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Post by Hiro Genshukuna on Nov 24, 2017 18:32:33 GMT
El zumbido de las avispas empezó a vibrar en el aire. Aprovechando la distracción que generaban, Hiro se impulsó con sus patas traseras, avanzando hacia la boca de la madriguera y al mismo tiempo, agrietando el tronco donde estaba parado. El sonido generado atrajo parte del enjambre, el cual comenzó a atacar violentamente a los escorpiones del lugar. Le faltaban aún un par de metros, el suelo era peligroso, pero eventualmente habría de caer. Giró su tridente con habilidad, colocando las puntas hacia abajo, al caer lo utilizó como impulso para seguir el salto, sin sobrecargarse en él, aunque dejándolo clavado en el suelo. Su salto logró dejarlo en el árbol más cercano al nido, afirmado con sus garras naturales, mientras que las metálicas ayudaban a soportar el peso. La corteza se desgarraba poco a poco, pero ya estaba fuera del alcance de la gran mayoría de los escorpiones, que ahora estaban ocupados con las avispas, y con el otro Rakshasa. Necesitaba con que tapar la madriguera. Saltó al pequeño montículo de tierra que se formaba tras la madriguera, y rápidamente empezó a cavar tierra y arrojarla a la entrada. Cavaba con sus propias garras, tierra, barro y piedras sueltas. Pronto logró su cometido y una piedra de mayor tamaño que se encontraba afirmada con raíces y tierra se aflojó. Juntó sus manos en forma de puño y con un duro y potente golpe desprendió la roca, la cual rodó cerca de la madriguera. Faltaba sólo un poco más, pero los escorpiones, alarmados por el ataque contra su nido, comenzaron en frenesí y sin pausa a avanzar en contra del acorazado guerrero.
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Niku
Los Grises
Śikārī
Posts: 159
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Post by Niku on Nov 27, 2017 8:13:58 GMT
Los escorpiones parecían haberse dado cuenta del plan, la problemática participación de las avispas ya no era suficiente y se le agotaban las ideas en tan desesperante situación...
-Situaciones desesperadas demandan medidas desesperadas...- apoyado aun en su khopesh, metió la cerbatana en su cinturón y esculcó dentro de su morral hasta encontrar un pequeño frasco con un polvo terracota... Este no lo llevaba en la alforja pues no lo utilizaba como herramienta.... Era canela pulverizada.
Por un momento se lamentó de tener que utilizar la canela, era bastante cara y la utilizaba con fines medicinales y alimenticios, le encantaba la canela...
Tomó un puñado y lo lanzó, de inmediato blandio su khopesh y le paso la garra para crear una chispa que de inmediato encendio la canela, fue una pequeña explosion seguida de una fumarola que consumio la canela y encendio en llamas a cuanto insecto tenia enfrente. De un salto, salio de la fumarola, antes de que esta se extendiera demasiado o que pudiese encender la canela que tenia en su garra. Las avispas en llamas caían, propagando el fuego en pequeñas areas, evitando el avance de los escorpiones de regreso a su madriguera. Tenia que cubrir a Hiro de alguna manera y esa habia sido la unica manera que se le habia ocurrido, mientras avanzaba continuaba cortando escorpiones, abriendose paso entre el caos. Apenas quedara sellada la madriguera, tendrian que huir en esa misma direccion hasta la cascada.
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Post by Hiro Genshukuna on Nov 27, 2017 17:50:55 GMT
La llamarada no paso desapercibida y Hiro aprovechó de inmediato los segundos que el otro Rakshasa le había comprado. Bajó junto a la roca y usando su gran fuerza, la empujó rodando hasta tapar completamente la madriguera, la cual quedó sellada con barro y esta gran roca. Ya habiendo hecho eso, sólo quedaba alejarse de los escorpiones que aún pululaban furiosos.
Se empezaba a notar el cansancio en Hiro, pero se mantuvo en movimiento, sin querer dejar al otro Rakshasa atrás. Utilizando su tridente, sacó del camino varios escorpiones muertos o heridos que dificultarían el paso de su obligado compañero, mientras se aseguraba que la ruta de escape se mantuviera despejada. Apenas llegara a su lado, huirían del lugar.
Le dolía un poco el daño que habían tenido que causar a la naturaleza para sobrevivir, pero así funcionaba el mundo. El más fuerte sobrevive. El más listo sobrevive. Los demás, se adaptan o se quedan atrás en la carrera de la vida.
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Niku
Los Grises
Śikārī
Posts: 159
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Post by Niku on Nov 30, 2017 1:11:38 GMT
Al fin pudo alcanzar a Hiro para correr a su lado en direccion contraria a los escorpiones. Habian logrado sortear tremenda calamidad y todo gracias a que la manticora se habia aprovechado de condiciones en el ambiente que no habia podido predecir, se sentia un tanto avergonzado, molesto y aliviado tras toda la situacion aunque... Aun tenia preguntas que hacerle al otro Rakshasa, después de todo había sido él quien se había entrometido en su destino y tal vez también recaía sobre él un gran porcentaje de la culpa de lo que había sucedido.
Por el momento no planeaba dar mas explicaciones, mas tarde volvería por las cosas que dejó atrás cuando los animalejos se hubiesen calmado y dispersado, en busca de una entrada alternativa a su madriguera.
Cuando estuvieron lo suficientemente lejos y sin haber articulado sonido alguno en el trayecto, Niku decidió cambiar de rumbo, simplemente haciendo Namaste a la altura de la frente como despedida para tomar un camino distinto de inmediato.
Tal vez el destino los pondría en el mismo sitio en el futuro, después de todo si había atado con sangre su destino con Yama, lo haría también con quien se había interpuesto en tan legendario encuentro.
El destino solía hacer esas cosas.
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