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Post by Laia Bloodwalk on Jul 25, 2017 3:18:14 GMT
Inhaló de manera paciente, sus sospechas habian resultado ciertas, avanzó junto con el lobo hacia la pista de baile -tu solo sigues mis pasos, vale? -se movió con calma y soltura, llevando de manera sorprendente al lobo considerando que era mucho más alto que ella, pendiente de que sus pies no fueran a terminar debajo de las botas del chico, aunque resultó distraido pues su mirada se desviaba a las otras parejas, todo parecía estar saliendo bastante bien... al menos hasta que aquel giro la tomó completamente por sorpresa, su vestido voló en circulos hasta terminar inclinada en los brazos del lobo, abrió los ojos sin poder evitar mirar el suelo y luego a las personas que los rodeaban, por suerte la escenita no duró mucho. Las palabras del joven lobo pasaron rápido por su cabeza, no era como si los sucesos de esa noche la hubieran afectado, simplemente no soportaba las cosas absurdas y por desgracia ese dia se habia topado con tres aparentes amantes del desorden, resopló de forma burlona ante lo último que dijo -descuida, lo unico que mordiste esa vez fueran esas tontas calabazas, aunque yo me fui primero, así que no se de los demás- movió la cabeza para retirar un mechon de cabello de su rostro, el cambio en el baile no fue una sorpresa, llevaba años asistíendo al evento, conocía esos bailes bastante bien aunque tampoco gustaba presumir al respecto, ambos se separaron, Laia giraba y daba palmadas en el aire acorde al ritmo, wolfeimer se defendia a su manera, lo divertido era bailar después de todo, no?
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Post by Sven Velfast on Jul 26, 2017 4:59:44 GMT
-Quién lo diría- reprochó el ave en un tono apenas audible conforme la música se desenvolvía y la mujer demostraba ser diestra con sus pasos. A pesar de todo, le había visto pelear en aquel vasto desierto, y se le podía notar la experiencia en sus movimientos. Una danza no era muy distinto de una pelea, o al menos en el contexto en el que ambos se encontraban. La música continuó alegre y los pies del fénix de mantuvieron a ritmo de las tonadas, teniendo encanto y elocuencia en cada movimiento.
Al estar tan entregado en la labor de bailar, no pudo evitar tener un pequeño desliz en sus ropas, desvistiendo fugazmente heridas provocadas por el castigo antecedente a ese evento. No se inmutó ni un poco, a pesar de que la otra mujer soliera ser curiosa y hablar hasta las creces en ocasiones. Ignoró el hecho sucedido y le prestó poca importancia. Sin embargo, una pregunta por la peliroja lo remontaría brevemente a recuerdos de hace siglos. Lotte, la esencia de su vida, el ser que tomó los pedazos de su mente y los unió con simple y llana gentileza, que besó los rincones de su alma con una dulce mirada, y ahogó su dolor latiente con una mera sonrisa, había sido la razón por la que había aprendido a bailar. Era pésimo, pero aquel sentimiento que sentía por ella era más fuerte que su incompetencia, y lo había convertido en un experto en el área, por la sola razón de poder compartir con ella.
Hubo un alargado silencio antes de que esbozara palabra alguna. Su rostro, aunque físicamente su expresión no cambiara, el aura se había vuelto ligeramente sombría, y los ojos del mismo se desviaron al suelo por fracciones de segundo. Lotte no era un nombre que volvería a mencionar, ni una memoria que compartiría mientras tuviera cordura. Se recompuso en un parpadeo, y respondió sin titubear -Es cultura básica, parte de los modales-. Aunque estuviese mintiendo, en la cultura del viejo continente era esencial que todo caballero y dama supiera al menos lo básico de entretenimiento, siendo el punto de enfoque el baile. La coartada era precisa. -¿Y usted?- infirió de vuelta, con el propósito de desviar la atención de su persona sobre temas del estilo y posarlo sobre la arconte.
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Post by Cereza Koslov on Jul 26, 2017 16:21:13 GMT
-No, ¡no! ¡Señor Boher lo siento ya te pisé mucho! ¡Y eso que apenas vamos empezando! -la preocupada pelimorada miraba de tanto en tanto hacia el suelo al sentir que sus zapatos daban con algo más blando que el suelo. Su rostro se puso rojo de la pena al instante, pues no deseaba para nada ser una mala compañía de baile. Aunque tal vez se debía a la diferencia de alturas, y que ella estaba obligando al arcano a bailar encorvado para que Cereza pudiera alcanzar el suelo, así que no podía evitar sentirse culpable al respecto. Pero había algo de toda la situación que más que pena, le causaba una dulzura tremenda y unas ganas de reír de lo lindo junto con su querido amigo. Se estaba divirtiendo mucho. -¡Jajajaja! -volvió a reír más fuerte en cuanto el hombre grande la alzó y ella no tenía que hacer todo el esfuerzo de bailar, solo... permanecer ahí.
Las risitas amainaron mucho después de unas cuantas volteretas mas, el tema de Ethgan provocando que ella se fuera calmando hasta portar una pequeña mueca parecida a una sonrisa. -Lo se, se que quedaste bien, y que no pasó tan a mayores todo... -suspiró ligeramente- Es sólo que siento que yo tengo parte de la culpa en todo esto. Si no te hubiera contado sobre eso no tendrías que haberte tomado la molestia, pero también si Ethgan pudiera controlar mejor su temperamento él no habría reaccionado así... Entonces, por los dos te pido disculpas.
La querubín soltó un pequeño sonido de sorpresa cuando el minotauro le dio una vuelta en el aire, provocando que el gesto de preocupación se borrara de su rostro. -Oh... pues... si -siempre tan obvia, su rostro se puso rojo- Vinimos juntos a la Ciudadela después de todo, quedamos de vernos en la fuente dentro de una hora... a-aunque no se si él llegue a tiempo. Suele distraerse fácilmente a veces.
Los nervios volvieron a ella, azotándola como una ola azotaría la orilla de la costa. Con una fuerza tal que la obligó a respirar hondo para que su cuerpo se adaptara a la sensación - ¿Puedo... preguntarle algo, señor Boher?
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Post by Boher Sargas on Jul 26, 2017 21:18:38 GMT
―Por suerte tengo botas duras ―Boher no sabía por qué estaba tan bromista, a lo mejor era el hechizo que inundaba la ciudad o el simple hecho de aquel calor en su pecho, cuando uno se estaba divirtiendo tanto con una persona que quería. Hace tanto tiempo no se sentía de ese modo. El minotauro sonrió, intentando dar tantas vueltas como podía para que Cereza no dejara de sonreír, pero al mismo tiempo, no demasiadas para no marearla.
―Tranquila, no hay rencores ni muecas feas, y para que veas que mis palabras son en verdad, la próxima vez que lo vea voy a invitarle un pedazo de pay ―Boher le sonrió tranquilo mientras lo único que tomaba era la mano de Cereza y se separaba un poco para dar una vuelta lenta los dos, y después se volvió a juntar, moviendo los pies delicadamente de un lado a otro. No era el mejor bailando, pero supuso que después de tantos bailes reales uno se acostumbra de algún modo.
―Llegará ―Dijo con una seguridad increíble, aunque dentro de él esa seguridad no era del todo cierta, pero si esperaba que el muchacho apareciese. Podría ser un hombre de carácter, pero a veces ese tipo de personalidades eran las que cumplían las promesas, quien sabe. Enarcó las cejas, ladeando un poco la cabeza ante la pregunta de la jovencita.
―Por supuesto, Cereza. ―Al notar el cambio repentino en la personalidad de la arcana, tomó un semblante un poco más serio, pero sin perder el brillo tímido en los ojos.
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Zaniah Neshmet
Los Invictos
Vive como si tu libertad dependiera de ello
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Post by Zaniah Neshmet on Jul 26, 2017 22:10:34 GMT
Zaniah pudo notar cierto inconveniente después de que su pregunta retumbara en los oídos del arcano, sin embargo, por las mismas razones que las marcas, no iba a decir absolutamente nada. Sonrió complacida ante la respuesta de Sven, tomó la mano del arcano para separarse, y dando un pequeño zapateo, comenzó a dar vueltas hasta quedar prácticamente atrapada contra el pecho del arcano. Se quedó unos segundos ahí, pensando en su propia respuesta.
―En Italia tuve un maestro, aunque no fui a él por unas clases de baile, más bien para estudiar y saber leer mapas ―La mujer entrelazó una pierna entre las de Sven para dar una media vuelta antes de volver a separarse de él. ―Sin embargo, al hombre le apasionaba el baile ―Comenzó a reír un poco al recordar aquellos momentos cuando estudiaban tranquilamente en el silencio de su oficina, y cuando de pronto, abajo, en las calles se presentaba alguna celebración, su maestro dejaba todo para jalarla con él escaleras abajo. “Andando, bambina, que se van a acabar las mejores sonatas” Zaniah sonrió ante aquel recuerdo, pues eran agradables.
―Así que, me dejé llevar ―La mujer se encogió de hombros, y pegando todos sus cuatro dedos contra su dedo pulgar, entre las manos de Sven, Zaniah frunció el ceño, mientras movía su pequeña mano de atrás hacia adelante ―¡Pequeña bambina, suéltate más, pareces un tronco caído! ¡Barbone! ¡Sedúceme! ―Masculló la arconte mientras intentaba imitar el acento italiano, y la voz ronca de su maestro, no pudo seguir, pues un ataque de risa le ganó la jugada. Tomó la mano de Sven con normalidad y lo miró con una sonrisa.
―También aprendí algunas palabras altisonantes en italiano, le puedo enseñar algunas, tal vez así pueda insultar sin que se den cuenta ―Bromeó mientras seguía con pasos tranquilos los movimientos del arcano, su mirada se posó en los músicos al fondo, tocaban tan animados que a uno le daban ganas de seguir y seguir con lo suyo. Y a decir verdad, lo estaba disfrutando bastante.
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wolfeimer
La Resistencia
No puedo...yo...necesito...!!!!CARNEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!!
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Post by wolfeimer on Jul 27, 2017 9:52:18 GMT
Mientras danzaba frente a frente, la señorita Laia me contesto
Descuida, lo único que mordiste esa vez fueran esas tontas calabazas, aunque yo me fui primero, así que no se de los demás...
Al menos sentí aliviado que no le hubiera hecho nada malo, pero para sentirla mejor y olvidarnos del asunto les respondí
Es un alivio señorita, si la hubiera mordido a usted, me costaría imaginar una combinación de una elfo con Licántropo jejeje..
Continuando con la extraño baile, me cansaba de dar zapateos en el piso, deseaba un baile algo más tranquilo en que yo pudiera bailar y recordar una canción que estaba componiendo
Este baile pareciera algo complicado pero algo divertido, pero me gustaría algo más suave, ¿Le gustaría bailar conmigo.. una ultima pieza antes de irme? Y para aprovechar... algo que quiero hacer
Estaba algo asustado con lo que iba a realizar, pero esperaba que mi compañera de baile no lo notara y que no me negara mi petición especial
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Post by Laia Bloodwalk on Jul 28, 2017 16:01:31 GMT
Vaya que el lobo tenía imaginación, suspiró con gracia -sería algo muy curioso- no solo por el mismo hecho de la combinación sino porque las posibilidades de ser mordido por un hombre lobo durante la luna llena eran muy pocas, si alguien era atrapado tendría mucho más que una mordida de recuerdo, de todas formas no habría un gran cambio, solo unas orejas puntiagudas en la forma humana como para variar, aunque en combate seguramente resultaría mucho más ágil y fuerte, achicó los ojos pensativa ante un reto de ese nivel, al menos si la parte Lycan era mucho más dominante que la élfica, de ser lo contrario ¿el resultado sería un lobo menos amenazante? Laia continuó danzante con su vista en el joven lobo, gustaba de sobrepensar detalles que podrían servirle en batalla y ante esa lluvia de ideas silenciosas e imperceptibles, preguntó a Wolfeimer en cuanto estuvieron cerca de nuevo -tengo curiosidad, tus padres... eran de diferente tipo de arcano? -A pesar de que no le prestaba mucha atención a la prudencia, sabía que los temas por ese estilo debín manejarse con algo más de calma. Alzó las cejas ante las palabras del chico, algo que quería hacer?.... arqueó las cejas y torció la boca en una mueca suspicaz -y que sería eso? -preguntó levantando el mentón con elegancia sin perder por un momento el ritmo de la música en sus pasos -de todas formas, la canción no ha terminado y no es cortés abandonar a la mitad un baile de este tipo.
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Post by Sven Velfast on Jul 30, 2017 18:36:47 GMT
-Ha de haber sido una criatura habilidosa- agregó al recuerdo que compartió Zaniah. Aunque sonaba como una especie de elogio, el tono apagado con el que lo pronunció dejaba aquello en la duda. Ulgriff tenía la certeza que un hombre con pies ligeros era eficiente en batalla, ya que la armonía y motora fina para moverse en un espacio de forma elocuente y elegante, era una habilidad digna que no todos poseían. La forma alegre en que la mujer se expresaba y se contagiaba de la emoción general del evento, hacía que sus pasos fuesen más energéticos y en tono con la melodía de aquella tarantella.
-No necesito vocabulario soez para insultar- agregó, antes la oferta de la mujer naranja. Los pasos del hombre se habían vuelto más apasionados y energéticos, zapateando firme y consistente mientras el resto de su cuerpo danzaba con la vibración y música de los bardos. -Los seres son simples, y una puntada a sus lógicas quebradas es suficiente para hacerles chillar en exasperación- mencionó, en un breve momento en que sus cuerpos se juntaron lo suficiente para sentir la respiración de uno y el otro encima. El agarre de Sven se intensificó un poco en la figura femenina, como si estuviera juzgando o analizando la forma del mismo. El momento fue muy breve y la separación los partió, dejando una extraña sensación en ambos. La mirada del fénix había cambiado a una más feroz, a pesar que su expresión facial no cambiaba en lo más mínimo. Los pequeños deslices que permitía para educar al ave respecto a su vida y aventuras generaban curiosidad en el arcano, pero igualmente rascaban en las sospechas del mismo.
-Su edad.- demandó Ulgriff, en un momento de cercanía de ambos. La dama era de aspecto juvenil y actitud jovial, por no decir infantil en ocasiones. Alguien con tantas vivencias era extraño que tuviera una edad tan corta, por lo que aquella incógnita se generó en su cabeza. En algunos aspectos parecía ser secretiva, mientras que en otros más abierta, lo cual la convertía en un interesante enigma en el cual divagar.
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Post by Cereza Koslov on Jul 31, 2017 14:28:27 GMT
Cereza bajó un poco su mirada, fingiendo que se concentraba en los pasos de baile, mientras el rubor en su rostro no hacía más que ir creciendo desmedidamente con el tortuoso pasar de los segundos. Había repasado su plan en su cabeza infinidad de veces desde que llegó a la Ciudadela, pero ahora al querer contárselo en voz alta a otra persona, su garganta se hacía un nudo muy firme del cual era difícil escapar... Los destellos de los listones de colores pasando al lado de ella la devolvieron a la realidad, en lo que volteaba a ver tímidamente al minotauro en medio de una vuelta.
-B-b-b-bueno... y-yo... y-yo quisiera... u-um... -la voz no le salía, poniéndose cada vez más y más nerviosa de sólo imaginarse la escena proyectada en su cabeza. ¿Pero qué le estaba pasando? ¡Sólo iba a contarle sobre su plan! Imaginarse el rostro de Ethgan no hacía más que sonrojarla hasta un punto donde ella parecería tener fiebre. Su voz no le ayudaba mucho tampoco, ésta temblaba casi tanto como sus piernas- E-e-e-es que... l-listón... -esperó que el hombre mayor la entendiera con ese cúmulo de palabras que no tenían sentido alguno, lastimosamente tendría que aclararse bien- ¡L-le quiero dar... un listón...! -tomó una pequeña pausa y respiró hondo, para después añadir en voz bajita- A-a-a... Ethgan...
La mujer bajó aún más su cabeza, sintiendo la mayor pena del mundo.
-U-un listón rojo, yo quiero... ponerme uno, y darle uno... pero no se si él aceptará... t-t-tengo miedo... -la voz más, más bajita-... ¿Usted cree que él aceptará? -volvió a alzar su cabeza para mirar con los ojos vidriosos a Boher.
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Post by Boher Sargas on Aug 2, 2017 3:21:54 GMT
Boher miraba a Cereza con toda su atención, y al ver los largos minutos que le tomaba hacer su pregunta, supuso que no era algo fácil, por lo que el minotauro se detuvo, a pesar de uno que otro empujón por parte de los arcanos danzantes a su alrededor, acercó a Cereza hacia sí, para que no llegaran a golpearla. Sus ojos morados se clavaron en las mejillas rojizas de la mujer y ladeó la cabeza, pensativo. ―¿Un listón?... ―Boher repetía los balbuceos de la mujer, con los ojos entrecerrados, intentándole dar seguimiento, cuando nombró a aquel muchachito de cabellos dorados, entendió con claridad lo que Cereza quería preguntarle.
Los labios del minotauro formaron una pequeña sonrisa, mientras tomaba las manos de Cereza, y bailaba un poco más lento, solo para irse alejando poco a poco del baile tan energético.
―Cereza… ―Masculló en un suspiro, ¿Qué debería decir? Los ojos mojados de la mujer le hacían querer decir que sí, que todo saldría bien, pero… Tampoco podía decirle que no, pues aquello, aparte de que pondrían triste a la arcana, no serían más que mentiras, a pesar de que esa respuesta le carcomiera el pecho. Después de varios minutos pensando, se puso sobre una de sus rodillas, recargando el brazo en su muslo, para que prácticamente estuviera a la altura de sus ojos.
―El amor es algo incierto, inseguro, y muchas veces, doloroso, pero también, puede ser el sentimiento más precioso y único que cualquier ser pueda sentir... aunque no sabemos a dónde nos conduzca ―Comenzó Boher mientras su semblante mostraba seriedad ―Nunca sabemos qué es lo que puede pasar, pero… Eso es lo que cuenta, ¿No? Eso es lo emocionante del amor ―Boher tomó sus pequeñas manos entre las suyas y les dio un pequeño apretón.
―Nunca hay que tener miedo de amar, Cereza, eres joven, hermosa, valiente y carismática ―Tomó un mechón de cabello violeta y lo acomodó tras la oreja de la arcana. ―Solo quiero que sepas que, sea cual sea la respuesta de Ethgan, tú fuiste alguien muy valiente, por decir lo que proviene de aquí ―Acomodó una mano en su pecho, sobre su corazón ―Y que, espero, con todo el corazón, que el muchacho te acepte tal y como eres…
No había nada más que decir, no podía decirle simplemente un “si” o un “no”, pues no era algo que le correspondía saber, pero lo que si podía hacer era brindarle la fuerza y el apoyo que Cereza necesitaba. Boher se puso de pie, y acomodando una mano en la cabeza de Cereza, le sonrió.
―Ahora ve y entrégale ese listón a ese niño berrinchudo.
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Zaniah Neshmet
Los Invictos
Vive como si tu libertad dependiera de ello
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Post by Zaniah Neshmet on Aug 2, 2017 3:49:20 GMT
―Eso, señor Ulgriff, lo tomaré como el único cumplido que me ha dado ―Soltó la mujer con una gran sonrisa, mirándolo directamente a los ojos. Los pasos se hacían más acelerados conforme la música tocaba con mucha más intensidad, Zaniah tan solo se dejó llevar por las manos y los pies del arcano, los cuales, parecían guiarla y al mismo tiempo, ella lo guiaba a él por la pista de baile.
―Interesante… ―Soltó la arcana mientras pensaba en lo que el fénix acababa de decirle, datos útiles, aunque no tuvieran un fin de lo más “correcto”, miró a Sven en completo silencio mientras terminaba de decir aquellas palabras, y se dedicó a observar con detenimiento al arcano que tenía en frente de ella, era un hombre misterioso, haciendo creer que lo único que podía salir con sinceridad de él, eran las palabras crueles y las dagas en el orgullo, ¿O habría algo más? La mujer estrechó los ojos, ¿Qué tantas cosas tendría ocultas?
Debido a que Zaniah se había perdido en sus propios pensamientos, el aprisionamiento de los cuerpos la sorprendió, regresándola a la realidad, el firme agarre de Sven contra ella hizo que sus mejillas se tornaran de un color rojizo, la arcana apretó los labios mientras fruncía el ceño, carraspeando, y al momento de separarse, soltó el aire de manera entrecortada, pero con una mueca serena.
Agitó su cabeza mientras se volvía a concentrar en el baile.
―Mi edad… ―Repitió Zaniah mientras miraba a otro lado, mientras hacía cuentas mentalmente, hace mucho que no pensaba en ello, simplemente porque no le parecía demasiado importante. Después de unos largos minutos pensando, al dar una vuelta, y volver con el fénix lo miró a los ojos, recordando. ―Tengo doscientos cincuenta años ―Respondió la mujer mientras se encogía de hombros.
―Usted ―Masculló con el mismo tono con el que Sven le había preguntado.
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wolfeimer
La Resistencia
No puedo...yo...necesito...!!!!CARNEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!!
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Post by wolfeimer on Aug 4, 2017 10:58:52 GMT
Singuiendo en la extraña danza, la señorita Laia me hizo una pregunta que me hizo que me detuviera en medio del baile
...Mis padres...
Ya llebava un mes en mirovia y extañaba a mi mamá y mi abuela.. mi padre...en alguna parte de Mirovia estaba el...
Lo siento señorita Laia - le conteste saliendo unas lagrimas en mis ojos - debo salir un momento afuera..
Salí corriendo y me fui a tomar un tarro de coctel que servian alli y me sente... no se por que no podía responderle esa pregunta...para cualquiera era normal responderla pero sentia que alguien apretaba mi cuello para no responderla... Ver la cálida danza de los demas arcanos me volvió en mi tratando de reaccionar...
Creo que le di verguenza a la señorita Laia... de seguro que no querra hablar más conmigo....- conteste bajo
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Post by Laia Bloodwalk on Aug 7, 2017 6:27:59 GMT
Todo fue completamente inesperado, tuvo un ligero desliz del que rápidamente se recompuso ante la repentina quietud del lobo, alzó la vista a los ojos de su acompañante viendo con sorpresa como se cristalizaban de la nada, las palabras de Wolfeimer fueron claras y rápidas, y tan pronto como habló así mismo se despegó de los brazos de la joven desapareciendo entre el gentío.
Se quedó allí quieta unos pocos segundos, su rostro no mostraba asombro ni culpa, solo hubo desconcierto… una pregunta tan simple había hecho llorar a un hombre lobo… una acción completamente inesperada al igual que la noche de luna llena. La mirada de los espectadores dieron a parar en ella después de que perdieran de vista al muchacho, seguramente la estarían culpando por algo, teorías en sus cabezas sobre un amor no correspondido posiblemente, una declaración fallida, un corazón roto… era lo más obvio en un festival nada más y nada menos que de cortejo.
Salió de la pista de baile en dirección opuesta con algo de incomodidad, al final había terminado pasando por un momento vergonzoso y lo gracioso era que hasta ese momento el baile estaba yendo bastante bien. Algunos murmullos llegaron a sus oídos en lo que ella regresaba al asiento de antes, se daría una oportunidad más para bailar, no iba a salir detrás del lobo, consolar a alguien no estaba dentro de sus virtudes y la verdad era que por la reacción de wolfeimer, sus palabras habían sido suficientes al menos por esa noche, seguramente y conociendo su suerte terminaría por encontrarse con el lobo una vez más, tarde o temprano.
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Post by Sven Velfast on Aug 20, 2017 16:33:19 GMT
La música estaba pronta a su fin, y la respuesta de la arcana provocó que el fénix enarcara una ceja a modo de sorpresa. Teniendo una personalidad tan jovial y rayante a lo infantil, se imaginaba que si quiera contara con un siglo de vida. Quién diría que ambos tendrían la misma edad.
Sven continuó con el baile, antes de musitar respuesta alguna, dando unos cuantos pasos de aquí a allá, acercando su cuerpo al de la arconte y volteando una que otra vez. Conforme danzaba ciertas molestias se hacían más obvias, y el dolor de su espalda y algunas suturas desplazándose de lugar mandaban una sensación punzante y poco placentera al arcano de cabello azabache. La música finalmente concluyó, y ambos quedaron en una posición próxima el uno al otro, invadiendo su espacio personal con la excusa de la música que había cesado.
-Doscientos cincuenta- repitió, con palabras duras. Se tomó un segundo en observar el rostro de la mujer rojiza, tan sumido en sus pensamientos que un hilillo carmesí se sumergió en la bocamanga blanca de sus prendas, manchándola con un brillante rojo. El calor de su sangre le hizo despertar y volver en sí, por lo que se apartó de su pareja de baile y le despegó la mirada de encima, ahora dirigiendo sus ojos hacia la multitud con su semblante estóico, pero con cierta incentidumbre -Hasta pronto- se despidió el mayordomo, abruptamente pasando al lado de Zaniah y dejándola atrás, conforme se mezclaba con las multitudes.
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Zaniah Neshmet
Los Invictos
Vive como si tu libertad dependiera de ello
Posts: 467
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Post by Zaniah Neshmet on Sept 15, 2017 3:15:45 GMT
Al terminar la música, sintió como sus piernas sentían aquella pesadez de la música, la danza y las emociones expuestas debido a la adrenalina de la situación, la mujer respiró con rapidez, agarrando un poco de aire para sus pulmones, terminando en una sonrisa de satisfacción. Hacía mucho que no tenía un baile tan bueno como ese.
Pero su sonrisa desapareció al notar la mancha carmesí en el cuello de la camisa del arcano, frunció el ceño, preocupada, preguntándose mentalmente mucho más fuerte qué es lo que le había pasado al fénix, no es como si no lo hubiera visto en peores situaciones, como aquella vez en el desierto, pero… sus pensamientos se esfumaron al mismo tiempo que Sven se esfumaba entre la multitud.
Zaniah se volteó de pronto, caminando hacia donde el hombre había escapado.
―¡Sven, espera! ―Masculló la mujer mientras hacía a un lado a los arcanos que les tocaba danzar una nueva pieza, pero era demasiada gente, por lo que la arconte se vio perdida entre la multitud. Se quedó parada allí, haciendo una mueca con los labios. El fénix se había escabullido demasiado rápido. Antes de volver a buscarlo se detuvo, pues era obvio que los asuntos del fénix no le incumbían… La arconte soltó un suspiro, y alejándose de la pista de baile, se dispuso a caminar por la ciudad, demasiado baile por un solo día.
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