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Post by Zerachiel Cinderbreath on Apr 28, 2017 23:23:33 GMT
Había pasado casi un mes desde que zarparon de las rocosas costas de Draconia, pero finalmente habían logrado arribar a su meta; las blancas playas de Aqualia estaban a la vista. Zerachiel dejó salir un suspiro en lo que soltó los remos para confirmar su posición en la curiosa Tabla arcana, este pequeño y curioso artefacto fue lo único que lo había convencido de no hacer el viaje por tierra. Dado que Zerachiel y Enlynn nunca tuvieron una formación como marineros mas allá de lo más elemental, no pudieron aprovechar muchos de los vientos a su favor y optaron por tratarlo como un reto y remar como si fuera una maratón de resistencia mientras mantenían la costa a su estribor.
-Hacia mucho que no sentía a mis músculos arder de esta manera, ¡que emocionante!- Expresó Cindrerbreath mientras flexionaba sus brazos y espalda, los cuales refractaban luz al estar cubiertos en sudor y agua de mar. -Y parece que Llegamos en un buen clima también, el mar parece estar en total tranquilidad a comparación del infierno que nos hizo pasar hace una semana en la costa del desierto-
La cantidad de ejercicio y las nuevas vistas del viaje fueron algo bienvenido, pero sólo eran los beneficios secundarios de su intención principal.
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Post by Enlynn Sirnava on Apr 29, 2017 0:38:22 GMT
En el horizonte apenas y se marcaba las costas determinadas como la playa de Aqualia, según lo definía la tableta Arcana en su sección de mapa. Ambos entes angelicales se hallaban en mar profundo aún, apreciando la vista y la cálida aunque refrescante caricia del viento salado en su piel expuesta. Transicionando de su forma fated a sellada, Enlynn decidió dejar el timón y caminar hasta un punto más céntrico de la embarcación, aproximándose a la presencia de su compañero de aventura.
-Ciertamente- asintió efusivamente, mientras acomodaba su sombrero de paja de ala larga de manera cómoda, el cual utilizaba para cubrir su tez pálida del implacable toque del sol. -Pero de cierta manera hemos de culpar nuestra inexperiencia en el tema de la navegación- expuso, mientras comparaba la vista de los alrededores con la ubicación que determinaba la tableta -Aunque un marinero experimentado hubiera cortado nuestro tiempo de navegación, no contamos con el privilegio de incluir a nadie más- recordó la misión en un tono más monótono. Tras verificar que el área era la correcta, levantó la mirada hacia Zerachiel, para admirar aquella masiva figura proyectar una sombra prominente sobre la superficie del bote. Sonrió de manera divertida, encantada con la vista -Se siente realmente bien, he de decir- estiró la mano como si estuviese queriendo tocar el cielo mientras se cobijaba bajo la sombra, ofreciendo la tableta arcana al maestro de forja -ha pasado algo de tiempo desde la última vez que nos sometimos a un reto intenso e inóspito-
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Post by Zerachiel Cinderbreath on Apr 29, 2017 2:51:22 GMT
-Inhóspito no tanto, pero si intenso. Son cosas como estas las que nos demuestran que estamos vivos- Dijo Zerachiel mientras abría sus brazos hacia el sol. -Aparte hubiera sido una experiencia tan memorable si hubiéramos sido racionales y tomado la ruta aérea, además esta embarcación es una belleza y sería una lástima dejarla atracada en la costa de Draconia hasta quién sabe cuándo-Luego de esto se giró y se acercó a su pequeña acompañante para tomar la tabla arcana mientras se agachaba y usaba el dedo índice de su mano libre para levantar el ala del sombrero de su acompañante y poder así ver su rostro. -¡Vaya!, aun me sorprende que no puedas recibir las bendiciones del sol en esta forma, tienes las mejillas y hombros rojillos como un tomate- los ojos del Arconte se quedaron delineando la figura de Enlynn en su forma sellada por un momento antes de desviarse hacia la tabla arcana, su lenguaje corporal tomó inmediatamente una expresión más tensa y sus palabras surgieron en un tono seco. -Por mi parte no pude detectar ninguna incongruencia entre el mapa de este artefacto y la topografía real de la isla- Acto seguido procedió a sentarse de piernas cruzadas en frente de la joven y le regreso la tabla. -Espero que hayas tenido mejor suerte que yo echando un ojo en tus turnos al timón- Internamente Zerachiel no podía evitar sentirse frustrado por los resultados tan poco fructíferos de la verificación del mapa. Se suponía que Mirovia es el único lugar seguro para los Arcanos en el mundo pero aun así las costas del sur parecían no tener ningún tipo de fortificaciones o instalaciones de naturaleza militar, ¿cómo era posible que los Soberanos no hubieran tomado ninguna acción preventiva?, está bien que la seguridad fuera laxa porque estaban seguros que la isla sería imposible de encontrar por ojos humanos. Pero él sabía muy bien los extremos que los humanos eran capaces de alcanzar con tal de acertar su dominancia.
Sus recuerdos lo llevaron a lo que realmente era una tragedia desafortunadamente común en el teatro de la guerra del continente principal; arcanos enjaulados, mutilados y torturados hasta sus espíritus y voluntad no daban mas, esclavos para satisfacer las necesidades que los humanos dictaran, inclusive volviéndolos herramientas para traicionar a sus compatriotas, hermanos y amados. ¿Quién les podría asegurar que en un futuro los humanos no emplearían a alguno de estos pobres arcanos para descubrir información sobre Mirovia para luego usarlos como la vanguardia de sus hordas en un asalto frontal?. La mente del Arconte empezaba a imaginar escenarios más crueles, alimentados por sus experiencias en el continente, y sentía que la cabeza le daba vueltas porque no daba abasto intentando plantear estrategias defensivas usando únicamente las defensas naturales que ofrecía la topografía de la isla.
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Post by Enlynn Sirnava on Apr 29, 2017 5:08:11 GMT
En el momento que el ala de su sombrero fue elevada, un destello del sol entró a los ojos de la pequeña, provocando que moviera el rostro y cerrara los párpados en son de molestia. Continuó escuchando atentamente los comentarios del arconte, mientras restregaba su rostro y reacomodaba su sombrero de manera correcta.
Batía sus frondosas pestañas pálidas tratando de enfocar la mirada en la tableta que le cedieron de vuelta. -Pues admiro el trabajo que han hecho los habitantes de la isla con respecto a la representación topográfica tan exacta de la misma, no es un trabajo simple- mencionó, mientras bailaba sus pequeños dedos en la tableta en busca de información relevante con la misión que llevaban a cabo. Al cabo de unos segundos dejó un audible suspiro infantil escapar su boca, y se estiró tanto como le permitía aquella pequeña figura, con los puños apuntando al cielo. -Lamento defraudar, pero lo único que alcancé a observar fueron unas islas que, usando la lógica, son demasiado pequeñas como para hacerlas notar en el mapa oficial- Había sido un viaje largo y duro, mas no se quejaba. Amaba los retos y el castigar su propio cuerpo para romper los límites de lo que se consideraba posible era su pan de cada día- pero hasta los seres como ellos necesitaban un descanso de vez en cuando, por más que le disgustaba admitirlo.
Ligera como una pluma, Enlynn se sentó frente a Zerachiel dándole la espalda, para desplomarse suavemente sobre el regazo del otro mientras se retiraba el sombrero. La cabeza de la valquiria reposaba en las piernas del arconte, lo cual conllevaba a que pudiera ver de manera directa el rostro del otro- o su barbilla, por defecto. Convenientemente, la sombra de la criatura la cubría por completo, protegiendola de las brasas del sol. -Concuerdo con lo del barco. Realmente me gusta- una pequeña risilla escapó de sus labios, conforme levantaba un brazo y observaba lo enrojecido que se hallaba en el lomo. Hizo un puchero sutil al notar la leve quemadura -¿Cómo es que yo me quemo y tú sólo te bronceas más y más?- questionó en retórica, aunque en un tono oscioso buscando conversación ligera y sacar a Cinderbreath del semblante serio en el que se había sumido profundamente.
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Post by Zerachiel Cinderbreath on Apr 29, 2017 16:22:50 GMT
El peso de la valquiria al reposar en su regazo y su pequeña risilla fueron más que suficientes para sacar al Arconte de su laberinto de pensamientos. Inmediatamente bajo la mirada para encontrar a la pequeña Enlynn quejarse de nuevo de como su piel no parecía llevarse muy bien con el sol.
-Bueno, los arcontes somos hijos de la luz, así que el sol nos fortalece en cierta manera al recordarnos de dónde venimos- al terminar la frase, pudo notar como la expresión de su acompañante se torno más relajada con su respuesta. De repente se sintió un poco avergonzado al forzar a Enlynn a sacarlo de sus terribles pensamientos, a pesar de ser sólo una niña. Rápidamente sacudió su cabeza de lado a lado, ¿qué rayos estaba pensando?, eso era completamente normal, mientras la pequeña Valquiria parecía un infante, hasta donde el sabía, seguramente era mucho mayor que el. -Aun me sorprende la gran diferencia entre tu forma verdadera y tu forma fated- musitó él arconte mientras se agachaba para darle una mejor sombra a la valquiria y usaba su mano para apartar él cabello que cubría el rostro de la misma.
Cuando pudo ver los ojos dorados de la joven con sus frondosas pestañas blancas, se dio cuenta que sus preocupaciones se habían desvanecido, lo único que quedaba por hacer era seguir el ejemplo de Enlynn y disfrutar el resto del viaje. -¿Qué crees que deberíamos hacer primero?- expreso Zerachiel mientras acariciaba la cabeza de su acompañante. -Es la primera vez que estoy en un lugar como este, la verdad no se por donde comenzar siquiera-
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Post by Enlynn Sirnava on Apr 29, 2017 17:19:45 GMT
La mano de Zerachiel era lo suficientemente grande para cubrir casi totalmente su pequeña cabeza en aquella forma sellada. Sin embargo, su toque era lo suficientemente ameno y gentil como para acariciar sus perlados cabellos de manera suave y delicada. Sin intención, una sonrisa natural se marcó a través de su rostro, entrecerrando fugazmente sus ojos en momentos de roces con de la mano de su compañero con su cara.
-Nunca había viajado en barco- respondió -de cierta manera también es mi primera vez en una situación como esta- sus ojos se avivaron pensando en qué actividad podían llevar a cabo para matar el tiempo, pero la comodidad de que peinaran sus cabellos con los dedos era sumamente relajante. Recordando el comentario anterior, una risa ahogada se escapó de su garganta, haciendo que levantara la cabeza pero sin retirarse del suelo, para reacomodarse en el regazo de Zerachiel al sentarse sobre el mismo y tener más alcance con él. -Mis formas no son tan diferentes. Supongo que visto desde los ojos de un gigante, se vea drástico- conforme hablaba, había atrapado una mano del arconte con las suyas, y con sus dedos finos y curiosos se dedicaba a explorar la palma del otro. -En mi forma real, soy de tu mismo tamaño- añadió, aunque hacía referencia al tamaño sellado de Zerachiel.
Enlynn dio un fuerte suspiro, tratando de apreciar el olor tan particular del mar, aunque la escencia de Cinderbreath se mezclaba igualmente con aquel aroma. No le disgustaba, si algo, le parecía agradable. Tenía un aroma que le recordaba la forja, lo cual le ocasionaba familiaridad de manera inmediata. Mientras inspeccionaba la mano del otro, una idea saltó a su cabeza -Si aún tienes energías, podemos intentar pescar- invitó mientras le daba unas palmadas al arconte en el antebrazo. Se puso de pie sobre el regazo del otro y estiró sus brazos hacia los costados de forma sumamente entusiasmada, llegando a una altura casi al rostro de Zerachiel -podemos sobrevolar el área con lanzas a ver quién caza el pez más grande... ASÍ de grande- agitaba sus brazos energéticamente para hacer énfasis a su último comentario -O bien, podemos tomar una siesta, ya que llevas... diez horas de estar remando?- intentó analizar conforme bajaba los brazos y hacia números con sus manos -Te podría dar un masaje ahora mismo si gustas- sonrió la niña, conforme llevaba sus manos detrás de la espalda y sonreía de manera alegre.
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Post by Zerachiel Cinderbreath on Apr 29, 2017 20:44:34 GMT
-No soy TAN grande, más bien tu eres muy chiquita en tus formas alternas- alegó el Arconte en su defensa. -De todas maneras no lo digo en forma de queja, es más, parecía que lo que pierdes en altura lo repones en creces con energía y elocuencia- Al terminar la frase, no sabía si Enlynn se tomaría el comentario como una broma o realmente tendría algún tipo de complejo por su altura, así que decidió por apostarle a lo seguro y hacer la mímica de aclarar su garganta.
Cinderbreath pausó un momento para barajar las actividades que había planteado la pequeña, empezó a inclinarse hacia un lado y tomó a su animada compañera de la cintura indicándole que hiciera lo mismo para que no fuera víctima de la abrasadora luz del sol. -¿Realmente fueron diez horas? Vaya, el tiempo se me pasa volando cuando estamos solos. A ver, con esas opciones que propones deberíamos...- Musitó el Arconte mientras instintivamente tomamaba a la pequeña valquiria y la acomodaba contra su cuerpo para seguirla acariciando como si fuera un gato. Este era un habitó que no sabía desde hace cuanto había adoptado, pero sentir a la valquiria en sus brazos y hacerle mimos le ayudaba en gran medida a relajarse y pensar con más calma.
Aunque muy en el fondo todavía se le hacía bizarro recordar que hace no más de una década y media se trataban como extraños a pesar de ser colegas compartiendo una misión, y volviendo al tiempo presente ya no se podía imaginar su día a día sin escuchar la juguetona voz de la joven a su alrededor, o de plano verla disfrutar los días como si fuera una persona que nunca conoció la guerra. Zerachiel dejó escapar una carcajada al notar como su corto tiempo en Mirovia los había cambiado tan drásticamente. Una vez más se dio cuenta que nuevamente se estaba dejando perder en un laberinto de pensamientos, se apresuro a terminar la frase que había dejado empezada hace poco.
-Hm, la siesta suena tentadora, pero con el sol en su punto más alto en el cielo y el mar en calma, es el escenario perfecto para pescar!- dicho esto, apretó un poco el cuerpo de la valquiria con sus manos para darle una falsa sensación de seriedad. -Aparte no podría decirle que no a un reto como ese, ¡veamos quíen puede traer el pez más grande de vuelta al bote!-
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Post by Enlynn Sirnava on Apr 29, 2017 21:54:29 GMT
Algo que disfrutaba a gran medida, era cuando el otro la mimaba tal cual un felino. No era ofensivo en lo más mínimo para su persona, a pesar de los rangos y estatutos en la milicia en que pertenecen ambos. La vida en Mirovia era definitivamente distinta- aunque aún estaban cumpliendo una misión, tenían la libertad de poder vivir de la manera que consideraran más conveniente. Y qué podría ser más conveniente que aquella forma, disfrutando de viajes como ese, embarcándose en aventuras con su compañero, y disfrutando plenamente la compañía de uno y el otro.
Sonrió con alegría conforme le escuchó alagarla con respecto a sus energías. Su altura en sus formas selladas era completamente algo de su elección, por lo que no encontraba ningún insulto con respecto a ello. Disfrutó de los momentos de silencio y caricias en su cabeza y entró en una especie de trance, casi como si estuviese a punto de dormir profundamente.
"Veamos quién puede traer el pez más grande de vuelta al bote"
Aquella frase hizo que abriera los ojos como platos, activando todos sus sentidos. Lo que antes era una niña cabeceando en el umbral de Morfeo, cambió completamente de semblante, derrochando energía y fuerza de voluntad. Se hizo un ovillo y se escapó de entre los brazos de Zerachiel, corriendo apresurada al lado del bote donde llevaban armamentos. Optó por su forma fated, la cual era una dama de metro setenta, para tener mejor agilidad para mover algunas cajas y barriles conforme buscaba lo que necesitaba.
-¡Ajá!- exclamó en victoria, mientras elevaba al cielo dos lanzas de finos detalles aunque de obvia letalidad -El perdedor cocinará para el otro por una semana- en su cara se marcaba una fuerte y pícara sonrisa, desafiante con un tono retador. Regresó a donde se encontraba el arconte, y le cedió el arma -Lanza o mano desnuda. Las habilidades especiales es una descalificación inmediata. Se acaba a la puesta del sol sobre la playa- explicó de forma apresurada, moría de ganas por iniciar. Retrocedió y en un parpadeo tomó su forma verdadera, con alas estirandose espaciosamente y una armadura impecable reflejando con suma belleza el sol y el paisaje. Sostuvo la lanza con ambas manos y de un salto se elevó en el cielo, esperando que Cinderbreath hiciera lo mismo. -El tiempo corre, joven maestro.-
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Post by Zerachiel Cinderbreath on Apr 30, 2017 0:41:56 GMT
Sorprendido por la repentina cantidad de energía que despedía la Valquiria, Zerachiel no pudo evitar contagiarse de esa emoción y terminó parándose de golpe para tomar la lanza que le había dejado su compañera, acto seguido tomó un rollo de soga que había preparado para la situación y empezó a amarrarla en la base de la punta de la lanza, para luego extender la cuerda hasta la mitad del cuerpo de la lanza y hacer otro par de nudos para asegurarse de que la cuerda no se soltaria fácilmente.
Para cuando termino de ensamblar el arremedo de arpón, la Valquiria ya había tomado su forma real y posaba desafiante en el cielo. -Espero que estés preparada para las consecuencias, porque voy a pedirte un festín cuando tome la victoria- El arconte exclamó para luego poner el arpón recostado sobre la borda de la embarcación, tomar impulso, y brincar fuera de la embarcación. Una vez en el aire, Cinderbreath comenzó a tomar su forma real, su cuerpo tomó un tono dorado mientras la humedad al raz de su piel se evaporaba rápidamente y antes de que su cuerpo tocara la superficie del agua, su apariencia se había tornado en la de una estatua hecha de oro líquido cubierto en leves llamas.
Cuando sus pies tocaron el agua, efectivamente el agua empezó a burbujear liberando una nube de vapor, repentinamente de la sofocante nube emergieron cuatro enormes alas cuya envergadura superaba levemente la longitud de la embarcación, conforme estas empezaron a aletear y dispersaron el vapor se pudo ver el porqué de ese tamaño. Zerachiel ya era de por si un tipo enorme, pero su forma real estaba en otra liga, el cuerpo real del arconte parecía no estar muy lejos de alcanzar los cuatro metros de altura, aunque quizás esta estatura se la debía en parte a la robusta armadura que parecia cubrir o más bien contener las llamas que se escapaban por las uniones de la misma cada de las alas se batían.
El gigante giró hacia el barco, estiró su brazo y tomó el arpón que descansaba en la borda del barco, por fin estaba todo listo. Luego de su dramática transformación, volteó a mirar a la valquiria. -Mis disculpas por la espera, ¡podemos empezar cuando quieras!-
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Post by Enlynn Sirnava on Apr 30, 2017 22:18:33 GMT
Nunca se cansaría de mirar la forma majestuosa en la que su compañero se transformaba hasta mostrar su verdadera forma. Los arcontes eran seres de luz de una singular belleza etérea que poseían aptitudes paralelas a lo sublime de sus formas- era un orgullo para ella saber que podía servir al lado de uno de estos, y estar a la altura y par del mismo. Aún más exhilarante, era saber como su compañerismo había crecido sobre los años de forma tan estrecha.
Con un sonido aprobatorio, asintió la cabeza en dirección de Zerachiel, despachándolo para iniciar con la competencia. En aquella forma no era de muchas palabras, y un fuerte sentido de deber y obligación le inundaban- a diferencia de su forma sellada, la cual era contradictoriamente más relajada y ociosa. Hizo un movimiento afilado con su lanza antes de batir sus alas y alzarse por el cielo, alejándose en una dirección apartada de Cinderbreath. Si quería cazar, lo mejor era hacerlo en una zona donde el otro no fuera a interferir consigo.
Distanciados por unos veinticinco a treinta metros, Enlynn inspeccionó el área e intentó utilizar su lógica como cazadora para determinar el lugar más eficiente para hallar algo provechoso. En la distancia pudo notar algunas gaviotas sobrevolando un área especifica, por lo que se acercó a la misma. Quizás habría algo ahí relevante a su propósito. No era pescadora experimentada, pero habían patrones que se repetían en los animales a la hora de acecharlos o sacarlos a la luz para ser cazados.
Llegando a su destino, pudo notar un cardumen de pequeñas criaturas moviéndose como una nube a unos cuantos metros de profundidad. Las gaviotas claramente estaban viendo el momento oportuno para atrapar alguno de esos pececillos y poder comer en aquella tarde. Eran demasiado pequeños, pero quizás podrían servir de carnada. Consideró que si los concentraba en un punto, se volverían más apetecibles para que algún otro ser marino se acercara a consumirlos.
Con un movimiento eficaz y preciso de su lanza, decapitó dos gaviotas que volaban en la cercanía, cuyos cuerpos se desplomaron cerca de la zona donde estaba el cardumen. No pasó demasiado tiempo antes de que los pececillos notaran aquello y se acercaran hambrientos a ver qué era lo que había roto la superficie.
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Post by Zerachiel Cinderbreath on May 1, 2017 4:34:27 GMT
El arconte no puedo evitar el estar mesmerizado por la fluidez con la que la valquiria se desplazaba en el aire con níveas alas y destellante armadura, si los arcontes habían nacido de la luz divina, las valquirias seguramente habrían surgido del mismo aliento de los dioses porque el viento parecía amarlas, Mientras Zerachiel seguía a Enlynn con la mirada, sentía que podría quedarse admirando a la joven danzar entre las nubes todo el día. Pero detrás de esa admiración creía sentir algo mas... ¿envidia quizás?, no, el no añoraba ser un ágil y versátil guerrero aéreo, lo que realmente deseaba era soló tener la agilidad suficiente para seguirle el paso a la belleza alada y acompañarle en su danza flotante.
Solo pudo salir de esa línea de pensamiento cuando vio que la joven se detuvo y rápidamente despacho a un par de aves del cielo. -¡Oh, cierto!- exclamó el gigante, por estar distraído todo este tiempo, se le había olvidado un detalle importante, La valquiria era una experimentada cazadora, tan experimentada que era notable como tenía que "alentar el paso" cada que salían a cazar juntos y en la mayoría de casos, era ella la que se encargaba de seguir y atraer a las presas. Por consecuencia Cinderbreath no tenía la menor idea de cómo buscar presas. -¡Las Aves!- exclamó de nuevo, ellas tenían que ser una pista, Inmediatamente empezó a tomar altura con la esperanza de observar lo que hacía su compañera desde un punto de ventaja y quizás descifrar su estrategia.
Una vez tomó la altura apropiada, pudo ver que había usado a las aves como carnada, pero ¿de qué le servía atraer a un montón de pececillos? seguramente no iba a tomar a uno de ellos para su competencia, después de tomarse su tiempo volando en círculos tratando de armar el rompecabezas estratégico de su oponente, el arconte finalmente se rindió, si seguía a ese paso solo se enteraría del plan de ataque de la joven ya cuando hubiera capturado a su gran presa, no podía desperdiciar más tiempo.
El gigante se desplomó hacia el mar para tomar velocidad y luego abrir sus alas y empezar a planear cerca de la superficie del agua, Su plan de ataque era únicamente sobrevolar el mar en busca del animal más grande que pudiera encontrar y arponearlo hasta que dejara de resistirse, pero ahora que había visto parte del plan de Enlynn, pensó en arponear la primer presa mediana que pudiera detectar y usarla de carnada para atraer algo más grande... con suerte algo con un gran apetito y dientes.
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Post by Enlynn Sirnava on May 2, 2017 16:10:53 GMT
Los peces se aglomeraban hambrientos en el área donde aquellas aves se habían desplomado inertes. Enlynn dudaba de la eficacia de aquel método, pero decidió forzarlo de todas maneras. Con su lanza atravesó uno de los cuerpos que flotaban de las gaviotas, y lo arrastró sobre la superficie, dejando un trillo carmesí que atraería más seres marinos conforme sobrevolaba metros sobre el mar. De cierta manera estaba funcionando, aunque las criaturas que se hacían presentes no eran las que deseaba para su gane. Sin ser posible de observar, la valquiria frunció el rostro en frustración, levantando la cabeza para ver como le iba a su oponente.
Batió las alas levemente de forma que se elevara sin alterar mucho la presencia de aquellos masivos cardúmenes, y se elevó lo suficiente como para notar a Zerachiel patrullar fervientemente el mar del lado donde se encontraba. Quedaba de más decir que tenía mucho menos suerte que ella, por lo cual Sirnava relajó los hombros, dobló la cabeza a los lados para hacer tronar su cuello y se determinó en continuar con el reto. Para su vasta sorpresa, al regresar la vista a su lado de la superficie, muy débilmente pudo notar una mancha apenas perceptible a unos metros bajo el agua que nadaba persiguiendo el camino de peces que la guerrera alada había creado horas antes.
Con cuanto sigilo le era posible, descendió de las nubes para apreciar más claramente lo que sucedía. ¿Quizás ese era su momento? Parecía que sí. Por la anticipación aferró sus palmas recelosamente sobre la lanza y la preparó, extendiendo un brazo al frente y doblando el otro hacía atrás, el que cargaba el arma, como si fuera a lanzarle en cualquier segundo. Aquella sombra marina se pronunció más y más, hasta revelar la forma alargada y robusta, que consumía todos aquellos pececillos de una bocanada. Los ojos de Enlynn saltaron en grata sorpresa ante dicho impetuoso ser- podía medir entre unos 8 o 10 metros, lo cual estaba segura le otorgaría una victoria segura y ventajosa. Tenía el aspecto de un tiburón de primer vistazo, pero contaba con una mandíbula la cual se abría asemejando un vacío que podría tragar sin dificultad alguna varios hombres de tamaño promedio sin ningún esfuerzo.
La valquiria no se detuvo a pensar que especie de pez podría ser; su orgullo de cazadora y determinación estaban prendidos a flor de piel. En el preciso momento en el que aquella enorme criatura ascendió lo suficiente como para romper la superficie del agua con su aleta dorsal, el brazo del ente de luz lanzó, con vasta fuerza, la lanza que retenía. El arma se clavó con profundidad a un costado del cuerpo del ser marino, ocasionando que este inmediatamente respondiera con un gesto de dolor y empezara a descender en forma de escape. -¡No tan rápido!- exclamó la mujer en un tono estruendoso, conforme se clavaba en el agua como si fuese una flecha.
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Post by Zerachiel Cinderbreath on May 3, 2017 0:22:34 GMT
Aunque no podía darse el lujo de voltear a mirar, Zerachiel podía escuchar vagamente el rugir de las aguas donde su compañera había tendido su trampa, fuera lo que fuera que estaba planeando Enlynn, ya estaba empezando a rendir frutos, el arconte dejo salir un leve gruñido en frustración por haber desperdiciado precioso tiempo tratando de descifrar la táctica de la valquiria sin resultado alguno, Y apresuro el paso mientras aprovechaba las corrientes de aire caliente para ganar altura.
-¡No puedo llegar con las manos vacías!- exclamó el arconte, mientras se concentraba en buscar una presa que pudiera usar como carnada, mientras surcaba los cielos inspeccionando el mar, poco a poco sus ojos se fueron acomodando a los movimientos que sucedían bajo la superficie y inició a identificar patrones. En medio de este proceso también comenzó a probar su puntería con el arpón improvisado, lanzándolo a gran velocidad y luego recuperándolo con la soga con la que lo había asegurado, mientras que este podría penetrar la superficie y descender a las profundidades sin ningún problema, su puntería aun necesitaba trabajo por la distorsión y refracción del agua. Cuando al fin logro calcular instintivamente el ajuste necesario para poder lanzar el arpón con precisión, pudo escuchar como Enlynn rugía a lo lejos preparándose para el ataque.
El tiempo parecia no estar a su favor, pero ahora que había ajustado la vista por fin pudo detectar algo relativamente útil, una mantaraya de generoso tamaño se movía plácidamente bajo la superficie del agua seguida por una pequeña escuela de peces. El arconte no dudo un segundo para flexionar el brazo sosteniendo el arpón y lanzarlo con toda su fuerza hacia la presa, tanta fuerza que la lanza atravesó a la mantaraya y siguió su camino a las profundidades, afortunadamente cuando enrolló la soga para recuperar la lanza esta se atoro en el cuerpo del animal y pudo reclamar su presa.
Una vez en la superficie tomo a la raya por la cola y comenzó a procurarle más heridas con la lanza para hacerle sangrar profusamente dejando un rastro de sangre en el agua, luego empezó a moverse lentamente dejando un pequeño hilo de sangre mientras hacía cortos descensos periodicos para sumergir el cuerpo de su carnada, dejando vividas manchas rojas en la superficie del mar. Ahora solo le quedaba apostarle a que las corrientes marinas le hicieran llegar este mensaje a los depredadores marinos y estar a atento a la aparición de estos ya fuera para tomar uno como premio o usarlos como la siguiente carnada en caso de que la mantaraya se "secara".
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Post by Enlynn Sirnava on May 3, 2017 13:59:13 GMT
Tal cual la fuerza y precisión de una bala, Enlynn se clavó en el agua, no sin antes regresar a su forma fated para evitar inconvenientes con su pesada armadura a la hora de bucear. Una sonrisa picarona se marcaba fuertemente en el rostro de la valquiria, una emoción ferviente provocada por la anticipación de su indudable victoria.
Despojándose de su toga para agilizar su movimiento, nadó hasta sujetarse con fuerza de la lanza enterrada en el costado del tiburón, antes de que este se adentrara más en las profundidades. A pesar de ser una gran criatura, aquel ser marino era ágil por lo que se volvió un reto para Sirnava el mantenerse en control. En aquella forma, el contraste era evidente a que con su apariencia liberada- de tener una maciza estructura muscular y altura paso a una forma que asemejaba más el aspecto de una joven de unos veintitantos, sin un sólo músculo marcado. “No vas a escapar… eres mio” pensaba con determinación, al momento que con una mano se sujetaba de la aleta dorsal de la criatura y con la otra, arrancaba la lanza del cuerpo de su presa, desplegando un profuso sangrado que se difuminaría en el agua.
Pudo percibir el dolor de aquel tiburón, ya que el mismo se retorció con desesperación en un intento de quitarse de encima a la valquiria. La criatura ascendió a la superficie, usando toda su fuerza para saltar como método ineficaz para provocar el suelte del ente de luz de su espalda. No obstante, aquel acto fue contraproducente, ya que fuera del agua Enlynn tuvo más agilidad para maniobrar la lanza y clavarla con fuerza en la cabeza del mismo. Una risa jactosa y ávida pudo escucharse antes de que ambos seres se sumergieran escandalosamente en el agua.
La energía de la criatura de mar empezó a mermar, lo cual le daba la sospecha a Sirnava de que le había herido con gravedad. “Un poco más…”
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Post by Zerachiel Cinderbreath on May 4, 2017 0:27:11 GMT
Pasó algo de tiempo antes que el arconte notara que el rastro que estaba dejando empezaba a rendir frutos, con esfuerzo podía notar figuras, depredadores instintivamente atraídos por el irresistible aroma desprendido de la sangre.
Dada la distancia, no era capaz discernir el tamaño del animal que le seguía, así que decidió soltar la mantaraya. La suerte parecía sonreírle en un principio dado que la silueta del animal se veía de un notable tamaño, pero conforme la distancia se fue acortando haciendo más discernible la forma de la presa, lo que más temía se hizo cierto. La enorme forma estaba compuesta de un grupo de tiburones, que si bien tenían un tamaño respetable por si solos, no serían lo suficiente grandes para asegurarse la victoria.
El grupo de depredadores pareció apresurar el paso una vez notaron que el cadáver de la mantaraya estaba cerca y no tardaron nada en empezar a desmembrar la carnada como si de un grupo de pirañas se tratase. Zerachiel no pudo evitar dejar salir un suspiro en frustración, a este paso no tendría una presa digna para competir. Volvió su vista al horizonte tratando de calcular cuánto faltaba para el atardecer, el sol ya estaba cerca del horizonte, el tiempo parecía no estar de su lado y al ver la situación en la superficie del agua parecía que la suerte tampoco.
El arconte empezó a apuntar con su arpón improvisado y atravesó al tiburón más pequeño, quizás si el rastro de sangre era lo suficientemente grande y denso podría atraer a un animal de un tamaño más generoso, así pues procedió a sacar al tiburón arponeado del agua para propinarle más heridas y dejar caer el cuerpo sangriento al lado de lo que quedaba del cuerpo de la mantaraya, repitió este proceso unas cuantas veces más hasta dejar solo los tiburones de tamaño más generoso peleándose por la carne de sus congéneres. -Vaya, no esperaba que fueran a canibalizar a sus amigos así de fácil- fue lo único que pudo decir al presenciar todo esto.
Por un tiempo el grupo de pequeños y medianos tiburones aumento en un frenesí alimenticio, pero aún no había señales de algún peso pesado, con el atardecer prácticamente a la vuelta de la esquina, Zerachiel empezó a hacerse a la idea que tendría que admitir la derrota de plano o llevar una presa mediocre. En medio de este pensamiento, el grupo pareció dispersarse de repente, poniendo al arcano en pánico, ¿Se había acabado la carne en el momento que se perdió en pensamiento? ¿los animales se habían llenado y simplemente iban de regreso a casa?
El gigante tensionó sus músculos y trató de darle caza al tiburón más grande que pudo detectar antes de que se perdiera en las profundidades del mar, pero en el momento que dejo el grupo de cadáveres a medio comer atrás pudo escuchar un estruendo que lo hizo parar en seco, rápidamente volteo a mirar para buscar la causa y ahí estaba, un enorme tiburón saliendo del agua a gran velocidad con un tamaño que ponía en vergüenza a los demás depredadores que se habían estado dando un festín, Con el sol a punto de tocar el horizonte de fondo, la bestia parecía estar encendida en llamas en su trayectoria de regreso al mar, definitivamente era una señal.
Zerachiel trató de enfocar toda la fuerza de su ser y se lanzó en un ataque frontal hacia la gloriosa bestia, definitivamente iba a atrapar a su premio antes de este siquiera tocara la superficie del agua.
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