Denard Fantôme
Los Grises
El pasado es solo una sombra que yo mismo puedo pisotear
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Post by Denard Fantôme on Oct 13, 2017 0:42:57 GMT
A pesar de que la pregunta de la Baphomet lo sacó de su relato, no le sorprendió que se lo preguntase, tan solo sonrió por la curiosidad de Desdemona. Se sentó de nuevo en el sillón, observando la botella de vino en frente de él, llamándole para que bebiera de ella para quitarse el horrible sabor de la bebida del festival de sus labios.
―No tiene que preocuparse por eso señorita Grimm ―Denard levantó la palma de su mano. ―Y en cuanto a su pregunta, la verdad es que no lo sé con totalidad, fui a recoger algunas hojas de pergamino y en el camino me las encontré, algo me llamaba, como si en ellas pudiera encontrar tantas respuestas a miles de preguntas que no he tenido el valor de hacer… ―Agitó la cabeza, hace mucho que no tomaba tanto vino.
―Además de que son preciosas, no todo el tiempo se ven reliquias completas ―Denard miró por la minúscula ventana, la cual tenía una restringida vista hacia la ciudad, la noche golpeaba con suma oscuridad la ciudad, Denard había perdido completamente la noción del tiempo, aunque no le molestó, después de todo, le agradaba la compañía de Desdemona. Se puso de pie.
―No es por correrla, querida señorita Grimm, y créame cuando le digo que es usted una excelente compañía, pero creo que es algo tarde ―Miró el reloj de mano que portaba en su bolsillo ―Tengo que ir a Reapergate dentro de unos minutos ―Se acercó hacia Desdemona. ―Todo sea por un poco de tranquilidad ―Bromeó el detective, y esperó pacientemente a que la Baphomet se alistara y estuviera segura de que nada se le olvidaba antes de que ambos se retiraran.
ooc: no te preocupes~
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Post by Desdemona Grimm on Oct 24, 2017 4:48:23 GMT
Se puso de pie con algo de decepción, debía admitir. Disfrutaba de estar en compañía de Denard quien ya apreciaba como un gran colega y un igual. Tomó el abrigo que había estado sobre sus hombros para entregárselo al detective, conforme tomaba posición a su lado, dispuesta a caminar hacia la salida. -Aunque ese fuera el caso señor Denard, sé cuándo es hora de marcharme- respondió sonriéndole mientras avanzaba hacia la puerta. -Por supuesto... Reapergate tiene eso que ofrecer y más- le contestó guiñándole un ojo.
Ella debía dirigirse igualmente hacia allá en poco tiempo pero eso sería en algunos días. Aún quedaban algunos asuntos pendientes que debía atender en la Ciudadela; entre esos, revisar varios apuntes que había recopilado sobre la investigación que llevaban juntos. No lo mencionaría por el momento, puesto que la noche había sido muy larga y ya no daba espacio para conversar sobre el caso, además, deseaba ahondar en ello por sí misma antes de exponer sus teorías al grifo. -De todas formas, creo que más allá de nuestra voluntad, es imperativo que nos veamos pronto, ¿no lo cree?-. Caminó hasta la puerta, esperando a que el dueño del despacho fuese el que se encaminara hacia las escaleras que los llevarían fuera del edificio.
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Denard Fantôme
Los Grises
El pasado es solo una sombra que yo mismo puedo pisotear
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Post by Denard Fantôme on Oct 26, 2017 3:42:26 GMT
Sabía cuándo despedirse, y generalmente jamás le costaba trabajo, pero Desdemona hacía sentir a gusto al grifo, lo cual, tan solo lo lograban pocos arcanos. Al llegar al final de las escaleras, el hombre tomó la mano de la Baphomet antes de bajar el último escalón y le besó el dorso con suma delicadeza.
―Es un hecho, señorita Grimm ―Denard levantó la cabeza, soltando la mano de la joven de entre sus dedos, y acomodó las solapas de su abrigo negro antes de cerrar la puerta por completo. ―Espero que haya tenido un buen día, y tenga una grandiosa noche ―Las estrellas casi no eran visibles por el humo de los fuegos artificiales, la música, los cánticos y las risas de los risueños amantes pronto se hicieron oír al estar fuera de la tranquila oficina del detective.
El hombre revisó el reloj por última vez, y acomodando dos dedos en su frente en señal de despedida, hizo una pequeña reverencia con la cabeza.
―À bientôt mon chère amie ―Dicho esto, el hombre se dio la media vuelta, y comenzó a caminar, tan solo cuando las sombras lo cubrieron por completo, una figura tan negra como la noche salió disparada hacia el cielo, y extendiendo sus alas, desapareció tan rápido como la luz que se extinguía de los fuegos artificiales.
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