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Post by Ivka Lawson on Apr 9, 2018 13:23:04 GMT
Acató la orden de su superior y se mantuvo erguido, dándose a la tarea de mirar de reojo el actuar de los recién llegados una vez que el vástago ordenó la extracción de los cuerpos. - De acuerdo. - Musitó con calma mientras que apoyaba su diestra sobre su pecho y nuevamente agachaba su cabeza con calma, no resultaba tan complicado lo que había sido encomendado. Dispuesto a ejercer su labor, un ruido le sacó brevemente de sus pensamientos; un joven que había llegado con retraso postrandose frente a ellos.
-...- No dijo nada, no le correspondía, pero de igual modo analizó las reacciones del ajeno; quien se mostraba con los cabellos ligeramente desaliñados y una respiración agitada casi imperceptible. Aquellos detalles le daban pistas obvias, el elfo había tenido que correr para llegar al punto de encuentro, pero ¿Exactamente por qué? La duda le causaba curiosidad innecesaria, pero sólo tenía respuestas posiblemente equívocas; se había retrasado por cuenta propia o algo o alguien lo había retrasado en su trayecto.
Se mantuvo callado una vez dejó de tomarle relevancia al retraso del ajeno, ya estaba lejos de su jurisdicción. El amphitere retrocedió unos pasos y dio distancia en dado caso de ser necesario, una vez listo prefirió vigilar los alrededores y prestar suma atención en dado caso de escuchar algo además de las palas de los novatos; inclusive intentaba dejar de lado aquel ruido tan poco discreto que provocaba la guadaña de uno de los iniciados para intentar percibir algún ruido a más distancia.
Los minutos pasaban con demasiada calma, era algo que esperaba de la zona. Su vista iba y regresaba de un lugar a otro; analizando los movimientos de cada integrante y rebuscando la presencia de algún arcano entrometido entre la ligera neblina que se formaba alrededor, pero nada. Sin más, llevó ambas manos tras su espalda y continúo, percibiendo cada ruido y olor que había en el ambiente, mismo que resultaba sumamente familiar; pero no era momento de pensar en cosas tan erróneas y poco importantes del pasado.
Vigiló en silencio, también revisando que los corseles continuarán callados y tranquilos; ya casi sería hora de partir y debía estar todo en perfecto estado.
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Abraham Shelley
Los Invictos
El pasado por más que se deje atrás, te alcanzara.
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Post by Abraham Shelley on Apr 9, 2018 15:40:46 GMT
—Lo siento mucho y espero me perdone— Eran las palabras que musito Abraham al momento de levantar su pala y enterrarla en una tumba cuya tierra era blanda y fácil de apartar. A un lado suyo había una variedad bastante llamativa de ramos de flores que habían sido colocado no hace mucho sobre la tumba dejadas para marchitarse en la melancolía de aquel lugar. Pasaron unos pocos minutos y la tapa de la tumba resonó contra el metal de su pala, usando su herramienta como palanca abrió la tapa del ataúd dejando salir el hedor a podredumbre que se acumulaba en el interior de esta, pero el vástago tenia un buen estomago para esto sin mencionar que la apariencia del cadáver era de uno muy bien conservado.
Piel pálida, sus labios exentos de cualquier atisbo de vida, el cabello lacio como sus dedos entrelazados en un frio abrazo que aceptaba solemne a la muerte, el cuerpo no presentaba aun signos de putrefacción mas allá del hedor que desprendía y rigidez.
—Perdóneme— Tomando el cuerpo por los hombros lo saco de su sepulcro para llevarlo a los vagones y cargarlo. No se fijaba mucho en sus compañeros ni en sus superiores, ahora solo deseaba acabar aquel trabajo por lo que devuelta al sepulcro que abrio empezo nuevamente a llenarlo con rapidez, cuanndo lo hubo dejado sin rastroa de haber sido la tumba perturbada coloco las flores sobre la tierra y repitio aquel proceso cuantas veces le fuera posible.
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Post by Sven Velfast on Apr 10, 2018 14:17:40 GMT
La noche avanzaba con minutos ciegos que parecían eternos. El vástago no hizo más que sumirse en su tarea de vigilar, pero principalmente el observar a cada uno de aquellos novatos. Sus pensamientos, sin embargo, fueron interrumpidos por aquel que hacía falta entre los recientes, siendo el mismo un elfo llamado Farren Jawzahr. Las palabras emitidas por el ajeno caían vacías en los oídos arrogantes de Sven, quien dudaba por mucho de las capacidades de los presentes- exceptuando claro, las serpientes veteranas. El pelinegro simplemente frunció el seño en completo silencio, conforme observaba la compostura del arcano y juzgaba estrechamente las condiciones por las que se habría retrasado.
Todo aquello le daba a pensar en los peores razonamientos, pero no era prudente actuar sobre asunciones -Limítese a ayudar a cargar los cuerpos a los vagones, hablaremos después- fue todo lo que expresó, con mirada y tonos severos. Una vez que el elfo se retiró a sus asuntos, el ex-fénix regresó a su propia observación. Pudo notar de entre los presentes que habían unos ligeramente dubitativos en su quehacer, mientras a otros se les hacía natural una tarea de dicha naturaleza. Mas no obstante, todos cumplían con su labor sin presentar quejas, lo cual era por mucho importante y un buen inicio para su posición.
Conforme las horas transcurrieron y los cuerpos fueron saqueados en cantidad, se volvía la hora para partir. Salvo por Ivka, los presentes no tenían mayor idea de que la naturaleza de Sven no le permitía permanecer en el abrazo del sol, por lo que era necesario que aquella misión terminase antes del amanecer.
-Suficiente- exclamó el vampiro con voz clara, mas no escandalosa. -Recojan sus cosas y suban a los vagones. Partiremos en media hora.- No era prudente que volvieran por su cuenta, no después de haber hecho tal tarea. Con una seña asintió al amphitere y al selkie que se prepararan con sus corseles para partir conforme la última serpiente subiera al transporte. Había sido una noche larga y era hora de regresar a los dominios de Velfast.
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Post by aishling on Apr 11, 2018 4:05:39 GMT
acatando la tarea se sento sobre una lapida para observar mejor a los novatos en el transcurso en cuanto sacaban los cuerpos de los fallecidos de la tierra,nunca entendio por que los demas arcanos hacian aquello y el por que era obvio que era carne para carroñeros asi como la cadena alimenticia ,el olor a putrefaccion llegaron a sus fosas nasales con un aviso de su estomago que abria su apetito mas tenia que tomar su compostura ,comenzo a criticar algunas de las serpientes y mas a ese de cabellos de dos colores ,se suponia que era una mision discreta no mostrar una guadaña ya que se tomaria sospechoso por cualquiera que pase encojiendose de hombros para darle poca importancia esperando de sven le diera una buena critica.
una vez que el mas antiguo de las serpientes habia dicho que era suficiente ,acato su segunda orden asintiendo con su cabeza tomando de las correas del corsel emprendiendo de nuevo el camino hacia el castillo.
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Rallis
Los Invictos
Luces y estrellas en los ojos de oro
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Post by Rallis on Apr 13, 2018 4:36:55 GMT
Las órdenes de Ulgriff eran claras, para Rallis era un trabajo sumamente importante y lo era efectivamente, cada orden era clara sacar los cuerpos, subirlos a los vagones y arreglar el área para que no levantar sospechas, el arconte asintió al contrario expresando.
—Sí señor. — Su caminar era firme, decidido y rápido, llegando a la primera lapida que sería profanada por así decirlo, pues eso era lo que estaban haciendo, profanando tumbas.
“Aquí la falda de la tierra escondida un joven sin fama y sin riqueza; su humilde cuna vio la ciencia oculta y lo marcó como suyo la tristeza. Sincero y generoso fue, y el cielo lo supo; dio cuanto tenía consigo: una lágrima al pobre por consuelo; tuvo de Dios cuanto pidió: un amigo Su flaqueza y virtud bajo esta losa no indagues de la tierra madre. “
—Qué curioso Epitafio…—
Expreso el arconte que yacía frente a una tumba que carecía de nombre, su espíritu suspiro pesado, las ordenes eran claras, los cuerpos de los fallecidos debían ser profanados y tomados para los deseos del conde, no podía quedar evidencia alguna de su trabajo, se recorrió las mangas y comenzó a excavar, el sonido del metal inundando la tierra sagrada se hacía presente, sentía la mirada de aquellos que son serpientes velfast desde tiempos inmemoriales, los leales en totalidad y ahora él era uno más de ellos, suspiro otra vez ¿Por qué suspiraba? No estaba seguro del por qué pero le hacía sentir tranquilo…
—Con esperanza tímida reposa allá en el seno de su Dios y Padre…—
Expreso al llevar al ataúd de quien era el dueño de la tumba, aun sentía respeto por los muertos aunque en el fondo de sus pensamientos en realidad era algo que simplemente dejo de importarle, un ardor en las puntas de sus dedos ¿sentía culpa? No, no la sentía y eso le era extraño.
Mientras la Noche en la sombra solemne invierte los polos, la reflexión pausada del arconte suaviza el alma entristecida del mismo; mientras la Razón imperturbable afirma su balanceo, los colores engañosos de la vida se desvanecían a su alrededor…tomo el cuerpo del fallecido, era algo asqueroso pero debía hacerse, tenía un trabajo que hacer y dudar no estaba en la mente del muchacho esa noche.
—Si las ilusorias escenas del día me engañan, y mi alma errante se aparta del sendero: Si por engaño o deseo, ilusa, ante la pasión cedo, si yerro encantada por un vértigo impostor, mis pensamientos sin embargo ahora están tranquilos…—
Musito para sí mismo cargando el cadáver y depositándolo en los vagones que las serpientes más antiguas custodiaban, miro por un momento al joven de cabellos platinados y al hombre de ojos azules y cabellera azabache, suspiro para sí mismo y regreso a su trabajo, sello la tumba del fallecido y se dispuso a continuar con la siguiente…y la siguiente, se topaba con Jeriko de vez en cuando, sonreía ligeramente al incubo, luego Rosse, Farren, Gideon y los demás, todos los que habían entrado con él, recibió sonrisas de regreso o simplemente un gesto serio mientras llevaba los cuerpos a los vagones y arreglaba las tumbas para que no se notara aquello, sus prendas quedaron sucias en verdad, tendría que llegar a limpiarse y dejar las ropas como era debido.
Admiro la noche antigua, que amamanta el tierno pensamiento para razonar, y sobre la razón construye resolución, el sepulcro, su reino de la noche…el reino de Lord Lysander Velfast… a través de esa opacidad de la naturaleza, y del alma, esta doble noche transmite un aire sombrío pero pacifico, que llenaba las variadas escenas de la vida y la muerte, la razón; voluntad y rectitud son cosas que el mismo ser de luz aprendería trabajando para las serpientes Velfast.
El arconte contemplaba el cementerio con detalle, cada gruta en la roca más alta de las lapidas, en medio de la noche tempestuosa, podía sentir una calma…meditación sostenida con el ulular del viento azotando sus oídos, pensativo con sonidos roncos, admiro a sagrada paz de la tumba que a todos les esperaba tarde o temprano…donde uno parece dormido pero jamás despierta…fue entonces que la voz de Sven se hizo resonar en medio de todo el silencio de las voces, los ojos dorados cual oro miraron directamente a su superior, asintió ante la orden de regreso, tomo cada una de sus cosas y comenzó a caminar hasta donde se le señalo, era hora de volver al castillo, hora de volver a su nuevo hogar.
—Entendido señor. —
Miro a Jeriko un instante y solo sonrió un poco mientras se dirigía a su camino de retorno.
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Post by Miss. Nightbreath on Apr 15, 2018 15:43:35 GMT
Y así transcurrieron los minutos, las horas y la noche entera, la mujer solo se dedicó a desenterrar los cadáveres para sacarlos de sus ataúdes y llevarlos a los vagones para volver a dejar todo en orden en la profanada tumba para luego repetir el ciclo, cumpliendo su tarea cada vez un poco más rápido, sin preguntas, sin charlas triviales, solo el pesado trabajo de cavar y continuar. Era irónico, lo silencioso del trabajo le permitía en cierta medida, darse la libertad de pensar e incluso sumergirse en esa nostalgia del pasado, sin salida o algo por el estilo, aún habían cosas que nublaban su mente con facilidad a pesar de los años.
El llamado de su superior la sacó de sus pensamientos, deteniéndose al instante para asentir y hacer una leve reverencia para luego terminar la carga de último cadáver de su área a los vagones, acomodar todo y enseguida recoger sus cosas para tirarlas al vagón, mirando con cuidado los alrededores solo para asegurarse de que no hubiese ningún curioso por los alrededores. Después de terminar solo miró a sus demás compañeros y se montó en uno de las carrosas, acomodando su capa para cubrir todo su cuerpo apretando con su mano derecha la espada atada a su cintura, no pudo adivinar para que querrían los cadáveres del cementerio, debía admitir que la curiosidad le recorría la mente, pero no importaba, tarde o temprano lo sabría y si no era así pues no importaría demasiado, por ahora solo era un soldado más.
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Gideon
Los Invictos
No hay que mirar atras...
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Post by Gideon on Apr 17, 2018 17:30:29 GMT
Notaba comportamientos extraños hacia arcanos podrían llevar semanas incluso años fallecidos. No entendía mucho como algo que ya ni tenia vida podría despertar algún tipo de emoción en otros, no eran conocidos suyos y los cadáveres no cambiarían o habría diferencia al hacerlo….
Las ordenes de la autoridad mayor del lugar se sintieron como un regaño a si mismo por divagar. Decidió dejar de prestar atención a la forma en la que los demás realizaban sus tareas, estaban bajo prueba o al menos eso quería pensar así que lo importante era concentrarse en sí mismo. Se dio prisa con su tarea, revisando de no dejar nada suyo detrás. Sacudió la tierra de sus guantes y se subió al vagón.
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Abraham Shelley
Los Invictos
El pasado por más que se deje atrás, te alcanzara.
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Post by Abraham Shelley on Apr 18, 2018 0:21:28 GMT
Cuando la orden por parte de Sven para detenerse fue dada él vástago se encontraba a mitad de la exhumación de un cadáver de su sarcófago, de su cuerpo poco quedaban mas allá que sus músculos y piel carcomida por los gusanos de la tierra. Abraham observo aquel cuerpo en silencio, pero la respuesta que se hacia a su pregunta pronto la pudo responder. Con rapidez dejo el cuerpo nuevamente en su descanso eterno y con la pala, frenético, volvía a colocar la tierra sobre el cuerpo que seguiría sumido en su descanso eterno.
Retirándose con rapidez corrió hacia los vagos que casi le dejaban atrás a causa de su decisión subiendo en aquel donde Gideon se encontraba como pasajero y como conductor Ivka.
Aun después de todo lo ocurrido y ser parte ahora de las serpientes Abraham se sentía aun culpable por lo que había ocurrido bajo la Luna Roja y por ello el vampiro evitaba al sirviente con mera cortesía o quizás el temor de alguna reprimenda ya que desde entonces no se habían dirigido palabra alguna para hablar de lo sucedido.
Por ahora haría como él y haría como si el otro sencillamente no existiera como lo sucedido en aquella noche.
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Post by Farren Jawzahr on Apr 18, 2018 2:38:21 GMT
Mantuvo su rostro inexpresivo al tener la atención de los veteranos, pues sabia que a ojos observadores hasta el mas mínimo gesto podría decirles mucho y sin mas, asintió aun sin levantar la mirada, yendo directamente a cumplir con su tarea la cual no le fue dificulte deducir al tan solo ver lo que hacían sus demás compañeros.
Tras varios minutos de escarbar en una de las tumbas por fin dio con el ataúd, logrando abrirlo tras un par de tirones para encontrarse con algo que detendría sus acciones unos instantes. Una joven con una piel grisácea y ojos abiertos carentes de vida que lo "miraban" directamente. Tenia algunos rasguños en el rostro y pudo ver que en la tapa del ataúd también había otros mas. Sintió algo de pena por ella, ya que a pesar del deterioro de su piel y las heridas en el rostro, aún se podía notar su belleza. ¿Un simple error o un acto cruel? Reapergate tenia muchos secretos oscuros que podrían quitarle el sueño a muchos, un lugar donde no importa si eres bueno o malo para que cosas terribles puedan ocurrirte; pero no estaba ahí para indagar sobre el pasado de los cadáveres que fuera recogiendo, solo tenia una tarea y debía cumplirla. Tomó el rígido cuerpo con cuidado y lo llevo hasta uno de los vagones, su largo y blanco vestido se arrastró por el lodo hasta que al fin la dejó ahí, dando un ultimo vistazo pensando que parecía una muñeca. Regresó nuevamente hasta la tumba para rellenarla y dejarla como estaba en un principio.
La noche fue larga y cuando el elfo se había fastidiado del terrible olor, decidió ayudar a otros para cavar mas rápido y rellenar, dejando que se ocuparan de transportar los cuerpos hasta los vagones, con la excusa de que el se encargaría de recomponer las tumbas, hasta que la hora de irse finalmente llegó. Farren se seco el sudor que ya estaba mezclado con algo de tierra, detestaba estar sucio y lo que era peor, con peste a muerto, dos cosas que ya lo tenían con mal humor y por mas que le urgía un baño, se mantuvo tranquilo y silenciosos hasta el momento en que subió junto a los demás para irse del cementerio.
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Post by Giselle Vladgun on Apr 18, 2018 4:21:53 GMT
Uno a uno los cadaveres sumaban peso a los vagones que adornados por el velo nocturno pasarían invisibles por el ojo despistado del viento mientras la luna les ofrecía su cobijo. Entre los consortes del deber había quienes se recluían en sus pensamientos sin musitar al sellar con manchas un lenguaje invisible, sordo, que solamente se podía ver a través de sus almas perturbadas por la evidencia de que el tiempo a todos un día iba a reclamarlos. Solo las falsas sonrisas y gentiles saludos de fachada distraían a lo que ante los prejuicios de Giselle eran inocentes que se habían perdido en el camino de la malicia y ahora pintaban de negro sus interiores, tapizando las paredes de su corazón con tinta que las pesadillas reflejarían alguna que otra noche.
Más no para ella, la dama que pasaba derrocando reyes y reinos cuando los humanos solían ponerla en el altar de los mitos como una plaga traída por sus cuentos donde solo un salvador los premiaba en una vida de esclavitud y miseria.
Cuantas de estas pobres víctimas habrían perecido en la soledad de la paz y la quietud? y cuantas otras gritaron su último aliento en plena desesperación?. En esas 3 cosas pensaban sus mentes al ir cargando cadaver por cadaver, la gran mayoría de desafortunados eran huesos con irreparables marcas en su osamenta.
Finalmente había llegado el tiempo de partir. La gratitud hacia su larga túnica se hizo presente al ver que su ropa no tenía una sola mancha. ¿Magia quizás? o solo años de practica en ese terreno maldito. Subió fácilmente a los vagones, ya era tiempo de regresar al castillo.
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Post by Ivka Lawson on Apr 18, 2018 5:03:12 GMT
Su mirada inquisitiva se deslizó por el terreno que le rodeaba, más sin embargo al escuchar la voz del veterano y ser consciente de esa señal reaccionó al momento; era hora de que todos se retirasen, más aún quienes eran vástagos. Se atrevió a mirar el reloj de bolsillo que portaba, estaba por salir el sol y aquellos arcanos que acostumbraban a madrugar.
Aquella decisión había sido bastante prudente, cosa que no le sorprendía.
Acató las palabras nuevamente, agachando su cabeza para dar entendimiento a la orden impuesta. Tan pronto como abandonó el puesto que tomaba, a paso tranquilo se dirigió a donde había dejado el vagón junto con los corseles. Sin mucha sorpresa vio aquellos cuerpos que habían sido colocados dentro; el amphithere cubrió con cautela los mismos con la paja y el manto negro que había conseguido, dejando ver todo como si solamente fuese una carga de materia. Un suspiro suave escapó de sus labios y a la brevedad subió a la parte delantera del vagón, tomando las riendas que controlaban a los caballos. Miró hacia atras un momento, viendo de reojo a quienes habían subido al vagón que llevaría él y si aún faltaba alguien, pero no parecía ser el caso. En un movimiento indicó a los animales que comenzarán a andar, siguiendo el camino que habían marcado al inicio para acceder al cementerio.
Guardó silencio y solamente se dedicó a guiar a los animales directo a los dominios de su Lord, desinteresado en las demás serpientes nuevas o lo que pudiesen hablar o imaginar; de momento todo seguía en orden, pues no parecía haber preguntas innecesarias.
Pronto volverían a la tranquilidad, misma que el dragón deseaba con ansias. Debía pensar.
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Jeriko
Los Invictos
Tócame que soy realidad
Posts: 256
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Post by Jeriko on Apr 18, 2018 5:45:33 GMT
después de un buen rato de forcejear con los grandes cuerpos y en buen estado que había desenterrado, el incubo sintió un alivio al oír las nuevas ordenes de su superior Sven, llenando piedras en los ataúdes y cubriendo la tumba con la tierra removida, asegurándose de dejar todo como antes de su llegada e intromisión en su lugar de reposo
contento el incubo sonrió enormemente por su tarea completada, sacudió sus manos y dio un giro sobre su propio lugar, haciendo que su corta y pomposa falda se elevara pero sin mostrar mas de lo necesario, sus motivos principales eran para quitar cualquier suciedad posible en su vestido, pero en su interior lo hacia porque de dio cuenta que Rallis lo estaba viendo y quería que Rallis pudiera verlo mejor
sonriente por su acto, sujetó su apreciada guadaña y su pala para luego subirse a uno de los vagones, con la idea en la mente de que el primer cadáver que había desenterrado era muy guapo pero que el segundo tenia una corta barba muy sexy y otros detalles que había notado mientras hacia su trabajo
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Post by Sven Velfast on Apr 21, 2018 16:57:23 GMT
Uno a uno los arcanos acataron y subieron a los vagones, después de dejar los lugares de descanso en completo orden. No hubo inconvenientes por lo que una vez que todos las serpientes, nuevas y veteranas, volvieron a sus puestos, se dio marcha de vuelta al castillo. Sven por su parte, dio una última ojeada al lugar, tratando de discernir algo fuera de sitio.
Tras rectificar que, efectivamente, todo se encontraba en óptima condición, dirigió su mirada al frente. El amanecer se aproximaba, y aquello era algo que poco a poco se convertiría en una memoria ajena y distante para el neonato. De momento, su primera misión había sido exitosa y era momento de reportar aquello a Lord Lysander.
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