Deleted
Deleted Member
Posts: 0
|
Post by Deleted on Apr 27, 2017 18:50:02 GMT
El mercado negro se parecía a cualquiera, con sus techos de raso y los puestos distribuidos desordenadamente cargados de extrañas mercancías o la aparente ausencia de estas, protegidos por los muros sombríos que enfatizaban aún más la oscuridad. La única diferencia era la falta de luz y la desconfianza mayor de sus visitantes. La posibilidad del hurto y el asesinato eran mayores.
Eso era lo que Eerie conocía de la zona por los murmullos que llegaban de vez en cuando, sin embargo no le preocupaban. Era más un aliciente, ¿Dónde había más posibilidades de encontrar el elixir de la inmortalidad?, con las manos en los bolcillos de la capa pesada y negra, el humo del cigarrillo bailaba con vida propia alrededor de su cabeza, manteniendo a la multitud apartada casi en un círculo perfecto y dejándolo avanzar cómodamente. Mentiría si negara que esa era una de las razones por las que fumaba.
Su cuerno brillaba iridiscente con una suave luz pálida absorbida por sus ojos negros que no reflejaban nada, llenos del poderoso conocimiento de siglos vividos. Cualquiera que lo viera pensaría que era oriundo de la zona, un ser oscuro más que un unicornio.
—¡Tsk!
Girando en un callejón se adentro en la sombras como una exhalación sin preocuparse de ser visto, un par de centauros discutían con un vendedor que sostenía una pata momificada entre sus garras.
Ignorándolos, paso de largo, conocía el poder del objeto y también su maldición. Sus pies sabían a donde ir, a donde el corazón de su poder latía, guiándolo. El pequeño edificio en el callejón apareció al fin, con una única puerta de hierro frío y grueso. Incapaz de tocarlo sus dedos se movieron frente a su rostro sin atreverse a llamar, el hierro era mala cosa para algunas criaturas, hería y debilitaba.
A punto de llamar la puerta chirrió lentamente dejándolo pasar.
La tienda, si se le podía llamar de esa manera, era una suerte de basar con objetos de todo el mundo, principalmente medicinales, miles de urnas tapizaban las paredes. El olor de almendras amargas era fuerte en el aire. —Buenas Te Ufi—Masculló al ver la pequeña figura arrugada sentada en un banquillo frente al mostrador, escudriñándolo con ojos codiciosos.
—Sean bienvenidos—agregó.
El viejo goblin era famoso por crear venenos.
Sellar, herir, mutilar, dormir…matar.
Cualquier ingrediente deshonesto, raro y difícil de encontrar, él lo tendría por hobby. A punto de hablar el ch’ilin notó que no se encontraba solo, dentro de la habitación algunos esperaban por lo que sea que les prometiera el anciano o curioseando sin atreverse a tocar...
|
|
Zaniah Neshmet
Los Invictos
Vive como si tu libertad dependiera de ello
Posts: 467
|
Post by Zaniah Neshmet on Apr 28, 2017 2:02:42 GMT
El humo que salía de los hoyos en el suelo era más de lo que podía soportar, tosió un poco agitando su mano cuando el humo asqueroso llegó a su nariz, sus ojos se llenaron de lágrimas, ¿Por qué pensó que sería buena venir aquí? El mago para que el trabajaba y aprendía, le dijo que si podía hacerle un favor, quería una poción de una planta que en ese momento no recordaba el nombre, afortunadamente tenía un papel en el que decía el nombre, revisó sus bolsillos y sacó el papel, lo volvió a guardar y caminó por las oscuras calles de Reapergate.
A pesar de que su atuendo cambiaba al contacto con un nuevo lugar tan específico, y que, sus ropas hayan cambiado a unas totalmente negras con tonalidades rojizas, ese lugar no dejaba de darle escalofríos, y aún así sentía que era un punto de atención, pues su cabello pelirrojo era como una lámpara entre tanta oscuridad.
Zaniah entró a la tienda a la que había visto entrar a un.. ¿Unicornio? Supuso que buscaba algo mágico, así que lo siguió, entrando a la botica, miró a todos lados, viendo a las grandes criaturas mascullar entre sí.
|
|
Deleted
Deleted Member
Posts: 0
|
Post by Deleted on Apr 28, 2017 2:24:52 GMT
Asintiendo hacia el Goblin se tomo su tiempo para desperezarse de la repisa, mirando los alrededores, demasiado absorto en agudizar sus sentidos mágicos y el del olfato para encontrar lo que busca que casi tropezó con un cuerpo cálido que llegaba por su espalda. Girando bruscamente la cabeza pasa los brazos con facilidad por encima del nido pelirrojo que era el cabello ajeno mirándola desde arriba con una ceja arqueada.
—Cuidado pequeña dama, si no tiene cuidado podría aplastarla—soltó con su voz grave de tenor apartándose con elegancia de la extraña con una sonrisa ladina, reacomodando un mechón carbón que se había deslizado sobre sus ojos.
—Interesante vestido—Agregó tras notar sus propiedades. Incluso con la cercanía, se encontraba ansioso y el lugar rezumaba con tanta magia que le era imposible detectar su naturaleza oculta. De todos modos había demasiadas criaturas para intentarlo en la adivinación. Volviéndose se concentro en encontrar lo que buscaba aguardando a que la chica hiciera su petición. —Todo por la inmortalidad—dijo en voz alta levantando la tapa de un pomo. Escuchando, no sabía que podía llevar a una chica como ella en un lugar tan hostil y "negativo" como ese.
|
|
Zaniah Neshmet
Los Invictos
Vive como si tu libertad dependiera de ello
Posts: 467
|
Post by Zaniah Neshmet on Apr 28, 2017 2:38:48 GMT
Estaba tan enfocada en mirar a ambos lados, en observar todas aquellas botellas llenas de líquidos desconocidos, que de pronto una figura apareció en su rango de visión, estiró sus manos por mero reflejo, para evitar un posible golpe en la frente, recargando sus manos en el cuerpo del unicornio, se agachó asustada, casi poniendo una mano sobre el mango de su espadín, pensando que aquel hombre fuera a golpearla por su imprudencia, volteó hacia arriba, y en el instante quitó las manos, acomodándolas sobre su pecho.
Soltó una risita nerviosa. --Necesitaría un poco más de un paso para aplastarme --respondió con una sonrisa arqueando una ceja, en cuanto el muchacho nombró lo de su vestuario, su rostro se puso algo colorado, nadie le decía normalmente sobre su atuendo. --Gracias --Lo miró un rato más, si, el negro le quedaba bien, aunque le gustaban más los colores alegres.
Sonrió al oír el último comentario del joven, más no sabía exactamente a qué se refería, ¿Inmortalidad? ¿Qué se supone que vendían en aquella tienda? Se acercó al aparador, donde una gran mesa se levantaba sobre su cabeza, ¿Qué el lugar estaba hecho para gigantes? Zaniah frunció el ceño, y se subió a un banco que estaba allí, puso su mano sobre la madera con la nota en mano.
--Necesito esa poción, ¿La tiene? --Dijo con el tono más frío que pudiera fingir, volteando a ver de vez en cuando a Eerie, y a las otras criaturas que se hallaban en aquel raro establecimiento.
|
|
Deleted
Deleted Member
Posts: 0
|
Post by Deleted on Apr 28, 2017 2:58:27 GMT
Si el nerviosismo fuese un color, la chica estaría coloreada de pies a cabeza. Ladeando el rostro tras colocar la tapa en su sitio, Eerie notó la mirada que a veces se posaba en él, tomando un trozo de raíz extraña, no pudo evitar espiar por encima de la cabeza ajena el papel que llevaba entre los dedos con una sonrisa dura, frunciendo el ceño ante la petición, aquello no era cosas de principiantes, y si bien las pociones mágicas no eran lo suyo más allá de la simpatía, reconocía el poder cuando lo veía y también el peligro.
—Juegas con cosas peligrosas Roja—Susurró reclinando los codos sobre la madera lustrada observando como el viejo goblin se alejaba hacia la trastienda en busca de lo que ella le había pedido. —No te ves como alguien peligroso...pero—Sus ojos bajaron esta vez a la forma oculta de la espada.
—No siempre tengo razón. ¿Que puede querer alguien tan joven con un veneno?, ¿un amor frustrado?, ¿un deseo torcido de libertad?—susurró sólo para que ella lo escuchara, su cigarrillo se había extinguido como por arte de magia apenas entrar y ahora se inclinaba para volver a encenderlo mientras le susurraba para que solo ella pudiese escucharlo. No es que le importará más allá de su curiosidad.
|
|
Zaniah Neshmet
Los Invictos
Vive como si tu libertad dependiera de ello
Posts: 467
|
Post by Zaniah Neshmet on Apr 28, 2017 3:28:53 GMT
Observó como el goblin rebuscaba entre miles de cajones de distintos tamaños, colores y materiales, algunos eran de piedra, otros de madera, y otros eran tan negros que parecían esconder toda la maldad del mundo allí dentro, esperaba que el hombrecillo encontrara lo que estaba buscando para llegar a tiempo para la cena.
Sintió como Eerin se acomodaba a su lado, diciendo tales palabras, como si fuera una niña pequeña que intentaba alcanzar el frasco de galletas con miles de cosas, con la posibilidad de caer, Zaniah no era ninguna niña, quizás era pequeña, y joven, pero, ¡Oye! ¡Había hecho eso desde hace mucho! --¿Peligrosas? --Miró como el goblin seguía buscando, soltando uno que otro refunfuño. --Yo diré lo que es peligros cuando lo vea --Dijo con algunos aires de grandeza, intentaba ser alguien ruda en un lugar tan peligroso, pues uno no sabía lo que podía estar a tu alrededor... o a tu lado. Se puso a pensar en lo que realmente era la poción, era cierto, ¿Qué es lo que buscaba el hechicero? ¿Un simple sazonador? ¿O algo más profundo?
--Un encargo --Se atrevió a decir, mientras peinaba algunos mechones rojizos que se desacomodaron de su cabellera. --¿Qué hace un ser tan misterioso por aqui? --Sonrió algo traviesa sin importar que los presentes les echaban una que otra mirada --¿Hacer negocios turbios? --Bajó la voz, sonando sorprendida.
|
|
Deleted
Deleted Member
Posts: 0
|
Post by Deleted on Apr 28, 2017 3:46:20 GMT
—Huumnh—El unicornio levanto las cejas sin decir nada más allá de ese sonido de duda, absorbiendo la vida del cigarrillo y dejando sólo el espectro del humo a su alrededor, el aroma del pitillo era el de los días de lluvia sobre la tierra virgen, matizado con algo de canela picante. La hierba que quemaba era una variedad que protegía del mal de ojo y los encantos de esclavitud. Si se había apagado algo de eso habría en la entrada, agudizando la vista noto las pequeñas escrituras labradas en las esquinas de la puerta. "Te Ufi, tu viejo tramposo", pensó escuchando a su acompañante.
—Eres una buena chica caperuza, haciendo esa clase de recados en un pueblo de lobos.—Dándole un golpe a la punta del cigarrillo, las cenizas se desintegraron antes de tocar el suelo oscuro del local. La sonrisa ladina en sus labios se ensancho mostrando una hilera de dientes blancos correspondiendo a la de ella. —¿misterioso?—repitió un tanto extrañado, relamiéndose los dientes de arriba con la lengua antes de negar, colocando la raíz extraña en la superficie donde atendían.—No turbios, y no sé si sean negocios...no hay nadie más que yo en esto— estirando la mano acomodo un riso rojizo ajeno tras la oreja de la chica.
—Lo que busco es más una compulsión, una necesidad...una penitencia para obtener algo de perdón y—Sus ojos se clavaron en los de ella como si buscara algo lejano—...paz. Interrumpidos, si iba a decir algo más calló cuando Te Ufi, el goblin, apareció dejando caer una mohosa caja antigua frente a la chica, mirando a la raíz con una sonrisa de dientes torcidos.
|
|
Zaniah Neshmet
Los Invictos
Vive como si tu libertad dependiera de ello
Posts: 467
|
Post by Zaniah Neshmet on Apr 28, 2017 4:05:47 GMT
"Este tipo de cosas son las que mantienen con la llama de la valentía dentro de ellos" Pensó Zaniah ante el comentario de Eerie, más solo le brindó un arqueo de cejas, como estando de acuerdo con lo que acababa de decir. Observó por algunos segundos curiosa que el humo de pronto desaparecía, y que las cenizas no tocaban la madera, ¿Un mago? Pensó, sabía que los unicornios tenían magia consigo, como casi todo lo que se movía en Mirovia, pero siempre le parecieron interesantes las distintas formas en las que se manifestaba.
Escuchó con atención lo que el unicornio le decía, hasta que sintió la mano sobre ella, hizo un pequeño ademán de hacerse para atrás, pero al ver que no le hizo daño alguno, se quedó quieta, escuchando lo que el hombre tenía que decirle, no sabía si había entendido del todo a la criatura que se encontraba frente a ella, pero sonaba algo melancólico, alguien que buscaba una penitencia de perdón debió de haber hecho algo horrible, o cometer un error demasiado grande, ¿Ese había sido su caso? Sus ojos multicolor miraban con detenimiento a lo que parecían dos cuencas vacías, donde sus ojos pertenecían.
--Supongo que aquello no se consigue en un lugar como este --Miró a su alrededor.
En cuanto la caja mohosa acalló lo que Eeri susurraba, toda la atención de Zaniah se puso en aquel pedazo de manera grisáceo y verde, la tomó entre sus manos frunciendo el ceño, afortunadamente siempre traía sus guantes en caso de que algo era lo bastante asqueroso para tocar, y lentamente la abrió, dejando ver en su interior una pequeña botella con un brillante líquido en su interior, las burbujas que secretaba parecían pequeñas estrellas fugaces que se movían de un lado a otro, y por un momento, Zaniah creyó estar en casa, la voz del goblin la removió de sus pensamientos.
--Cincuenta Mirvos --Dijo de una manera refunfuñada, esperando su paga lo más rápido que pudiera, bien pasaba que algunos clientes se largaban si quiera dar media moneda. Zaniah sacó un saco de cuero con el pago exacto, el hechicero había tenido razón, dejó el saco sobre la mano del Goblin, rozando sin querer con uno de sus dedos la palma del hombrecillo, aquel tuvo un pequeño escalofrío, bien se sabe que las criaturas de la oscuridad le temen a las de la luz, y aquellos que vivían en las tinieblas no eran la excepción.
|
|
Deleted
Deleted Member
Posts: 0
|
Post by Deleted on Apr 28, 2017 4:48:22 GMT
Observó con atención el intercambio silencioso entre los dos extraños, jugando entre sus dedos con otro objeto, una pequeña flor de cinco pétalos de un color rosado pálido, venenosa, conocida como la flor de los entierros, parpadeando al interior de la caja componiendo una mueca a la pócima que ella compraba. Colándola junto a la raíz mientras la chica pagaba, meditaba sobre su propio trabajo, los ingredientes del brebaje para la vida eterna eran simples y se encontraban en la naturaleza. Distraído sus ojos se estrecharon una vez más al percatarse de la naturaleza de la delicada criatura con la que conversaba.
Separándose de ella con el humo como único acompañante, esquivo a un par de sombras que se inclinaban para recoger sus respectivos pomos de deseo. Dentro de otro de los envases encontró los rastros secos de un animal así como una gran cantidad de polvo blanco que ni siquiera toco, el solo inhalarlo lo mataría.
Arrugando el ceño se decidió por él último de los ingredientes, un diente color dorado que era en realidad un híbrido entre mineral y planta, una semilla especial a la que mimaría hasta que floreciera. Con todo aquello fue hacia el mostrador, por separado cada uno de los ingredientes eran en extremo venenoso, sin embargo tratados de la forma correcta podían resultar útiles.
Pendiente estaba en todo momento de la pequeña figura femenina ya que la puerta se encontraba cerrada y él no podía abrirla sin exponerse a usar sus trucos o al dolor, para salir tendría que adoptar su forma verdadera y usar su cuerno contra el hierro frío.
—Todo esto Ufi—Masculló con su pequeño botín, arrugando el ceño al sentir una perturbación en el ambiente y levantando la cabeza para toparse con un par de ojos rojos que miraban con desagrado a la chica a su lado. No tenía que ser un experto ni siquiera relajarse para descubrir la naturaleza de los dos hombres. La oscuridad anidaba en su interior como un profundo vacío: Sus intenciones eran claras.
A ellos no les gustaba ella, y si podían hacer algo al respecto lo harían.
Gruñendo en su interior se pregunto cómo es que el peligroso siempre se las arreglaba para alcanzarle. Su brazo toco el hombro de ella mientras esperaba a que le cobraran, extendiendo un cilindro dorado que brillaba desde dentro. Eso sería el trueque a cambio de lo que llevaba con él. En esa clase de lugares era mejor comerciar con sus reservas a gastar el valioso dinero.
—Será todo hasta la próxima vez.—Agregó cuando el goblin tomo con manos codiciosas el objeto que él le extendía, balbuceando algo entre dientes llevándolo rápidamente a la parte trasera junto con el dinero de la chica.
—No me haga mucho caso querida dama—se encogió de hombros susurrando, fingiendo ingenuidad.—Pero si fuera usted saldría ya, conmigo, si me permite agregar.—Soltó, viendo que tenía la caja en las manos para escoltarla con la suya bajo la espalda, empujándola al frente con suavidad directo hacia la puerta. ¡Por todos los dioses!, maldijo al darse cuenta de que los dos extraños en la tienda se ponían en marcha.
Sin embargo antes de que pudiese incitarla a acercarlos lo suficiente a la puerta. El brillo del metal relució entre las ropas negras.
—¡Tsk!—No habría que ser muy inteligente para reconocer el resplandor de una daga.
|
|
Zaniah Neshmet
Los Invictos
Vive como si tu libertad dependiera de ello
Posts: 467
|
Post by Zaniah Neshmet on Apr 28, 2017 6:10:56 GMT
Después de haber guardado la caja mohosa en una bolsa que le colgaba del hombro, y al ver que el Goblin no había hecho nada más que aceptar el dinero e irse a atender sus propios asuntos, bajó del banco, esperaba que los vientos no fueran demasiado fuertes para llegar volando mucho más rápido, así podría evitarse todo el regaño del hechicero por llegar tarde. Caminó algunos pasos, hasta que sintió la mano del unicornio sobre su hombro, al decirle tales palabras, frunció el ceño, confundida, ¿Acaso creería que no sabía el camino? Volteó ligeramente a su alrededor, todas las miradas estaban sobre ambos.
--Claro --Contestó mirando al suelo, abrazando la mochila con fuerza contra su pecho, y caminó directo a la salida acompañada de Eerie, el movimiento dentro de la tienda se hizo presenta, era una mala señal.
Un centauro se puso en medio del camino, y levantó su cinturón, mostrando una espada del tamaño de una de sus enormes patas, los de alrededor solo miraban, preparados para lo que sea.
--¿Pero qué seres tan interesantes tenemos por aquí? --Soltó el centauro con una risa tosca y reseca, Zaniah se quedó petrificada en su lugar, mirando de reojo a todos las criaturas de la noche, y lentamente, acomodó su mano en el mango de su espada.
|
|
Deleted
Deleted Member
Posts: 0
|
Post by Deleted on Apr 28, 2017 7:10:09 GMT
“Tienes que estar bromeando”
Una sonrisa dura se extendió en la boca del ch’i-lin mientras el centauro hablaba, conservando siempre su apariencia serena y distante, parpadeo hacia la espalda y luego hacia el otro hombre. Por fortuna eran solo dos, sin embargo el que sean centauros parecía convertirlos en un ejército para él y la fémina.
De nada serviría decir que los unicornios no peleaban, se alejaban con el viento, sin embargo esta vez parecía no haber escape. En la oscuridad observo como la chica estiraba la mano hacia su propia arma y la garganta se le seco en una sensación pastosa de rechazo, no le agradaba la lucha, pero eso no significaba que no estaba indefenso.
Aquel hombre del pasado le enseño a usar el puñal, la forma correcta de rasgar la carne, el darle la vuelta para evitar que la herida sanara con facilidad. Cazador de ciervos estaba acostumbrado a la fisionomía de los equinos y se la mostró al unicornio, con él fin de que se protegiera de otros humanos como él.
En silencio se inclino, rozando la daga que tenía entre sus prendas, en su lugar tomo otro cigarrillo, sin embargo este era ligeramente diferente, el olor era almizclado. Una parte de su sangre y la otra de tierra virgen, el pitillo tenía tres colores: la viola tricolor tenía un fuerte significado.
—Cuando te diga, toma aire querida roja—Susurró a la chica, ganándose una maldición del centauro ante su movimiento, manteniendo un aire tranquilo cuando la espada del oscuro se levanto en el aire, contaba con que ella interceptara el primer movimiento para usar la magia, necesitaba inundarse del aroma de la violencia.
—¡Ahora!—Ladró la orden encendiendo el pitillo con un chasquido de dedos. Consumiéndose el pequeño cilindro soltó un humo oscuro y denso que en un segundo lleno toda la habitación, empujándose contra las ventanas.
—Viola tricolor: salvajes pensamientos.—Susurró cubriendo a la chica con su capa incitándola a empujar la puerta y dejarlos salir a la calle.—¡Sólo tenemos un momento, debes abrirla ahora!
La magia de la hierba era un alucinógeno, en un segundo los centauros atacaban el humo con expresiones aterradas, meneando sus espadas a la nada.
—Solo unos segundos.—Gruño.—Si salimos tendremos una pequeña oportunidad de escapar.
|
|
Zaniah Neshmet
Los Invictos
Vive como si tu libertad dependiera de ello
Posts: 467
|
Post by Zaniah Neshmet on Apr 29, 2017 0:35:10 GMT
Todo estaba tan tenso que sentía que un solo movimiento desataría el caos en ese pequeño, pero peligroso lugar, sin quitar la mano del mango de su fiel espada, sintió como el hombre de cóncavos oscuros y penetrantes se acercaba a ella susurrándole que aguantara la respiración cuando él se lo dijera. Antes de poder pensar bien en todo ello, el arma del centauro los atacó de una manera salvaje, y el unicornio gritó las palabras para obedecer, en cuanto vio como el aire se esparcía de pronto, aguantó la respiración de pronto, y lo único que pudo hacer es levantar su espada con fuerza, el golpe hizo que la pequeña mujer cayera al suelo, pero al menos no estaban muertos, se levantó rápidamente aprovechando que el aire era tan denso que los busca pleitos andaban golpéandose entre ellos desesperados.
La capa de Eerie la guió por el local hasta llegar a la puerta.
El aire comenzaba a faltarle de sus pulmones, ¿Abrirla? ¿Estaba acaso hecha con magia? ¿Por qué la de ella serviría? Ni siquiera tenía un conocimiento completo en magias rúnicas o algo por el estilo. Pero ahora no era momento para pensar, colocó su mano en la manija de la puerta, la cual era de un color negro opaco y sucio, en cuanto su mano tocó la puerta, ésta soltó una chispa blanca, como ahuyentando toda oscuridad que había en ella, y se abrió con un fuerte golpe, haciendo que parte del humo dentro del lugar saliera de pronto, corrió hacia el exterior, guardando su espada en su lugar. Cuando estuvieron un poco más lejos del humo, Zaniah ya no pudo más y tomó aire como desesperada.
|
|
Deleted
Deleted Member
Posts: 0
|
Post by Deleted on Apr 29, 2017 4:58:15 GMT
Olvidándose por un momento de la orden dada, el ch'i-lin mantenía el flujo de su propia energía. Empujando su esencia hacia el pitillo, cantó en su mente para mantener el humo protector a su alrededor usando el nombre oculto de todas sus partes, como unicornio era viejo y había aprendido estos en su peregrinaje más nunca los compartía temiendo el mal uso que pudieran darle a la magia con la que tejía sus cigarrillos.
Escucho el sonido del choque del metal y se estremeció resuelto, cuidando a la pequeña pelirroja, viendo que se manejaba bien y atendía sus indicaciones. Asintiendo corrió en su compañía hasta que del humo quedaron solo jirones blancos diminutos que se aferraban a la punta del cilindro café casi extinto. —Buena chica—Agregó tras soltar una risa rica y aterciopelada al darse cuenta de que ella seguía manteniendo el aire dentro.
Palmeandole la espalda miro hacía atrás sintiendo la capa pesada con sus posesiones, por suerte no le faltaba nada. —¿Te hiciste daño pequeña dama?—Preguntó al recordar verla caer, sin mirarla, vigilando aún sus espaldas. —Es demasiado pronto para cantar victoria, seguramente ellos vendrán, no les gustas mucho roja. Agregó con una sonrisa con el cuerno brillando iluminando la noche que se cerraba a su alrededor, adquiriendo de pronto una expresión sombría.—Si puedes volar hazlo, si es a ti a quien quieren será más fácil huir en nuestra piel secreta.
|
|
Zaniah Neshmet
Los Invictos
Vive como si tu libertad dependiera de ello
Posts: 467
|
Post by Zaniah Neshmet on Apr 29, 2017 5:20:21 GMT
Jadeaba un poco mientras caminaba con paso firme, no se atrevía a pararse ni un solo centímetro, peinó su cabello hacia atrás soltando un quejido, esperando a que su respiración volviera a la normalidad.
--Estoy bien --Contestó aún aplastando un poco su pecho, qué segundos tan ajetreados, la ciudad oscura de Reapergate le hacía honor a su nombre, vaya que era peligrosa, miró hacia arriba, observando a Eerie con algo de seriedad e intriga, tenía muchas preguntas que hacerle, ¿Por donde empezar? Antes de abrir la boca para soltar cualquier cosa, un trote de caballos se escuchó a sus espaldas.
--¡Allí están! --Soltó el centauro lleno de furia, aún medio ciego y mareado por todo el humo que había inhalado.
El pálido rostro de Zaniah hizo que casi se viera transparente al ver al grande centauro correr hacia ellos. --Ahora tú aguanta la respiración --Bromeó la mujer, mientras sostenía la mano del unicornio y comenzaba a correr con todas sus fuerzas.
El golpe de las pezuñas contra la piedra de la ciudad resonaba por todas las paredes de los callejones en las que zigzagueaba la arconte, dio una vuelta algo ruda por una esquina mientras jalaba de la mano a su acompañante, subió algunos botes de basura hasta llegar al techo de una casa, y siguió corriendo sin mirar atrás, a pesar de que el centauro les pisaba los talones, cuando supo que todo estaba listo, un par de alas blancas sobresalieron de su espalda, se apoyó en el borde del techo y se arrojó a la nada, con el centauro a punto de tomar un pie del unicornio.
Zaniah respiró un poco cuando alzó vuelo, sobrevolando la lúgubre ciudad, tomando con fuerza ambas muñecas de Eerie, volteó hacia abajo, mirando a su "pasajero"
--¿Estás bien?
|
|
Deleted
Deleted Member
Posts: 0
|
Post by Deleted on Apr 29, 2017 5:32:58 GMT
Espero con la ansiedad pinchando su nuca sin que esta se mostrara en su cara, su cuerpo se había enfriado como pasaba cada que usaba su propia energía para potenciar las hierbas. Estrechando los ojos se relamió los labios aguardando a que recobrará el aliento dejando caer la colilla inútil en las baldosas húmedas bajo sus pies. Una sonrisa ladina y acariciarte se formo en su boca.—¿por que?, ¿va a besarme?—Inquirió elevando ambas cejas sin esperarse el ser tomado por la chica ante el grito de guerra del centauro. Mirando hacia atrás fue alado con fuerza mientras se dejaba hacer corrió tras ella. Pese a que su cuerpo era más pequeño compensaba sus pequeñas zancadas con velocidad.
Rápidamente subieron obstáculos, el unicornio pateo los botes de basura una vez que estuvieron deslizándose hacia los tejados con el fin de retrasar a sus perseguidores, lo que les dio unos cuantos segundos de ventaja, sin saber que es lo que ella haría, se esforzaba por arañar la pitillera de oro entre sus prendas para buscar otro de los cigarrillos "milagrosos" y continuar con la huida.
Arrugando el ceño la sombra de las alas lo cubrió junto en el instante en el que saltaban, y sus pies no volvían a tocar el suelo. Levantando la cabeza, busco el rostro de la pelirroja con diversión oscura en los ojos.
—Estoy perfectamente, es usted maravillosa pequeña dama.
Alegró pensando que esa era la primera vez que volaba.
|
|