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Post by Deleted on May 5, 2017 6:42:50 GMT
—Es sólo la verdad, fierecilla—dijo con tranquilidad enarcando una ceja ante su reacción, mirando la sabana hacer y retorcerse y el rostro rojo como su cabello que se volvía más intenso conforme la carne se calentaba e irritaba por la vergüenza. Negando con la cabeza se relamió estirándose sin pensar sobre el buro para coger un cigarrillo, deteniéndose a medias, para lanzar una mirada hacia ella.—¿Le molesta si fumo?—Murmuró con el cigarrillo entre los dedos, toqueteándolo ente el pulgar y el índice. Aquel era uno natural, un poco de romero y albahaca para relajarse y dormir bien.
—¿Lo son?, ¿o es solo una escusa para que sigan ahí?—Respondió a su comentario sin estar del todo de acuerdo.—He visto muchas cosas, pero incluso las flores negras, no lo son en realidad al final. Pero el jazmín, lo es.
Asintió sin mirarla cruzando los brazos tras la nuca en silencio, rebuscando en las marañas de su pensamiento, en los pequeños y empolvamos temas que alguna vez fueron de su juventud. Sólo en compañía puede uno ser, puede uno medir el tiempo y las estaciones.
Acomodándose de lado, recargo el peso de su cabeza en su palma, apoyando parte de la sien hasta el pómulo para observarla más cómodamente, sin creerse del todo lo que salía de su boca.—¡Si no lo es, es que estoy ciego, dulzura—Negando con la cabeza una suave sonrisa se formo en su boca, ante toda esa avalancha de explicación. —Y yo soy el símbolo crudo de la pureza en la tierra, ¿Qué criatura puede afirmar lo que sea que deseen unir a tu pureza que yo?—Agregó levantando el mentón de forma orgullosa, volviéndose a rodar sobre su espalda.
—Aunque me he desviado, como dices tu, tampoco queda más de aquello, no soy hijo de ningún dios, ni de una deidad, soy un animal eléctrico que vive en los anales del tiempo, directamente del canto de las esferas…si de verdad deseas negarlo, no diré más, pero para mí lo eres, con cada pequeño gesto de ingenuidad, desde los guantes blancos hasta las pecas. Pero cierto es que no soy de fiar…—Una sonrisa levemente apagada curvo su boca mientras le dedicaba una mirada intensa y la devolvía al techo.
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Zaniah Neshmet
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Post by Zaniah Neshmet on May 5, 2017 22:31:04 GMT
Zaniah aún seguía bajo la sábana, con la mejilla recargada en su mano, mirando en la dirección en la que le hablaba Eerie a pesar de solo ver lo blanco de la tela.
--No se preocupe, no me molesta --Contestó soltando un suspiro, cuando ya su cuerpo se hubo calmado, se quedó callada escuchando las palabras del unicornio, pensando. La voz de Eerie era tan tranquila, que todas las letras que salían de sus labios, hacían que todo pareciera un mundo más pacífico, aunque caótico a su manera.
La peliroja salió de entre su fuerte de sábanas, y la destendió hasta dejarla completamente destapada, acomodó su mejilla en la almohada y se quedó mirándolo en silencio, pensando en todo lo que el pálido le comentaba, al final soltó una sonrisa sincera, sin motivos de burla o sarcasmo y se acurrucó en la cama. --Bueno, usted parece un ser muy fiable, señor --Comentó abrazando la almohada, mirando ahora el suelo.
Frunció el ceño y levantó su brazo, luego su pierna, y miró su pecho, lleno de pecas. --Lo miró aún con el entrecejo fruncido, mirando a todos lados en señal de duda. --Regresando un poco, ¿Qué tienen mis pecas? --Miró sus manos, su madre decía que las pecas era señal de que el Sol había moteado sobre uno, sus rayos perdidos de Sol, y que estos se habían fragmentado, estirándolos por todo el cuerpo, y que también eran un mapa el cual solo podía ser leído por aquellos con una experiencia extraordinaria para hacerlo, más a parte de eso, nunca les observó nada interesante, no al menos para los humanos. |
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Post by Deleted on May 6, 2017 1:34:29 GMT
El humo blanco y translucido repto desordenado hasta el techo, desapareciendo, mientras la escuchaba, con el frufrú de las mantas al removerse nerviosa bajo ellas. Atisbando su imagen por el rabillo del ojo, parpadeo al frente, sabiendo que sus ojos en esos momentos eran dos huecos negros que apenas emitían un brillo apagado ya que no reflejaban la luz. Encogiéndose de hombros ante su razonamiento.—No mucho, querida...pero te lo agradezco.
Relamiéndose los labios resecos pudo atisbar lo que hacía apenas por las sombras que se dibujaban bajo la sabana, así como la longitud de sus miembros o la voluptuosidad de su carne.
—¿Que que tienen sus pecas?—Repitió la pregunta alzando las cejas negras,volviéndose hacia ella con gesto indescifrable. Y componiendo después una larga perezosa sonrisa de dientes blancos.—Veamos, las pecas son bonitas...son provocativas, uno puede jugar con las motitas de luz, pueden convertirse en pequeños puntos de placer que otros no tienen...no hay un pensamiento que no sea puramente sensual que pueda ofrecerte, salvo por las pecas de tu nariz o las de tus mejillas, más allá de ellas son un juego erótico.
Su manzana de adán bombeo un par de veces antes de continuar, resurgiendo con cadencia y un tono aterciopelado y ronco en la voz grave, el pitillo era un punto iridiscente en la oscuridad entre los dos, era lo que los conectaba pese a la distancia. La negrura lamía sobre los cuerpos, invasiva, pesada...siempre.
—Pero si me hace esa pregunta quiere decir que su experiencia es tan pura como su ser...es usted una inocente a la que no me corresponde corromper sin su entera y absoluta disposición.
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Zaniah Neshmet
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Post by Zaniah Neshmet on May 6, 2017 2:25:58 GMT
Zaniah no pudo evitar soltar un carraspeo, mientras intentaba pronunciar palabra alguna, sin embargo, nada salió de ella, pues era como si algún hechizo hubiera atrapado su lengua. Tragó saliva mientras observaba como Eerie la miraba tan fijamente, decidió mirar a otro lado, hacia la madera del suelo, o a la ropa que yacía en el buró.
--¿Cómo se podría corromper? --Movía sus labios de un lado a otro, observando las pequeñas motas de polvo que sobresalían cuando tocaban la delicada luz de la lámpara. Intentando pensar en algo, aunque muy dentro en su interior, sabía la respuesta. Pues a pesar de ser lo que era, tanto tiempo en la tierra, en sus dominios y de pasar por tantas cosas como las que Zaniah había pasado, poco a poco le habían quitado la poca pureza de su raza, aunque intentara conservarse así. |
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Post by Deleted on May 6, 2017 3:02:20 GMT
-Con afecto carnal, que aunque involucra al corazón se puede abandonar al placer, al hedonismo...aunque en mi caso podría decir que es una clase de amor.-enarco las cejas mientras tomaba el cigarrillo para golpear con los dedos la cenizas para dejarla caer al suelo y devolviéndolo a su boca mientras la veía hacer, consciente de que estaba nerviosa para dormir y él aunque estaba cansado se encontraba cómodo contribuyendo a su falta de descanso.—No hablé de corromper como un tono negativo, veo que las palabras pueden ser dagas de vez en cuando....corromper sólo es un modismo, ya que yo me siento incluso menos limpio que usted, por encima de sus guantes blancos.
Negando con la cabeza un sonido gutural similar a la risa broto de su boca mientras suspiraba.—No sé expresarme, sólo sentir, no acostumbro entablar conversaciones con otros, no demasiado tiempo o profundas...pero me refiero a besos, a abrazos, a toques, a sonidos y a sensaciones...un beso la consumiría a usted. La "Corrompería" y si yo fuera una buena criatura no alimentaría ninguna expectativa.
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Zaniah Neshmet
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Post by Zaniah Neshmet on May 6, 2017 3:33:47 GMT
Zaniah hundió su nariz en la almohada, olía a hojas frescas, se alegraba de que las lavaran a menudo, y soltó un suspiro ahogado, llevando sus piernas contra sí. --No creo que solo un beso me corrompería --Lo miró con unos ojos más severos, como si aquellos hubieran tomado una forma más seca cuando la luz de la Luna los tomaba, uno, de un oro puro, y el otro, de las aguas más claras de Aqualia. Se acomodó en la cama, haciendo que su cabello se atorara con su cuerpo de vez en cuando por lo largo que era, levantó el dorso para quitarlos de su camino y se los arrojó hacia la espalda.
--No soy una criatura frágil, Sr.Eerie --Su voz sonaba ronca, y fuerte, como si algo dentro de ella saliera cuando la noche era presente. --Si no, no andaría por los dominios de la oscuridad cada vez que lo necesito --"Si no, no hubiera salido de casa" Comentó para sus adentros, apretando las sábanas, formando un puño con sus manos, al final, cerró los ojos, pensando en la suavidad de la cama en la que se encontraba.
--De seguro dice todas esas cosas porque el sueño le está ganando, señor --Se levantó de la cama, haciendo que su cabello resbalara lentamente por la cama hasta rozar sus pantorrillas, y lo miró mientras sus labios formaban una fina línea sobre su pálido rostro, y por un segundo, los dientes rozaron la parte inferior de los labios carmín, dejando mostrar todo lo que las sábanas escondían sutilmente, permitiendo a la lámpara mostrar todas las pecas rojizas que rodeaban su cuerpo, a excepción de las partes donde portaba su ropa, las cuales se ajustaban de una manera perfecta a todas las curvas de su cuerpo, dio un paso hacia adelante, hacia la cama de Eerie, mirándolo fijamente, con la misma intensidad con la que él la había mirado hacia unos minutos, mordiendo sus labios, pero antes de dar otro paso más, giró hacia el buró, pasó la lengua por sus dedos y con los dedos húmedos apagó la vela que daba luz a su parte de la cama.
--Así que, buenas noches --Se regresó a su cama moviendo un pie por delante del otro, moviendo sus caderas y se cubrió totalmente con las sábanas, dándose totalmente la vuelta, tan solo dejando el bulto blanco entre la oscuridad. |
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Post by Deleted on May 6, 2017 8:31:22 GMT
—Usted podría ir con la espada entre sus manos, destazando a diestra y siniestra y aún asi creo que el beso sería más peligroso, ya que despierta lo que reside en su interior, ya sea caprichoso, luminoso…u oscuro.—Agregó jugando con el cigarrillo entre los dedos mientras escupía una bola de humo blanco que desapareció frente a su nariz. Mirándola, con los ojos negros, su ávida mirada recorrió su pequeño cuerpo deteniéndose en los lugares que ella esperara que mirara, los que ella provocaba: La profundidad de su escote, el contraste de su piel, la longitud de sus piernas, lo cálido y suave, y sus ojos brillantes a dos tonos, donde su edad y su experiencia se reflejaban limpiamamente. No era estúpido, pero si un tanto absurdo.
Escuchándola le dejaría que sacara la frustración, el miedo o la ansiedad que llevaba encima, admirando la belleza de su cuerpo, no dijo nada, recibiendo cada palabra con elegancia y atención. Una sonrisa suave se formo en su boca, una sonrisa misteriosa y afectuosa con los bordes cansados. Se lo ganaba si, pero intuía que de los dos no era el más decepcionado, el más castigado.
—Buenas noches, Roja.—Agregó en la completa oscuridad, antes de que las sombras retrocedieran un poco y las formas recobraran sus límites, distinguiendo sillas, cabezas y pies. Mirando el techo, cerró los ojos, no era su estilo presionar, ni como un afrenta a su orgullo ni como una incitación.—Mis brazos siempre están abiertos Roja, ya sea que vayas a ellos, te alejes de ellos o regreses.
Murmuró, era paciente, o más allá de eso era desenfadado. Había en él la intensidad que le hacía colmarla de adornos y exaltarla y también la quietud de la rendición. Así como el sentimiento parecía aferrarse a su pecho, el vacio lo cubría volviéndolo ausente. Era a veces un hombre como su apariencia y al mismo tiempo un hombre sin, un hombre sin que sólo se estropea un poco al toparse con una mujer, tras sus parpados volvio por un momento a la nieve, a noviembre.
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Zaniah Neshmet
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Post by Zaniah Neshmet on May 6, 2017 18:22:43 GMT
Bajo las sábanas, el cuerpo de Zaniah ardía peor que nunca, ¿Por qué había hecho tal cosa? Tal... insinuación, no era de ella hacer aquel tipo de cosas, pero se alegró de mantener todo bajo control para que no se notara ni un solo milímetro lo nerviosa y temerosa que estaba. Sin embargo, todo el nerviosismo dentro de ella se apagó de pronto, aún escuchando las lejanas palabras de Eerie entre la oscuridad. Agitó su cabeza, e intentó que su corazón se calmara, pues aquel bailaba de un lado a otro en su pequeño pecho, "La soledad, el estudio y los maestros me han hecho pensar cosas que no son" Se dijo para si misma, abrazando la cómoda almohada, recargó con suavidad su mejilla en el almohadón relleno de plumas, y divagó en su mente, era obvio que un hombre apuesto, carismático y profundo, tuviera la habilidad de tentar a mujeres para caer en los brazos de sus palabras, y aquello es a lo que Zaniah se quería atener, justo como le había dicho su hermana: "No importa cuántos peligros pases, cuántas veces esquives la muerte, la prueba del corazón siempre va a ser la más peligrosa de todas"
Y era cierto, tenía miedo, pues era algo que su armadura no podía proteger, o su espada pudiera atacar. Zaniah miró sus manos acariciando el colchón aperlado de un lado a otro, hasta que sus párpados anaranjados no pudieron más, y lentamente se cerraron, cayendo en los brazos del único hombre que quería en ese momento, pues Morfeo la aceptó con gracia, e hizo que todo se olvidara en la oscuridad de la noche. |
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Post by Deleted on May 6, 2017 20:41:52 GMT
La noche continuó silenciosa, con el brillo ocasional de las tabletas guardadas cerca, supo
El momento exacto en el que se quedo dormida por su respiración, más profunda y relajada, y apagando el cigarrillo se relamió los labios resecos pellizcándolos entre el pulgar y el índice. Tenía la culpa si, pero no se permitía lamentarlo, pasará lo que pasará con los sentimientos a medias y los actos vacios o con el deseo latente no se arrepentía.
Así en silencio dormitando sin caer en un sueño profundo del todo le dio la bienvenida al nuevo día, con la oscuridad apenas retrocediendo a su alrededor para diferenciar la hora, abrió lentamente los ojos, frunciendo el ceño al techo, era lento por las mañanas, así que apenas se movió quedándose inerte por un largo rato. Tanteando de nueva cuenta los cigarrillos, generalmente no los dejaba aunque más que una adicción eran una fuente de repuestos mágicos. Estirándose cual largo era en la cama movió una pierna hasta que tanteo el suelo, y sentándose froto con las palmas abiertas de sus manos su cara.
—Buenos días, cariño—Atinó a probar si estaba despierta, intuyendo la pronta despedida, cada uno tenía cosas que hacer, gente que ver. La deuda estaba saldada, no había nada más por lo que esperar, tan cerca de casa tampoco escusas.
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Zaniah Neshmet
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Post by Zaniah Neshmet on May 6, 2017 20:59:00 GMT
La dulce luz del Sol lograba verse con más intensidad por la ventana al lado de la cama de la muchacha, quien anunciaba que el nuevo día había llegado, a pesar de que aún el sol no se encontraba en su punto máximo, los cuerpos desperezados ya comenzaban a despertarse, y el movimiento fuera del cuarto era presente, pues los viajeros habían dormido lo suficiente, y sabían que debían de seguir su camino, e incluso, el olor del desayuno se deslizaba por debajo de la puerta.
Las cobijas se movieron un poco, aunque por alguna razón el bulto había descendido de tamaño de una manera extraña, sin embargo, la respiración tranquila aún era presente. La ropa que Zaniah se había dejado puesta la noche anterior estaba tendida sobre el suelo, dando a entender que se había desprendido de ella por la noche, a comparación de la suma delicadeza con la que había doblado las otras prendas. Un ligero color rojizo se asomó por las sábanas y se movió un poco, soltando un diminuto y casi inaudible gruñido.
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Post by Deleted on May 7, 2017 5:57:24 GMT
La risa se le atasco en la garganta con un sonido estrangulado, mientras ocultaba la boca tras una mano, relamiéndose los labios caló el pitillo disfrutando del sabor acanelado de este, y la magia relajarlo. Apartando el cabello negro que le caía desordenadamente por el rostro, su mentón tenía las marcas de las sabanas, con los parpados pesados, lo dotaban de un aspecto perezoso y masculino, poniéndose en pie observo el reguero tras pisar lo que parecía ser parte del conjunto de cama que la chica llevaba. Inclinándose lo cogió entre los indices y pulgares estirándolo frente a su pecho y lanzandolé una mirada estrecho los ojos con una sonrisa de travesura oscura y perniciosa. Arrojándolo sobre la sabana que cubría su cuerpo.—Me he topado con hábitos nocturnos curiosos, pero ciertamente el suyo es el más agradable...
Agregó con una risotada, consciente de que bajo las sabanas podía ver casi claramente el cuerpo rosado expuesto a su placer.—Querida niña, con todas esas tentaciones haces que piense que se vuelve fácil...pero primero debo atender algunas necesidades.
Anuncio en parte a la nada, masticando las palabras para dirigirse al lavabo, necesitaba orinar, lavarse y tal vez... sus ojos viajaron hacia el sur hacia la parte de su anatomía que asemejaba a la cualidad que más lo identificaba en su frente como lo que era.—Una dura mañana, en efecto...
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Zaniah Neshmet
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Post by Zaniah Neshmet on May 7, 2017 6:16:46 GMT
La risa del pálido hicieron que Zaniah abriera los ojos, un par más salvaje de lo habitual, soltó un bostezo, mientras estiraba los músculos haciendo que estos se tensaran de una manera deliciosa al momento de levantarse, y de entre las sábanas, salieron un par de orejas peludas color negro con rojo, asomándose un pequeño hocico lleno de pecas y bigotes. Un zorro rojo caminó por el colchón desperezándose, y se frotó la pata color negro contra su rostro, para después agitar su pelaje pelirojo en conjunto con unas pequeñas alas del mismo color.  --No se de que habla --La dulce voz de la joven salió de la criatura mientras se movía con toda libertad sobre la cama, se sentó rascando su oreja izquierda con sus pequeñas patas y movió de un lado a otro su cola esponjosa. Zaniah sonrió tras el disfraz de zorro que la protegía, aún sin saber que lo traía puesto. Nunca supo por qué, pero al dormir, su cuerpo estaba acostumbrado a transformarse en su animal preferido, el cual era el zorro, hábil, inteligente y audaz, una criatura de esas era inmune al peligro y a los daños que pudieran causarle, además de sentirse más segura en caso de que ocurriera algún peligro, pues, bien se sabía que mientras se dormía era el momento oportuno para los que deseaban hacerle mal a los demás, y eso era lo que Zaniah quería evitar a toda costa, si alguien veía un animal dormido, no ocurría nada, si alguien veía a una mujer pequeña dormida, sería una presa demasiado fácil.
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Post by Deleted on May 7, 2017 7:40:28 GMT
Con el sonido del fluir de su vejiga vaciarse tardo un momento en escucharla tomándose su tiempo para acomodar algunas partes de su anatomía y lavarse las manos y el rostro hasta el cuello, revisando cualquier síntoma de magia o hechizo y teniendo cuidado de no tocar ningún objeto de hierro que estuviese por ahí. Acomodándose las prendas, se aferró a la tinaja de agua para despejarse y tranquilizarse mirando su propio cuerpo…”sólo somos tu y yo viejo amigo”, agregó con un suspiro, saliendo del cuarto del baño para encontrar a una criatura recostada sobre la cama, frunciendo el ceño en automático.—¿una raposa?—Inquiría confundido olisqueándolo el aire al alrededor para notar el truco.—Curiosa habilidad Roja.
Masculló satisfecho mientras se encogía de hombros, si bien no podía decirlo con la mirada, podía sentirla dentro del animal, encaminándose a su cama cogió la camisa para calársela por la cabeza con un gruñido al contacto con la prenda fría.—¿deseas que salga para que comiences a vestirte o lo haces así?—Agregó con una sonrisa ladina mientras cogía su capa, verificando que todo lo que llevaba en ella estuviese en orden por el peso de la prenda. Sentándose en la cama sintiéndose medianamente despierto con las gotas escurriéndole por el mentón.— Pero si no te decides, más tardaremos en marcharnos de aquí, mi hogar esta cerca pero no sé del tuyo, pequeña dama…
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Zaniah Neshmet
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Post by Zaniah Neshmet on May 7, 2017 8:00:30 GMT
"Yo lo llamaría más un mecanismo de defensa" Pensó Zaniah al ver su cola peluda, acarició el pelaje con sus patas y lo miró fijamente. --Me gustaría que me dejara algo de privacidad --Dijo al fin, recogiendo la ropa que estaba en el suelo con su hocico, pero con la delicadeza de siempre, y se sentó esperando a que el unicornio tomara sus cosas y se retirara, para dejarla completamente sola.
--Y no se preocupe por mí Sr. Eerie, la falta de un hogar en específico hace el camino menos largo --Zaniah decía esto mientras todos sus sentidos vibraban al ser una criatura con el oído y el olfato más agudo, podía sentir los cigarros de todas las esencias que Eerie portaba en su gabardina, el desayuno bajo sus pies, los sonidos del exterior, todo aquello que solo prefería escuchar en la noche, por lo que esperaba algo ansiosa el momento para volver a su forma humana cuanto antes. |
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Post by Deleted on May 7, 2017 8:50:54 GMT
Por un momento pareció pensarlo seriamente, el no levantarse hasta ser forzado, incluso llegar a recostarse en la cama a esperar, sin embargo no era así como funcionaba, resoplando por la nariz, rodó los ojos ante ello, recriminándose y censurándose a medias en su interior, los unicornios amaban a las doncellas y las protegían y cuidaban...o se suponía que eso fuera, empujando su cuerpo para salir de la habitación directo al pasillo.—Lo hace imposible...como estar en la calle de la gran ocasión—Susurró de espaldas lanzandole una sonrisa frugal, antes de cerrar la puerta.—Estaré abajo, para el desayuno, cuando lo desee puede unirse si se siente lo suficiente cómoda.
Masculló tras la puerta, a punto de avanzar escaleras abajo.—Por cierto agradable material el de sus prendas intimas...
Agregó con una sonrisa en la voz para alejarse por fin.
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