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Post by Haoyang Lian on Jun 13, 2017 2:14:45 GMT
Estaba harto ya. Uno... Dos... Tres... Cuatro eran las horas llevaba inactivo, sentado sólo al pie de una ventana, recargado con la espalda en un sofá que aunque era cómodo y gentil con su espalda tensa, no ofrecía más que reposo a un dragón completa y totalmente agobiado por el aburrimiento. Entre que revisaba los mensajes de la tableta y se daba tiempo para recuperarse del agobio que sentía de ver interacciones tan repetitivas que no llevaban a nada más, desde su punto de vista, que a intentar saciar la sed de un intercambio carnal. -Nimiedades- dijo para sí viendo el reflejo de su rostro sobre el cristal, sobrepuesto con un atardecer que comenzaba a caer como siempre puntual en el horizonte.
Tomó la invitación de Gabriel a quien no consideraba su amigo sino más bien camarada y nada más, sin embargo era de las pocas personas a las que toleraba, al menos decía lo que había en su mente sin ningún tipo de reserva. Antes de pararse, se inclinó un poco hacia adelante, colocando sus dedos sobre las sienes atendiendo una ligera jaqueca. Tal vez volar despejaría un poco su cabeza. Se puso de pie no sin antes tomar una pequeña caja; una mezcla aromática de hierbas que usualmente fumaba que pretendía compartir con el vampiro.
Aunque no era un tramo tan corto el viaje no fue largo ni pesado. Conforme la noche iba cayendo su cuerpo iba mezclándose entre el manto nocturno haciéndolo difícil de ver a simple vista. Descendió con cuidado entre las calles de la Zona Residencial. No reparó en las figuras que ocupaban el lugar esa noche; no le interesaba lo que fuése que hicieran en la oscuridad. Ni siquiera una de las zonas más tranquilas de una ciudad tan delictiva estaba a salvo de figuras poco confiables.
Podía ver la casa de Gabriel a pocos metros. Apresuró el paso sólo al momento en que llegó hasta los escalones que lo condujeron hasta la puerta la cual tocó con tres suaves golpeteos. Toc, toc, toc. Casi como un mandato a sus nudillos, un trueno resonó en toda la ciudad, trayendo consigo una espesa lluvia.
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Post by Gabriel Lucellas on Jun 13, 2017 3:24:43 GMT
En su estudio, se encontraba trabajando no muy concentrado, pues las charlas de la tableta llamaban su atención aún cuando eran demasiado insulsas y vulgares para su gusto, sin embargo, le encantaba estar bien al pendiente, pues le hacían la tarde solitaria más amena; sí, despotricar contra los pobres arcanos que sin deberla ni temerla era uno de sus pasatiempos favoritos.
Había hecho una cordial invitación a uno de sus "amigos"; que no eran amigos como tal pero sí era lo más cercano que tenía a uno. Escuchó el llamado a la puerta esperando que sus sirvientes abrieran o no, porque justo esa tarde Ró había salido a comprar algunas cosas, que pena, tendría que ir él mismo.
Al abrir el portón de madera se encontró frente a Haoyang, le dio gusto que aceptara la invitación. - Vaya, sí viniste... - esbozó media sonrisa y con cortesía lo invitó a pasar. - Que terrible tormenta... - comentó escuchando el estruendo del cielo y el escandalo del agya cayendo sobre las empedradas calles. - Llegaste justo a tiempo - ¿Tuviste buen viaje? - preguntaría avanzando hacia la sala donde señaló en un enorme sillón de terciopelo. - Vamos, toma asiento...¿qué te sirvo algo? -
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Post by Haoyang Lian on Jun 13, 2017 6:11:55 GMT
Siempre atado a las costumbres de su pasado, hizo una pequeña reverencia en señal de saludo. Su lengua, ácida, afilada y puntual para soltar los comentarios más venenosos, pero sus modales siempre intactos. Siguió al anfitrión hasta el lugar que le indicaba con su mano. Se llevó las manos hacia atrás mientras que sus alargados ojos se paseaban por toda la habitación. Como siempre, alerta de sus alrededores, siempre atento de todo. -¿No era real su invitación, Gabriel? ¿Por qué la sorpresa?- preguntó sin mirarlo, alzando la mirada para concentrarse de pronto en los detalles del techo que se encontraban adornados por pinturas y relieves de porcelana.
Se sentó sobre el sofá, acomodando su saco con cuidado mientras cruzaba sus piernas, tomando una postura cómoda. -Como siempre, tranquilo. De las pocas cosas que aún puedo darme el lujo de disfrutar en paz-. Inspeccionó los bolsillos internos de su abrigo para sacar la caja con hierbas que había tomado antes de salir de su casa. La colocó sobre una mesa que se encontraba al lado del sofá. -Supongo que tiene vino a pesar de su incapacidad de disfrutarlo- indicó sin dirigirle la mirada por un momento casi hipnotizado por las gotas de lluvia que corrían por la ventana. -Algo que me apacigüe; ha sido una tarde de lo más molesta-.
Se inclinó poco al costado, tomando la caja para abrirla . Tomó un poco de papel entre sus dedos para enrollar un delgado cigarrillo. Lo llevó a su boca, observando por un momento al vampiro pidiendo su permiso.
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Post by Nacht Eclipse on Jun 13, 2017 6:36:39 GMT
Nacht era de esas persona que no se auto invitaba a lugares donde no lo llamaban, pero cuando supo de aquel vampiro artista, le entro curiosidad, siempre había querido un cuadro de si mismo para el salón de su casa, llevaba una caja de té de su flor arcana, y un par de recipientes de vidrio, uno color violeta intenso, hecho con una flor blanca que solo se tornaba violeta al estar sumergida en sangre durante meses, y una de un todo rojo sangre, que venia de una de las flores de la luna roja que había conseguido, esperaba que al menos eso perdonara su intromisión sin invitación, llega a la casa del vampiro, con algo de entusiasmo toca la puerta con calma, irónicamente, Nacht espera en la entrada mirando la casa, era un poco mas pequeña de lo que se imaginaba, pero no todo el mundo podía tener un castillo, pensó para si mismo.
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Post by Gabriel Lucellas on Jun 13, 2017 8:01:44 GMT
— No me confirmaste que vendrías. — respondió dirigiéndose a una mesita de servicio con bebidas que se encontraba en el fondo de la habitación junto a un enorme ventanal que daba paso a una vista fría y nublada del exterior. Tomó una botella de vino sacando el corcho con sumo cuidado de no dejar ningún residuo en el interior de la botella; sería una lastima arruinar así un vino tan bueno. —Y como no confirmaste pensé que no vendrías, no es culpa mía estar sorprendido. — hablaba sirviendo vino en una enorme copa sin llenarla. — Pero he de confesar que me alegra verte. — volteó donde estaba el dragón, el cual hizo una seña que el vástago capto enseguida. — Adelante, puedes encenderlo... — entregó la copa al muchacho y sin más se sentó en un sillón de cuero que que encontraba justo en frente de donde estaba el dragón sentado.
— ¿Me permitiría un cigarrillo? — estirando un brazo para alcanzar la cajita de hierbas cuando escucho que alguien se presentaba. Era raro, nunca esperaba a nadie más ¿de que se trataría?
— Dame un minuto.— se excusó con el dragón y al abrir la puerta se encontró con una chica que aunque no era fea no era sus gustos. — ¿Sí? ¿en que le luego ayudar? —
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Post by Haoyang Lian on Jun 13, 2017 10:48:01 GMT
Chasqueó con los dientes desviando la mirada que tenía puesta antes sobre el joven quien ahora se disponía a servirle una copa de vino, quitándose el rollo de hierbas de los labios. Había olvidado confirmarle pero, ¿debía? Siempre asistía cuando era invitado pero tal vez al joven vampiro aún no se le hacía costumbre. Apoyó una de sus manos sobre su rodilla la cual se encontraba más alzada. La apretó en un puño, tensándose por un momento al ver cómo Gabriel se había precipitado a servir el vino. -No lo dejó resp... Olvídelo. Gracias- respondió resignado, tomando la copa con cuidado. La acercó a su rostro para olfatear un poco del elixir antes de beberlo. Era dulce... y podía detectar algo de... ¿madera? Podía jurar que podía identificar de qué árbol provenía la madera en la que ese vino reposó por años. Roble. Por su aroma pintaba a ser una buena reserva. Como siempre confirmaba el buen gusto del vampiro; una lástima que no pudiera experimentar su exquisito sabor.
Pegó el cristal a sus labios, cerrando los ojos para llenarse del gusto de probar la bebida por un momento como si se olvidara de todo. Volvió a abrirlos lentamente, mirando al joven. Extendió su mano para entregarle el cigarrillo sin encender que sostenía en la otra mano. -¿Cómo negarme?-. Casi después de entregarle el cigarro, su cabeza giró en dirección a un ruido, posible de ser escuchado a pesar de la tormenta que caía sobre Reapergate.
Aunque Gabriel le pidió que esperara, la curiosidad del dragón lo levantó de su asiento no sin antes dejar la copa de vino sobre la mesa que tenía al lado. Llegó un poco después que su anfitrión hasta la puerta donde se encontraría con la visión de alguien desconocido. -No sabía que sería una fiesta- acotó con cierta amargura. No le agradaban las reuniones y menos con extraños. Su mirada se encontraba fija sobre quien estaba de pie bajo la entrada de la casa. Serio y sin gracia masculló un saludo. -Buenas noches- dijo sin más. No estaba en libertad de invitar a nadie a pasar en casa ajena por mucho que la lluvia estuviera haciéndose cada vez más densa. Esperó manteniéndose firme detrás del vampiro mientras sacaba un cigarro para sí mismo, el cual encendió dejando escapar un pequeño trueno de su boca.
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Post by Nacht Eclipse on Jun 13, 2017 21:01:21 GMT
Nacht espera a que se abra la puerta, cuando el vampiro le abre procede a hacer una reverencia -Lamento la intromisión, señor Lucellas, mi nombre es Nacht Eclipse, unicornio residente aquí en Reapergate, y oh- nota a la segunda persona pero no le afecta en mucho sabia que abrían posibilidades de caer en "mal momento" -Buenas noches señor- respondiendo al saludo del hombre parado junto a Gabriel -espero no ser inoportuno, pero esta lloviendo mucho, y mi carruaje ya se fue, he venido por que deseaba hacer un pedido al Señor Lucellas, he oído que es un gran artista- sonríe un poco, pero tampoco se esforzaba en aparentar tener una cara amable, se estaba muriendo por dentro, odiaba ser así de "educado" pero sabia por lo que le habían dicho que solo así se podía tratar con el vampiro, en fin una visita no le haría daño, o eso esperaba.
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Post by Gabriel Lucellas on Jun 14, 2017 1:34:16 GMT
La observación de Lian le hizo posar toda su atención en lo que estaba haciendo - ¿Qué cosa? - notó entonces la copa en su mano y entonces comprendió. - ¡Claro! Que torpe... - esas situaciones le causaban conflicto pues a él de ningun modo podía saborear el vino estuviese servido correcta o incorrectamente; le sabía a lo mismo siempre. - Lo lamento, son detalles que llego a olvidar. -
Natch Eclipse se presentó y enarcando una ceja observó a Lian por el rabillo del ojo. Las palabras del unicornio solo engrandecía su ya muy inflado ego. Con un educado gesto invitó pasar al unicornio, que aunque no quisiera no tenía motivos para echarlo de su propiedad. - Adelante, pongase comoda. Pero antes, permítame presentarle al señor Haoyang Lian, un importante socio. - Presentó a su camarada sin dar ningún tipo de detalles, supuso que Haoyang aclararía su profesión. Escoltó al unicornio hacia la enorme sala donde se encontraban momentos antes de la interrupción.
- ¿Le sirvo algo de beber? - Qué lata que su única ayudante estuviera lejos esa tarde. Observó atento a los objetos que llevaba el unicornio en la mano, sintiendo curiosidad no pudo evitar preguntar por ello. - ¿Qué es eso que lleva consigo, si podemos saber? -
En lo que esperaba respuesta, tomó el cigarrillo que le había orecido Lian; palpó sus bolsillos buscando algo con qué encender fuego, asi que se acercó al dragón pidiendole ayuda con ello. - Disculpa ¿Tienes fuego? -
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Post by Haoyang Lian on Jun 15, 2017 5:14:30 GMT
Arqueó la ceja al escuchar la introducción del unicornio. El nombre no le sonaba familiar pero realmente poco se involucraba con la gente y menos la gente de Reapergate; Gabriel era una de las pocas excepciones. Inclinó la cabeza respondiendo al saludo, agradeciendo en secreto que el vampiro lo haya presentado. Dejó escapar el humo del cigarro por su nariz, mirando de reojo al anfitrión preguntándose si dejaría pasar al extraño o no. Poco tiempo tuvo para dejar su curiosidad andar puesto que, ya sea que tocado por la compasión o por su ego recién estimulado que había dejado pasar al joven extraño.
Siguió a Lucellas hasta la sala, de nuevo, tomando asiento en su lugar previo. Tomó la copa que se encontraba a su lado, meciéndola un poco para hacer que el vino dentro de ella se paseara sobre el cristal, dejando ténues rastros púrpura en su superficie. No deseaba entrar en detalles sobre su persona, suficiente era con quedarse en la residencia de su camarada; hablar de él no le interesaba por el momento.
Reaccionó a la curiosidad del vampiro, levantando ligeramente el mentón mientras dedicaba su atención a los objetos que el joven Eclipse llevaba en sus manos. -Lágrimas de vampiro- dijo más para si que para los presentes. Se llevó el cigarro a los labios, inhalando las hierbas antes de dejar salir el humo, acompañado de un pequeño trueno que encendería el cigarrillo del vampiro.
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Post by Nacht Eclipse on Jun 15, 2017 19:35:05 GMT
Nacht puso una sonrisa en su boca algo mas llevada a su propio ego -He de decir, que no soy la persona mas educada del mundo, pero hasta yo prefiero traer algo para el anfitrión de la casa, en especial cuando me tomo la libertad de auto invitarme, así que he traído para Ud señor Lucellas una caja de el té que yo preparo, esta hecho de una flor arcana única en mi posesión, y también estos dos pigmentos, rojo de la flor de la luna roja y violeta de una sangre floreciente- le muestra la caja purpura de té, y los dos frascos, con pigmentos de color brillante y fuerte -Espero que sean de su agrado- los pigmentos fue algo que se le había ocurrido cuando pensó en como "disculparse" por la intromisión, pero el té era el orgullo de Nacht, lo vendía realmente caro en el mercado negro, era lo que le permitía a Nacht tener el estilo de vida que llevaba, y en una ultima sentencia agrego -oh, y me disculpo por esto, ya es bastante común que a veces simplemente no lo menciono, pero creo que para evitar mal entendidos debo aclarar este asunto, soy hombre- sonríe con calma y confianza.
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Post by Gabriel Lucellas on Jun 26, 2017 5:51:38 GMT
El vástago enarcó una ceja intrigado por el contenido de las cajass. - Bueno, por lo menos es considerado... -replicó tomando los presentes que le había ofrecido. El artista no le tomó tanta importancia al té, pues en su condición no podría degustarlo, por lo que no le importaba; en cambio, los pigmentos contenidos en los frascos llamaron su atención. Esbozó una ligera y poco notoria sonrisa tras escuchar a Lian. - ¿Ha arriesgado su vida por esas flores, joven Natch? -preguntó tomando el frasco color carmesí con sus manos, poniendolo contra la luz de las velas. - Es un color hermoso, ¿no lo creen? - volvió la vista a sus invitados.
Se sentó en un enorme sillón de terciopelo con detalles en caoba sin quitarle la vista al unicornio. - Respecto a su petición... debe saber que soy un hombre muy ocupado. - Ni siquiera se molestaba en ver a Natch cuando hablaba, no le llamaba la atención en lo absoluto.
- Un varón... - soltó en un tono lleno de ironía volteando a ver a su camarada. - ¿Y por qué el disfraz? - preguntó al unicornio bastante intrigado.-
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Post by Haoyang Lian on Jul 1, 2017 3:49:36 GMT
Observó el intercambio que se daba entre los presentes; realmente no resentía que Gabriel fuese quien estuviera llevándose toda la atención en ese momento. Él era el anfitrión además que como siempre su naturaleza era inegable a la hora de manifestarse ante otros; siempre lograba destacarse entre el resto. Se mantuvo sentado en aquél sofá, simplemente concentrándose en su respiración perfumada por las hierbas que quemadas que se paseaban por sus pulmones en forma de humo.
Escuchó la aclaración del joven; era cierto que había notado algo particular en la textura de su voz pero nada que lo delatara por completo... era... más bien... ambiguo. Su gesto no cambió; no era la primera vez que se encontraba con alguien así. Si bien en algún momento le parecía un degenere total, ya a tales alturas de su vida lo veía como una manera más de expresarse.
-Gabriel, ¿no cree que al menos debe escuchar su petición tomando en cuenta que el joven se tomó la molestia de no sólo venir hasta acá pero también de traerle presentes?- si bien no sentía empatía hacia Nacht, sí consideraba importante al menos responder de manera educada al chico. Se puso de pie, acercándose al vampiro para tomar la caja con las mezclas de té que el unicornio había llevado. Acercó la caja a su nariz para dar con el aroma; era bastante agradable. -Nunca había tenido frente a mí la hermosura de esta flor. No me había topado con la imprudencia de nadie para obtenerla. ¿Fue usted quien la obtuvo?- preguntó mirando al joven que la había traído por un momento, antes de colocar la caja con té de vuelta a las manos de su compañero.
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Post by Nacht Eclipse on Jul 6, 2017 22:46:58 GMT
Nacht dejo de sentir que se moría por dentro, por un momento, no mas bien todo en el lugar se le hacia... familiar? que era? la casa? nah, nunca la había visitado, eran los individuos, pero no en si ellos, mas bien sus intercambios, era como volver a la época en la que vivía con mama Gnolleq, las personas frente a él, de personalidades fuertes, y lenguas filosas, oh! como extrañaba todo, sonríe con mas tranquilidad, pero aun así decide sostener su actitud, era muy temprano para saber si realmente seria capaz de tener de nuevo ese tipo de relaciones, después de todo era obvio el ego inflado del vampiro, y la actitud ácida del dragón, pero estaba realmente a gusto, era como estar en casa.
Responde a la pregunta del vampiro -Solo digamos que ir a un cementerio lleno de hombres lobo en luna roja no es la mejor idea, pero valió la pena- Observa el color contra la luz, respira profundo -lo es, me alegra que le guste- tranquilamente observa un poco la casa, cuando Gabriel habla de tiempo y luego las palabras del señor Lian, sonríe -entiendo, como creador tu tiempo es valioso por ende quiero no solo ofrecer la cantidad que ud vea conveniente, si no que también mis servicios en la adquisición de pigmentos, en un principio como parte de pago le daría esto- saca una botella extra, pero esta es diferente es un pigmento blanco, pero ala luz se nota un tono iridiscente, era un pigmento hecho de sus flores arcanas, igual que las del té.
Se dirige al señor Liam al oír este hablar de sus flores -Digamos que fue una herencia, un ultimo regalo de alguien a quien apreciaba, el olor de la flor es siempre agradable independiente del arcano, pero cada individuo huele algo distinto, y su color se traduce en esto- mostrando le la botella que llevaba en sus manos, de vuelve su mirada a su anfitrión, ese hombre si sabia atacar con su lengua, Nacht sentía aun mas nostalgia y responde -Mi madre era mujer de gustos refinado y elegantes, y digamos que yo compartía esos mismos gustos, ademas soy una de las pocas personas que pueden usar este tipo de ropa y pasar inadvertido con respecto a mi genero, lo cual es muy útil en lugares como Reapergate, o en mi antiguo hogar, en las costas del norte del imperio romano, por las ciudades de Kiel, Luxheaven y Rostok, era mas fácil conseguir lo que deseaba, después de todo los hombres humanos son... como decirlo sonando de la manera más despectiva posible... una lacra sin nada en la cabeza, después de todo los asnos están hechos para cargar, igual que los humanos- Nacht no es capas de guardarse sus pensamientos cuando habla de humanos, pero sonríe con tranquilidad y decoro, cuando insulta tiende a hacerlo de tal manera que sus palabras se posan elegantemente y con algo de alegría a pesar de ser ruines e hirientes.
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Post by Gabriel Lucellas on Jul 18, 2017 3:51:16 GMT
- Bueno, si vino hasta acá fue por conveniencia y si trajo presentes fue por lambisconería. - respondió al dragón y enseguida barrió a Natch con la vista. - Sin embargo... aceptaré sus pigmentos y su petición de pintar para usted. - Relajó un poco su postura cruzandose de piernas; en silencio escuchó a su camarada quien se veía muy interesado en la extraña y codiciada flor; la respuesta de Natch le saltó, ¿le estaba regalando algo que le había costado la vida? Tras enterarse de ello sus labios se torcieron en una sonrisa muy ambigua.
- La verdad no me interesa su vida. - interrumpió al unicornio cuando este comenzó a hablar sin parar. - Y por favor no me tutee que no somos amigos. - hablaba sin verle, estaba demasiado ensimismado observando el frasco con el tinte carmín, pensaba en las ganas que tenía de probarlo, pero tendría que esperar, por lo menos a que sus invitados se marchasen.- A la única persona que le permito que me hable de "tú" es al señor aquí presente. - con un ademán exageradamente cortés, señaló a Lian quien se encontraba justo a su lado.
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Post by Haoyang Lian on Jul 22, 2017 8:01:49 GMT
Había un interés sumamente persistente en el joven Nacht hacia Gabriel; se preguntaba si el unicornio se había tomado el tiempo de investigarlo. Suponía que también se debía a que el vampiro era un pintor bastante reconocido en Reapergate y entre los círculos más aristocráticos de Mirovia. Se mantenía de pie... silencioso... de nuevo observando el intercambio de palabras, cumplidos y las palabras faramallosas del muchacho.
Atendió con la mirada a Nacht cuando éste se dirigió a él más no dijo nada al respecto. Le dio otra bocanada a su cigarro para dejar escapar el humo que se desaparecía en las alturas de aquella casona. Se mantuvo de pie, sintiéndose como un espectador procurando mantener su atención en la conversación. No estaba en desacuerdo con el unicornio respecto a la naturaleza humana aunque la generalización era... probablemente injusta siendo que había conocido a humanos de buen corazón. Por un momento sintió un destello de nostalgia y un calor que en años no sentía. Los recuerdos de aquellos que existieron en su pasado, en épocas más nobles y vulnerables de su vida, se pasaron fugazmente por su cabeza. Desvió la mirada hacia la ventana manteniendo un gesto frío pero su pecho se sentía cálido.
De nueva cuenta parecía regresar a la escena al escuchar la voz de Gabriel. Parecía poco impresionado con los intentos de Nacht por halagarlo y de su historia, sin embargo había una pizca de interés por parte del dragón en las palabras del chico. -Bueno, aún así sabe que siempre me referiré a usted de esta forma-. Sus ojos se volvieron a posar en Nacht quien se veía sonriente, casi satisfecho de haber soltado aquellas palabras al aire. Seguramente era eso. -¿Quiere decir que conseguía lo que deseaba a cambio de satisfacer caprichos y perversiones en la debilidad del hombre?-. El tono de su voz era profundo mas no alterado. El sonido de sus pasos resonaron en la habitación durante el tiempo que pasó hasta que el dragón volviera a tomar asiento en el sofá. Estando ya en el mueble, alzó una mano, colocándola frente a su rostro. Cerró los ojos sintiéndose ligeramente indignado. -No tiene qué responder. Comprendo que ahora es impertinente comenzar una conversación cuando usted sólo quiere hablar de negocios- miró a Nacht para después mirar a Gabriel. -No quisiera truncar una oportunidad de trabajo-.
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