wolfeimer
La Resistencia
No puedo...yo...necesito...!!!!CARNEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!!
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Post by wolfeimer on May 16, 2018 20:22:18 GMT
En las horas nocturna, Wolfeimer cargaba en sus brazos una cesta de panes dulces que había comprado a Silver. Le faltaban unas 5 cuadras más para llegar al refugio de la manada. Por suerte no estaba en ese momento Raymond siguiéndolo como clavo en pared y le era alivio poder sentir algo de privacidad para aclarar sus ideas y pensamientos, los problemas con Jundel con la extraña habilidad de traer criaturas, la repentina desaparición de Noitye...¿Que le pasaba al moreno? En momentos de crisis hubiera deseado que estuviera a su lado para encontrar la solución de Jundel junto con Lucian, pero...la desconfianza que había...pronto sus pensamientos fueron interrumpidos por una voz femenina,que al voltear su rostro prestó atención sus palabras.
No podía creer lo que escuchaba, la soberana se había topado con Black Stag, no era de extrañarse de que solo era una leyenda inventada, él junto con la manada se encontraron frente a frente y por más extraño que fuera les había ayudado a encontrar a Alfa en plena tormenta helada. Pero la idea de que se uniera Black en el bando no sería de las mejores decisiones. -¿Que puede garantizar usted que esas criaturas no nos destruirá a nosotros?-
La mirada del joven lobo reflejaba un enojo que hacía lo posible para relajarse antes que se transformará en lobo y desatara una masacre y que le echaran la culpa a él y la manada de Fauce.
Un fuerte viento sobrevino al gentío cayéndole el frió y el sereno de la noche, ahora sin los rayos del sol, se había disminuido algo de esperanza en lo que quedaba en el grupo de la resistencia. -Hace años una de esas cosas de ceniza casi acababa con mi vida...sino fuera por...por Marshall Victoria..ya no me encontraría aquí hablando con ustedes...ahora usted habla de que esas criaturas están preocupadas por nuestro bienestar..si fuera asi..no tendría esta marca de quemadura
Más adelante de la multitud se encontraba Rosse, una de las que solían estar en la corte de la primavera, después de varios meses sin ver a cara a cara a su soberana, en su pecho le salía su corazón solo con la idea de ir corriendo hacia ella para abrazarla y decirle cuanto lo extrañaba, si no fuera con la gran multitud de gente que estaban alrededor de ella le era difícil acercarse.
El extraño mensaje que le daba la soberana al pueblo le era difícil de creer de que una criatura como Black Stag estuviera involucrado junto a ella. Mirando a su alrededor observaba los rostros del mal humor que expresaban. -!!No se que está sucediendo aquí, pero sea lo que acontezca...estaré apoyando a mi soberana Aesther!! Sea lo que hagan esas criaturas o el mismo Black hay que buscar seguir adelante y luchar por lo que siempre hemos estado haciendo: Buscar la paz y la armonía.
Después de varios comentarios de otros arcanos una fuerte discusión llegó acompañado de gritos y de lanzar piedras a su soberana. El extraño ser que manifestaba de que se debería de quemar a Aesther en una fogata le reclamó con gran furia.
¡¡-ATREVE ACERCARTE A LA SEÑORITA AESTHER Y TE ENFRENTARAS CON MIS PUÑOS!!
Wolfeimer miraba a su alrededor, le era mal gusto de que estuvieran lanzando piedras a Aesther y el mismo estaba en contra de ella. ¿Acaso apoyaría los ideales de otros arcanos para estar en contra de ella? De ser así, también estaría en contra de la resistencia, contra la libertad, la paz y armonía que tanto buscaban. Estaba intranquilo. No sabía que hacer en se momento. Tenía un nudo en su garganta deseando sacarlo al frente. -¡¡EN EL NOMBRE DE TODOS LOS DIOSES ...NOS ESTAMOS COMPORTANDO COMO LOS MISMOS HUMANOS QUE COMENZARON LA GUERRA CONTRA NOSOTROS!!
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Post by Narrador on May 16, 2018 20:31:34 GMT
La llamada al conflicto agitó la furia. Algunos no se limitaron solamente con lanzar piedras; comenzaron a haber riñas entre varios arcanos mientras otros rompían estructuras de madera para preparar una hoguera. El caos reinaba; las palabras que incitaron a la guerra fueron tan pesadas que los pesares que habitaban en los corazones de los Mirovianos comenzaron a alzarse para tomar control de ellos. Aesther permanecía de cuclillas en el suelo, recibiendo los golpes de un pueblo que había estado callado y conformado con su influencia sobre ellos pero ahora actuaban aguerridos al no poder concebir con cuánta facilidad les planteaba la contradicción de algo que ellos habían creído una verdad por tantos años. Una verdad que habían aprendido a temer y evitar y de pronto... ¿debían quitarle las etiquetas para hacerlas parte de ellos? No, ¿cómo era eso posible? En la mente de muchos la Soberana que una vez había sido no existía ya; se había perdido en la locura.
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Post by Beltaine Waters on May 16, 2018 21:24:40 GMT
Después de muchos meses, la soberana Aesther hizo acto de presencia en medio de la ciudadela, más algo había cambiado en ella. Más que una flor marchita parecía una calendula floreciendo a las orillas de un mar negro, y no parecía haber quedado rastro de su antiguo ser, hasta que habló.
Al principio parecía estarse disculpando por su prolongada ausencia, más la revelación de una profecía que sembró la intriga en el Kelpie, se convirtió en una sorpresa de temor al enterarse de que la soberana había tenido contacto con Black Stag. Beltaine no era ajeno al asunto, hace años había organizado una búsqueda del esquivo errante mítico con tres heroícos compañeros que ya nunca más había vuelto a ver; pero en aquella ocasión el bosque los había rechazado con sarzas espinosas y raíces feroces que crecían de un modo anti natural. De una manera que reflejaba cierto control sobre la naturaleza.
Los puños de Beltaine se apretaron, haciendo temblar las fuentes de agua cercanas que comenzaron a derramarse. Siempre pensó que BlackStag y las criaturas de la ceniza eran una amenaza para Mirovia y debían ser eliminados apenas fuesen vistos. Pero la oscuridad que los envolvía, era acaso una calamidad más turbia que la luna roja? o un presagio de la advertencia que profesaba la soberana de la primavera en nombre del oscuro ente llamado BlackStag?. No podía olvidar la última luna roja donde esas criaturas se habían llevado la vida de tantos arcanos, inclusive del Doctor Dann Marino, dejando huérfano a Jouna quien ahora valía más que nada.
Todos los recuerdos estaban llorando en soledad, de los acontecimientos de la brisa abrasiva de un ayer que nunca vio el amanecer, donde las noches solo llevaban consigo el lamento de los inocentes, quienes solo habían pecado de haber caminado en la dirección equivocada. No sabía que hacer o pensar, su mente estaba en conflicto con las ideas que le habían expuesto y los gritos de la multitud que acusaban a la soberana de haberse aliado con la oscuridad.
La desesperación, el miedo, la desolación que a todos les traía la oscuridad donde aparecían los seres de ojos ardientes como el infierno, dejandoles marcas imborrables en el cuerpo y el corazón. Apretándose la cabeza, Beltaine se hizo un ovillo, depositando la decisión final en su mismo cuerpo.
Extendió sus aletas, ampliando el rango de su habilidad que abarcó más allá del estrado donde la ninfa prometía salvación. La confusión de su mente se deshizo como hilos quemandose cuando su mirada contemplo sus ojos. Esos no eran los ojos de alguien tocado por el mal.
"Ella no es ninguna amenaza"
Se reincorporó, con el corazón hecho un nudo. No podía decir que no sentía temor por el fantasma de la incertidumbre que representaba BlackStag, pero era ese mismo temor el que había llevado a los humanos a perseguirlos. No sabían en verdad nada sobre su enigma, quizás se estaba arriesgando demasiado, pero no se dejaría llevar por la misma corriente de siempre, seguro de que siempre había tenido la razón sin aceptar ningun otro argumento.
Se colocó de pie frente a la multitud, encarandolos con la angustia de su pesar y el contraste entre su furia, su confusión y su determinación innegable.
-¡¿Que sabemos acerca de BlackStag o esta tierra?! -Exclamó enardecido con los comentarios de algunos- Mirovia ha vivido más tiempo de lo que nosotros lo hemos hecho, y somos arcanos! yo no conozco la historia completa de este lugar ¿ustedes acaso si? Todo esto se ha extendido como una plaga y no podemos verlo, esta luna roja fue la más violenta que hemos visto en mucho tiempo, quien sabe si empeorará el próximo año, y ahora ella nos está dando la solución para poner fin a las confrontaciones! -Aclaró señalando a la soberana con mano abierta- Y no la van a escuchar?!
Ella no proponía otra cosa que poner fin a las confrontaciones, de evitar una matanza que podía cobrar la vida de todos ahí presentes, pero resistir dejarse llevar por el odio y el miedo era más difícil que aguantar la presión de gritarlo. Pero deseaba hacer lo que creía era lo mejor para Mirovia...Tal vez no era tan distinto de Ajani como lo creyó.
-Confío en usted...
Una vez, por lo menos una vez, se enfrentaría a brazos abiertos a lo desconocido.
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Aagron
La Resistencia
"Con o sin Sol en los cielos, con o sin tormentas por delante. Este mi hogar, esta es mi gente"
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Post by Aagron on May 17, 2018 0:14:00 GMT
Aagron no podía creer lo que presenciaban sus ojos.
Aesther, la Soberana de la Primavera se estaba mostrando ante ellos. El dragón en un primer impulso quiso acercarse, aún tenía muchas dudas en la garganta incluso luego de haber encarado a Ajani, el propio señor del sol, el astro mayor que desde haría semanas no había mostrado presencia ninguna en los cielos que reinaba. La multitud se aglomeró más rápido de lo que él podía atravesar tal distancia, el guerrero rugió frustrado por más que con su estatura no le costaría nada hacerles frente. Fueron las propias palabras de aquella mujer, cuyo temple sin lugar a dudas había cambiado tanto desde la última vez que le había visto haría más de un siglo atrás por una de las tantas veces que había tenido que ir al templo de la primavera. Solo le había visto en persona esa única vez, y la imagen que tenía en la memoria no era ni por asomo similar a la que tenían en frente en ese instante.
Esos ojos no eran los ojos de una chiquilla inexperta, ya no más; lo que veía desde la corta distancia a la que se encontraba era ni más ni menos que la mirada de quien está dispuesto a abandonar todo por lo que es correcto.
Black Stag era un ser que sólo por sus leyendas, había causado un temor terrible en lo más hondo del pecho del dragón, las historias contadas por aquellos que antes que él ya habían estado en la isla habían sido lo suficientemente aterradoras para que el en aquel entonces Joven e inexperto Aagron cayera en cuenta de que no era buena idea intentar buscarle o hacerle cara; más nunca habían mermado su curiosidad al respecto. El heraldo de la muerte le había mostrado una verdad a aquella mujer, le había mostrado algo que de un modo u otro, podía sentir que era la razón por la que aquella que había llenado de vida toda Mirovia se había vuelto a alzar en frente de un pueblo en necesidad.
El dragón, en el momento que la mujer terminó de hablar se aproximó- al menos lo intentó.
"MENTIRAS" "BRUJA" Aesther a ojos de aquellos que le habían seguido alguna vez había cambiado a un punto que todos consideraban la locura había terminado con ella, más aún cuando la sugerencia era aliarse con el propio Black Stag.
Una de las tantas rocas que habían empezado a arrojar, había encontrado su impacto final contra la sien del guerrero que aún portaba la marca del sol sobre su piel con un orgullo que pocos serían capaces de arrebatarle. Las exclamaciones de los arcanos golpearon también sus oídos, el dragón sintió su pecho arder, la caldera que provocaba su aliento se convirtiera en fuego se encendía. Otra roca, una más también le golpeó el fuerte pecho cuando el dragón mostrando los dientes se erguía lentamente, su cercanía al podio y la mala puntería de aquellos que lanzaban las piedras sumado a su estatura lo volvían un blanco mucho más fácil de atinar para aquellos que se encontraban en el ángulo equivocado.
"¡MIROVIA LA QUEMARÁ VIVA!" fue el grito de batalla que había iniciado esa calamidad.
No sabía quien había gritado
Pero por más que las medidas de la mujer fueran medidas absurdamente desesperadas, incluso ridículas, algo dentro le decía que quería confiar en ella, clamaba por la unión que Aesther quería conseguir... Pero por más que su cerebro le exigía que en lugar de perder el tiempo con aquellos que se centraban en arrojar rocas y simplemente se dirigiera al podio a rescatarle, su cuerpo pudo más que él.
Su puño impactó directamente contra el hombre más cercano, uno que al igual que muchos descargaba su desacuerdo en forma de blasfemias contra la Primavera misma.
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Martina
Los Invictos
Hilos y Agujas
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Post by Martina on May 17, 2018 1:04:21 GMT
Martina se encontraba caminando por las calles de la ciudadela cuando vio pasar corriendo a varios arcanos, se dirigían hacia un grupo, reunido en la plaza centrar, este rápidamente incrementaba su tamaño. Algo estaba ocurriendo… y no dudo en acercarse. En el centro de este pudo reconocer a quien alguna vez fue la soberana de su corte. Se quedó un momento sin palabras al ver lo diferente se veía, casi irreconocible de no ser por que llego a servirle como miembro de su corte. “ ….que fue lo que le paso..” -murmuro para si misma mientras permanecía de pie entre la multitud. Escucho atentamente sus palabras, como se disculpó y hablo sobre lo que parecía ser el estado actual de Mirovia. Espero a que terminara antes de pensar atentamente en sus palabras. “…………. “ Hablaba de aquellos seres.. responsables de quitarle la vida a varias personas, que ella no va a mencionar los asesinatos? Ella hablaba de ignorancia y soberbia… pero donde a estado ella todo este tiempo? Desaparecer tanto tiempo y venir a juzgar.. Todos han estado haciendo su mayor esfuerzo y haciendo lo que está a su alcance, realmente no puede culpar a los Mirovianos de sus acciones sin todos han estado actuando sin ningún tipo de guía. Llegar después de todo lo que a pasado y pedirles cambiar de opinión… se necesitarían pruebas. Si esos seres no son asesinos, habría alguna forma de probarlo? La elfo se quedó en silencio pensativa.. Acaso esos seres le han hecho algo a su soberana? Las acciones hablan más que las palabras.. Quiere creerle pero es muy difícil después de que ella solo desapareció .. re aparecer sin explicación de porque dejo atrás a sus seguidores y con esa apariencia tan extraña … acaso la estaban forzando a decir eso? Un empujón hace que Martina vuelva en si, pronto se da cuenta que la multitud empieza a ponerse agresiva, objetos arrojados y empujones.. a su alrededor podían escucharse arcanos gritando y amenazándose entre si.. pronto empezaron a darse golpes. ( Oh no..) Volvió la mirada a Aesther pensando que hacer.. Deseaba ayudarla .. pero no podía solamente echarse atrás a sus decisiones, no sin pruebas de lo que decía sobre las creaturas era cierto. La elfo empieza a retroceder.. debía alejarse del centro o seguro terminaría lesionada o seria peso muerto a la situacion.
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ian
New Member
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Post by ian on May 17, 2018 2:21:04 GMT
su primera visita a la ciudadelas despues de semanas en su lejania ,era cierto que los cielos estaban oscurecidos dando una señal de agonia ,la tierra moria lentamente ,el tumulto de arcanos lleno de curiosidad sus adentros acercándose el vagabundo ,sus flores se asomaban en el mar de personas hasta ver a una figura agraciada de pie,era ella,su querida y perdida soberana ,su pecho se regocijo de jubilo con solo verla trayendole calma .
Escucho atentamente sus palabras, como se disculpaba y hablo sobre lo que parecía ser el estado actual de Mirovia. estaba sorprendido al saber el hecho de por que el bosque moría lenta y agonizante ,levantando sus orejas Espero a que terminara necesitaba saber el por que de su desaparición , Hablo de aquellos seres cuales sus padres aborrecían y responsables de quitarle la vida a quien sea , pero donde a estado ella todo este tiempo? que le había ocurrido ?donde estaba esa sonrisa primaveral donde ta hacia sentir como en hogar? Desaparecer tanto tiempo ,. Llegar después de todo lo que a pasado y pedirles cambiar de opinión… se necesitarían pruebas. Si esos seres no son asesinos entonces debería de ser verdad ,su querida soberana jamas mentiría
el kirin se quedó en silencio,mortificado el no debía de dudar de ella ,llevo sus manos a su pecho como plegaria a los dioses para que le den la iluminación de la verdad pero.... Acaso esos seres le han hecho algo a su soberana? aun estaba preocupado por ello ,sabia que no era su intencion pero no era su culpa asi era como se crio .
-si mi soberana lo esta diciendo ,yo le creo ,yo no tengo razon de dudar o desconfiar de usted ni de black stag
levanto su voz con decisión ya tomada ,si ella sabia como salvar a mirovia no desconfiaría de ella en ningún momento ,su inocencia o mejor decir su ingenuidad era mal vista ,no era su culpa que el creyera a las palabras de la soberana ,el nunca vio los hechos,jamas se entero de nada ya que seguía sumergido en su soledad y mundo de fantasías Un empujón hizo que reaccionara y pronto se da cuenta que la multitud empieza a ponerse agresiva, objetos arrojados y empujones a su alrededor tratando de esquivar y cubrir el pequeño rastro de vida vegetal en sus cuernos ,era peligroso estar aquí podían escucharse arcanos gritando y amenazándose entre ellos pronto empezaron a darse golpes.
-BASTA POR FAVOR ASÍ NO SE SOLUCIONARA NADA ,POR FAVOR ESCÚCHENLA
miro a su soberana con determinación pero tenia que proteger sus flores ,cosa importante para el mientras buscaba una manera de salir del conflicto,ademas que es lo que podria hacer un bardo ademas de ser un vagabundo con todos los arcanos cuales tenian mas problemas que el ,queria tocar alguna cancion algo que pudiese hacer para que la llama de la pelea bajara pero era inutil mientras salir a protegerse de la guerrilla en la plaza
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Aesther
Soberana de la Primavera
Posts: 138
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Post by Aesther on May 17, 2018 20:05:37 GMT
Las palabras que habían salido de su boca calmaban la culpa por las injusticias cometidas con Black Stag y los Seres de Ceniza. Habían sido tantos años de cuentos oscuros que asustaron a generaciones, cuentos que alejaban a la gente de quienes querían solamente ayudar. Los recuerdos del pasado estaban ahí tan frente de ellos que por miedo se habían negado a siquiera voltearlos a ver. Hubo un silencio que se creó después de todo lo que dijo… Las palabras llegaron como un balde de agua fria pero fue entonces la frustración de muchos mirovianos lo que los hizo alzar la voz. Es una mentira
¿Qué clase de ayuda es esa?
Se deciden a aparecer, prometiéndonos vida siguiendo a la muerte
Mirovia… la quemará vivaLa multitud enloqueció. Aunque habían quienes aún creían en ella eran más fuertes las voces de quienes sufrieron por sus pecados, por su ceguera, por los privilegios que los mantenían en un sentido de falsa paz… Eran las voces de quienes vivían conformes aún así manteniendo la fe en ellos porque era lo único que conocían y ahora… Ahora alzaban las voces para dejarle bien claro que ya no la necesitaban, que nunca lo hicieron y que la verdad que con tanta esperanza estaba compartiéndoles no era bien recibida. La primera piedra no se hizo esperar. El golpe fue firme; directo a su corazón. Mirovia le devolvía su egoísmo con aquél primer impacto… muchos le siguieron. Intentó mantenerse firme y de pie, aceptando lo que se merecía. El dolor de todo un pueblo frustrado con su protector; les había fallado. Sin embargo, los golpes fueron demasiados, más de lo que podía aguantar sin defenderse, cosa que no haría. Su cuerpo lacerado se venció al suelo, donde las piedras continuaron cayendo. De pronto el olor del fuego le acarició la nariz… Un destino del que no podría escapar. Alzó el rostro para ver al pueblo dispuesto a desaparecer esa frustración hasta que no quedara más que cenizas. Los recuerdos de la guerra le llegaron en un arrebato de violenta angustia; la historia estaba repitiéndose. -No… no es la muerte lo que pretendo ofrecerles... es vida– murmuró. Era ya muy tarde.
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Post by Izrlo Miéville on May 17, 2018 20:20:27 GMT
Y pensar que aquella persona que ahora se veía apedreada por una multitud que en un pasado quizás la venero o gustaba de ver ahora reaccionaba tan agresivamente por su relación con un ser de oscuridad tal como Black Stag. El cecaelia no podía evitar tampoco sentirse un tanto conmovido ante tal situación no tan solo por que aquella quien recibía amenazas y golpes había sido con quien había tomado hace tiempo una taza de té sea cual haya sido el resultado de ese encuentro si no su cercanía a un ser que en leyendas y en el boca a boca representaba tal “amenaza” a la vida le hacia sentirse un tanto representado en su imagen.
A fin de cuentas, el hizo algo que bien mereció la muerte y le fue dada bajo la Luna Roja.
— ♫ ¡ALTO, DETENGAN ESTO! ¡SUS PALABRAS PUEDEN ATEMORIZARNOS, LAS LEYENDAS DE BLACK STAG PUEDEN HACER MELLA EN SUS CORAZONES, PERO NO ESTA EN NUESTRAS MANOS JUZGARLA CON NUESTRAS MANOS RAZONEN Y JUZGUEMOS, PERO NO CONDENEMOS ANTES DE ESCUCHAR MAS DE SUS PALABRAS O SI LO QUE DICE ES VERDAD, SI ESTA ALIADA A BLACK STAG!
¡¿ACASO EL NO TOMARA JUSTICIA EN SUS MANOS COMO NOSOTROS LA TOMAMOS ENTRE LAS NUESTRAS?! ♫
Haciendo uso de su voz y belleza, esos dones dado por su naturaleza Izrlo lograba calmar a quienes le rodeaban, pero tal era el bullicio que le rodeaba que había en muchos mas que simplemente sus palabras buscadoras de la razón.
Pero el bullicio, la violencia se hizo mas presente y el arcano recibió un golpe uno que le hizo entender que sus intentos serian fútiles y que muy seguramente quienes intentasen proteger a la soberana acabarían teniendo el mismo destino que ante sus ojos Izrlo veía surgir. Las llamas.
Si la soberana sobrevivía solo esperaba que haya visto su intento de frenar tal locura, pero ya se le hacía que era muy peligroso para el quedarse allí, quedarse en la Ciudadela incluso, pues si llegaba a morir Aesther, Black Stag, de quien muchas leyendas hablan como traedor de la muerte ¿No traería su muerte represalias?
Reapergate se le hacia mas segura por lo que rehuyendo de la multitud con una ultima mirada a su espalda, a la figura de la soberana el arcano partió lejos de aquel bullicio.
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Yama
Los Grises
Profesional.
Posts: 56
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Post by Yama on May 17, 2018 21:38:57 GMT
El pelirrojo habia estado escuchando y atestiguando todo desde que la mujer subio al podio. Tomaba notas apresuradamente para tener palabra por palabra y poder analizarlas despues mientras el creciente caos despertaba en el aquella sensacion que pasaba tanto tiempo controlando, era inevitable sentirse extasiado por toda la violencia que la ignorancia de los ciudadanos enardecia asi que el carboncillo le temblaba un poco en la mano. Habiendo tomado notas y notando la creciente turba furiosa y el inminente ataque a la mujer, se alejo por un callejon de regreso al reapergate para llevarle las notas a Su Maestro. Echando una ultima ojeada a la escena, no pudo evitar sonreír.
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Lizzy Beckham
La Resistencia
El verdadero poder esta en el control de la mente
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Post by Lizzy Beckham on May 17, 2018 23:37:55 GMT
la mujer de rubios cabellos observaba y escuchaba atentamente a la ex soberana de la primavera,su caperuza la cubría en su totalidad, de pies a cabeza, dejando ver solo parte de su rostro y un rubio mechón de cabello que sobresalía de esta, la es soberana estaba hablando sus palabras planteaban una verdad totalmente descabellada, pero no imposible, la licántropa jamás negaba información, sin haber corroborado antes su veracidad, sin dudas era información dura de procesar pero eso era lo que emocionaba a la loba, hasta el punto de querer ir con la soberana y platicar, pero eso ya eran fantasías suyas
en silencio y en completa armonía, la loba escuchaba maravillada a la ex soberana, -"fascinante"- pensó, Black Stage y la criaturas cenizas querían advertía los ciudadanos?, -"realmente fascinante"- volvió a recalcar en su mente, ya había enfrentado a la horribles criaturas de ceniza, sabia lo que hacían pero era esto verdad?, estas criaturas sedientas de sangre y carentes de inteligencia eran los vestigios de los antiguos arcanos?, por primera vez en mucho tiempo, la loba se encontraba sorprendida
observó la reacción de todos los presentes, escuchó sus razones por las que se negaban a creer y/o apoyar a la soberana, casi la totalidad de estos se basaban en las muertes provocadas por la criaturas de ceniza, era un buen punto pero, -"y si no lo hacían intencionalmente?"- esa era la interrogante que había nacido en la loba, se llevó una palma a su mejilla y respiro hondo, la información ya había sido dada, solo faltaba analizarla y corroborarla
la multitud comenzó una lluvia de piedra contra la ex soberana y parecía ser solo el comienzo, al momento en que observo antorchas la loba decidió era momento de retirarse, dio media vuelta y caminó, pero a los pocos pasos se detuvo y regresó levemente la mirada hacia atrás, observando por ultima vez el accionar negativo de los arcanos hacia la que en algún momento fue la soberana de la primavera, -seres primitivos- habló para si misma para luego seguir su camino
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Post by Lastan Lightmoon on May 18, 2018 4:55:45 GMT
El arconte había regresado por fin a Ciudadela pero con esperanza y una sonrisa, ya quería probar los panecillos de Rosse, cuidar la puerta de Ciudadela pero para su sorpresa en el llego en el momento que los gritos habian comenzado – su sonrisa desaparecio, preocupado el empezó a correr a donde provenían los gritos y demás hasta que llego al lugar, el escucho todo el discurso en su camino al lugar pero cuando vio la escena.
“Que es esto?...” Dijo en voz baja para si mismo mientas tomaba de golpe toda la escena, en que se a convertido el mundo?..” – Decepcionado, El observava como muchos le comenzaon a aventar piedras a la soberana sobre una tarima, tenia que tomar una decisión rápida - seguir con su labor de proteger a los arcanos o proteger a esta mujer sobre la tarima. El camino para acercarse y entre todas las voces escucho una en particular.
“La soberana de la Primavera esta del lado con Black Stag la muerte misma! Traicion!”
Lastan ya antes había escuchado de este ser el cual estaba asociado con las bestias de ceniza, una oscuridad que el había jurado derrotar y proteger a los arcanos. El tenia una capucha café en cima de el, debajo su rostro su cabello era mas largo y tenia una barba y bigote mas largo, su pecho y brazos no tenían armadura solo sus piernas, ante brazos y en manos solo guantes cafés sin dedos, su escudo como siempre en su espalda y su espada colgando en un lado de su cintura cubierta por su funda.
“Yo creí en la luz, y ahora se a apagado… Eras mi ejemplo a seguir Soberana de la Primavera… y ahora te alias con la oscuridad misma!” murmuro mientras caminaba poco a poco, empujando a otros sintiendo un Aura que lo hacia mas agresivo detecto que posiblemente un Baphomet se encontraba en el área pero su mirada solo se dirigido a la Soberana, Sus ojos ya no tenían lugar para compasión y tomo su escudo.
“No permitiré que nos lleves a todos a la Oscuridad, si ya no nos protegerás… Nada importa ya. Nosotros nos protegeremos! Como siempre a sido en tu ausencia!” – Declaro el Arconte sin fe, se preparo para lanzar su escudo, su técnica era perfecta, su mano apretó el escudo con fuerza el tiraría todo su enojo y decepción de regreso a ella, el viento le descubrió la cara y lanzo su escudo directamente a la Soberana de la primavera sin pensarlo mas.
Su escudo ya no resplandecía como antes, estaba quebrado en algunas orillas, el dibujo de una balanza ya no existía, el escudo paso por un lado de la soberana solo cortando unos cuantos cabellos y se siguió de largo, El desenvaino su espada y esta resplandeció fuertemente con luz y la alzo al aire dejando que el aura de la baphomet que estaba por ahí tomara completa posesión de el creyendo que esto era lo mejor para todos.
… Esto culmino la caída de un arconte el cual llego con esperanza y sed de creer en la luz Mirovia, aun en su hora de completa decepción y enojo gritando junto con los demás.. Aun creyendo que hace el bien se levanto en armas, poco a poco sin darse cuenta la luz de su espada se fue apagando…
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Raymond Clive
La Resistencia
"¿Qué? ¿No tienes nada importante que decir? Entonces no estorbes"
Posts: 118
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Post by Raymond Clive on May 18, 2018 5:11:46 GMT
¿Cuál era el alboroto?
Raymond permaneció callado, a diferencia del resto de la manada que al parecer se había tomado la libertad de no ser tan discretos como solían serlo, Raymond permanecía al margen. Cubría su cabellera con la capucha de su abrigo, se mantenía en las esquinas donde la luz no le pegara. Su estatura lo volvía complicado, pero lograba pasar casi desapercibido por el resto de Arcanos. La revuelta en la plaza llamó su atención, le hizo desviarse del camino que de por si le costaba trabajo recordar para no perderse. ¿Quien era la que estaba alzándose en el podio? El licántropo frunció el ceño, se mantuvo lejos del centro de la plaza, pero lo suficientemente cerca para poder escuchar y entender las palabras de quien al poco pudo reconocer por fin: Aesther, aquella que en su momento había sido la soberana de la primavera.
Y Realmente, no podría decir otra cosa que no fuera lo que muchos ya gritaban con una sed de sangre mayor que ellos mismos, una sed de sangre que había sido alimentada por miedos e inseguridades constantes desde el día de la disolución de las cortes de las estaciones. Raymond no se sorprendió en realidad, le pareció casi entretenido el modo en el que de pronto, se alzaban con piedras y palos en contra de por quien muchos habían clamado en el pasado ser capaces de entregar sus vidas con todo el gusto del mundo. El viejo licántropo torció la boca con desagrado ante la muchedumbre. Sus pasos tuvieron la intención de llevarle de regreso a la posada donde la manada se encontraba, no debía meterse en ese asunto y como si fuera poco: tenía información. Quizá sería pertinente informar a Diana y a Fauce si es que en primer lugar ellos no estaban ya enterados de lo que ocurría.
En cualquier caso, debía evitar los problemas... solo de momento
A lo lejos, el bullicio crecía. Raymond apretó los puños; interferir no era su trabajo. Alguien más lo haría, estaba seguro. No debía interferir, debía mantener la cabeza baja y la boca cerrada por más que le estuviera costando. Curioso: haría unos meses no se preocupaba por nada que no tuviera que ver con la manada... y en ese instante estaba casi dispuesto a proteger a esa mujer.
Debía estar volviéndose loco
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B̹̫͍́ḷ̶̮̩a͚͔̺c̠̻̦k̹̙ ̛̺̞̝̟S͈̙
B̮̜̳̖͎͌͛̓ͯ̑͗̔͝l̴͓̫̬̬͓̳͉̳ͮa̰̞̺ͪ͊̈ͭ̆ͦc͕̘̍ͤk̴̡̥̬̹͉̮̜̼̣͚ͦ͆͝ ̴̘̭̠̮̻̪̋͋͜S̢̰͇̳̭̯̪͎̼͑͒̆͊͛͊̚͝t̡̢͖̮̳̺̹̺̪ͩͨͤͨ̏̋a̴͚͈̟̐̃̅̀̊̄̒ͭ̋͠g̶̝̹͊̑̓͒
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Post by B̹̫͍́ḷ̶̮̩a͚͔̺c̠̻̦k̹̙ ̛̺̞̝̟S͈̙ on May 25, 2018 17:30:57 GMT
La ciudadela entera estaba enardecida. Se sentían traicionados, abandonados por las únicas personas que alguna vez llegaron a considerar como líderes. A base de gritos y pedradas, la ex Soberana de Primavera, Aesther, cayó sobre sus rodillas. Roca tras roca, maldición tras maldición, su cuerpo y espíritu cayeron en un espiral de culpa y frustración.
Opacada por las negras nubes que no dejaban entrar la luz del día, la ciudadela jamás se había visto más terrible. Descorazonados e iracundos, varios hombres comenzaron a armar una hoguera y, pese a que algunos aldeanos imploraron que la dejasen en paz, el número de personas descontentas era mucho mayor, y a aquellos que se oponían al juicio los contuvieron a base de golpes y empujones.
En cuestión de minutos, la hoguera estaba armada y Aesther, llena de moretones y heridas abiertas estaba sujeta al poste con leños debajo de sus pies. “¡Por Mirovia!”, Gritó uno de los arcanos que llevaba consigo una anotrcha. “ ¡Por Mirovia!", Replicó la multitud. Y con ese último grito, la antorcha compartió su fuego y la hoguera se encendió haciendo que el humo se elevara al cielo, y poco a poco los leños verdes fueron consumidos, acercándose a Aesther.
La escena terrible de una ejecución precipitada causada por la ignorancia y la ira de los aldeanos fué pronto enmarcada por nubes cada vez más negras, nubes que, de pronto, bajaron de las alturas. El humo negro comenzó a esparcirse entre los mirovianos, junto con la pestilencia de la muerte. De pronto, sin explicación alguna, el fuego de la hoguera se apagó y el silencio se hizo notar entre los presentes. El enojo se había transformado en un miedo profundo…
Habían hecho enfurecer a Black Stag.
Frente a todos y justo al lado de una Aesther demacrada y sin consciencia alguna, el humo negro se acumuló y solidificó en un ser anormalmente alto con astas, larga cabellera negra y un cráneo por cabeza. Un valiente de entre la multitud se acercó y con un movimiento fugaz, batió su espada hacia el ser. Sin embargo, la espada pasó por enmedio de Black Stag como si de humo se tratase. El errante volteó su cara lentamente hacia el osado y alzó su mano. Actó seguido, el condenado se alzó en el aire, como si una mano invisible lo estuviese sujetando del cuello.
En el momento en que Black Stag cerró la mano en un puño, la cabeza del hombre que flotaba frente a todos explotó, salpicando a los presentes con sangre y pedazos de carne. El errante batió su brazo y mandó a volar el cuerpo hacia la multitud, cayendo en medio de todos. Por más que algunos querían gritar de horror, había algo que no dejaba que sus voces se hicieran presentes.
Black Stag se dió la vuelta y sacó a Aesther de sus ataduras, cargándola entre brazos, quitando los cabellos de su cara con sus largos y cadavéricos dedos.
- Ustedes solos se han condenado… Mirovianos. - Dijo el ser, poco a poco alzándose entre cúmulos de nubes, aún con la chica en brazos. - Les daré su última advertencia sobre los horrores que sufrirán de no cambiar sus corazones… - Y dicho aquello, rayos negros comenzaron a ser disparados de las nubes, golpeando al azar a varios arcanos. Y con esto, Black Stag desapareció entre la oscuridad junto con la ex Soberana, para no volver a ser vistos en los alrededores…
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Post by welstcher on May 25, 2018 22:25:04 GMT
Desde en un rincón con una capucha puesta, Welscher había presenciado el tremendo lío que se había formado en el centro de la ciudadela. Desconocía la existencia del Black Stag pero si las criaturas de ceniza. El momento en que ponían a fuego en la hoguera para quemar viva a la soberana de la primavera, trato de acercarse lo mas posible hacia ella, pero entre la multitud enfurecida le era difícil hasta que..
¡¡En el nombre de Strenger Metter!!- exclamando de asombro, la ciudad se había tornando de nubes negras, algo inusual que nunca había visto desde hace años en que llego a la isla. Las extrañas nubes fueron tomando forma de un ser con cuernos, la cabeza como cráneo, su mirada era la de un demonio enojado salido del mismo infierno. Todos alrededor se quedaron sorprendido. Uno de los presentes trato de destruir a la cosa, pero el ser lo había levitado en el aire.
Esto ....no....terminara nada bueno- pensó Welscher mientras trataba de razonar, todo lo que estaba viendo en realidad, hubiera deseado que fuera un sueño...sueño convertido en pesadilla pero que a su vez, lo habían traído al mundo real.
Una joven mujer al lado del lobo miraba el rostro del hombre que había intentado dar contra el ser de la oscuridad que había salido de la nube, observaba como su rostro se formaba rojo hasta que llegó en un pu to que exploto y una de los pedazos de carne le pego en su rostro.
!!!!!AAAHHHHHHH!!!!
Gritos de desesperación y de terror se esparcieron entre los presentes y Welscher no podía creerlo, en realidad el mismo ser de la leyenda, era real y había tomado la vida de alguien. Tragándose el nudo de su garganta pudo observar a lo lejos a su hijo Wolfeimer que estaba en medio de la multitud, su corazón latía de gozo al verlo e intento correr hacia el pero...
- Ustedes solos se han condenado… Mirovianos... Les daré su última advertencia sobre los horrores que sufrirán de no cambiar sus corazones…
¿Advertencia? No podía imaginar si ese ser le hiciera daño a su hijo.De ninguna manera...no lo perderé...no de nuevo...-voz firme y con sus puños apretados con los guantes de piel puesto se lanzaba contra la multitud para acercarse mas a Wolfeimer hasta que uno de los presentes le tumbo encima mientras un extraño negro le había atacado a él, por suerte el rayo no le había tocado a Welscher, pero no había buena suerte a quien le había recibo.
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Amalthea
Los Grises
La musica apacigua a las almas en pena
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Post by Amalthea on May 25, 2018 23:03:28 GMT
La destrucción, los golpes los gritos, todo a su alrededor parecía destrucción y odio total, cada arcano que propiciaba golpes a los demás, cada piedra lanzada contra la soberana, incluso algunos como Amalthea que la defendían sin dudarlo estaban incluyéndole…siendo atacados por igual, como si después de quemar a la soberana ellos serían los próximos a morir.
— ¡No! ¡Detengan esto por favor! ¡Es una persona inocente! ¡No se dejen engañar por la ira!—
Grito abrumada cuando un arcano le había dado un golpe en el rostro, las rocas hacia ella y los demás dejaban marcas que además de ser físicas también se habían convertido en heridas psicológicas, la unicornio solo se cubría el vientre materno esperando que su bebe no fuera herido en la disputa, notando como la soberana había sido encendida en donde tenían predestinado que moriría, la hoguera había sido encendida.
—¡¡¡NO!!!—
Cuando las nubes se comenzaron a oscurecer las peleas frenaron un poco hasta que aquel ser se postro frente a todos los arcanos, amalthea miro en dirección donde todos fijaron la mirada, aquel gran ser lleno de oscuridad, astas enormes e intimidantes, su rostro era un cráneo, el olor a putrefacción le había revuelto el estómago, Amalthea se asustó no…asustarse no era la palabra apropiada para expresar lo que sentía, era horror, tenía tanto miedo que simplemente comenzó a temblar hasta que la escena había cambiado a un arcano que se había lanzado a enfrentar a tan poderoso ser, el arma había atravesado a la criatura, Amalthea aun sostenida por los arcanos, fue liberada ante la asombrosa visión frente a ellos mismos, pero en un instante el arcano fue alzado en el aire por la poderosa magia.
—…..¡¡¡¿?!!!.....—
En el aire ahí sin poder hacer nada el arcano forcejeaba por ser liberado pero…la más espantosa escena se mostró, la cabeza del arcano fue estallada como si se tratara de una simple y suave uva, el estómago se le revolvió, quiso gritar pero no hubo sonido latente desde su garganta , el cuerpo voló por los aires bañando de sangre a todos, incluyéndole a ella, su corazón latía con velocidad y fuerza que sentía como golpeaba sus costillas como si fuera a salirse de su pecho ¿Black Stag? No lo recordaba de esa forma tan cruel, la ira cegaba a todos…y todo, Amalthea miro como el errante se acercó y tomo a la mujer como un tesoro preciado.
“—Ustedes solos se han condenado, Mirovianos—”
Dijo rompiendo el aterrador silencio, cuando se alzó hacia el cielo con la mujer en brazos ¿acaso eso significaba la destrucción de esta tierra?, la albina miro al dragón, Aagron estaba presente pero al igual que ella, golpeado…herido ligeramente, regreso su mirada cuando escucho.
“—Les daré su última advertencia sobre los horrores que sufrirán de no cambiar sus corazones…—“
En ese momento un rayo oscuro cayó sobre varios arcanos diversos, amalthea se asustó y trato de alcanzar a pelirrojo cuando un rayo le alcanzo, su cuerpo se estremeció indudablemente , el errante había desaparecido con la soberana, amalthea se mareo y sacudió su cabeza, el miedo, la debilidad y todo aquello mezclado, se sobo la cabeza cuando miro sus manos ya no eran esa hermosa piel porcelana que tanto la marcaba, ahora era una tonalidad gris…apagado y sucio, el miedo se apodero de ella ¿acaso Black Stag le había hechizado, la mujer miro a todos los arcanos que indudablemente se alejaron de ella gritando.
“—¡¡ESTA MALDITA, BLACK STAG HA HECHIZADO ESTA TIERRA!!—“
Sus lágrimas brotaron a borbotones y se miró el vientre pensando por la vida de su hijo latente en su interior, su reacción fue correr y esconderse de la vista de aquellos que la señalaban, estaba aterrada, no sabía que hacer…
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