Yama
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Post by Yama on Jul 12, 2017 17:30:28 GMT
Sabia que en Shangri Lax encontraría el templo del verano, tenia ya una semana siguiendo un objetivo bastante esquivo que según su informante, había entrado en los manglares en busca de espécimenes propios de la jungla. En ocasiones se cuestionaba si sus clientes verdaderamente eran ignorantes, puesto que en este caso, su objetivo era un investigador de la medicina, un experimentado arcano que no tenia más tiempo que el en haber emigrado.
Seria acaso por competencia? Tenia sentido, en una región tan contenida como una isla, por inmensa que fuera, no seria difícil monopolizar la ciencia de la alquimia y la herbolaria. Seguramente habría ya alguna cofradía de científicos que deseaban acabar con los pioneros que habían arribado en la ultima ola de emigrantes.
Aqualia le vino a la mente, pero su cliente no era de esa población, seguramente se trataba de un presta nombres.
Serian lo científicos de aqualia capaces de terminar con la vida de un solo pionero? Tal vez estaba divagando mucho y se trataba de un asunto mucho mas simple; Rivalidad, Envidia, Miedo...
Lo había visto todo, su cliente había pagado muy bien. Sus razones debía tener y las consecuencias no caerían en su conciencia, era solo que sentía curiosidad.
Se detuvo en medio de la jungla y miró a su alrededor, habia un aire familiar acariciándole la nariz. Alguien había pasado por esa misma vereda, alguien o algo de patas grandes, muchas patas...
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Niku
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Post by Niku on Jul 12, 2017 17:40:04 GMT
Niku buscaba con desesperación recobrar la tranquilidad y la paz en su mente. Si bien, había cumplido con una promesa, sus recuerdos alimentados con la extraña vibra del joven Malak le habían transtornado, no queria volver al lago de las hadas en ese estado y mucho menos presentarse a Itzanami con esas cosas que traía en la cabeza. Había dejado atrás el rastro de su fogata a sabiendas de que en el manglar no había depredador que le superara, ni siquiera los escorpiones gigantes lo habían logrado.
-No se como dejar de pensar en ti...- dijo a la nada mientras caminaba con la cola a rastras, estaba entrando en ese desagradable estado al que le llamaban Depresión, lo cual era bastante molesto, le nublaba los sentidos.
Y en efecto, para cuando salio del trance fue muy tarde, en dirección a la madriguera de los escorpiones había alguien que, como si no fuera suficiente, también emanaba esa energía que le retorcía las entrañas y le erizaba los pelos de la melena. Rápidamente subió a un árbol y trató de encontrar al individuo... Pero... Había algo más...
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Yama
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Post by Yama on Jul 13, 2017 19:06:24 GMT
Yama había visto la sombra de alguien deslizarse por un árbol hasta desaparecer de su vista, olisqueo, reviso el suelo... Había sido un descuido.
Rápidamente saco las pequeñas dagas que llevaba ocultas debajo de la camisa, era una carrillera completa de cuchillos tipo kunai delgados como una hoja, lanzó 7 a distintas locaciones y movió las manos como haciendo un ademán. Justo después se deslizó también hacia un árbol, trepando con sus afiladas garras, una vez firme sobre una rama solida, volvió a hacer el mismo ademán, un delicado brillo conectaba los kunai entre si, as trataba de un delgado hilo de metal.
Así, de pie sobre la rama y con la trampa lista, espero a que su contrincante se mostrara.
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Niku
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Post by Niku on Jul 20, 2017 18:53:38 GMT
Que cinismo! Conocía casi perfectamente a ese individuo. Salió de su escondite, enfrentó el contacto visual y le rugió con furia, siempre era de esa manera pero ahora estaba tan trastornado que el Nidar shier se apoderó de el, buscaba una válvula de escape con urgencia y ahí estaba otra oportunidad.
Desenvainó su espada y se lanzo a la siguiente rama blandiendola para romper el hilo de metal, la hoja creaba una delicada chispa al tiempo que chocaba con los hilos, así se abrió paso hasta llegar a donde Yama.
-Tu de nuevo! No te cansas de recibir palizas!- atacó sin ninguna duda.
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Yama
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Post by Yama on Jul 30, 2017 9:03:57 GMT
Yama simplemente resopló complacido, esquivó el ataque y lo respondió, aprovechándose de la ira del felino para golpearlo en la espalda con el codo y dejarse caer utilizando los hilos metálicos que le quedaban como soporte para aligerar su caída. Al tiempo que dejaba que la gravedad lo trajera de vuelta al suelo, iba jalando las dagas, desprendiéndolas de las ramas y atrayendolas como si se tratasen de yo-yo´s. En el caso de que el cazador decidiera caer detrás de el, las dagas a gran velocidad le cortarían y con suerte, alguna se le clavaría en la carne para entorpecer su aterrizaje.
El asesino no necesitaba decir mas, apenas estuvo en el suelo alzó la vista hacia el cazador ¿Recurriría este a sus garras o usaría la espada que llevaba a la espalda? La ultima vez que se enfrentaron fue mucho tiempo atrás, algunos años antes de embarcarse hacia Mirovia. Esta coincidencia era demasiado, la fuerza que los había traído a esta isla seguramente no consideró que terminaría enfrentándolos en una batalla como había ocurrido en la ahora tierra de los hombres.
¿Cual había sido la razón por la que se habían enfrentado la primera vez? Por alguna razón extraña, la adrenalina y toda la emoción del momento le trajeron de regreso los recuerdos que se habían convertido en algo irrelevante, el instinto era lo que hablaba en esos instantes, el raciocinio quedaba de lado y su estado de Berserk palpitaba saliendo de su corazón. Solamente con este ser podía darse el lujo de entrar en este estado y sin embargo estaban ahí, recordó la primera vez que este hombre y él se encontraron a mitad de una batalla.
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Niku
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Post by Niku on Aug 14, 2017 7:00:42 GMT
Mientras caía trataba de cubrirse de las dagas con su espada pero algunas en efecto le rozaron por los brazos y piernas, rasgándole las ropas y dejándole ligeros cortes sobre el pelambre, a diferencia del control que Yama tenía sobre sus armas, el solo podía caer de una manera; hacia abajo, así que se veía en desventaja desde esa posición.
Lanzó su espada con fuerza, apuntando al torso del asesino, con toda la intención de que esta al menos se le clavara en un hombro para incapacitarlo, en caso de fallar tenia ya las garras listas en manos y patas, esta vez no escaparía...
Tenia la idea de soltarlo todo apenas cayera pero algo llamó su atencion, tras el último movimiento se le quedo mirando, recordando la primera vez que lo vio en tierras gélidas.
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Yama
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Post by Yama on Aug 31, 2017 5:41:05 GMT
El ambiente blanco y frio, los arboles muertos y una mancha roja creciendo sobre la nieve. Una gran sombra frente a él. El recuerdo flasheo en su mente.
Salio del breve trance para dar un ligero salto hacia atras, esquivando la espada que terminó clavada en el suelo junto con un trozo de su camisa. Con agiles y elasticos movimientos escapaba de los garrazos y afiladas patadas del león, las que estaban mas cerca de impactarle lograba bloquearlas con fuerza pero estas dejaban tambien su marca sobre las ropas. Ambos estaban cubiertos de cortes mientras intercambiaban golpes que sonaban seco al impactarse en los cuerpos de los arcanos. Estaban golpeandose con mucha fuerza y era evidente que aunque no estuviesen bañados en sangre, esos golpes dejarian grandes y graves hematomas.
Yama por un momento olvido que llevaba las dagas debajo de la camisa, estaba tan enajenado en ese intercambio de fuerza que se dio el lujo de dejar de pensar en homicidio, en caceria, se estaba enfrentando al que consideraba su igual y que tal vez por un momento habria considerado que ya habia muerto. Era sumamente satisfactorio el ver que estaba ahi, mas grande, mas fuerte... pero nuevamente se perdio en el recuerdo...
En las tierras del norte conocidas como Scandia, Llevaba tres dias siguiendo a este inmenso arcano, habian pagado una pequeña fortuna por lo que parecia mas una bestia que un ser pensante. Usualmente el no se metia en asuntos morales, su mision era simplemente ejecutarlo sin juzgar si era un criminal o solo un arcano que perdio la cordura asi que se apresuró a rastrearlo, hasta que entraron en el bosque de la taiga. Los pinos se alzaban por entre los grandes monticulos de nieve, las huellas profundas que seguia eran frescas pero hubo un momento en el que, a lo lejos, escucho como varios pinos dejaban caer la pesada carga de nieve que tenian encima, rompiendo el silencio.
Salio del trance nuevamente y sonrio a medio labio mirando fijamente los ojos de su contrincante.
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Post by Hiro Genshukuna on Sept 11, 2017 16:05:59 GMT
Paso seguro. Paso calmado. Respirar. Exhalar. Cada hoja de árbol tiene una historia, cada gota de agua nutrirá la tierra eventualmente. El gran león meditaba mientras recorría la jungla. La humedad lo mantenía fresco, y el tintinear de su armadura le advertía a los animales salvajes que estaba ahí.
Su orgullosa mirada acariciaba gentilmente cada detalle de los troncos de los árboles. Utilizaba su lanza como bastón, y daba cada paso con mucha seguridad. Sus enormes patas quedaban marcadas en la húmeda tierra. No le importaba si lo seguían. Paso seguro. Paso calmado. Levantó la cabeza, y respiró el aire cargado de misterio. "¿Sangre?" No le sería extraño que oliese a sangre en ese lugar, pero era un olor que le recordaba a la guerra. No era sangre de depredador y presa, sino de lucha. Olía a violencia. Mantuvo el paso en dirección a la sangre. Era un aroma extrañamente familiar. Caminó un poco más, atento al rocío, atento a las hojas, y eventualmente los vio. Inexpresivo y cauteloso, se detuvo a observar a los seres leonidos combatir. ¿Sería un duelo? ¿Una disputa? No parecían estar entrenando. ¿Tal vez uno era un ladrón? Mal ojo habría tenido si tenía que librar ahora esa batalla. El gran león se paró a una distancia adecuada. Seguramente notarían su presencia. No había hecho nada para evitar que así fuese, pero él no estaba interesado en intervenir. Tal vez encontrase nuevos estudiantes, en el mejor de los casos. En el peor, tendría que dejar a ambos moribundos y volver a casa. Ambos escenarios le parecían adecuados. Por eso le parecía familiar el olor. Sangre de Rakshasa.
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Niku
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Post by Niku on Sept 13, 2017 5:10:53 GMT
Estaban trenzados en batalla, nada lo sacaria del Nidar Shier* ahora que estaban peleando con las manos desnudas. De alguna manera extraña las mentes de los arcanos estaban resonalndo al unisono, recordando la misma historia pero desde diferente perspectiva.
A diferencia de Yama, quien habia sido contratado para ejecutar a aquella bestia, Niku habia encontrado a este gran y descontrolado ser por casualidad.
Tenia ya dos años recorriendo Scandia, despues de haber aprendido de los cazadores Galos y los Vándalos de Hispania. Tras haber recorrido mares, rios, bosques, montañas y desiertos, tras haber llenado su cuerpo de cicatrices a base de batallas uno a uno con sus presas, batallas uno a uno con sus mentores, habiendolos superado a todos en su sed por convertirse en El depredador perfecto.
Los Varyágs de las tierras del norte tenian una leyenda. Mas al este, donde la tierra se junta con el hielo y una gran isla madre de guerreros bravos se erige valiente sobre el mar, como si de una montaña se tratase, habita una bestia mitologica que se dice, es invencible entre los arcanos. Esta bestia sacrificó su alma a los dioses para obtener la fuerza absoluta y estos le recompenzaron con la piel mas dura y el pelambre mas espeso que ningun arma y ninguna ventisca podrian penetrar, con los ojos mas profundos que escondian el abismo dentro, el olfato tan agudo que podia oler el aliento de sus enemigos desde la punta de una montaña, las garras tan afiladas que podrian no solo partir a un hombre por la mitad, sino tambien desgarrar su alma en mil pedazos, negandole la otra vida. El precio de tanto poder seria la cordura misma, el alma de todo arcano que le separa de los animales y humanos.
Niku estaba sumamente intrigado por aquella fantastica descripcion por lo que se embarco en busca de tal Arcano mitologico. Aunque el habia visto con sus propios ojos que los dioses habian olvidado a los arcanos, imaginó que tal vez este habia sido agraciado mas bien por un ser de la oscuridad. Asi, despues de años de cazarlo y tras miles de decepciones al encontrar presas debiles y otros arcanos cazadores en busca de la misma presa, estaba por darse por vencido y continuar su camino cuando de la nada, aparecio el arcano mitologico, una bestia inmensa de pelaje espeso y cuyos ojos parecian penetrarle el alma. Alguna vez se habia enfrentado a un ser asi por lo que su corazon no sintio temor, por el contrario, su corazon se lleno de emocion y fuerza, lo que le permitio pelear contra la bestia, derribando los arboles cercanos en su lucha.
Al león no le tomó mucho tiempo derribar a la bestia, Niku entonces se dio cuenta de que no era el ser invencible que los Varyágs de Scandia le habian contado, se veia mas como un arcano de fuerza inmensa que habia cedido a la locura, algo habia hecho que este ser perdiera la nocion de la realidad, del tiempo y de su ser mismo. Habia dado una batalla memorable pese a ser un arcano mas de la naturaleza, habia muerto con honor, habia terminado su sufrimiento, cuando Niku vio como una lagrima corria por la mejilla de aquel ser decidio darle sepultura.
Cuando miro la enorme mancha de sangre que pintaba la blanca nieve de rojo, distinguio una figura acercandose con prisa, esos ojos azules chocando con los propios.
Yama.
El recuerdo se esfumo de su mente y entonces encontró un punto abierto en la fuerte defensa de su enemigo, como si el recuerdo mismo le hubiera dado un instante de claridad entre la violencia, logro colar una garra entre los brazos del asesino y le sujetó del rostro, abriendo distancia entre ambos al arrojarlo con fuerza hacia los arboles. En ese momento sus sentidos estaban en su maximo punto de agudeza, inmediatamente olió al otro León, lo escucho y casi hasta pudo sentir su corazón pero su atencion se vertia casi totalmente al asesino.
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Yama
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Post by Yama on Sept 18, 2017 19:43:54 GMT
Yama ignoraba totalmente la postura del cazador, en aquella fatidica ocasion Niku le habia robado el objetivo, esa era la unica realidad que el era capaz de ver y que, aunque reconocio la capacidad del rakshasa para acabar con tal criatura, aun asi en su honor quedaba la mancha de cobrar por una vida que no tomó... Dinero es dinero afortunadamente, el dinero no ve ese tipo de detalles.
Ese instante de lucidez de su enardecido contrincante fue critico, tomado por el rostro y lanzado lejos, golpeando varios troncos, ramas y rocas en su trayectoria antes de quedar tirado en el suelo despues de todavia revolcarse un par de metros mas en el lodoso suelo del manglar. Al alzar el rostro pudo notar al segundo rakshasa, de naturaleza similar pero de un aura mucho mas pacifica y recatada que la del cazador, quien exudaba violencia.
Una pausa sumamente incomoda, pese a la distancia que el cazador habia creado, en un encuentro "normal" entre ellos eso no haria mucha diferencia. Quedarian prendados en batalla apenas estuvieran uno al alcance del otro pero, ahora habia un tercer leon en el lugar. Tenia que recuperar un poco de tranquilidad para analizar a este nuevo sujeto... Tal vez ahora el cazador ya andaba en manada? Que raro seria eso, sabia que aquel hombre tenia una necedad inmensa por ser un invidivuo reconocido como Depredado, individuo, uno solo. Las... tres? cuatro? ocasiones en que se encontraron en el gran continente le habian dejado eso bastante claro.
Se puso de pie con dificultad, despues de haber recibido bastantes golpes y aunque no estaba totalmente agotado, el dolor estaba presente.
ooc: que nombre tan caguengue para el berserk.
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Post by Hiro Genshukuna on Sept 18, 2017 22:14:43 GMT
El león miró como se desarrollaba el combate, y estudió la situación. El ambiente era violento, había sed de sangre alrededor y eso no presagiaba nada bueno. Por otra parte, casi no había visto seres de su especie en Mirovia, y mucho menos leonidos, por lo que era intrigante conocer al que seguía en pié.
Preparó sus garras metálicas en cada mano y tomó su tridente, y poniéndolo en el suelo con imponencia, lanzó una mirada inquisidora al ser que había caído relativamente cerca de él. Sabía que si lo distraía y el otro ser continuaba su desenfreno terminaría muerto, por lo que con agilidad se puso junto al caído y rugió con fuerza. Un rugido profundo y vigoroso, vibrante, que remeció las hojas de los árboles. No era un rugido amenazante, solo imponente. Había decidido detener ese combate que no le pertenecía, por algo similar al egoísmo, a algo personal, pero en su interior sentía era por una causa válida.
Se mantuvo sereno mientras estudiaba la situación, y los efectos de su acción. Sabía que había sido descuidado, pero tuvo fuertes motivos para hacer lo que hizo.
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Niku
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Post by Niku on Sept 25, 2017 7:54:26 GMT
--El desconocido habia dado un paso adelante y se habia entrometido en lo que era un asunto de dos. En ese efimero instante de paz solo pudo pensar que se trataba de un insolente, interrumpiendo algo que el destino mismo habia condenado a repetirse y que en algun momento tendrian que terminar. Estaba interrumpiendo un momento importante en la historia de los dos felinos pues ese final, tal vez se daria ese mismo dia. El rugido del extraño habia sido en efecto, imponente, pero no lo suficiente como para sorprender al experimentado cazador y mucho menos en ese estado de violencia que ninguno de los dos presentes podria saber que le costaba trabajo acceder. Niku era un cazador muy calculador que se adaptaba con la misma facilidad del agua para acoplarse a su entorno, es solo que ahora era agua descontrolada, rompiendo la roca y arrastrando la tierra, un rugidito no lo iba a intimidar, en lugar de eso decido rugir a todo pulmon, un rugido de ira y hasta frustracion pues apenas unas horas antes un "Regalo" habia logrado quebrantar su voluntad de acero, el asesino llega para alimentar esa incomodidad con odio y ahora un extraño le negaba la valvula de escape... Si, habia bastante frustracion ahi. La naturaleza de su tribu le habia dado pulmones especialmente fuertes, la tierra bajo sus pies vibraba y los pajaros que aun no habian huido ahora tenian una buena razon para volar. No habia necesidad de arremeter contra el extraño, acercarse lentamente seria mas que suficiente para medir la distancia y ver quien de los tres seria el primero en realizar un movimiento, el acumularia la suficiente tension en sus musculos para arremeter contra el primero que actuara. Garras de acero? Un tridente? A Niku le parecia un tanto ridiculo que un Rakshasa fuera armado de esa manera, los machos de su tierra natal llevarian apenas un arma para no ensuciarse las garras pero este llevaba un par de garras de acero sobre las propias y un tridente, ya no era una, eran tres armas las que llevaba encima ademas de que iba envuelto en una cascara de metal, eso solamente serviria para reprimir el potencial de agilidad que los de su especie tenian. Debia ser bastante habil con esas armas o facilmente Yama podria encontrar un hueco y asesinarle antes de que el mismo alcanzara su rostro para golpearle.
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Yama
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Post by Yama on Sept 26, 2017 9:18:53 GMT
En efecto, ese forastero habia cometido un gran error.
Yama se llevo las manos a los botones de los pantalones, se quitó el chaleco y decidió que era un buen momento para mostrarle al cazador la bestia sapiente a la que se enfrentaba y al forastero que no debia meterse en asuntos ajenos. Sus ropas estaban especificamente diseñadas para no desgarrarse cuando el decidiera retomar su forma verdadera abriendose los botones y estirandose la camisa que llevaba debajo hasta abrirse revelando su verdadera forma; una horripilante manticora cuyo rostro era la mezcla de felino y humano, sus ojos inexpresivos se convertian en dos luces que parecian perforar la mirada si se les veia directamente, duro pelambre rojizo lo cubria por completo, abultandose en su cuello a manera de melena y sus alas cuya envergadura duplicaba su tamaño, salieron de su espalda en lo que parecia una lluvia de chispas digno de fuegos artificiales. Se trataba de una bestia gigante que les superaba en altura con facilidad, inclusive al cazador que ya era de gran tamaño, no esperó ni un segundo a ver que tan profundo llegaba el efecto de su transformacion y con la gran cola cubierta de espinas que se erigio en su espalda dio un fuerte golpe al forastero, que era lo primero que tuvo al alcance, para despues responder aquel rugido de amenaza de antes con su grueso y casi demoniaco rugido. Inmediatamente dio un salto, impulsado con las alas, para aprovechar el hueco entre los mangles e higueras, subiendo nuevamente a los arboles, sabia que pese a su tamaño tendria ventaja si se mantenia en postura aerea.
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Post by Hiro Genshukuna on Sept 26, 2017 15:14:07 GMT
El león entendió rápidamente el flujo que tomaría el combate, y aunque el shock producido por el Foedeus lo paralizó un instante, sus Reflejos Extraordinarios le permitieron anticipar el golpe de la mantícora, y en lo que tarda en latir el corazón, alzo su brazo derecho, bajó el tridente y bloqueó el ataque, siendo desplazado levemente hacia atrás por el peso de la armadura. Sin esperar a un segundo golpe, Hiro dio un salto atrás y adoptó una postura confusa: Tomó el tridente como si fuese una hoz de un campesino que se disponía a segar el trigo, las patas traseras extendidas y bien plantadas en el suelo, y la mirada fija en el horizonte, entre ambos objetivos.
Se había metido en un combate extremadamente violento y real, pero incluso si se le lanzaban ambos Arcanos encima, confiaba en su ventaja, distinguía la enorme cantidad de violencia que ambos oponentes emanaban, mientras él mantenía la calma. Además, era el segador blanco. Su estilo era secreto y letal. Sabía ambos Arcanos aprovecharían la altura, pero tendrían que desplazarse para atacar. Sabía el peso de su armadura lo hacía más lento, pero era su ventaja, él sabía exactamente lo que hacía.
La armadura del león parecía emanar un halo blanco, y los ojos del mismo brillaban en respuesta con el mismo fulgor. Estaba de lleno en la batalla.
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Niku
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Post by Niku on Sept 26, 2017 20:01:47 GMT
Yama era una manticora?
Niku miro con asombro mas no con terror, había ya peleado contra arcanos de esa raza en su recorrido por la tierra de aquel maldito minotauro que se desafiaba la paternidad de la raza con Marduk y Nimrod. Su asombro por el descubrimiento fue tal que se distrajo apenas un instante y al volver la vista al otro Rakshasa, lo encontró en vergonzosa postura. Que era lo que estaba haciendo? Vaciando su poder sobre el tridente y las garras falsas? Aquel desdén que la Madre de las tormentas había reafirmado sobre el comportamiento humano se había asentado tambien en su ser y el Nidar shier lo alimentaba como la sangre limpia a un tumor... Pero no era el momento para dejar que el prejuicio tomara rienda del instinto, Yama había tomado su forma mas fuerte y no se quedaría atrás, su forma fated quedó atrás para revelar al enardecido cazador.
Si aquel Rakshasa trataría de mantener el paso, tendría que dejar atrás lo que lo ataba al comportamiento homínido; no usar su propio cuerpo para pelear, siendo que ninguno de los dos estaba usando ya sus armas. Niku sonrió de manera sombría como implicando que, de aferrarse a su arte (aclarando que desconocía se trataba de un arte marcial), ambos terminarían literalmente llevándolo entre las patas por interrumpir una batalla de instinto y fuerza que estaba destinada a ser.
Antes de saltar y escalar la higuera mas cercana se tomo un breve instante para reconocer lo que el león hacia con ese armamento. El tridente le recordaba al Trishul que los arcanos habían creado para los hombres pero su postura se parecía mas a algo que había visto en sus viajes. Cada rama que subió le ayudo a recordar de donde; la forma de tomar el arma no era propia del trishul, se parecía mas a aquella postura que tomaban los enemigos de los galos y a cuya lanza llamaban Sarissa pero también se parecía a la postura del hermano Rui shi y su mujer Shisa que conoció en el borde del mundo y que le dejaron su arte a los hombres hermitaños de la montaña. Empezaba a sentirse interesado.
Sin embargo, Yama no era un contrincante paciente, subió para enfrentarle directamente con las garras abiertas y el hocico cerrado. La cola era lo que mas temía y las alas eran la parte mas vulnerable, debía alcanzar su espalda, una misión sumamente difícil. Lanzándose de una rama a otra, sin temor de dejarle caer restos al extraño, se acercaba a su enemigo, encaramándose a los troncos.
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