Roma
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Post by Roma on Dec 5, 2017 16:25:49 GMT
Había estado “trabajando” todo el día. Era difícil alcanzar algunas cosas en la fragua abandonada de su padre, pero sabía que si lo dejaba todo como se había quedado, las cosas oxidadas de las últimas semanas comenzarían a oxidar más cosass y a manchar los muebles de madera tarde o temprano. Había demasiadas piezas de metal almacenadas para futuros proyectos que ya nunca se concretarían. El cachorro pelirrojo empujó con determinación más piezas de metal en la carretilla baja. Había manchas naranjas, rojizas y cafés en sus manos, cara y ropa. Algunas marcas de hollín de cuando había retirado el contenido de la fragua, adiós carbones, estarían bien en ese barril… Indefinidamente.
Tal vez debería rentar la fragua… o algo .
Seguro esas cosas eran útiles para alguien más grande y fuerte. Como fuera, el cachorro estaba cansado y aburrido. Miró la carretilla llena de cachivaches a medio hacer. Podría ir a vender eso al mercado.
- O podría ir a jugar -
Roma tiene ocho años, si le daban a elegir entre trabajar o jugar la opción era muy clara. Abandonó la carretilla en la puerta de la fragua y corrió al exterior. Luego de cerrar la puerta (que Roma era chiquito pero no pendejo). Había escuchado mucha gente enojada por ahí y por allá últimamente, algo sobre alguien perdido y otro alguien con mucho poder, sobre traidores y así. Era aterrador. Nada que lo disuadiera de salir a buscar algún parque, pero aterrador aun así.
La clave era mantenerse lejos de los adultos que tuvieran caras enojadas. O sonrisas raras. Aunque sería difícil si eran amables y tenían golosinas.
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rosse
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Post by rosse on Dec 5, 2017 16:48:27 GMT
Ese día fresco de la mañana, Rosse había salido como siempre a vender sus ricas empanadas dulces que siempre ponían a los arcanos un buen humor en sus caras. Había vendido lo suficiente y aun le quedaba poco de las empanadas.
Humm ...¿A quien le vendería las ultimas que me quedan? Después de todo, ya la mayoría han comido en sus casas y otros la habrán comprado en el mercado.
Quitando de su mente esos pensamientos negativos, se puso a caminar por allí escuchando a los demás hablar de la política que esta surgiendo en Mirovia, algo que no le gustaba a la kelpie escuchar.
¿Pero no puede hablar de otra cosa que no sea política?
Pronto el olor de las empanadas dulces llegó a las narices de los mirovianos botando de ellas un respiro satisfactorio.
Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh
En medio del gentío, observo a un niño pelirrojo pequeño con ojos azules, allí como si estuviera perdido, sintió tanta lastima por el que ni siquiera uso sus poderes para saber que raza era, que se acerco a él.
Hola niño no quiero asustarte pero, ¿Y tus padres? Es muy peligroso andar solo por aquí. Por cierto mi nombre es Rosse cual es el tuyo?
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Post by Roma on Dec 6, 2017 15:38:46 GMT
Roma era un cachorro feliz, si bien algo esquivo entre los mirovianos adultos de por ahí. Miraba a los lados antes de cruzar ( no fuera a andar un caballo desbocado, su mamá siempre se lo decía) y trataba de simular que sabía dónde iba. Cosa que no se le daba muy bien, aun era un cachorro y las cosas le distraen y le fascinaba ver a todos moverse de ahí para allá. Terminó mirando hacia los lados ¡Había tanta gente y tantos olores! De hecho, algo olía muy bien. ¡Y se estaba acercando!
Alzó su naricita y olfateó un par de veces, luego tantito más. Su pancita gruñó y Roma gruñó con ella. No era tiempo de desayunar, y ya había tenido sus manzanas de la mañana. Pero aquello era diferente, algo horneado. A todos les gustaban las cosas horneadas, más si había dulce en ellas.
El aroma se acercó más. Y ahí estaba. La señorita pelirroja que le hablaba era quien lo tenía. Aquello que olía bien. Fuera lo que fuera olía como la cocina de mamá cuando hacía galletas de calabaza. Y Roma a esas alturas extrañaba a su madre muchisimo y la pregunta le había dado en un punto delicado. No era de extrañar entonces, que en vez de responder a la señorita el cachorro de lobo comenzara a hacer mohines, tratando valientemente de contener el llanto, fallando estrepitosamente. Comenzó con pequeños snifs, los hombros pequeños temblaron, y finalmente terminó en pleno llanto.
- Uggh.. n.. no, no tengo… sniiiiiif- resopló y sorbió. Frotó sus ojos que estaban en plena producción de lagrimones. -Extraño a ma.. ma má ¡Quiero a mi mamá!- y otros mirovianos comenzaban a voltear con curiosidad y preocupación.
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rosse
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Post by rosse on Dec 7, 2017 1:13:28 GMT
Rosse observo el triste rostro del niño, incluso hasta ella sintió la tristeza, no era la primera vez de conocer a alguien que ha perdido a una madre, ella, la misma kelpie presenció la muerte de su familia cuando los humanos atacaron su hogar.
Viendo que los demás arcanos estaban preocupados por la actitud del niño, quería hacerle sentir mejor, y que mejor manera de mostrarle algo de "magia", lo que hizo fue sacar algo de agua de su envase y le mostró frente a el, una forma de lobo en agua.
Mira lo que tenemos aquí...esto es algo que le llamo "Magia de kelpie" jejeje..
La kelpie se río de su propio chiste, esperando que el contrario pudiera sentirse mejor, y como le quedaban algo de empanadas dulces, quería regalarle las que le quedaban.
¿quieres una empanada de piña? Si quieres nos podemos sentar en ese balcón mientras comes...y...conversemos un rato ¿Vale?
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Post by Roma on Dec 8, 2017 22:06:23 GMT
Resopló un poco más y frotó su carita hasta que los ojos se pusieron algo rojos, las pestañas pelirrojas todas desordenadas por las lágrimas. Miró hacia arriba a la kelpie con tristeza y ligera curiosidad. La curiosidad ganó cuando comenzó a hacer magia de agua. Era bonito. Llamativo. Y el agua era agradable siempre que no fuera parte de una tina de baño.
- Kelpie, conocía uno, uno más chiquito- en alguna cita de juegos al que le había llevado su madre cuando era más jovencito aun. Pero ahora ya era un caballerito, un hombrecito grande y no debería estar llorando para empezar. - Él no sabía hacer… eso de magia de kelpie- Reanudó su frotación de ojos con más brío. Su mamá se pondría triste si le viera así, se suponía que ya era un cachorro mayor.
Debía animarse. ¿Y qué mejor que comida para eso? pancita llena era igual a un corazón contento.
- Hum… hmmm snif… si, si quiero- y estiró la patita, mano más bien, para aceptar el producto horneado prometido. Muy exigentemente agitó la mano. ¿Dónde estaba su empanada? - No se supone que hable con gente extraña. Pero bueno… empanada y magia bonita- como si eso explicara su desobediencia e imprudencia.
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rosse
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Post by rosse on Dec 9, 2017 1:14:16 GMT
La kelpie había logrado captar la atención del niño, sintió una profunda felicidad de haberlo calmado,pues no era nada natural encontrar a un niño solo en medio de un lugar que ni siquiera sabe donde esta.
Ya veo..los kelpies podemos hacer varias cosas con el agua, pero eso se requiere mucha practica
Busco en su bolso una pañuelo rosa y se puso a limpiar el rostro y restregarle con cuidado su nariz.
Tuvo que tapasrse con su boca para no explotar de risa al ver al pobre niño extender su brazo. Sabia que quería con gusto probar las empanadas que le habia prometido regalarle. Busco en su canasta la empanada de piña y se lo dio en su mano, mientras le sujetaba la otra mano del niño para guiarlo hasta el banco.
Ohhh siento mucho que te halla asustado, y si, es cierto que no puedes hablar con extraños, pero yo, vi que estabas solito, y me preocupe mucho, ¿Como te llamas?...¿Que haces en estos lugares?
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Post by Roma on Dec 11, 2017 17:03:15 GMT
Chilló, se quejó y se retorció como gusanito al sentir el pañuelo atacando con precisión las zonas mocosas y húmedas de su cara de cachorro compungido. ¿Por qué? ¿Qué había hecho para merecer el ataque del pañito rosa? hizo morritos, el labio inferior sobresaliendo adorablemente en su carita sonrojada. El cabello rojizo se disparaba en todas direcciones como todo buen pelo de cachorro.
- Si intentas bañarme, voy a gritar- amenazó y le miró con recelito. Eso de que fuera un kelpie y al parecer pudiera hacer magia y cosas varias con agua comenzaba a darle mala espina. ¿Y si quería darle un baño? frotó sus manitas juntas con ansiedad. Pero luego estaba ahí la empanada.
Y las empanadas tenían más importancia que los temores a los baños.
- ¡Empanada!- exclamó feliz y apretó posesivamente la masa suave. Le hundió los colmillos chiquititos de inmediato, haciendo ruidos felices de cachorro. Y la kelpie le llevaba a otro lado, el pequeño lobo no opuso siquiera resistencia simbólica, feliz de ocuparse con la comida.
Sería muy fácil robarse a Roma. Si hubiera alguien a quien robarselo.
- Está bien, pero no me ataques con más pañitos tampoco- la regañó todo serio y altivo, como un señorito. Se sentó y comenzó a balancear sus pies en el aire. Chas chas, estiraba los dedos para rozar contra las piedritas del suelo. - Soy Roma, vivo cerca - señaló en una dirección muy general por la calle principal. - Por allá está la herrería de papá. Y la casa. Buscaba algo que hacer, me aburro solito en casa- se interrumpió para darle otra mordida a la empanada, embarrandose de relleno de piña.
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rosse
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Post by rosse on Dec 13, 2017 18:59:14 GMT
A medida que Rosse le limpiaba la cara al niño, este hacia chillidos pequeños y muecas graciosa que solo ponen los niños cuando no le gusten que le limpie. Sonriendole pacíficamente, ya había terminado de hacer su pequeña tarea de limpiadora.
Jajaja no te estoy bañando solo te estoy limpiando...tenias algo...en tu cara
Observar al jovencito comer la empanada con mucha satisfacción, y para ella, se sentía feliz de haber regalado una sonrisa de felicidad a través de su deliciosa y rico platillos entre ellos sus pasteles dulces.
Te prometo no atacarte mas con mi pañuelito si me prometes no llorar...Roma...es un lindo nombre
La kelpie buscomen su bolso su envase para tomar un poco de agua para calmar su sed. Volteó su cara a Roma para pensar en un momento. Si el niño estaría solo, significa que no tenia ningún familiar que pudiera velar por el por su cuidado y seguridad. Rosse nunca había tenido la compañía de alguien tan simpático como Roma, bien seria su oportunidad de experimentar de como sentirse una "madre".
¿Te gustaría hacer algo divertido Roma? Podemos hacer lo que quieras, siempre y cuando no sea tan peligroso?
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Post by Roma on Dec 14, 2017 21:42:57 GMT
- Era una limpieza muy etza.. exhaustiva - había escuchado a su madre usar esa palabra antes. Volvió a su empanada, usando un dedo para sacar algo del relleno y lamerlo feliz, antes de decidir que era mala idea dejar seca la empanada y mejor terminar dándole mordidas a la corteza hasta que desapareció toda en su boca.
Así de rápido, Chomp chomp y ya no había empanada. Miró sus manos vacías con algo de congoja. Había sido lo más delicioso que había comido en varios días. Le lanzó un par de miraditas de reojo a la pelirroja. La dama tenía más empanadas. Estaba seguro de que en esa canasta había más comida. Tal vez la señorita quisiera compartir, o venderle algunas. Tampoco era que no tuviera nada de dinero en casa. Y aun debía vender las cacharras viejas que almacenaba su padre como material, algún otro herrero las querría.
Y un aprendiz también.
Suspiró, la dama preguntaba mucho para evitar el ataque del paño. - No prometo nada, pero trataré - asintió poniendo su carita seria de circunstancias. Era lo justo. Pero también era justo que obtuviera algo más a cambio. - Si me das otra empanada deliciosa puedo prometer no poner cara triste el resto del día- y ahí estaba una sonrisa descarada de cachorro, con un huequito en medio de los dientes frontales.
- Es que… estaba muy rica. Y si quiero jugar ¡O aumentar mi colección de hojas! tengo muchas hojitas secas, es divertido buscar nuevas y bonitas¿quieres ir a buscar hojas conmigo? -
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Niku
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Post by Niku on Dec 15, 2017 8:05:49 GMT
El felino gigante tenia un nuevo encargo, en esta ocasión un hombre había pedido un par de piezas de jabalí ya destazado para las celebraciones invernales pero por su infinita lista de tareas por hacer, no podía ir a su carnicería de elección a recoger el mismo el pedido. Una vez mas el cazador se veía en la tarea de repartidor.
Cuando iba de paso no pudo evitar ver a un niño, después una pequeña multitud comprándole algo que olía dulce a una mujer que le era bastante familiar*. Al terminar su encargo, con unos mirvos mas en el bolsillo y aun un poco de carne sobrante decidió volver para pedir le prepararan aquello en alguna posada o taberna, antes de ir de regreso al Bosque de las Hadas.
Pero al volver, el niño y la mujer estaban solos, la gente se había retirado entre chachareos y politiqueo que lo tenia hasta la coronilla. Los ojitos rojos del niño fue lo que mas le llamó la atención, estaría aquella mujer tratando de robarse al peque? No era extraño que en los asentamientos así sucediera, después de todo no se veían ni olían en lo mas mínimo parecido. Solo por curiosidad y precaución se acercó, portando la forma fated para tampoco imponer alguna imagen atemorizante al peque.
-Hola, buenas tardes... Esta todo bien?- se rascó la nuca, aun sosteniendo con la otra mano el saco con sus piezas restantes -Parece que están muy solos...- resopló -Viven por aquí cerca? puedo acompañarles, ya empieza a hacerse algo tarde- En realidad no estaba ni un poco seguro de la hora que era ya, pero si la mujer estaba tratando de robar al chico, seguramente se pondría nerviosa a la hora de elegir el camino para volver. No le tomó mucho esfuerzo aparentar legitima seguridad en sus palabras como para que ella sospechara a su vez de sus intenciones.
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rosse
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Post by rosse on Dec 16, 2017 19:47:52 GMT
Rosse observo como Roma se comía la empanada sacándole el dulce majar con los dedos, para ella significa que su trabajo como cocinara era un éxito. Noto que el la miraba con esos ojitos, presentía que quería comer mas y como su instinto nunca le fallaba, el mismo Roma le contesto respondiéndole también con una condición.
De acuerdo Roma...en ese caso...te daré ...la empanada de guayaba..
Busco en su cesta la empanada y se lo entrego en sus manos mientras pensaba que Roma solo era un niño, es totalmente natural que los pequeños siempre lloran, bien sea que se sientan solos, tristes o sientan una necesida; con mucha dulzura le sonrió al escuchar que el lobito le gusta coleccionar hojas y parecía un buen pasatiempo para pasar el tiempo.
La conversación fue interrumpida por la presencia de un felino, que de cierto modo extraño quería pasar el tiempo con ellos dos. Su mente procesaba con mucho cuidado.¿cuales eran sus intenciones verdaderas? ¿acaso seria un tipo de señor malvado que reclutaba niños sin hogar para convertirlos en esclavos? No lo sabia, pero debia mantener su guardia en ser necesario.
No había notado que era tarde señor aunque todavía el sol le falta mucho por ponerse...pero seria genial si juega con nosotros..(volteando se a Roma) Por supuesto me encantaría recolectar hojas contigo, solo indicanos en que sitio ir para encontrar esas hojas traviesas
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Roma
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Post by Roma on Dec 27, 2017 6:00:34 GMT
- ¡Guayaba!- era de lo más delicioso. La olfateó con gusto y le dió un par de lamidas cortas. No fuera que se arrepintiera de darle deliciosa comida. ¡Listo! Marcado y toda suya. Asintió muy feliz y comenzó a divagar sobre sus hojas ¿Traía su colección con él? ¡Claro! un pequeño librito de cuero, muy recto, apretaba las hojitas de su colección todas juntas, y el librito, apenas del tamaño de su manita, estaba en su práctico bolsito atado a su cintura.
- ¡Gatito!- alzó los bracitos emocionado y saludó con efusividad colgándose de su brazo musculoso. El sujeto tenía orejas sobre su cabeza algo melenuda de cabello negro, la nariz le traía recuerdos divertidos de algunos conocidos de su madre. Era bastante interesante. Y tenía barba, le gustaban las barbas, le hacía parecer un león. Le olfateó de arriba a abajo, trepándose como un pequeño mono. El aroma era a ¿Carne? resopló y estornudó quedito dos veces.
- También hueles a que tenías comida- Roma era muy confiado.
- Me estaba dando empanadas, son ricas~ ¿Quieres tantita?- y porque ya se había agenciado una empanada de guayaba la partió (un pedazo chiquito, era un cachorro en crecimiento disculpe usted) y le ofreció.. - Vamos a buscar hojas, hojas que no tenga ¿sabe de algún parque cerca? yo se uno, pero mamá siempre me llevaba ahí y tengo hojas de todo, de las zarzas, del sicomoro, del pino, del alce, de los tréboles y hasta de los dientes de león- agitó también su bolsito con su colección de hojas. Tal vez encuentre alguna piedrita también, coleccionaba de esas en la misma bolsa.
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Niku
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Post by Niku on Jan 4, 2018 11:35:17 GMT
Ahora tenia a un niño pequeño colgado y a una mujer invitándole a unirse a su tarde de juegos. Si eso no dejaba en claro la naturaleza de la situación, nada mas lo hacia. Suspiró, se había echado encima sin querer la responsabilidad de cuidarles pero ¿Hacia cuanto tiempo que no se daba la oportunidad de jugar con cachorros? Muchos años, definitivamente.
El cachorro le había ofrecido un pedacito de su comida, eso era definitivamente un gesto de amabilidad y honor (aun notando lo diminuto del pedacillo aquel) -Uhh... Gracias- dijo mientras lo tomaba y escuchaba los planes a seguir. -Al norte de aquí es un poco mas fresco y pude ver arboles de castaño, abedul y roble- se rascó las barbas, balanceando al cachorro aun en su brazo -Después de explorar por allá podríamos cenar de lo que traigo en el saco, solo necesitamos un buen fuego y un caldero.- dijo sonriendo ante la idea de regresar a cocinar algo sabroso -Soy Niku, el cazador. De vez en cuando me gusta explorar como a ti, cachorro- le dio un suave pat pat en la cabeza, alzó entonces el brazo para balancearlo de forma mas divertida.
-No creo haber escuchado tu nombre...- dijo entonces a la mujer para terminar de sellar las formalidades, ya que ella había dejado mas que pactada su participación en la tarde de juegos -No hay que volver muy tarde, podrían preocuparse sus padres- señalando a Roma.
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rosse
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Post by rosse on Jan 9, 2018 6:03:44 GMT
Era muy divertido para Rosse al ver como Roma saboreaba con mucho gusto su pastel de guayaba, sus dulces que vendían en las calles eran casi famosas, pero muy agotador para ella por el gran esfuerzo que hacia, pero lo realizaba con mucho amor. En escena que había llegado Rakshasa y la forma que cargaba el cachorro era muy emotivo con ganas de llorar. -Es como si fuera su propio padre.. además del noble gesto de Roma de compartir algo de comida con el significaba que sus padres le habían dado buenas enseñsnzas.
-Mi nombre es Rosse noble caballero..humm suena muy tentador esa comida..no quería ser maleducada y tampoco quería sentir mal al señor, un cazador siempre suelen ser algo rudos y a veces asociales pero este era diferente e incluso después de observar la forma que trataba a Roma y no había nada mejor que compartir la felicidad, pero al igual que ella, sentía una preocupación por los padres de Roma, en voz baja le comenta a el mientras el cachorro termina de acomodar su bolsito con lo que tuviera adentro.-Creo que el cachorro no tiene padres...pero mejor ser prudente de no mencionarselo frente a su cara.
Mirando ya a Roma, acomodo su cesta donde estaban sus cosas y parándose de la banca estaba lista para una miniaventura.- Estoy lista para cazar hojas..que estamos esperando..guianos usted ...Guardián de las hojas
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Roma
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Post by Roma on Jan 14, 2018 4:53:41 GMT
El gran león no tenía otra opción que hacerla de guardián. Al menos mientras colgara de él un cachorrito emocionado por su nueva percha. ¿Era un lobo o un mono? ciertamente disfrutaba de jugar a la jungla, clavando un poco las garritas cuando sentía que se resbalaba. Trepó y trepó hasta alcanzar sus hombros y subirse ahí. Vaya vista. ¡Soy un gigante! pensó el cachorro emocionado agitando sus brazos, con todo y empanada, lo que quedaba de ella al menos. Terminó de devorarla de dos mordiscos feroces. El gran cazador había acabado con su deliciosa presa ñam ñam.
Tan concentrado estaba que casi perdió la conversación de los adultos.
- ¿Uhh? ¿Qué dicen? ¿Qué dicen?- se removió y se bajó de nuevo colgadito del brazo musculoso. Era un chiquillo ágil e inquieto. Captó la palabra castaño. ¿Era un árbol? -¿Que es un castaño? quiero ver un castaño - pidió con ojitos emocionados, casi podían verse brillar estrellas en sus ojos azules. Se balanceó en su percha/brazo y colocó sus manitas bajo su barbilla para mirar hacia arriba al gran gran adulto. - Quiero ver un castaño… por favor~ - el pelirrojo había sido educado espléndidamente por su impresionante madre, claro que tendría modales (cuando quisiera usarlos)
Ser balanceado era divertido. Le dejó y fingió educadamente no escuchar los temas de adultos. Claro que no tenía padres. Sabía que no era una cosa buena, aun dolía y no era tonto, solo jóven. Prefería sonreir y fingir que todo estaba muy bien. Era valiente y fuerte como mamá, sería grande y listo como papá. Solo esperen y verán.
-Quiero ver un castaño, así que el señor Nikku nos mostrará el camino - declaró muy serio, estaba dandole al mayor un deber importante. - Pero podemos compartir deberes en hacer la comida - alzó la naricita muy orgulloso. -Soy muy bueno identificando cosas que se comen - solo no castañas, nunca había visto un castaño.
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