Xhial Nalphalem
La Resistencia
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Post by Xhial Nalphalem on Jul 29, 2017 20:34:37 GMT
Habia llegado temprano a la Ciudadela puesto que su sueño fue mas corto de lo normal, como siempre llevaba sus clasicas cosas con el: Alabarda, Flauta, pero esta vez, habia algo en su arma, algo que nunca esta ahi y esta vez tenia una presencia un tanto especial mas no realmente notoria, justo entre la cabeza y el mango del arma, un liston rojo colgaba de esta, lo habia puesto de la ultima vez que fue, cuando recibio el liston de una persona a las afueras del lugar. ¿Porque lo habia aceptado en ese entonces? Ya no importaba, al menos eso le daria cierto aspecto menos amenazador a aquella herramienta de combate. Paso un rato tocando su melodia en una de las plazas con mas gente, a diferencia de la tarde y la noche, durante la mañana la Ciudadela estaba con una paz relativamente excesiva, puesto que la gente se recuperaba de toda la fiesta nocturna y volvia durante los horarios mas avanzados de la tarde para seguir festejando en el lugar. Espero los aplausos de la gente al terminar de tocar, dando una leve reverencia como siempre acostumbra a la gente que le agradecia por su sonata, se despidio de los bardos que lo acompañaban con un apreton de mano, cosa que por lo general no hace. ¿Sera el aura que rodea la Ciudadela? O quizas algo mas simplemente estaba ablandando al Arconte, decidio no darle importancia y simplemente comenzar a rondar por la Ciudadela buscando algo que distrayera su atención, quizas comer algo o simplemente sentarse a descansar.
Habia gente que lo reconocia de los anteriores dias, halagandolo, o simplemente saludandolo, el Arconte se detenia brevemente a agradecer o devolver el saludo para seguir su camino, de alguna forma Xhial no podia evitar preguntarse si era culpa de la chica de cabellos plateados que sus reacciones fueran un tanto menos frias que de lo costumbre. ¿Sera tambien la razon por la que aun conservaba el liston rojo? ¿Una esperanza de que haya algo entre ellos? Eran preguntas que recorrian su mente mientras seguia vagando por las calles animadas de los lugares, hasta que llego a cierto lugar que capto su atención, una tienda en especifico, cerrada, pero que el Arconte reconocia, era la panaderia de Silver, habia pasado previamente por esos lugares, cuando buscaba comer algo posterior al trabajo diario en la Taberna. Se acerco lentamente a esta, mirandola con cierto detalle, pensando en algunas cosas, pero mas que nada, en la chica en si. ¿Porque no tenia el valor de invitarla a ese Festival? Sabiendo quien era, incluso despues de haberla besado en su propio hogar. ¿No podia hacer algo tan simple? No era por eso, era cierta culpa de lo ocurrio unas noches atras, cuando permitio que ella fuera lastimada por aquella jauria de lobos al igual que el Fenix que los acompañaba, sentia que no tenia el derecho de invitarla al no poder cumplir su promesa de cuidarla.
Se acerco a una banca cercana de aquella tienda, sentandose para descansar un poco de la caminata, dejando su Alabarda a un lado, y metiendo sus manos en los bolsillos de su chaqueta con la mirada bajada.- Apenas he hablado con ella estos dias...- Musito en voz baja mientras se hacia un poco a la idea de que sus esperanzas simplemente eran parte de una ilusión, mirando de reojo el liston rojo de la Alabarda. ¿Valia la pena tenerlo ahi? Dio un leve suspiro y simplemente volvio a mirar al suelo. No tenia nada que hacer en esa tarde, simplemente la misma rutina de tocar para las parejas del Festival, comer algo, irse y dormir, y asi como casi todos los dias anteriores exceptuando aquella junta tan interesante con el pelinegro y la chica peliazul, saco la tableta arcana. ¿Y si simplemente la invitaba? ¿Tenia algo que perder mas que un simple ''No'' Por parte de ella? No lo hizo, volvio a guardar esta y devolvio sus manos a los bolsillos para continuar un rato mas con aquel descanso.
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Silver Somnium
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Post by Silver Somnium on Jul 29, 2017 21:54:30 GMT
Suspiraste suavemente mientras veías todo el desastre en la cocina, todas las entregas estaban desordenadas, y aun te faltaban sacos por entrar, era una enorme inversión, pero valía la pena, estabas emocionada, finalmente podrías vender en el bellísimo festival, pero aún quedaban muchas cosas que hacer y necesitarías ayuda, quizás podrías pedirle ayuda a Khorial para montar el puesto en una de las plazas cercanas, el arconte paso por los pensamientos de la chica mientras cargaba uno de los pesados sacos de harina, los últimos ingredientes que necesitaba para poder preparar todo, negó con la cabeza, Xhial necesitaba descansar de sus heridas, la culpa aun te perseguía, ¿Y si le preparabas un pastel? Pero tampoco sabias donde vivía, no podrías llevárselo… Se mordió con fuerza los labios, sintiéndose una tonta, dejo caer el saco sobre la enorme mesa de la cocina, la panadería estaba cerrada, pero tu debías seguir trabajando por lograr tu objetivo, te sacudiste las manos, el dolor en el brazo comenzaba nuevamente, pero no querías detenerte, ya casi terminabas, habías tomado demasiados descansos
Caminaste a paso lento hacia afuera, aún quedaban otros 5 sacos grandes de harina esperando, te recargaste en la puerta trasera, en el marco, mirándolos fijamente, recordando la noche del ataque de los lobos, recordando la sensación de ser nuevamente un estorbo… los habían herido, si tu hubieras tenido más fuerza aquello no hubiera… Apretaste los puños, habías fallado en la promesa de proteger a Xhial, ni siquiera habías podido defenderte sola, no eras más que una niña pequeña llorando en la esquina, nuevamente “¿Cuántos más deben salir heridos para que te vuelvas una persona fuerte?”. Se odiaba, como jamás podría haber imaginado, cargo el saco, montándolo en su hombro, ya estaba sucia nuevamente, pero era parte del oficio, un delicioso oficio, camino con pesar hacia la mesa, estaba cansada, y la herida ardía, aun no cerraba correctamente, pero si dejaría una nueva marca en tu cuerpo, marcas que siempre cubrías con esas enormes ropas, lanzaste el saco en la mesa, asegurándote de que no se cayera o se rompiera, sacudiste tus manos nuevamente en el delantal, era ridículo si las volverías a manchar de polvo, pero era la costumbre
Saliste nuevamente, las calles estaban vacías y silenciosas, tanto como te sentías tu misma en ese momento, por más que te esforzaras, no podías callar las voces en tu cabeza, recriminándote, insultándote, todo el odio que existía en ti fluía como el agua por el suelo, lo bueno es que nadie te veía, si llorabas nadie lo sabría, si por un momento volvías a ser la niña débil que apenas sentía el viento en su rostro, después de años sin saberlo, las culpas volvían a ti. Moviste la cabeza violentamente, no podías, no podías caer de nuevo en eso, en ese pequeño abismo que estaba en tu cabeza, te esforzabas tanto que simplemente sería un insulto si dejabas que aquello te consumiera, levantaste la mano, abofeteándote a ti misma, la marca roja comenzó a aparecer en tu mejilla, la frotaste suavemente, si te había dolido, tenías la mano más pesada de lo que recordabas, golpeaste muy levemente el saco de abajo con la punta de la bota, deberías haber pedido ayuda primero, pero ya era tarde, y no había nadie en ese callejón o cerca, así que solo te encogiste de hombros y levantaste el saco, una fuerte punzada de dolor te hizo perder el equilibrio cuando por fin habías acomodado el saco en tu hombro, perdiste el equilibrio, tambaleaste y caíste al suelo con el peso encima, dando un grito al caer, de los nervios, esperando que el saco no se rompiera
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Xhial Nalphalem
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Post by Xhial Nalphalem on Jul 29, 2017 23:25:12 GMT
Ya se estaba haciendo tarde, la hora avanzo mas rapido de lo que Xhial penso, miro hacia adelante, la gente ya empezaba a irse a los lados mas animados de la ciudadela para seguir con el Festejo, en cambio, el Arconte dio un suspiro, no tenia animos para seguir tocando, quizas simplemente volveria a su casa, y se acostaria hasta poder dormirse temprano, o eso intentaria. Sus pensamientos fueron quebrados de inmediato al escuchar un grito, con una voz conocida, la cual el Arconte reconocio de inmediato, se levanto de forma abrupta de la banca, tomando su arma y mirando alrededor y dando con el lugar de donde vino el grito, un callejon, el Arconte corrio para adentrarse en el, y ver aquella escena, Silver debajo de un saco en la puerta trasera de su panaderia, parecia haberse caido tratando de cargarlo por su cuenta. ¿Porque no le dijo que haria esfuerzo? Rapidamente corrio hasta ella, dejando la Alabarda en su espalda, quitando el saco con mucho cuidado de sobre ella, y mirandola con preocupación.- Angel... ¿Estas bien?.- Comento con un tono de preocupación notorio mientras miraba un poco alrededor del lugar. ¿Que hacia ella en ese lugar con el saco? Solo pudo deducir que estaba trabajando sola aun despues de todo lo ocurrido anteriormente con los lobos, pero. ¿Porque no le pidio ayuda? El Arconte no hubiera tenido ningun problema con ayudarla, solo paso una cosa por su cabeza. ¿No queria tenerlo cerca? No lo sabia, a estas alturas ya no sabia que pensar.
Ayudo a que la chica de plateada cabellera se levantara del suelo, con mucho cuidado de que no se pasara a lastimar su herida nuevamente, una vez hecho eso, dio un leve suspiro mirandola con una leve y casi innotoria mirada de angustia.- Crei que hoy solo pasearias por la Ciudadela...-Su tono de voz era levemente bajo, sentia cierta molestia en su pecho, sentia que quizas Silver lo estaba evitando de alguna manera, dio otro suspiro tratando de despejar su mente para concentrarse, mirando los demas sacos que quedaban ademas del que causo la caida a la chica, para luego volver a mirarla.- Te ayudare.- Tomo el saco del suelo y lo cargo en su hombro, dando una leve mueca por una punzada en la herida de su brazo, mas no le importaba, camino dentro de la panaderia, viendo la mesa con los demas sacos, y dejando con cuidado el que estaba en su hombro sobre ella, mirando un momento la cocina. ¿De verdad trabajaba sola? Era un gran esfuerzo, se notaba la dedicación de la chica por su trabajo, pero hacerlo sola tarde o temprano podia pasarle la cuenta, eso creia el Arconte.
Dejo su Alabarda afirmada en la pared cercana a la mesa, notando nuevamente el liston rojo amarrado a esta, desviando un poco la mirada y caminando hasta la puerta trasera mirando a la chica de cabellos plateados.- ¿Solo esos 3 restantes?.- Pregunto con un tono de duda algo notorio, acercandose a uno de los sacos, y nuevamente cargandolo para dejarlo sobre su hombro, girando a la puerta para caminar hasta ella, deteniendose un poco antes de entrar.- ... ¿Porque no me pediste ayuda para esto?.- Comento mirandola a los ojos, queria saber si realmente era como pensaba, que ella lo estaba evitando, quitarse de una vez por todas esa incognita de la mente, y quizas, si la ayudaba, podria de una vez invitarla a dar una vuelta a los alrededores del Festival.
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Silver Somnium
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Post by Silver Somnium on Aug 1, 2017 7:30:15 GMT
Sentía como poco a poco le costaba respirar más, el peso del saco era molesto y el esfuerzo bastante grande, intentaba quitárselo, pero su brazo dolía mucho, se había sobre esforzado, escucho pasos cerca y vio a Xhial, con su alabarda en mano, se avergonzó de estar en aquella posición, era muy torpe. El arconte quito con cuidado el peso extra y Silver respiro profundo, sintiéndose aliviada de poder hacerlo correctamente, se sentó con cuidado, el golpe que se había dado en la cabeza hacia sido fuerte y le dolía, llevo su mano buena hasta la zona, revisándola, no se había hecho ninguna herida, pero seguro se le inflamaría la zona. Acepto la ayuda de Xhial para poder levantarse, se recargo en la pared cansada, le sonrió al arconte – Quería pasear más tarde, hoy llegaban los pedidos y tenía que guardarlos… Estoy bien, gracias por venir a ayudarme – Agradeció con una sonrisa sincera, pero con una pequeña mueca de dolor, el brazo le temblaba, tal parecía ser su mala suerte que su herida se volvió a abrir, llevo su mano está el lugar, esperando que la sangre no manchara su ropa, más de lo que ya estaba, tenía harina incluso en el rostro – Supongo que ya no poder pasear así…- Le daba cierta tristeza aquello, pero bueno, aún quedaba festival
Asintió suavemente ante el ofrecimiento del chico, no se podía negar de todas formas, conocía a Xhial y sabía que aunque se negara, él le ayudaría de todas formas, la chica acomodo la enorme falda y se sentó en una silla que tenía allí, era bastante vieja pero resistía aun su peso, descanso, llevaba desde temprano trabajando, acomodando las nuevas cargas, todo para poder hacer la mercadería para el festival, estaba emocionada con esa idea, y sus nuevos productos, miro como el arconte salía por la puerta, acomodando la alabarda en la pared, Silver parpadeo un par de veces, era extraño que esa alabarda tuviera un listón… a menos que - ¡Tu alabarda tiene pareja!- Exclamo sorprendida, con las mejillas sonrojadas y esa ligera emoción, jamás habría imaginado que las armas podían tener pareja, tenían vida en cierto punto ¿No? ¿Quizás? No lo sabía, ella imaginaba que si… Pero entonces todos los objetos tendrían vida… y eso no podía ser, frunció el ceño curiosa, los objetos no tenían vida… ¿Pero quizás algunos muy especiales podrían? Debía investigar eso después – sí, solo son esos tres…- Ya eran los últimos después de todo, vio como Xhial entro, cargando sin problemas el saco, la miro unos instantes, ella también lo hizo, dejando su vista fija en el alto arconte
Parpadeo confundida ¿No era acaso obvio? Ella se preocupaba por él, Xhial debía descansar de sus heridas, sonrió suavemente, negando con la cabeza, seguramente él se estaba imaginando alguna cosa cruel sobre sí mismo, ella ya había visto lo duro que era el arconte consigo mismo, tanto como ella – Porque tu estas más herido que yo Xhial, y debes descansar de tus heridas, yo solo tengo una y pude trabajar perfectamente, o bueno… casi – Se rio nerviosa, acomodando la falda, limpiando el delantal, evitando mirar al chico, sentía la sangre correr lentamente por su brazo, suspiro, tendría que acomodar la venda, pero no quería tener que desvestirse frente a Xhial, estaría demasiado expuesta, lo miro contrariada, sabía que pronto su blusa blanca se teñiría de rojo, se mordió los labios, escondiendo el brazo, dejándolo colgar a su costado, así las gotas caerían al piso y la mancha no sería tan obvia – No sabía que andabas por aquí – Era un cambio de tema descarado - ¿Fuiste a tocar a algún lugar? ¿Comiste algo rico? – Pregunto curiosa, agradecida también de la ayuda, le prepararía unas deliciosas galletas cuando terminara de ordenar, y obviamente cuando acomodara la venda de su herida
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Xhial Nalphalem
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Post by Xhial Nalphalem on Aug 1, 2017 19:16:00 GMT
Ladeo ligeramente la cabeza mientras escuchaba la afirmación de la chica sobre su Alabarda, ¿Armas con pareja? Quizas las armas dobles, pero no era el caso de su Alabarda, o quizas, ¿La chica bromeaba? El Arconte no era para nada bueno con las bromas, por lo que no podia saberlo.-No, me dieron aquel liston rojo, y no sabia que hacer con el... asi que lo amarre a mi Arma.-Explico con cierta duda en sus propias palabras. Escucho atentamente la respuesta o más bien explicación respecto a la pregunta que Xhial le habia hecho a Silver, mostrando una leve mueca de molestia, ¿Que importaban sus heridas? No queria que la chica hiciera un esfuerzo grande que pudiera afectar a su herida, al menos para el Arconte ella era mil veces mas importante que el, aunque estaba claro que la chica no lo dejaria decirlo.- Entiendo, pero aun asi, ahora descansaras, yo terminare esto.- Comento mientras caminaba nuevamente con el saco al hombro, dejandolo con cuidado sobre la mesa, mirando de reojo su arma y escuchando a la chica, acercandose nuevamente a la puerta por uno de los dos sacos que quedaban.- Tomaba un descanso, y si, toque en una de las plazas, y... no, aun no he comido nada.-Se rasco levemente la cabeza mientras tomaba uno de los sacos y lo cargaba en su hombro, entrando nuevamente a la cocina con este, su brazo tenia un leve dolor aun por la herida, pero no lo demostraba, simplemente avanzo con el saco hasta la mesa, y lo dejado ahi con el mismo cuidado que los anteriores.
Dio un leve suspiro cuando se encamino a buscar el ultimo de los sacos, pensaba algunas cosas, ¿De verdad no era como creia? ¿Ella no lo estaba evitando y solo se preocupaba? Xhial se sentia idiota por pensar esas cosas, tomo el ultimo saco y lo cargo en su hombro, mirando levemente al cielo, el atardecer ya estaba sobre ellos, considerando la opción de invitarla a dar aquel paseo por la Ciudadela, pero, ¿Aceptaria? Quizas valia arriesgarse a ello. Camino nuevamente hasta la cocina, esta vez un poco mas lento.- Oye, Angel...-Dijo mientras dejaba el ultimo saco sobre la mesa, para luego mirarla.- ¿Luego quieres dar un paseo?.- Pregunto mirandola de forma curiosa, arriesgandose a ese ''No'' que creia el Arconte recibiria, pero, como muchos decian, el que no arriesga, no gana. Esperaba paciente la respuesta, hasta que noto algo, un leve goteo rojo desde su brazo, Xhial se apresuro a ir donde se encontraba la chica, agachandose frente a ella y tomando con suavidad el brazo de esta, mirandolo con una notoria preocupación.- Tu herida...-Musito en voz baja, posteriormente mirandola con la misma preocupación.- No puedes dejarla asi...-Comento mientras se sacudia un poco las manos del trabajo anterior, estaba preocupado, ¿Se habia abierto su herida y no le dijo? El Arconte ya no sabia que pensar de todo, debian tratarla y rapido.
Levanto con mucho cuidado la manga de la chica, de forma lenta para evitar pasar a llevar su herida dejando ver el estado de esta.- ¿Tienes vendas por aqui?.- Pregunto con un semblante serio, sacando de su cinturon aquel paño que usa siempre para limpiar la Flauta y lo uso esta vez para limpiar la sangre que habia caido previamente por su brazo, y alrededor de la herida, con cierta lentitud.- Dime donde estan las cosas... yo te tratare.- Su tono tenia cierta angustia, recordando que aquella herida habia sido su culpa, por lo protegerla, incumplir su promesa, el Arconte simplemente se mordio el labio inferior con fuerza, esperando que la ajena le dijera la ubicación de las cosas para poder tratar aquella herida recientemente abierta.
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Silver Somnium
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Post by Silver Somnium on Aug 1, 2017 22:38:43 GMT
Sintió una ligera punzada en su pecho, un gesto de dolor apareció en su rostro por un segundo, cuando Xhial le daba la espalda, era ridículo que algo como eso te causara dolor, había personas que estaban regalando listones… y aun así el acepto el rojo… ¿Xhial gustaba de alguien? Eso era obvio, si lo pensaba detenidamente, el arconte era gentil, era amable, guapo también… Cualquiera se podía enamorar de él, así como tu… tonta – E…entiendo…- Fue lo único que salió de tus labios, intentabas quitarte esa sensación de dolor, como si algo se hubiera quebrado, rascaste tu cabeza con fuerza – Gracias…- Volviste a agradecer su ayuda, la verdad era que te habías esforzado demasiado, y la herida seguía doliendo, recostaste la espalda en la pared, dejando caer tu cabeza en la ventana, sintiendo el fresco aire de la tarde en tus mejillas, enfriándolas un poco. Te relajaste allí, olvidándote unos segundos del mundo exterior… A su mente volvió el recuerdo de esa niña, de su amiga, sonrió con nostalgia, estaba segura de que si la viera ahora, se reiría y le diría con aire triunfal que tenía razón, que si podía enamorarse… La extrañaba, todos los días, su primera amiga, su querida amiga… Como desearía verla una vez más para pedirle disculpas… si pudiera cambiar el pasado, una de las cosas que haría sin dudar seria salvarla, evitar ese cruel destino, toco su muñeca, desde que el festival había comenzado la llevaba, el primer y único regalo de Eleonore
Salió de su trance al escuchar nuevamente la voz del arconte llamarla, alzo un poco la cabeza, buscándolo con la mirada, ya quedaba el ultimo saco por entrar; Se enderezo de golpe en la silla, con las mejillas sonrojadas, Xhial la acababa de invitar a pasear, su primer impulso fue decir que sí, pero la punzada en el brazo le calmo un poco, miro sus ropas, estaba completamente sucia, se sintió apenada y bajo la mirada – Me encantaría Xhial… Pero no puedo salir así y…- Se vio interrumpida cuando el chico se acercó a ella y tomo su brazo, Silver palideció, se había dado cuenta, se mordió los labios con culpa, sentía que las palabras del arconte eran un regaño, sintió como suavemente subía su manga, volviendo a abrochar el botón para que no se moviera ¿Por qué diablos no se le ocurrió a ella? ¿Por qué había pensado que era más fácil bajarse la camisa que subir la manga? Que estúpida se sentía ahora, vio a Xhial sacar el pañuelo con el que limpiaba su flauta y pasarlo lentamente por su piel – Espera ¿Qué haces? Lo vas a manchar- Intento detenerlo en vano, el arconte limpio la sangre de todas maneras, Silver se sintió peor, ahora por su culpa ese pañuelo quedaría manchado de sangre…
Levanto su brazo bueno, señalando hacia una caja, resaltaba bastante por lo blanca que era la cocina, y el color natural de la madera – Allí… hay unas telas de los sacos…pero tendrás que sacudirlas, tienen harina…- Explico con tono bajo, pudo sentir la angustia del arconte en su voz, tomo suavemente su mano, deteniéndolo de su labor – Xhial… escúchame, hay algo que quiero aclararte- Silver respiro hondo y miro a Xhial a los ojos, esperando que sus palabras surgieran efecto – Esto no es culpa tuya, el que yo tenga una herida no es porque no me hayas podido proteger, fue porque yo me distraje, fui lenta, si tengo heridas es por que luche mal…- Su voz era severa, debía serlo, de lo contrario sabía que el arconte seguiría culpándose, tanto como ella se culpaba a sí misma, acaricio con cuidado la mejilla del chico de ojos rojos – No me gusta que te sientas culpable por un error mío, prometimos cuidarnos mutuamente, y lo hicimos lo mejor que pudimos, con eso basta…- le causo gracia, esas palabras, exactamente esas palabras le habían sido dichas años atrás, por Eleonore, luego de que Silver y ella ahuyentaran a unos lobos salvajes, el destino se reía en su cara, y seguramente Eleonore también
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Xhial Nalphalem
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Post by Xhial Nalphalem on Aug 2, 2017 2:01:52 GMT
Sintio cierta desilusión en cuanto su invitación fue rechazada, y no sabia porque, se esperaba la respuesta realmente, más no fue una razon de rechazo total, era bastante entendible tomando en cuenta que su herida se habia abierto y el esfuerzo de los sacos la habia ensuciado, de todas maneras, no era el momento de pensarlo. Seguia con su trabajo de limpiar con cuidado el alrededor de la herida y su brazo de la sangre, cuando escucho las palabras con cierta preocupación de la ajena por usar el paño propio para limpiar esa sangre.- No importa, tengo más en casa, no te preocupes por esos detalles.- Comento con cierto desinteres pues era verdad, no era el unico paño que tenia, era solo un trozo de tela despues de todo, no habia mucho que cuidar, y tampoco queria que Silver se sintiera mal por aquella acción. Se iba a levantar a buscar las telas que la chica de cabellos plateado, pero esta detuvo su mano, levantando la mirada y encontrandose con aquellos ojos morados que tanto le gustaban, escuchando atentamente las palabras, dando un leve suspiro, mientras seguia mirandola, su mirada no pudo evitar tener cierta angustia ante sus palabras.- Aun asi... Aun asi pude haberlo hecho mejor, si no hubiera sido tan impulsivo, yo...-Nuevamente mordio su labio inferior, nego con la cabeza, no habia tiempo para eso, debia tratar aquella herida rapido.
Se levanto lentamente para caminar hasta la caja que previamente habia sido apuntada por la chica, abriendola y viendo aquellas telas mencionadas, saco varias de ellas, sacundiendolas, bastante para que no quedaran rastro de harina en ella, ensuciando parte de su ropa, pero no le importaba en lo absoluto. Una vez sacudidas las telas que usaria, acerco estas hasta Silver, dejandolas sobre su regazo y caminando a mojar aquel paño previamente usado, para poder limpiar la herida de la chica.- Veamos...-Quito lentamente las vendas usadas de la herida, dejando ver esta, y comenzando a limpiarla con cuidado, no se habia abierto tanto como pensaba, pero no podian dejarla sin tratar. Una vez limpiada la herida, lentamente tomo las telas para comenzar a vendar alrededor de la herida.- Si duele, me dices...- Comento sin quitar su mirada del brazo de la chica, y lentamente la herida comenzaba a quedar cubierta con las telas que servian de vendajes temporales hasta que esta dejo de verse, dando a entender que el vendaje estaba listo.- Ya esta... Eso deberia estar por ahora... -Comento con cierto alivio mirando el vendaje, no era el mejor del mundo pero ayudaria.
Se levanto del suelo y miro con cierto alivio a la chica.- ¿En que más necesitas ayuda? No dejare que hagas más esfuerzo, tu herida necesita sanar primero.- Comento con seguridad y un tono seco, de verdad no queria que le volviera a ocurrir estando sola, no se lo podia permitir. Miro el desorden general de la cocina, no, definitivamente tenia que ayudarla, volviendo a mirar a la chica.- Dime con que empiezo.- Comento esperando que ella le dijera donde poner y ordenar cada cosa, mientras ella descansada, lo necesitaba, de todas formas, y el Arconte no tenia ningun problema en ayudarla.
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Silver Somnium
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Post by Silver Somnium on Aug 2, 2017 5:43:27 GMT
Su brazo se sentía mejor al tener un nuevo vendaje, a pesar de que le ardía aun, ya era más cómodo, bajo con cuidado la manga, volviendo a abotonarla con delicadeza. Silver alzo una ceja ¿con que cara le decía eso? - ¿con que cara me dices eso? Tú tienes más heridas que yo- Comento en tono de regaño, picándole la pierna, cerca de donde ella sabía aun una herida que no era grave, pero si le iba a molestar. Suspiro levantándose con cuidado y sacudiendo su falda con fingida indignación – No soy débil Xhial…solo fue un accidente- Comento dando un suspiro y ordenando su cabello un momento, miro la mesa, la enorme mesa en la que, hacia la masa llena de sacos, tenía mucho que ordenar y realmente la ayuda del arconte le vendría bien, lo medito unos momentos, analizando todo el trabajo que había que hacer
Se paró al lado de Xhial, con las manos en la cadera, mirándolo de lado, un brillo malicioso en sus ojos y una sonrisa ladina dominaron el angelical rostro de la panadera - ¿Realmente quieres ayudarme? – Más que salir un tono de voz malévolo, parecía más un tono de voz coqueto, cualquiera pensaría que la muchacha de cabellos plateados le coqueteaba, puso su mano en el saco de harina, dándole un ligero golpecito – Entonces por hoy vas a ser un panadero- la sonrisa coqueta se quitó, mientras la chica le daba la espalda y tomaba uno de los cuchillos perfectamente ordenados de la pared – Bien, voy a explicarte cómo funciona, todas las repisas tienen tallado el nombre del insumo que va allí, los más grandes son harina de centeno, estos van sobre la plataforma junto a la pared, son los más grandes, usan más espacio, quiero que los apiles en su lugar, yo pondré los más pequeños en su lugar, no te preocupes, no pesan tanto como esos sacos – Sonrió feliz y tomo unos sacos medianos, de alrededor de cinco kilos, y los acomodo lentamente en la repisa que tenía grabada la palabra “Azúcar”
A pesar de que la cocina se veía grande, era bastante pequeña si se consideraba el espacio que ocupaban los sacos, también había contenedores en donde iban las semillas, y otro espacio para la miel – Utilizo diferentes tipos de harina, por favor ten cuidado de que no se rompan los sacos, sería una perdía importante de suministro… Todos los sacos tienen nombre, así que no será difícil saber que son – sonrió de manera encantadora, amaba su trabajo, aunque si era agotador hacer el inventario, y crear más y más recetas, por eso tenía algunas repisas sin nombre – crees que…si vendo galletas y pan dulce… ¿a las personas les guste? – Pregunto con cierto temor, muchas veces dudaba de su talento, de si a las personas les gustarían sus dulces, quería intentar vender más galletas, quería intentar con otros ingredientes que no fueran semillas, hacer esas galletas de manzana con Khorial le había dado nuevas esperanzas… ¿Pero y si a nadie le gustaban?
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Xhial Nalphalem
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Post by Xhial Nalphalem on Aug 2, 2017 16:06:31 GMT
Miro con cierta curiosidad cuando la ajena comento aquello de las heridas propias del Arconte, dando un leve suspiro mientras desviaba levemente la mirada.- Se que no eres debil, lo vi con mis propios ojos, pero tu salud me importa más que la mia.- Uso aquel tono amable apenas notorio en su frase, de verdad sentia sus heridas no eran importantes en comparación a la de Silver, aunque era normal que el Arconte se menospreciara, siempre lo hacia. Miro de reojo a la chica de plateada cabellera cuando esta hablo, pero, en un tono totalmente distinto de lo habitual acompañado de una extraña sonrisa, ¿Le estaba coqueteando? No, no podia ser, pero, ¿Y si era asi? El Arconte no conocia para nada ese lado de la chica, aunque no conocia mucho de ella, no esperaba que tuviera un lado tan ''activo''. Seguia divagando entre esos pensamientos tan raros respecto a la actitud repentina de la chica, pero todos los pensamientos desaparecieron cuando volvio a escucharla hablar esta vez con su clasico tono. El Arconte escucho atentamente sus indicaciones, mirando los sacos de harina de centeno, y posteriormente la plataforma donde el debia dejarlos, no parecia ser un trabajo complicado, aunque lo fuera o no, Xhial iba a ayudarle. Volvio a mirar a la chica de cabellos plateados, para asentir.- Bien, empezare ahora.- Comento caminando hasta aquellos sacos para empezar con el curioso trabajo de panadero.
Miro de cerca aquellos sacos de harina de centeno, con cierta nostalgia, recordaba ayudar con ese tipo de trabajos en aquel pueblo en Valencia, ayudando a Stella y su abuelo con cada trabajo que podia, el Arconte puso su mano sobre uno de los sacos, divagando entre aquellos bonitos recuerdos que aun mantenia en su memoria, y en parte de su corazón. Nego un poco con su cabeza, aceptando que ya no se encontraba en ese lugar, y que debia vivir aquel futuro que se le entrego, tomando uno de los sacos y caminando hasta aquella plataforma, dejando el saco con extremo cuidado de que este no se rompiera o se abollara, miro a Silver la cual estaba ordenando los sacos de azucar.- ¿Haces esto siempre?.- Comento mientras se dirigia a por otro de los sacos, con cierta calma pero sin dejar un ritmo rapido de trabajo. Tomo otro saco, dejandolo sobre su hombro y caminando nuevamente hasta la plataforma, era extraño volver a esos trabajos, de cierta forma el Arconte estaba acostumbrado a ellos. Miro nuevamente a la chica luego de dejar el segundo saco, cuando esta hizo aquella pregunta con cierto miedo en sus palabras, el Arconte ladeo la cabeza con cierta curiosidad mientras la miraba.
¿Porque no lo harian? Las cosas que preparas son deliciosas.- Dijo volteandose y caminando hasta otro de los sacos.- Aun recuerdo el sabor del pan que llevaste en el pasado, fue una de las muchas cosas que extrañe cuando dejamos de tener contacto.- Comento con sinceridad cargando otro de los sacos en su hombro, volviendo a mirar a la chica.- Si los preparas tu, seguramente todos los compraran.- Su expresión seguia igual de fria que siempre, pero de alguna manera sus palabras eran calidas. Sintio una muy leve punzada en la herida de su brazo con el que cargaba los sacos, el esfuerzo anterior con los sacos y el actual habian traido levemente el dolor a este, pero simplemente lo ignoro continuando con su trabajo dejando ya el tercer saco de Harina de centeno sobre la plataforma, y asi con los restantes de ese producto. Una vez terminado eso, miro a Silver.- ¿Que sigue? .-Ladeo un poco la cabeza con duda esperando que la chica le dijera su siguiente trabajo
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Silver Somnium
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Post by Silver Somnium on Aug 2, 2017 20:28:16 GMT
Sintió sus ojos humedecerse más de lo normal, tenía ganas de llorar, tenía miedo, siempre tenía ese miedo de fallar, de fallarle a quienes creían en ella, aguanto la respiración ante el silencio, estaba dispuesta a disculparse y bromear con ello, cuando las dulces palabras del arconte hicieron latir violentamente su corazón, sintió sus mejillas enrojecer como consecuencia de lo último, las palabras del arconte eran cálidas a pesar de su fría expresión, Silver volteo lentamente a verlo, con las lágrimas amenazando en salir de los enormes ojos color violeta, trago saliva y se limpió el rostro con rapidez, con una sonrisa boba en el rostro – T…tienes razón, estoy pensando tonterías- Se sentía como una niña al sentir latir tan fuerte su corazón, y esa dulce sensación, espero a que el arconte se volteara para acercarse corriendo a él y tomarlo desprevenido, se puso en puntillas y deposito un suave beso en la mejilla de Xhial, el sonrojo en el rostro de la chica aumento más y volvió apresurada a su puesto – Debemos seguir trabajando…- comento, como mera excusa para que el no preguntara nada, solo se había dejado llevar por sus emociones. Le costó un par de minutos caer en cuenta de que el chico de ojos rojos había terminado su trabajo, titubeo algo avergonzada y miro hacia los sacos – Ahh… creo que sigue…el arroz… y después el mijo…- La voz de la chica sonaba nervios, y podía verse aun el fuerte sonrojo en sus mejillas, volvió su mirada hacia el frente, ordenando lentamente el azúcar
Se sumergió en sus pensamientos, mientras acomodaba los sacos de azúcar en una repisa más alta, uno tras otro, pensando en todo lo que había progresado, todo lo que había descubierto al salir al mundo exterior, suspiro suavemente, se volteo a ver como Xhial trabaja mientras tomaba un cuaderno que se veía algo antiguo, de páginas amarillas y recargándose en la pared, comenzaba a anotar – Con respecto a la pregunta anterior…así es… Creo que esto sería lo más aburrido del trabajo, tener que hacer inventario y acomodar todo…- Comento con voz baja, fingiendo monotonía, intentando olvidar el pequeño ataque meloso que tuvo con su amigo, pasaba su mirada de la mesa al cuaderno, era ridículo pues sabía exactamente cuánto había de cada cosa, y aun así prefería asegurarse. Paso la mano suavemente por su cabello, mirando la costura de los sacos, confiaba bastante en sus productores, jamás le habían dado un mal producto y era amiga de la familia, eran bastante amables
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Xhial Nalphalem
La Resistencia
Melodias y Voces entonan un Destino
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Post by Xhial Nalphalem on Aug 2, 2017 22:23:13 GMT
Estaba esperando recibir las nuevas ordenes luego de haber terminado con el trabajo de mover los sacos de harina de centeno, divagaba mirando el trabajo restante, no era mucho si uno se fijaba bien en los detalles como el tamaño de los sacos y la distancia para moverlos, si se apuraban terminarian bastante rapido. Realmente fue tomado por sorpresa en el momento que sintio la calidez de los labios de la chica en su mejilla, y posteriormente los pasos apresurados de esta, el Arconte la miro con una expresión de leve sorpresa, mientras llevaba la mano propia a la mejilla besada, dando una leve caricia, ¿Porque lo habia hecho? La confusión del Arconte se elevo por los cielos, ¿Solo fue un agradecimiento? ¿O significo algo más?. Xhial miro durante un corto periodo a la chica de cabellos plateados, mientras le decia que era lo siguiente que debia hacer, a lo que el Arconte simplemente asintio aun con esa expresión de confusión en su rostro, noto aquel fuerte sonrojo de la chica, ¿Habia algun otro significado en esa acción de la ajena? Las ideas iban y venian a la mente del Arconte, el cual dio un leve suspiro, y se acerco caminando hasta donde se encontraba Silver, escuchando sus posteriores palabras más apenas les presto atención, quedando a un lado de ella, y agachandose hasta quedar con el rostro muy cerca de ella, mientras la mano del Arconte acariciaba la mejilla de la chica de una forma cariñosa, mirando con cierto detalle su rostro, levantandose al cabo de unos momentos.- Tenias harina en el rostro.- Comento con un tono un tanto dudoso, no era verdad, simplemente quiso hacer ese gesto, y como esperaba, nuevamente aquella chica habia cambiado el como se sentia el Arconte, su corazón latia con cierta intensidad, era totalmente confuso.
Volvio a su trabajo, mirando los sacos y posteriormente los lugares correspondientes de arroz y el mijo, comenzando con los de arroz, tomando uno de esos sacos y cargandolo en su hombro, caminando hasta la plataforma correspondientes de este, y dejandolo con cuidado, aun pensando en lo ocurrido anteriormente, su mirada estaba relativamente perdida mientras volvia a buscar el otro saco de arroz, deteniendose un momento y mirando a la chica.- ... ¿Hay alguien que quieras invitar al Festival?.- Pregunto con cierta sequedad y duda, pero a la vez una curiosidad notoria en sus palabras, pensaba en la posible respuesta, un ''No'', el nombre de alguien desconocido, pero en ningun momento pensaba que el mismo podia ser invitado, no tenia esperanzas con eso, no con la chica que tan solo se encontraba a una corta distancia de el, dando un leve suspiro y volviendo a su trabajo.- Olvidalo.- Comento llevando aquel saco de arroz hasta la plataforma correspondiente. Simplemente se quedo en silencio mientras iba por otro saco de arroz, lo tomaba, y lo dejaba en la plataforma de una manera casi automatica ya, de alguna forma sentia que habia cierta tensión, su pregunta habia sido ciertamente extraña y seguramente inesperada, pero quizas simplemente queria quitarse aquella duda que aun llevaba. Una vez trasladados los sacos de arroz, se dispuso a comenzar con los de mijo, buscando con la mirada el lugar para dejar estos, una vez dado con este, tomo uno de los sacos y lo cargo en el hombro, pero, esa acción tuvo cierta brusquedad, causando que aquella punzada de dolor en la herida de su brazo aumentara, quedandose quieto durante unos momento, dando un suspiro y caminando hasta la plataforma con el saco.
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Silver Somnium
La Resistencia
Los ojos lindos ocultan mas de lo que puedes imaginar
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Post by Silver Somnium on Aug 3, 2017 8:27:39 GMT
El corazón de Silver latía alocado, presionando fuertemente el pecho de la dragona, trago saliva con la suave caricia del arconte en su mejilla, tuvo el instinto de cerrar los ojos mas no lo hizo, deseaba ver lo que sucedería, apretó los labios esperando el acercamiento final, pasaron los segundos, el tiempo para ella parecía detenerse, podía incluso sentir su respiración mezclarse con la del arconte de ojos rojos. Luego de aquellos interminables momentos, él se irguió, quitando su mano de la colorada mejilla; “Tenias harina en el rostro” Esas palabras, aquellas simples palabras encogieron el corazón enamorado de la muchacha, se sintió decepcionada, ilusa, ¿Por qué cada vez que Xhial estaba cerca de ella imaginaba cosas? No, de seguro jamás pasaría, él no la veía de esa manera, y si así fuera… ¿Qué te aseguraba de que realmente te veía a ti? El antes había comentado la semejanza que tenías con aquella mujer tan importante en su pasado, Stella
La panadera se quedó en esa posición unos minutos, sin moverse, pensativa, el rostro de la chica había cambiado y ya no tenía esa alegría inocente, se veía inexpresivo, dudoso…incluso triste, poco a poco comenzó a moverse nuevamente, volviendo a escribir de forma lenta y pausada, contrastando su velocidad con la que llevaba antes de la interrupción tan abrupta del arconte en su espacio personal. Un suspiro escapo de los carmesí labios de la chica, cerro el cuaderno cuando su trabajo termino, andando a paso lento hasta el lugar donde originalmente estaba. El silencio reino, lo único que creaba un murmullo de fondo era la lejana música del festival y los sacos de harina caer uno sobre otro; volvían a trabajar de espaldas, esta vez Silver cargaba unos sacos un poco más grandes, oscuros, y los acomodaba en otra repisa, su mirada estaba perdida, al igual que ella, trabajaba de manera automática, demasiado a acostumbrada a hacer aquel trabajo
La pregunta tan sorpresiva del arconte irrumpió el incómodo silencio, la chica de ojos violeta sintió su corazón volver a latir aceleradamente, llevo una mano a su pecho, intentando calmarse, “¿... ¿Hay alguien que quieras invitar al Festival?” ¿Qué si lo había? Por supuesto “TU” fue la respuesta automática en la mente de la muchacha, trago saliva, volteándose, respirando hondo para tomar valor, se lo diría, lo invitaría, aun si se viera como un desastre, como una galleta mal hecha – Si, yo quisiera in- La seca voz de Xhial la interrumpió, cortándola de golpe, sintió todo el valor desaparecer de su cuerpo; apretó la mandíbula con coraje y ganas de llorar, el destino le daba todas las señales, y aun así ella de tonta quería seguir intentándolo, vio como cargaba el ultimo saco de arroz, el trabajo pronto terminaría, y la oportunidad de salir con el arconte se escapa como agua entre sus dedos, apretó con violencia la enorme falda que llevaba, lo iba a hacer de todas maneras, solo quería poder comer algo con él, en paz, solo… “Quiero poder decirte lo mucho que me gustas” – Xhial yo quiero…- Su voz murió lentamente en su garganta, mas no fue por falta de agallas o por la interrupción de su amado, ella misma se detuvo a medio pensamiento, al percatarse del extraño movimiento al cargar el nuevo saco, se fijó mejor "Ese brazo… el saco…” Se acercó a él aprovechando que se había detenido, lo siguió, deteniéndolo en el proceso, tomando con delicadeza su trabajado musculo – Detente…déjame ver… ¿Si? - debía ser la herida, él ya había cargado bastante peso, necesitaba saber que estaba bien, no quería que sufriera más heridas,
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Xhial Nalphalem
La Resistencia
Melodias y Voces entonan un Destino
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Post by Xhial Nalphalem on Aug 3, 2017 21:06:02 GMT
Mientras se dirigía a dejar el saco a la plataforma del mijo, sintió aquel agarre tan delicado por parte de la chica, causando que el Arconte la mirara con cierta curiosidad hasta que esta dijo sus palabras con cierto tono de preocupación notorio. Se dispuso a dejar aquel saco de mijo con cierta rapidez en su plataforma correspondiente, y se acerco lentamente hasta la chica, subiendo la manga de aquel brazo herido, dejando ver aquella venda que cubría la herida.- Esta bien, solo fue un leve dolor, no tienes que preocuparte.- El Arconte miro a los ojos a la chica, con cierta seguridad para que esta dejara de preocuparse, y aceptara que el estaba bien, aunque podía ser algo complicado si aquellos dolores por el esfuerzo seguían, no era solo su brazo, si no su pierna también recibía aquellas punzadas con leve dolor, pero no iba a dejar que la ajena se diera cuenta. Volvió a bajar la manga de su ropa una vez Silver comprobara que se encontraba todo en orden, caminando hasta los sacos y tomando uno de mijo para cargarlo hasta la plataforma, miraba de reojo a la ajena trabajar en lo suyo, recordando que la había escuchado antes de su interrupción repentina por el tema de la herida propia.- Ángel... ¿Que querías antes? .-Se detuvo en seco con el saco en su hombro mirando con curiosidad a la chica esperando aquella respuesta previamente incompleta.
De alguna forma se podía sentir una incomodidad en el lugar, como una tensión que los rodeaba a ambos individuos, ¿Cual era la razón de eso? Ninguno de los dos podía darse cuenta realmente de que suceda en la mente del contrario, y más importante, los sentimientos que los llenaban. El Arconte repitió el proceso de cargar y trasladar los sacos de mijo hasta su lugar correspondiente, de forma lenta y con cierto cuidado aumentado, para que no volviera a hacer notorias las leves punzadas que sus heridas recibían con el esfuerzo, aunque estas ya tenían un poco menos de intensidad. Termino de llevar el ultimo de los sacos de mijo hasta la plataforma, mirando que ya habían quedado todos esos ordenados, usando su brazo para secar las muy leves gotas de sudor de su frente, y voltea a la mirar a la chica de cabellos plateados.- Estos sacos ya están, ¿Que más es?.- Uso un tono levemente más amable que de lo habitual, pensando en una posibilidad, un intento por nuevamente esperanzarse con aquella chica de ojos morados, ¿Funcionaria? No podía quedarse sin intentarlo.
Respiro profundamente y se acerco lentamente a ella, con la pregunta en la punta de su lengua, queriendo simplemente soltarse y ya.- Ángel, te gustaría...-Se pauso un momento, tratando de buscar las mejores palabras para formular su pregunta, ¿Porque estaba tan nervioso? El, el sujeto que fue perseguido por un país entero por un crimen que fue considerado oposición a una organización nacional, nervioso ante el simple hecho de invitar a la chica que le gustaba a salir, patético, eso pensaba el Arconte de si mismo.- ... ¿Te gustaría venir al festival otro dia? Claro, si no estas ocupada...- Estaba hecho, simplemente dejo salir la pregunta mientras desviaba levemente la mirada tratando de ocultar la vergüenza interna que sentía en ese momento, mientras se sacudía un poco el hombro de aquel trabajo previamente realizado.
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Silver Somnium
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Post by Silver Somnium on Aug 3, 2017 23:26:46 GMT
Se sintió aliviaba al ver como el arconte levantaba su manga y mostraba la venda, aun intacta y bien puesta, toco la zona con cuidado, revisando, en realidad no buscabas algo en la piel del arconte, si no ver en su rostro que tan sensible estaba la zona, se sintió mejor al ver que solo había sido por el sobre esfuerzo, soltó lentamente el brazo de Xhial mientras bajaba los propios, mirándole unos momentos y dándole una suave sonrisa – Me tranquiliza ver… ten cuidado, no quiero que te hagas más daño Xhial… Volveré a trabajar- Comento alejándose de él, para seguir ordenando, ya la mesa estaba mucho más vacía, sacos más pequeños estaban apilados encima y no tendrían más que unos minutos de trabajo más. Acaricio la tela del saco mientras escuchaba a la pregunta del poseedor de ojos rojos, suspiro lentamente y tomo otro saco, el ultimo de ese tipo y lo coloco con cuidado, lento, aprovechando esos segundos extra para pensar
¿Sería bueno volver a intentarlo? Quizás era el destino que intentaba darte la obvia señal del rechazo, de un amor no correspondido, la oportunidad volvía a estar allí, y tenías miedo esta vez de tomarla, querías salir con él, ansiabas hacerlo, escuchar sus dulces palabras incluso con su tono de voz frio, admirar esos hermosos ojos como la sangre, y volver a peinar su cabello mientras él se rendía a los brazos de Morfeo, era una ilusa enamorada. Se quedó de pie, quieta, sumida en sus dudas, el ambiente quedo en un silencio incomodo involuntario nuevamente, Silver tendía a perderse bastante en sus pensamientos, mientras más dudas, más preguntas se realizaba y más tiempo le tomaba dar una respuesta correcta –Yo quería…invitarte… a tomar él te… invite a Kayn y Corneille y… me gustaría que fueras –Comento en tono bajo, pero no lo suficiente como para que Xhial no lo escuchara, camino nuevamente hacia la pared para ordenar ahora los sacos de semillas, miro la letra y lo puso en su lugar, eran pequeños, nunca necesitaba mucho de eso, pero sentía que le daban un mejor sabor al pan
Sonrió suavemente al escuchar el tono amable en la voz del arconte, no era común escuchar ese tono de su boca, pero creaba una sensación agradable en el pecho de la panadera, detuvo su trabajo para verlo, mirando lo que quedaba en la mesa de madera –Bueno…solo quedan dos más y ya, yo guardare los pequeños…cuando termines puedes tomar un descanso, te lo mereces – Sonrió con un gesto tierno y volvió a acomodar, esta vez las nueces en su contenedor, saco una a escondidas y se la comió, le gustaba ese sabor, aunque no era de sus favoritos, tomo otra un poco más grande esperando la oportunidad de dársela al arconte, se acercó de a poco, cada vez que él le daba la espalda, esperando una oportunidad para la nueva travesura que tenía en mente. Se sobresaltó al verlo voltear, mirándola, pensó por unos instantes que había sido descubierta; Se quedó allí parada, expectante, ansiosa de escuchar lo que Xhial quería decir, sus mejillas nuevamente tomaron un fuerte tono de rojo, “el acaba de…” No podía creerlo, abrió ligeramente la boca –Si- La voz salió fuerte, nerviosa, emocionada, Xhial la había invitado a salir, él había tenido el valor de preguntar, seguramente el no veía algún inconveniente con eso; Silver quería saltar de la alegría, la sonrisa enorme en su rostro sonrojado era reflejo de eso, carraspeo un poco para calmarse, columpiándose en su puesto para poder sacar la emoción – Es decir... me encantaría salir contigo Xhial… dime cuando puedas – Se mordió los labios contenta, realmente quería tener esa salida con el chico… “no es una cita Silver, no estés tan feliz…solo saldrán como amigos” Se regañó ante las ilusiones de su corazón, pero no podía simplemente contener aquello
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Xhial Nalphalem
La Resistencia
Melodias y Voces entonan un Destino
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Post by Xhial Nalphalem on Aug 4, 2017 2:24:17 GMT
Espero pacientemente por la respuesta a la pregunta que había hecho, respecto a su frase no terminada, más la respuesta fue totalmente inesperada, era una invitación a beber Té, no había ningún problema con aquello, de hecho quizás podía aceptar, hasta que escucho ese nombre, ''Kayn'', Ese nombre de cierta forma lo irritaba, aquel pasado tan molesto e imborrable, aquella ''premonición'' del incubo que de alguna manera, se estaba volviendo real.- Lo siento, no creo poder asistir a ello.- Su tono fue seco, no quería para nada ver a aquel tipo, sabia que si algo le diera la mínima señal de victoria, el se lo restregaría en cara el resto de su vida. Comenzó a buscar con la mirada aquellos sacos que había indicado la chica que faltaban, ¿Estaba siendo muy antipático rechazando su invitación? Si, eso era seguro, pero su orgullo no le iba a permitir darle la razón a aquel Incubo.- No te preocupes, no estoy cansado, al contrario, me alegra haber sido de ayuda.- Cambio aquel tono seco por uno nuevamente de amabilidad, Silver no tenia la culpa de su mala relación con aquella persona, aun así, no iba a cambiar de opinión respecto a eso, aunque su vida dependiera de ello.
Tenia cierta impaciencia por saber si seria rechazado o no por la chica frente a el, nuevamente el latido de su corazón se intensifico ante la espera, ¿Porqué ella lo tenia así? No podía expresar todo lo que sentía en ese momento: Nerviosismo, duda, ansiedad, y una gran mezcla de cosas en su cabeza, las cuales se redujeron a una en tan solo segundos luego de escuchar la respuesta de la chica, ''Sí''. De alguna forma no podía creerlo, no lo había rechazado, es más, su tono, su rostro, incluso sus gestos mostraban que le había gustado la idea, el rostro del Arconte había perdido parte de esa expresión fría, y había sido reemplazada por una de sorpresa notoria, escuchando las palabras de la ajena.- Ah...! Bueno, tengo libre casi siempre, realmente, así que, tu puedes decidir el día.- Su tono trato de volver a aquel clásico y frió, tratando de ocultar la emoción real que sentía ante la aceptación de su invitación, pero era difícil, un leve y apenas notorio sonrojo se noto en las mejillas del Arconte el cual se volteo rápidamente para volver al trabajo caminando hasta aquella mesa que tenia los sacos restantes.
De alguna forma todo aquel ambiente de tensión e incomodidad se había ido, aun le costaba hacerse a la idea de que no había sido rechazado, llevando aquel saco en su hombro hasta la plataforma correspondiente, y dejandolo con cuidado mientras miraba a la chica trabajar por su lado. No podía evitar quedarse mirando su cabellera o simplemente a ella en general, tampoco podía entender como era que ella había conquistado su corazón de esa forma, generar tanta combinación de sentimientos en tan poco tiempo, como aquella vez que el Arconte la visito en su casa, cuando esta lo ayudo a porfin acallar su mente de las pesadillas que lo atormentaban, y además, se había dado el trabajo de hacerle tan preciado regalo, el cual desde ese momento, se encontraba siempre con el. Cargo y traslado los sacos restantes a sus plataformas correspondientes, llegando con el ultimo a esta, dejandolo con cuidado y sacudiendo sus manos y su hombro quitando algunos de los residuos restantes de aquel trabajo.- Creo que es todo, ¿No?.- Pregunto de forma curiosa mientras miraba a Silver, para saber si quedaba algún trabajo que hacer, o estaba todo hecho.- Nos tardamos menos que creí, la verdad, supongo que el trabajo de a dos es más eficiente.- Miro por la ventana de aquella cocina, apenas y había avanzado un poco aquel atardecer que había empezado cuando recién empezó a ayudarla. Estiro un poco los brazos, caminando un poco hasta la misma ventana, escuchando el bullicio del Festival y sintiendo parte del viento que alcanzaba a llegar hasta el.- Jamas creí venir tantos días a este festival... los años anteriores, uno o dos días eran el máximo que asistía...- Era como si le estuviera hablando al aire, o consigo mismo incluso, pues tenia cierta razón en sus palabras, nunca había tenido una real motivación a ir a aquella fiesta, pero ahora era distinto, de verdad había cambiado, esperaba que para bien.
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