la armadura y todo, me gusta tu estilo.
El baphomet levantó una mano para tocar el casco dorado que tanto le llamaba la atención, pero una vocecilla lo distrajo y terminó olvidándose de lo que iba a hacer. Una muchacha acababa de acercarse y de responderle al guerrero loco y amnésico en dónde se encontraba, lo que provocó que Melfaron la mirara de arriba a abajo, tratando de identificar quién era. Ah, sí, la panadera que hacía esos bollos esponjosos y calentitos los lunes por las mañanas. Había ido a comprarle un par de veces. El tabernero sonrió y e hizo una leve reverencia con la cabeza a modo de saludo. - No te preocupes, querida, llegas justo a tiempo para ayudarme a ayudar a nuestro pobre y perdido amigo sin nombre. Él es Sin Nombre, por cierto -agregó señalando al arcano-. ¿Y usted, dama? ¿Cuál es su nombre?
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Cátanamo
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Hombre enmascarado
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Post by Cátanamo on Jun 14, 2017 3:39:42 GMT
Al escuchar a la joven le iso darse vuelta a donde estaba su voz - el mercado...hace cuanto estoy en el mercado...?- se sentia muy extraño ademas de que a pesar de no ver no se asusto como si fuera un a un ciego.
-Estoy muy confundido...- se sento en la nada como si estubiese en una silla, que extraño hombre pues no se caia ni nada es como si realmente hubiese una silla -¿Trataste de tocar el casco?- despues de pensar sentado unos segundo dijo esas palabras a Melfaron ignorando lo pasado, ya todo se tornaba bastante extraño.
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Silver Somnium
La Resistencia
Los ojos lindos ocultan mas de lo que puedes imaginar
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Post by Silver Somnium on Jun 14, 2017 4:27:51 GMT
-Claro...Y yo soy Silver Somnium, mucho gusto ¿Cual es tu nombre?- comento con una sonrisa, aun intentando recordar donde le había visto, olvidándose de eso cuando vio al hombre sentarse de la nada mientras hablaba, tuvo que mirar por el lado para asegurarse de que no se recargaba en nada... Simplemente.. estaba sentado... Te abstuviste de pasar la mano por allí, si era magia no querías saber - Uhh..el casco... si, quizás ese es el problema principal...- Mirándolo mejor, para ver bien como estaba construido o de donde lo podía jalar
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Post by Melfaron Praoxhar on Jun 17, 2017 17:11:58 GMT
- Melfaron Praoxhar -respondió a la muchacha de cabellos de plata-, guapo y tabernero de profesión.
Todo se volvía cada vez más extraño, ahora habían muebles invisibles. Barrió su bastón por debajo de Sin Nombre para asegurarse de que no había ninguna silla... no, no chocó ni sintió absolutamente nada sólido, solo quedó más confundido que antes. Un loco con armadura que se sienta en el aire era algo que llamaba la atención, y las miradas curiosas de los que pasaban por ahí ya estaban comenzando a tornarse molestas. Le tomó el hombre al extraño, como si estuviera calmándolo. - Por supuesto que no, querido, nadie ha tratado de tocar tu casco. Acaba de llegar una amiga mía a ayudarnos, ¿no es cierto? Nos llevará a su negocio y allí podremos ponernos al día.
La miró como si suplicara que se los llevara de ahí, no podían ir a otra parte. Aunque hubiera querido, no hubiera podido llevar a ambos arcanos hasta su taberna. Hubieran llamado demasiado la atención y los hubieran asaltado en el camino. Maldita (pero bendita y hermosa) armadura de oro.
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Cátanamo
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Post by Cátanamo on Jun 20, 2017 7:46:47 GMT
Se paro rápidamente y su armadura empezó a destellar una leve aura magnética que emplazaba a incrementar poco a poco haciendo que salieran leves cargas eléctricas de su armadura,saco su lanza de la espalda y la golpeo contra el suelo -Parece que alguien lleva tiempo escuchándonos- después del escándalo que iso Cátanamo toda la gente del mercado los miro, eran el centro de atraccion.
El estaba quieto esperando alguna acción por parte del "observador" pero nada pasaba, los demas lo veian como una estatua, tieso y atento .
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Silver Somnium
La Resistencia
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Post by Silver Somnium on Jun 20, 2017 22:36:15 GMT
Retrocediste un poco al ver los rayos emerger de la armadura, todos estaba viéndolos y tu estabas demasiado tensa, los instintos de atacar o de huir, respiraste hondo para calmarte y con lentitud avanzaste hacia el costado del guerrero, pensando como tomarlo y no hacerte daño -Por favor manténgase tranquilo, acompáñenos, iremos a un lugar seguro donde nadie nos escuchara...- Hablo en tono suave, los suficientemente alto como para que ambos escucharan - Y si gusta comer algo también, tengo un pan delicioso... Baje el arma por favor- Acercaste lentamente la mano, concentrándote, sin miedo, aun si te dañaba no creías que dolería demasiado, necesitabas guiarle o no podría seguirte
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Post by Melfaron Praoxhar on Jun 22, 2017 1:01:09 GMT
Melfaron saltó a la mierda cuando el hombre de armadura se levantó de súbito y comenzó a lanzar chispas. Joder, qué susto. Se llevó la mano al pecho agitado y comenzó a recuperar la compostura, aunque su cola se movía frenética, todavía sobresaltada. Sí, quería oro y dinero por ayudar a Sin Nombre, pero no valía la pena perder la vida en el intento. Frunció el ceño cuando vio a la panadera acercársele. "Ay, por favor".
De lejitos, se posicionó al otro lado del extraño perdido. Otra vez miró a Silver como si la mujer pudiera leer su mente y comprender que ayudar a ese lunático ya no era tan buena idea como parecía al inicio, pero sus palabras iban todas dirigidas al ciego. La voz con que le habló era dulce como el chocolate y cariñosa como la de una madre. A ver si así Sin Nombre dejaba de ser tan paranoico. - Ay, querido, no te preocupes por la gente. Nadie nunca ha muerto por un par de chismosos -"Dioses, qué mentira más grande". Mejor le buscaba un nombre antes de que se le escapara decirle Sin Nombre-. Ven con nosotros, te alejaremos de toda esta chusma. La morada de Silver es de lo más acogedora, estarás a salvo. ¿Te molesta si te digo Abigor, mon ami?
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Cátanamo
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Hombre enmascarado
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Post by Cátanamo on Jun 22, 2017 21:15:16 GMT
Cátanamo golpeo el suelo con su lanza liberando las cargas de su armadura, ya no se encontraba electrificada pero si con un leve grado de magnetismo.Guardo su lanza nuevamente en su espalda -Ya se fue, ire con ustedes, estad atentos de los alrededores- se encontraba serio, bueno la voz se le escuchaba seria, no podia hacer mucho para seguirlos pues solo puede camniar hacia delante.
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