De visita (Nacht-Xhime/serpientes de Velfast)

Nacht sonrie al ver a Xhime cuando este le vuelve a cerrar la puerta en la cara -Hündin!- con cara de "seriously?", pero para Nacht era un juego, después de todo así se trataban comúnmente. -Que estas pendejo y te golpeaste en la cabeza o por que me hablas así?- ante el "educado" saludo -señorito ahahaha que risa, pues si como alguien no quiso comprarlo por si solo, te lo traje, también cuatro juegos de sabanas, y...- lo mira hacer ese gesto, no era la primera vez que lo veia -Xhime... estas herido...- lo mira a los ojos recriminante, -donde es tu cuarto?- con voz demandante, el cochero de Nacht ya había tomado el colchón y lo alzaba el solo, entran y avanzan hacia las mazmorras con la "guía" de Xhime.

Nacht le da una palmada en la espalda cuando este le miente -Seguro?- con una sonrisa de "a otro perro con ese hueso", mientras avanzan llegan a las mazmorras por la escalera en espiral y Nacht mira el lugar tan sombrío -si no fuera tan frió hasta podría ser un buen lugar- mira a Xhime y entiende por que va a dormir seguido a su casa, la verdad se había preocupado cuando no volvió, pero bueno -Donde duermes, armaremos ahí la cama y pondremos el colchón, podrás dormir mas cómodo hoy- sonríe y mueve su pelo con elegancia, estaba algo intrigado de como era el castillo por dentro y como era el trabajo de Xhime.

Después del incidente ocurrido algunos días atrás, Haru había cambiado drásticamente sus ideales sobre dos de sus compañeros, a quienes ahora respetaba de una manera que aún no le quedaba clara. Ciertamente sus pensamientos habían estado demasiado nítidos y revueltos desde aquel día, incluso más de lo que ya estaban antes. Memorias iban y venían enloqueciendo a la mujer, la cual como siempre prefirió distanciarse de los demás sirvientes hasta que se sintiera mejor... Aunque aquello realmente no sucedió. La dragona dio demasiadas vueltas en el asunto, pensó en todas las opciones y decidió que ya no podía seguir en su zona de confort, así que decidió romper la rutina y fue a visitar a uno de los sirvientes que "mejor le caían", llevando consigo una charola con algunos aperitivos que ella misma había preparado.

Sí, bien, ella sabía que entre ella y el quimera habían demasiadas diferencias y que nunca habían hablado directamente, pero sinceramente ya comenzaba a darle lástima el que no saliera a tomar sus alimentos como era debido y el hecho de que prácticamente viviera en la peor parte del castillo. Y bueno... Si nadie hacía nada al respecto, al menos ella intentaría hacer la carga del joven más llevadera de ahora en adelante.

La mujer salió de la cocina y se apresuró para así llegar a las mazmorras, donde bajó las escaleras y se adentró con facilidad debido a que llevaba un pequeño farol con ella, el cual iluminaba el camino por donde iba. Sin embargo, de nada servía que pudiera ver o que llevara comida, pues allí no había nadie... Bueno, nadie aparte de ellos. ¿Dónde estaba Xhime? ¿Por qué había abandonado su puesto sin avisar? Pensó. Sin embargo, las preguntas pasaron a segundo plano cuando escuchó un sonido ferroso a lo lejos, lo cual hizo que voltease inmediatamente y sin pensarlo mucho decidió utilizar su forma fated a modo de precaución, pues ahora sólo se encontraba ella. Obviamente fue a investigar qué es lo que estaba pasando.

Paso tras paso, la dragona avanzó firmemente con ayuda del farol mientras miraba atentamente hacia los reclusos en búsqueda del causante del sonido, creyendo que era alguien que intentaba escapar como lo habían hecho anteriormente tres ilusos que ahora estaban bien muertos, aunque... Al parecer, el causante del sonido sólo un arcano rabioso y barbudo que estaba mordiendo los barrotes de su prisión. Nada fuera de lo común.

Apenas se disponía a volver cuando repentinamente una ráfaga de aire frío apagó su farol, dejándola totalmente en oscuridad. No había problema, traía cerillos en su bolsillo... No, no estaban. Perfecto. No era como si necesitase la luz para volver por donde vino. Cerró sus ojos y puso alerta sus demás sentidos mientras comenzaba a andar, avanzando justo por el centro del pasillo y evadiendo con éxito las celdas gracias a los sonidos y las vibraciones que ocasionaban los arcanos salvajes al golpear los barrotes de sus celdas. Pobres tontos si es que creían que podrían atraparla a falta de su visión.

Todo estaba perfectamente hasta que escuchó un par de voces acercarse a la distancia, las cuales las desconcentraron y ocasionaron que tuviera que abrir los ojos, sólo para percatarse de la luz que tímidamente se asomaba por las escaleras. [¿Xhime?] Pensó de inmediato. [Definitivamente, pero... ¿Quién es el otro?] Oía unos segundos pasos, pero la forma en la que caminaba no sonaba para nada a uno de los otros sirvientes. La curiosidad se apoderó de ella y cautelosamente comenzó a avanzar para esconderse en un hueco que estaba en la pared, esperando el momento justo para salir.

Escuchó cada palabra y se asomó discretamente para ver al acompañante de Xhime, el cual era... ¿Una mujer a la cual le iba a dar un tour por el castillo? - Uhm uhm... - Aclaró su garganta y salió desde las sombras, sosteniendo aún entre sus manos aquella charola con aperitivos. - Así que aquí estabas, Xhime, te he buscado por todas partes. - Dijo en un tono demasiado amable y maternal, como nunca se le había escuchado... Cosa que contrastaba bastante con sus tres pares de filosos cuernos y sus garras. - ¿Quién es tu acompañante? -

-El que?, que lo traten como burro de carga o que lo tengan aquí herido viviendo en las mazmorras?- dijo al ultimo comentario de Haru, y mira a Xhime -es una buena pregunta, tu y yo que somos?, bueno no importa en este momento- le toma el brazo a Xhime y sonríe maquiavelico -en fin, como nadie parece hacer nada al respecto, yo atenderé a Xhime como se debe, y para empezar, tenemos que cambiar estas vendas, hueles a chivo, no pun intended, así que donde esta la enfermería, o me van a decir que en este castillote no tienen tal cosa?- la verdad si lo irritaba, no pensaba que Xhime se diera una buena vida en el castillo, pero realmente no esperaba que lo tuvieran tan abandonado y aun menos herido, lo sacaba de casillas, después de todo con todo y que Xhime había sido un intruso en su casa, lo había tratado "bien".

Ante las palabras del unicornio, Haru no hizo nada mas que suspirar pesadamente y desviar la mirada. - Nadie lo obliga a quedarse aquí 24/7 "señorita", si él está aquí todo el tiempo es su propia decisión, pues al igual que el resto de sirvientes él tenía su habitación aparte, que no quisiera usarla era otra cosa. - Respondió, sólo para después escuchar las acusadoras palabras de su compañero, el cual inesperadamente se rebeló.

Los ojos de la ama de llaves fueron a parar directamente al butler y se abrieron más de lo normal, incluso tragó saliva notablemente, ya que realmente no se esperaba que alguien hubiese notado la naturaleza de sus distracciones, mucho menos que se las fueran a recriminar frente a alguien ajeno al Castillo. Por un momento, la ira fluyó libremente por el cuerpo de Haru, la cual cerró sus puños tan fuerte que incluso sus palmas comenzaron a resentir la fuerza con las que eran tratadas, pues comenzaron a sangrar. A decir verdad, no sabía si estaba enojada porque prácticamente la habían humillado frente a alguien, o si era enojo consigo misma por actuar tan débilmente, como fuera, la mujer no tardó en soltar un amargo suspiro y retomar la compostura.

- Son situaciones totalmente diferentes. - Respondió ante las acusaciones del Quimera, mirándolo con seriedad en su rostro. - Además, si quieres ser tratado con dicha y respeto, ¿Por qué no te lo ganas haciendo lo que se supone que debes hacer, en vez de estar perdiendo el tiempo jugando por allí e insultando a tus superiores? Tu horario de trabajo sigue activo y he de recortarte que éste no es tu centro de entretenimiento ni mucho menos un centro turístico, éste es el hogar de nuestro amo Lysander Velfast y debe ser respetado como tal. -

Diciendo aquello, Haru rebuscó algo entre el listón de su delantal y su vestido, desenrollando su látigo. Ese día simplemente no estaba de humor para resolver los problemas con pláticas extensas, mucho menos para aguantar insultos hacia su persona. Sin embargo, había que recordar que había un no-invitado presente, por lo que prefirió simplemente amenazarlo apuntando con el látigo. - Largo de aquí, los dos. Pero te lo advierto, Xhime... Si algo llega a suceder por culpa de tu irresponsabilidad, yo misma me encargaré de que no puedas moverte sin dolor por un mes. - Sus palabras estaban cargadas con cierto tono de ira y resentimiento. Como fuera, Haru estaba dando a entender que se quedaría en su lugar mientras él atendía a su visita... Así pagaría su deuda.

Después de aquello, la mujer simplemente volvió a encender su propio farol y se retiró, adentrándose a las mazmorras. Así si encontraba algo fuera de lo normal podría desquitar la ira que sentía ahora.

OOC: Haru sale del Thread pa que tortoleen agusto. (?)