E3.- Borracho de Pasión (Priv. Borako-Natsu)(CERRADO)

Natsu estaba completamente rojo, su mascara se había roto en un accidente y tenia una mascara diferente, que para colmo era de papel mache, iba caminando por la ciudadela, agradeciendo que lo que sea que estuviese evitando que se descontrolara estuviera ahí, camina con el pelo rojo y sus orejas en alto tratando de hallar a Borako, sabia que el Oni no se perdería la fiesta, así que estaba seguro de que lo hallaría, o eso esperaba, llevaba un kimono elegante y usaba un listón amarillo, por que no sabia si aun era posible usar el rojo, ya que no había sido capaz de decirle al Oni como se sentía o si este pensaba en el de esa manera, aun que traía uno guardado entre su ropa corre de un lado el otro, cuando por fin ve el arma de Borako, y corre hacia él rogando por no estarse equivocando.


Occ: Natsu usa una mascara de kitsune típica sin mucho detalle, y su kimono te lo debo ;D

Natsu lo ve alejarse y acelera el paso esperando no perderlo de vista, estaba mas bajo, su forma sellada penso Natsu, por un segundo lo pierde mientras se distrae, pero al pasar por un callejón logra ver a alguien y se devuelve -Borako?- asomandose por el callejon, se acerca sin saber bien que pasa por que estaba un poco oscuro, y las sobras de la gente que pasaban no ayudaban, sin embargo Natsu podia ver a Borako sentado con la cara en sus rodillas, se acerca algo apresurado y preocupado de que algo le pasara -Borako estas bien? te paso algo?- dice poniendo una mano en el no tan grande hombro del Oni en su forma sellada.

Natsu cae en cuenta de su apariencia -ah! lo lamento cosas pasaron y bueno... rompí mi mascara y eso me hizo enojar mucho, pero pues hay un hechizo evitando que "seamos hostiles" aquí así que, bueno estoy enojado pero solo cambie de color, y me toco usar esta mascara de papel mache de repuesto por que no tenia otra...- lo dice sin ganas de quitarse, el sabia bien como cambiaba su cara cuando estaba totalmente rojo, no quería asustar a Borako, realmente estaba molesto, mas que todo consigo mismo, solo esperaba encontrar una mascara de arcilla a la cual ponerle el conjuro que llevaba en un talismán en su traje. Mira a Borako y mueve las colas -Y tu? estas bien? te ves agotado-  dice preocupado.

Natsu sonríe bajo la mascara, le recibe la mascara a Borako -un momento- se voltea y rápidamente se la cambia, había una razón por la que a Natsu no le gustaba enojarse, por lo que escondía su cara, ya con la mascara puesta se voltea, gracias a esta se le veía la boca, así que Borako podía verlo sonreír, -Muchas gracias- dice alegre -ummm bueno, estar entre tanta gente es... agotador, por que no vamos por aquí?- señalaba unas escaleras, Natsu guía a Borako a unos balcones que estaban desocupados, por que estaban algo lejos de la calle principal -aquí puedes ser tu mismo, aunque, me sorprende un poco, sabes muchos onis y otros arcanos de la oscuridad rondan normalmente en días como hoy, no tiene que sobre esforzarte- dice mirándolo para luego señalarle que sus colmillos volvieron a salir.

Natsu sonie con calma, -umm es que es mucha gente, y no creo que sea mi tipo de fiesta, prefiero una fogata y gente divertida con la cual beber, grupos pequeños, jeje- dice algo apenado, no era la persona mas sociable y Natsu aunque apreciaba las fiestas, prefería verlas de lejos, esos balcones eran el lugar perfecto.

Cuando Borako le señala el caso, se da cuenta que era cierto, lejos de haber unidad seguía siendo algo excluyente, parecía que con o sin humanos los arcanos podían ser igual o peor sobre las clases que antes, nada había cambiado en 200 años, Natsu suspira, y mira a Borako, -bueno, yo si aprecio estar contigo- mira el traje de cerca -wow si es cierto, umm creo que puedo usar esto...- saca uno de sus charms para controlar su forma y se lo entrega a Borako -esto lo usa para mantener mi forma cuando estoy intranquilo, tal vez te pueda servir- Natsu mueve las colas de un lado al otro.

Cuando Borako menciona bailar y lo de que es hermoso se sonroja -ah bueno la verdad hace mucho que no bailo, y la verdad esta un poco amontonado allí abajo, jeje- se rasca la mejilla con una de sus garras cuando nota que la uña y la punta de sus dedos se torna negra, rápidamente busca otro charm, hace una oración sobre esta y volteándose una vez mas se quita la mascara y pone el charm dentro de esta, una vez se la vuelve a poner se desaparece el negro pero sigue de color rojo, debido a que no hizo la oración completa -jej sorry, algo... me rascaba- dice cuando voltea a mirar de nuevo al Oni.

Natsu sonrie y asiente, Borako le acababa de decir que también lo apreciaba, y por suerte el talismán funciono, no podía estar mas contento, sus colas estaban algo mas claras, igual que su pelo, pero por alguna razón que preocupaba a Natsu aun no se iba el rojo, y por ende Natsu sabia que no se podía quitar la mascara, preocupado por lo que Borako pudiera decir, tal vez se asustaría, o no quisiera estar mas cerca de él, Natsu sale de sus pensamientos cuando Borako le ofrece a Bailar una segunda vez, Natsu se sonroja y siente como su corazón palpita, procede a asentir fuertemente con la cabeza -s-si tu no tienes problema... y-yo tampoco...- dice cute y esponjado

Natsu se esponja un poco -Oh... no, no es algo así, no has hecho nada malo, yo... bueno te debo mínimo una explicación...- suspira y toma aire mientras baila, lo cual lo relajaba un poco, oye la música y mira a Borako con las orejas bajas, -Hace un poco más de 200 años, yo también vivía en Nippon, ya sabes, allá en la isla, y pues, siempre me gusto mirar a artistas trabajar, para aprender más que nada, era divertido, pero...- Natsu hace una pausa y mira bajo, para luego mover sus colas por el suelo con cuidado de no entorpecer el baile, -Un día, escuche de este artista, un hombre, que había logrado algo imposible... sus pinturas tomaban vida en el papel, tenía que verlo con mis propios ojos!- Natsu alza la orejas y se oye una nota de emoción en su voz, pero rápidamente vuelve a su estado anterior -así que viaje a la casa de este artista, fue difícil, vivía dentro de una ciudad que albergaba un monasterio, así que bueno ya sabes yo soy un kitsune y esas cosas de que somos malos y eso, pero logre entrar, y cuando entre a la casa, pude verlos, pinturas en las cuales los árboles se movían con el viento, y las personas andaban por el paisaje, incluso los animales jugaban, eran montones y montones de dibujos y grabados, parecía un mundo en sí mismo toda la casa, mire todos y cada uno, los revise y examine cada detalle, era maravilloso- Natsu describe el lugar con ánimo y felicidad, pero su tono cambia a algo más deprimido y deja de bailar dándole la espalda a Borako, -Luego... Llegue al fondo de la casa, había un cuarto, estaba escondido con talismanes y un encantamiento pero estos eran magia arcana no shinto, así que pude verla y entre, era un cuarto oscuro, a diferencia del resto de la casa, era algo sombrío, y al fondo había una tela, esta iba de arriba en el techo hasta el piso, algo me decía que no debía estar allí, pero... era muy joven y curioso, así que me acerque, tome la tela y la jale, esta cayo pero detrás solo había un espejo y un pergamino viejo y dañado, así que lo abrí, pero estaba en blanco, una vez alce la mirada y en el reverso del pergamino habían unos ojos mirándome, los pude ver a través del espejo, antes de poder soltar el pergamino el dibujo de movió fuera de este y entro en mi piel... estaban en mis manos, la sensación de calor se elevó rápidamente y... yo salí corriendo, salí de la casa y me fui, llegue al rio y me mire las manos buscando donde estaba la tinta para lavarme, pero mis manos estaban limpias, fue entonces que note mis colas estaban... rojas mi pelo y todo, no fue hasta que mire al rio que los vi de nuevo...- Natsu toma la máscara y se la retira, no sabe si debería voltear, no quiere que el Oni se aleje, pero tampoco lo culparía si lo hace, lentamente se voltea con la cabeza baja y una vez esta frente a frente con Borako alza la cabeza, Borako puede ver como unos ojos como dibujados en tinta aparecían debajo de los ojos de Natsu, dos en cada mejilla, ambos aterradores y tétricos con la mirada fija hacia el frente, Natsu mira a Borako con sus verdaderos ojos –no me los pude quitar nunca… y cada vez que me enojo o estreso mucho aparecen… solo están ahí, no son funcionales ni me ayudan en nada, solo están ahí…- dice bajando la mirada.