Post by Beltaine Waters on Oct 9, 2017 0:13:28 GMT
El reto estaba sobre la barra, el cantinero suspiró con pesadez al anticipar lo que se avecinaba, pero no podía impedirlo tampoco. Beltaine tenía a Marius en la mira de sus ojos, lo que había comenzado como una relajada tarde para beber y sobrevivir a la resaca repentina se había convertido en un duelo de fuerza entre miembros de la misma raza.
Elevó la fuerza de su apretón desde la punta de sus dedos hasta el pulgar, sus biceps bombearon con fuerza para aumentar de tamaño y con ello se hicieron visibles las venas y vasos de todo su brazo.
-Siempre hay una primera vez para todo -Declaró moviendo sus aletas craneales y sonriendo con retadora simpatía.
La madera bajo su codo comenzó a crujir, las botellas en los estantes comenzaron a temblar al igual que toda la carreta del mini bar ambulante que ya podía ver su suerte irse corriente abajo frente a la competición amistosa de los dos Kelpie.
-Extrañaba tanto hacer esto -Ante su abrumadora fuerza, todo el liquido circundante comenzó a subir como burbujas en el aire. No siempre se tenía la oportunidad de medir fuerzas con otro de su misma especie. En el templo del verano había muchos otros arcanos para competir, pero su corazón y su cuerpo pedían con clamor la herviente sensación fluida que solo se obtiene en el lenguaje de la misma raza.
Elevó la fuerza de su apretón desde la punta de sus dedos hasta el pulgar, sus biceps bombearon con fuerza para aumentar de tamaño y con ello se hicieron visibles las venas y vasos de todo su brazo.
-Siempre hay una primera vez para todo -Declaró moviendo sus aletas craneales y sonriendo con retadora simpatía.
La madera bajo su codo comenzó a crujir, las botellas en los estantes comenzaron a temblar al igual que toda la carreta del mini bar ambulante que ya podía ver su suerte irse corriente abajo frente a la competición amistosa de los dos Kelpie.
-Extrañaba tanto hacer esto -Ante su abrumadora fuerza, todo el liquido circundante comenzó a subir como burbujas en el aire. No siempre se tenía la oportunidad de medir fuerzas con otro de su misma especie. En el templo del verano había muchos otros arcanos para competir, pero su corazón y su cuerpo pedían con clamor la herviente sensación fluida que solo se obtiene en el lenguaje de la misma raza.