¿Lo escuchas? Priv. (Tsuyume- Zehek) FINALIZADO

-De acuerdo. - Musitó el tritón con calma, percatandose del como la contraria se alegraba por su respuesta y subía a la superficie, la piel de ambos se tornaba más clara debido a la luz. Le siguió por detrás, con calma hasta que escuchó la voz de la sirena dando respuesta a la pregunta que el mitad tiburón había planteado hace poco.

- Ya veo...- Susurró en voz baja mientras continuaba nadando apaciblemente. Pronto, ambos llegaron al lugar de destino, sin duda alguna era un lugar hermoso, silencioso y tranquilo. El tritón detuvo su nadar al notar como la pequeña sirena salía del agua para sentarse en las rocas. Dudó sobre salir, pero aún así lo haría pues nada perdía.
Sin prisa sacó mitad de su cuerpo, y con cuidado colocó el estuche que llevaba consigo a un lado de la roca en que la pequeña sirena se encontraba, justo después de aquello, salió y se sentó con cierta dificultad en una de las rocas cercanas al agua y a la dama de cabellos rosados. Una vez que el tritón logró sentarse, reacomodo con calma su prótesis y tomó el estuche para acercarlo un poco, seguro lo usaría nuevamente.

Todo estaba calmado, sereno. El sonido del vaivén de las aguas retumbando contra las rocas y la luz de Luna, todo era hermoso. El tritón guardó silencio y sin prisa sólo sacudió la arena que tenía encima. "Es muy relajante aquí..." pensó mientras regresaba a una posición cómoda después de quitar la arena y miraba de reojo la Luna tan brillante, cruzó sus brazos y cerró los ojos al agachar ligeramente su cabeza, Zehek estaba bastante calmado debido a los agradables sonidos que el exterior producía.

La tranquilidad del ambiente era bien acompañada de sonidos agradables, la luz de la luna resaltaba la belleza del lugar. El tritón se sentía agradecido de haber podido conocer dicho lugar, abrió lentamente sus ojos al escuchar la voz de la fémina, ofreciéndole la opción de que podría visitar cuando quisiera. Ante ello asintió lentamente y desvió su mirar a la contraria.

- Agradezco su ofrecimiento. Es un lugar hermoso ciertamente, aunque para serle sincero, espero poder recordar el camino para llegar aquí. - Comentó tranquilo y sin problema, luego de ello regresó su vista al frente, observando con serenidad las aguas. En el reflejo de las mismas pudo ver como la sirena le dedicaba una amable sonrisa, y hacia una nueva pregunta. De cierto modo no le resultaba molesto pues eran cosas triviales y comunes para sacar tema de conversación.
No se inmutó ante su pregunta, sólo continuó observando las aguas y sus movimientos lentos.

- Tengo varios trabajos relacionados con la investigación. Nada importante realmente. - Explicó con un poco de frialdad en sus palabras, guardando silencio justo después de responder aquello.
El tritón guardaría silencio pero decidió no hacerlo sólo por amabilidad, fueron breves segundos hasta que el mayor abrió su boca para hablar nuevamente...- ¿Y usted señorita? ¿A qué se dedica?...- Preguntó por mera "cortesía", mostrando cierto interés por escuchar su respuesta, más no tan expectante al hecho de conversar.

-Agradezco su gentil cumplido, pero no creo ser talentoso. - Comentó en voz baja mientras giraba un poco su cabeza hacia la contraria, para poder ver su rostro siendo bañado por la luz de la Luna, para poder notar quellas finas facciones.

La delicada voz de la dama se hizo presente nuevamente, aquellas palabras le sorprendieron un poco, pues era de las pocas sirenas que no presumian o alardeaban de su voz hipnótica, de cierto modo, el tritón apreció ese pequeño detalle que seguramente la contraria no había tomado en cuenta. Únicamente soltó un suspiro, y llevó su diestra a su cabeza, rascando lentamente entre sus cabellos algo serio.

- No debería menospreciar algo a lo que se dedica con tanto esfuerzo. Ser un investigador no es tan asombroso. - Explicó con tranquilidad mientras bajaba su mano, recargandola sobre la roca en la que se encontraba sentado, después de soltar esas palabras guardó silencio. Y el tritón pudo notar como también la mujer guardaba silencio, agradable y tranquilo silencio.

Nuevamente una extraña cuestión se hizo presente, rompiendo el agradable ambiente, Zehek no pudo evitar siquiera voltear a mirarle algo extrañado, confuso y ligeramente intrigado por aquella petición tan... rara.
- No comprendo por que querría una pictografia mía...- susurró mientras miraba a la mujer, frunciendo ligeramente el entrecejo. Estaba dispuesto a negarse, era una petición algo confusa, además de que era la primera vez que alguien le solicitaba aquello. "¿De que le serviría tener una pictografia mía?..." pensó mientras se mantenía en silencio, considerando seriamente lo que respondería, muchas ideas surgieron ciertamente, pero una solución le hizo asentir sin dudar después de unos breves momentos.

-De acuerdo...- Musitó gentil mientras dirigía su mirar a la sirena, pero antes de que la otra pudiese reaccionar a sus palabras afirmativas, abrió nuevamente su boca y de entre sus labios surgió su voz nuevamente... - Pero me gustaría que usted también saliese en la pictografia, cantando junto con mi violín....- Dijo finalmente su petición, que más que nada, sonaba como una condición. Y lo era.
Ante sus palabras volvió al silencio, observando aún a la sirena, esperando ver su reacción y a escuchar su decisión. El tritón no acercó su estuche aún, únicamente lo mantuvo cerca, algo expectante pero sin inmutarse demasiado.
Aquella "condición" no tenía mucha importancia, pero nada perdía el tritón con intentarlo, quizá descubriría el significado afectivo de tener ese pequeño detalle.

La respuesta a su condición había sido afirmativa, al tritón no le tomó mucho por sorpresa pero de igual modo no pudo evitar dejar escapar una leve sonrisa. Hubo un breve silencio que se vio interrumpido por la mujer, quien comentaba que seria una experiencia divertida, Zehek observaba atento aquel rostro alegre, aquellos labios que soltaban palabra tras palabra. "Interesante", fue lo que pensó al mirar con un poco de atención a la sirena que le acompañaba, algo distraído en lo que sucedía realmente. Volvió en si hasta que escuchó nuevamente la voz femenina, planteando una cuestión importante.
Tenía razón en aquello, la diferencia de tamaños era un impedimento, además de que estaban algo alejados. Con calma elevó su rostro al cielo, observando la Luna sin muestra alguna de preocupación por la pictografia.

- El problema no es la tableta, sería lo mismo si intentamos utilizar la mía.- Comentó serio mientras bajaba lentamente su cabeza, después de haber dicho aquello, soltó un bostezo pequeño, el cual, cubrió con su diestra. Al recuperarse de ello, volvió a hablar, con una posible "solución". - El verdadero problema es el ángulo de donde será tomada la pictografia... y la distancia que nos separa. - Terminó de dar su amable explicación y justo después de aquello desvió su mirada a su acompañante, algo intimidante quizá.

- "¿Qué deberíamos hacer?" - Repitió la pregunta ajena, con una voz baja mientras llevaba su diestra a su nuca, despreocupado. - Usted decida señorita. Podríamos cambiar de lugar para la foto, o alguno de los dos tendría que acercarse al otro para que la pictografia sea mejor...- Dijo gentil, rascando suavemente su nuca con algo de desinterés. Bajó su mano con calma, y fijó su mirada en la pequeña sirena que sostenía la tableta con curiosidad y algo de incertidumbre.

- Estoy seguro de que cualquiera que sea la opción a elegir, en ambas saldrá bastante hermosa, señorita...- Comentó tranquilo mientras la miraba, justo después de haber soltado aquellas palabras algo embarazosas el tritón dejó caer lentamente el resto de su cuerpo en la roca en que estaba. Colocando sus brazos detrás de su cabeza, como si de un respaldo se tratase. Se relajó un poco, y mientras esperaba oír la respuesta para la pictografia cerró sus ojos, calmado. El sonido del agua le resultaba tan relajante como siempre, la luz de la Luna pese a ser brillante no le molestaba como en otras ocasiones. Era un momento apacible para él, bastante diferente a como solía pasar sus noches en soledad, aquella ocasión había sido sumamente distinta, pero no le desagradaba romper con la tediosa y melancólica rutina.

- "Un recuerdo de un buen día"... ¿Heh?...- Susurró en voz baja para sí mismo, pensativo al respecto, ¿Realmente habia sido un buen día?. Para el tritón únicamente era como cualquier otro, pero con la excepción de la compañía contraria.
Se mantuvo en silencio mientras pensaba en ello, considerando el porque de las cosas, considerando e intentando comprender aún el significado emocional de las cosas ¿Era algo necesario?, ¿Por qué los seres vivientes anhelan recordar ese tipo de cosas?. Preguntas bastante sencillas pero algo confusas se formulaban en su cabeza, molesto consigo mismo por tener que recordar cosas que hace tiempo había olvidado. No era el mejor momento para ello.

En cuanto pudo escuchar la voz contraria, abrió sus ojos, desviando su mirar a la sirena. Atendió sus palabras con cierto interés. Sacando de su cabeza las tormentosas sonrisas que le causaban dolor.
- Me parece buena idea.- Contestó al instante al escuchar la pregunta de la fémina, pero sin esperar respuesta, volvió a abrir su boca, para continuar tranquilo con lo que debía decir. - Si me disculpa, me adelantaré primero... - Comentó en voz baja mientras se reincorporaba tranquilamente.
"Ya casi es hora" era el único pensamiento que rondaba su cabeza en ese instante, en esos breves momentos en los que arrastró cuidadosamente su cuerpo a la orilla de la roca, aferrando sus manos a la misma para no resbalar erróneamente y perjudicar sus aletas. Fueron pocos segundos, hasta que decidió sumergirse en el agua, dejado su estuche en la roca para subir después por el.
Se hundió en las aguas, relajado. Nadó un poco en la misma zona, disfrutando de la temperatura de la misma corriente que se creaba. "Amo estar en el agua..." pensaba mientras nadaba hacia la superficie, observando desde ahí la figura borrosa de la Luna, lentamente emergió y giró su cabeza hacia donde estaba sentado hace poco, sus cabellos mojados goteaban y sus ojos estaban fijos en el paisaje, admirando por ultima vez aquella pequeña zona.

¿Volvería alguna vez?
Ya el tiempo lo decidiría. Mientras tanto, esperar a que las cosas sucedieran era su única opción.

Observaba con seriedad aquel lugar, la tranquilidad que brindaba y la tenue luz sobre la arena que tanto odiaba. Estaba en sus propios pensamientos, disperso, hasta que pudo notar como la sirena se adrentaba a las aguas con calma. Sin esperar más, el mitad tiburón se sumergió de igual modo.

La miró sereno, intentando adivinar que podría estar pensando, queriendo deducir lo siguiente que haría. Más no pudo, únicamente la vio nadar hasta donde se encontraba él, manteniendo una distancia. "Creo que por esta vez no habrá problema si lo hago..." pensó tranquilo mientras comenzaba a acercarse hacia ella, posando su cabeza con lentitud justo a un lado de la fémina, la cercanía era notoria entre ellos. El tritón se percató de lo pequeña que era al tenerla justo frente de él. Se acomodó con lentitud, sin apegarse demasiado para no incomodarla, hasta que las palabras ajenas se hicieron presentes.

Sus palabras le sorprendieron un poco, ¿Él daba la impresión de sentirse molesto?, se hizo esa pregunta, pero decidió no tomarle importancia. Guardó silencio breves segundos, admirando como la mujer peinaba sus cabellos con delicadeza. Poco después, abrió un poco su boca y habló. - No creo que haya sido una molestia...- Susurró en voz baja mientras se acomodaba tranquilo, mirando al lente de la tableta, y sin pensarlo dos veces, el tritón apoyó suavemente su mano izquierda en el hombro de la pequeña sirena, acercándose un poco, queriendo demostrar un pequeño gesto de agradecimiento. Antes de que la pictografia fuese tomada, habló nuevamente, continuando con lo que estaba diciendo hace recién.- Listo...- Dijo finalmente, para después dejar escapar una leve sonrisa, gentil y sincera. El tritón quería mínimo expresarle un poco del como se sentía ante la grata experiencia que había tenido gracias a ella.