Explorar y trabajar (Atani-Quelt)

El mercenario dejo entrever una rápida y corta sonrisa al escuchar aquello, significaba que la paga ayudaba realmente a la chica, bueno al menos el dinero le servía para algo a alguien, miro distraídamente las montañas de oro y objetos preciosos que poseía en aquella cueva, había dejado de necesitar trabajar desde hacía mucho pero nunca había abandonado su profesión quizás porque aquello era lo único que le hacía sentir algo, el dinero no tenía valor para él pero igual seguía acumulandolo solo por acumular, pero aquella chica agradecía sinceramente lo que él le había ofrecido y entregado y eso en cierta manera le hacía sentir feliz.

-Me alegra oír eso, comer de manos de un experto es una delicia pero siempre he pensado que nunca debemos perder la costumbrer de hacer algo por nosotros mismos -Comento mirando a la chica disimuladamente- Nunca se sabe cuando tendremos o no -Concluyo.

El mercenario se quedo pensando un poco en ello, quizás había pasado demasiado tiempo en las afueras de la sociedad, se quedo pensando algunas cosas en silencio mirando hacía el suelo con el plato de comida ya vacío, luego alzo los ojos hasta ver el rostro de la elfa- Dime Atani ¿Te gustaría ganar algo más de dinero? -Pregunto con aquella seriedad que le atenía al momento de hacer negocios- Quizás con menos riesgos como el de hoy aunque debo admitir que fue algo totalmente inesperado e inadecuado de mi parte, me siento culpable, así que quisiera ofrecerte una oportunidad para enmendarlo, claro si estas dispuesta a aceptar -Finalizo sin despegar la mirada.

El mercenario se mostró algo avergonzado realmente le molestaba haber cometido una idiotez como aquella, al final suspiro y sin perder el contacto visual con la chica se aclaro la garganta antes de hacer su propuesta.

-Verás como te mencione antes, poseo una casa en la ciudad ¿Correcto? -Espero a ver si la chica recordaba aquél dato- Y como podrás ver aquí no soy precisamente el maestro del orden sobre todo porque suelo tomar muchos trabajos y casi no paro en casa, estaba pensando reinstalarme allá en la ciudad pero necesito algo de ayuda -Hizo una pausa antes de continuar- Quisiera saber si estaría dispuesta a ser mi asistente, ya sabe organizar papeles, acomodar las cosas, mantener las cosas limpias -Se callo un segundo- Se que puede sonar algo denigrante pero le ofrezco mudarse a la casa es bastante grande y hay suficiente espacio además de que esta bien ubicada, sin contar que no tendría que acompañarme a los trabajos si no lo desea tendrá una cuota fija a la semana y podrá hacer uso de las instalaciones como quiera siempre y cuando no tenga yo algo en contra claro esta -Aclaro al final.

-Bueno si quieres decirle así -Quizás si eran las labores de un ama de llaves solo que no había usado la expresión para no ofender a la joven, dado que a veces se les consideraba trabajos para personas inferiores aunque Quelt pensaba que ella estaba mas que capacitada, la pregunta de cuando le sorprendio un poco.

-Cuando tu desees ir, no quiero presionarte ni nada por el estilo se que es no es fácil algunas cosas, si deseas arreglar las cosas en tu hogar puedes hacerlo no voy a negarte eso -Aunque pensaba que quizás una casita dentro de la aldea sería un mejor estilo de vida, quizás la chica deseara permanecer en su casa en las afueras y el respetaba esa decisión- No tienes que responderme ahora, si quieres pensarlo puedes tomar tu tiempo en hacerlo.

-Entiendo -Comenta el mercenario con tranquilidad, la verdad aquello era una oferta demasiado grande y requería muchos cambios en la vida de una persona, el mercenario se quedo callado un momento luego de oír la pregunta, alzo los ojos para ver a la elfa- No así esta bien la verdad, no creo que pueda comer mucho más -Comento alargandole el cuenco a la chica para que lo tomara- Mas bien debería descansar ahora, esta anocheciendo así que partiremos en la mañana de regreso a la ciudadela -El hombre se recosto entre los cojines dejando un claro espacio para otra persona, espacio suficiente para no tener que tocarse apenas- Debo recuperar fuerzas es un viaje algo largo hasta allá -Agrego mirando hacía una de las montañas de oro, pensando.

El mercenario se sorprendio ante aquella pregunta pero luego de pensarlo un poco se dio cuenta que en verdad era algo preocupante para la chica, le estaba pidiendo que abandonara su casa para irse a la suya, si perdía aquél trabajo lo mas probable es que se encontrase en la calle.

-Te estoy pidiendo a ti directamente que hagas el trabajo ¿Por qué piensas que luego contrataría a alguien más? -Hizo una pausa- ¿Temes acaso fallar o algo así? -Sabía bien el porque ella preguntaba pero quería asegurarse de que la chica no tendría alguna otra razón personal para no aceptarlo- En todo caso, me aseguraría de que tengas un techo donde vivir y darte una liquidación favorable, basado claro en el tiempo y la calidad de tu trabajo -Dijo el mercenario hablando en términos puramente de negocios.