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Post by Enlynn Sirnava on May 4, 2017 14:41:16 GMT
Como espamos ahogados tratando de anclarse a la vida, aquel tiburón se sacudió repentinamente dentro del agua, con una fuerza más pronunciada que antes. Ese inconveniente hizo que Enlynn se resbalara, aunque en una explosión similar de adrenalina la guerrera clavó sus uñas en la piel del ser marino, dejando un rastro rasgado sobre el mismo hasta lograr un punto de agarre más preciso.
La valquiria, a pesar del ardor provocado por el agua salada, mantenía sus ojos abiertos y mirada fija en la lanza que estaba firmemente incrustada en el cráneo de la criatura. Simulando el reto de escalar una montaña, uso tanta fuerza como su figura se lo permitía en aquel estado, y se arrastró poco a poco hacia el rostro del tiburón. Hubieron momentos en los que estuvo a punto de zafarse, pero su voluntad y determinación la mantuvieron anclada a la bestia. Finalmente, sus esfuerzos rindieron frutos y logró sujetarse de la lanza, arrastrando su cuerpo con prontitud para que su otra mano también tuviera agarre de aquella arma. Estando en una posición más cómoda y con el aire a punto de acabarse, Enlynn rugió en su interior y clavó de forma más profunda la lanza, sacudiéndola a los lados tal cual un tornillo buscando el fondo. Un quejido gutural escapó a la criatura y su movimiento se detuvo en seco.“Victoria” afirmó positiva en ente alado para sí misma.
Con aquella enorme criatura de mar inerte y su arma atravesándole, Sirnava se vio ahora en el reto de llevarle a la superficie. No estaban muy lejos, quizás dos o más metros. Sujetando con todo su ser su arma, arrastró la criatura hacia la luz. Si alguien la estuviese observando podría notar los músculos y tendones tan remarcados que se abultaban por debajo de su piel- aquellos daban la sensación de que iban a romperse en cualquier momento. A cierto punto logró sacar la cabeza y dar una gran bocanada de aire para revitalizar sus pulmones. El aire era sumamente fresco y energizante. Tomando un breve momento de descanso apretó nuevamente los dientes, al observar que el sol estaba sentándose en el horizonte.
“Un último esfuerzo” fue todo lo que pensó, en lo que dejaba un gruñido de batalla escapar su garganta y reunir todas las fuerzas en sus brazos. No obstante, en aquella forma le era muy difícil levantar a la criatura sobre el agua, por lo que su vigor quemó de tal manera que su apariencia cambió gradualmente a la verdadera, conforme su cuerpo salía del agua. El gruñido se tornó en un rugido y las alas majestuosas surgieron con furia, sacudiendo excesos de agua y otorgando un soporte extra para sacar al tiburón del agua. En un esfuerzo sublime tiró de la bestia lo suficiente como para elevarla sobre su cuerpo. En aquella forma revelada su complexión era maciza y su altura sobre los dos metros. Su armadura brillando hermosamente con aquellas gotas de agua acariciando el metal conforme caían de vuelta al mar. Sus brazos como dos pilares inamovibles sosteniendo un tiburón peregrino que casi triplicaba su tamaño. Por debajo del casco la mujer reía extasiada con su logro, gritando con alegría -¡He aquí el trofeo que determinará mi victoria!-
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Post by Zerachiel Cinderbreath on May 4, 2017 22:56:11 GMT
Justo cuando el enorme cuerpo del depredador marino estaba a punto de hacer contacto con el agua, Zerachiel logró impactarlo con toda la fuerza de su impulso, aventando la bestia a tal velocidad que alcanzó a rebotar un par de veces en la superficie antes de que finalmente su cuerpo se sumergiera. Aunque la criatura aún se encontraba aturdida por el impacto inicial, le hizo caso a sus instintos y emprendió la huida, desafortunadamente al descender unos metros hacia la seguridad de las profundidades su movimiento se detuvo por completo, esto acompañado por un agudo dolor en el vientre y antes de que pudiese reaccionar a dicho dolor notó como era arrastrado a gran velocidad de vuelta a la superficie.
Mientras tanto Zerachiel se encontraba envolviendo la soga apresuradamente para traer la presa hacia su persona, se había concentrado tanto en atropellar al tiburón en el aire que la húmeda piel de este había hecho que el animal se resbalara de sus manos cuando intentó tomarlo de su cola tras el impacto, si el animal alcanzaba a morder la soga amarrada al arpón incrustado en su vientre, se quedaría sin arma y sin presa alguna. Afortunadamente parecía que el animal aún no estaba totalmente consciente y recuperarlo no sería un mayor problema, aunque en el momento que parte del cuerpo del animal salió de la superficie, este pareció ser afectado por un corrientazo de adrenalina sacudiéndose salvajemente.
-No, no, no- cantaba el Arconte como si fuera un mantra, -Tú y yo tenemos un concurso al que asistir- agregó mientras la distancia entre los dos se cortaba, aunque su objetivo era sacar al animal por completo del agua, no había forma de que fuera a lograr levantar un ser tan masivo con sólo una cuerda amarrada a una lanza, tenía que ensuciarse las manos.
La bestia que parecía tener una longitud similar a la del bote en el que había viajado, estaba ahora luchando con todas las fibras de su ser para recuperar su libertad, así que no le quedo mas remedio a Zerachiel que dejarse caer del aire para estampar la cabeza del alterado animal, el arconte aprovechando el impulso del impacto clavo su brazo hasta el codo en las agallas de la bestia para luego flexionar su brazo intentando tener un buen punto de agarre, convirtiendo así su brazo en un anzuelo gigante. Mientras sucedía todo esto, la visión de ambos gigantes empezaba a ser nublada por el vapor liberado por el contacto de la ardiente superficie del arcano con la superficie del agua y la carne del tiburón. De la nube del vapor nuevamente emergieron las gigantes alas del arconte, esta vez aleteando con más fuerza a un ritmo acelerado, una vez dispersado el vapor, emergió la figura de los dos gigantes, Zerachiel por su parte aún tenía su brazo enterrado en las agallas de su premio para poder cargarlo mejor hasta la embarcación. Por otra parte el tiburón parecía estar en las ultimas, de sus fauces abiertas solo salía humo por el contacto arcano con la suave carne de sus entrañas, y aunque podía sentir como su vigor le abandonaba, aun trataba de sacudirse o morder a su contendiente.
-Definitivamente eres material ganador amigo- pensó en voz alta Cinderbreath al observar el comportamiento de su presa, mientras apresuraba el paso hacia la embarcación, ese espíritu de combativo le empezaba a dar ideas; si llegara a forjar piezas utilizando partes de un animal con tanta energía como este, seguro estas podrían manifestar algunas de las propiedades naturales de la bestia, con los vibrantes colores del atardecer en su espalda el Arconte no podía esconder su emoción, tenía que encontrarse con la valquiria lo más rápido posible.
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Post by Enlynn Sirnava on May 5, 2017 2:55:54 GMT
En aquel desglose de poderío y fuerza, Enlynn permaneció en aquella triunfante pose antes de ceder por el peso del animal, tomándolo por la lanza que a este punto atravesaba de lado a lado la cabeza del mismo. Voló con esfuerzo de vuelta al bote, el cual estaba a unos cuantos kilómetros de su paradero. Con ambas manos sujeto el sobrante de la lanza y cargó valientemente la criatura que la superaba en peso y tamaño.
Al acercarse más y más al bote pudo notar que aquel peregrino superaba con creces la longitud del vehículo marítimo, lo cual le provocó una refrescante sonrisa bajo el casco que le cubría. No obstante, la misma se vio opacada al notar que su compañero arconte también traía consigo un ser de igual magnitud. Usualmente la duda invadiría a quien se encontrara en su situación, pero su extrema obstinación y confianza en sí misma le llevaban a asegurarse una pronta victoria a pesar de que ni siquiera haberla confirmado aún.
Llegó con prontitud a una distancia considerable de Zerachiel y esbozó en un tono golpeado y determinante -Veo que su caza fue fructífera, pero es hora de la verdad- sentenció, conforme el sol se sentaba a sus espaldas reflejando un marcado naranja que abrillantaría aún más la armadura de ambos. Las criaturas marinas como su compañero de guerra la hacían ver minúscula, a pesar de ser de considerable tamaño entre las criaturas comunes. Batió las alas un poco y se elevó hasta la altura del rostro del otro, para dejar colgar el tiburón que llevaba en un ángulo recto y así hacer más sencilla la comparativa entre ambos trofeos y, finalmente, sentar un ganador.
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Post by Zerachiel Cinderbreath on May 5, 2017 18:54:02 GMT
Cuando estaba cerca de la embarcación, pudo escuchar la entusiasmada voz de su compañera llamándole para que compararan a sus criaturas. -¡Ciertamente!- respondió el arconte inmediatamente -veo que le volaste los dientes a tu presa, ¿tanto así se resistió?- agregó al ver la boca abierta del enorme animal que había capturado la valquiria. Ahora que se encontraba más cerca y pudo apreciar en detalle la escala del animal, sintió una mala espina y empezó a dudar que él fuera a ganar tan fácilmente, "quizás se vea más grande porque ella es relativamente pequeña" pensó para sí mismo, no había nada que pudiera hacer al respecto, así que soló quedaba comparar sus longitudes y esperar el mejor resultado.
El arconte extendió el brazo que aún estaba enterrado en la garganta del tiburón y lo acomodó de la misma manera que lo había hecho su compañera, acto seguido procedió a chocar las cabezas de los animales como si fueran jarras de hidromiel, -que gane el mejor- añadió. Ahora que estaban cabeza a cabeza tenían que buscar una forma de medir a sus botines, ya que ninguno de los dos se encontraba en un punto apropiado para notar con exactitud la diferencia.
-Está bien, hagamos esto, movámonos lentamente hacia el sol mientras descendemos, el primer animal que rompa la superficie del agua con su cola es el ganador- seguido a esto indicó con la cabeza la dirección en la cual volar y empezó a moverse lentamente. Después de volar una corta distancia, Zerachiel pudo escuchar el agua rugir debajo de el, el ganador ya había sido decidido y rápidamente bajó la vista para confirmar si su trofeo era el causante del ruido.
-Oh...- fue lo único que salió de su boca, la cola de su trofeo parecía estar a punto de tocar el agua pero aún se sacudía en el aire mientras que la de su contrincante ya estaba dejando un tramo bastante claro en la superficie del agua -Espero que te gusten las cosas fritas, asadas o ahumadas, porque eso es lo único que sé cocinar- pausó el arconte antes de soltar una carcajada y continuar hablando -¡felicidades Enlynn, sin duda alguna me has derrotado!-
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Post by Enlynn Sirnava on May 6, 2017 21:46:42 GMT
Un sentimiento de orgullo y superioridad le invadió, a pesar que sabía muy dentro suyo que iba a superar aquel reto. Se dio un golpe en el pecho que reventó opaco contra su armadura y levantó ambos brazos hacia el cielo -Esto habrá que celebrarlo con un festín- exclamó en un tono serio y contrastante al lenguaje corporal que estaba demostrando. Bajó el brazo que cargaba el animal y se lo extendió al arconte, haciendo un gesto que indicaba que lo cargara -No hay espacio en el bote para este botín. Debe llevarlo a aquella isla- se giró, señalando a una isla que se encontraba a unos cuantos kilómetros en la distancia; dado el hecho que la playa estaba aún más lejos en trayectoria.
La isla se observaba pequeña, pero variada- se podía apreciar un lado con una caverna donde entraban las olas y generaban un apacible eco. Del otro lado se veía cargado con fauna, con un pequeño claro de playa perfecto para un campamento. -Yo tomaré el barco y remaré hasta la cueva. Sentaremos un campamento para la noche- dicho eso, el sol se escondía tímidamente en el horizonte, exponiendo la llegada de la inevitable oscuridad, no sin antes pintar el cielo y las escasas nubes en un hermoso tinte púrpura y rojizo. Enlynn voló al bote aún en su forma real, tomó asiento y con firmeza sujetó los remos, los cuales era cuatro en total; siendo dos de cada lado. Con fuerza dirigió el barco hacia la isla, siguiéndole el trayecto a Zerachiel, el cual fácilmente llevaba aquellas dos criaturas hasta el punto de reunión. La valquiria estacionó la embarcación en la boca de dicha cueva, y lo ancló con certeza en el área, para evitar que la marea se lo llevara cuando subiera.
El haber llegado no significaba el fin de sus tareas- quedaba por sentar un campamento. Al estar acostumbrada al calor de Draconia, la noche iba a ser significativamente fría en comparación. Claro, siempre contaba con el otro arcano, el cual radiaba un calor excepcional dada su naturaleza etérea, pero aún así, era un clima distinto al que acostumbraban. En cada brazo se montó dos barriles, que contenían diferentes implementos y herramientas necesarios para instalar un campamento, los cuales cargó hasta el playón, adentrándose un poco más al lado del bosque puesto que la tierra era más firme y evitaba el toque de la marea. Esperó la llegada de Cinderbreath conforme golpeaba y abría los barriles e iniciaba su labor.
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Post by Zerachiel Cinderbreath on May 9, 2017 1:46:22 GMT
Para el momento en el que el arconte finalmente arribó a la isla, pudo notar como la valquiria ya había atracado la embarcación y empezado a prepararse para montar un campamento cerca de una cueva de la pequeña isla. Viendo esto, prefirió aterrizar con las enormes bestias en un lugar del área relativamente alejado, para que el olor de estas no les molestara en la noche.
Una vez en el punto indicado, el arconte aún en su forma completa se dedicó a la tarea de colgar las colas de los tiburones de las copas de las palmeras que adornaban la pequeña playa las cuales crujían y se arqueaban bajo el peso de los animales. Una vez asegurados, el gigante comenzó a prepararlos usando la lanza, rápidamente procediendo a hacer una gran incisión en el abdomen de las criaturas para remover las entrañas de ambos, dejando aparte algunos de los órganos que podrían ser útiles para otras tareas más tarde. Para el momento que ya había terminado el engorroso proceso, el manto de la noche ya cubría por completo los cielos y el área sólo se iluminaba por las llamas del mismo arcano.
-Una noche bajo la brisa del mar no debería ser un problema, y para mañana ya deberían estar relativamente secos- pensó en voz alta -Aparte, Enlynn debe estar esperándome con ansias para celebrar su festín de la victoria- pausó por un momento y volteó a mirar al tiburón que había elegido como su participante -en ese caso, serás tu el primero en ofrecerle tu carne a la ganadora- acto seguido tomó una cantidad generosa de carne del costado de "su" tiburón y emprendió el camino hacia el campamento donde aún podía ver a Enlynn moviéndose de un lado a otro preparando todo el lugar.
-Espero que el barril de especias de abasto para toda la carne que nos queda por consumir- nuevamente pensó en voz alta, con tanta carne seguramente cuando regresaran a casa no querrían volver a probar la carne de tiburón al menos por un par de décadas.
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Post by Enlynn Sirnava on May 9, 2017 14:14:45 GMT
Aunque el cansancio del viaje, la pesca, el atraco de la embarcación y la instalación del campamento era evidente, su fuerza de voluntad se mantenía inamovible, lo cual evitaba que se sentara a tomar un descanso antes de terminar sus tareas para el día. La oscuridad empezaba a teñir el cielo y todo trazo en la tierra, como un manto negro adornado con la tenué luz de los astros.
De los barriles Enlynn adquirió implementos que le ayudarían a instalar una gran carpa, la cual usaba de pilares algunas palmeras en el derredor para sostenerse. Pero antes de eso, estabilizó el terreno, removiendo piedras, ramas y raíces de modo que no estorbaran a la hora de recostarse. Así mismo, aplacó la firmeza de la tierra al poner encima de la misma palmas y otro tipo de hojas que amortiguarían el peso de los que se acostaran sobre.
Una vez que hubo acabado con la zona de descanso, siguió escarbando los barriles y ahora limpió una zona para instalar una fogata y otros utensilios propios para cocinar y preparar alimentos. Reunió piedras formando un círculo en un punto céntrico y lo inundó moderadamente con hojas secas y ramillas frágiles. Hubo escuchado que Zerachiel estaba en la cercanía, al cuestionar algo sobre las especias -Enciende la fogata y prepáranos algo, en lo que termino de asentar nuestro refugio- mencionó Sirnava, en un tono algo autoritario pero sin intención real de molestar al otro. Como un toque final, cortó algunas palmeras y utilizó las hojas para crear una especie de techo impermeable sobre la carpa, y con el tronco cortó algunas estacas que sentaría de forma de trincheras alrededor del área donde estaban reposando, delimitando su zona de instalación.
La mujer alada tomó un respiro y al fin pudo entender que sus tareas habían llegado a su fin, por ahora. Era momento de relajarse al fin. De forma vistosa regresó a su forma fated, sólo para enterarse que su toga con decoraciones de oro y zafiros había desaparecido. Hizo memoria un segundo y recordó que dejó caer esta en medio del mar durante su pesca. -Rayos... me gustaban muchos esos broches. Qué más da.- murmuró para sí misma, conforme caminaba de vuelta a la fogata.
-¿Ya está la comida?- preguntó de forma graciosa la dama, la cual estaba deshaciendo su trenza y cubriéndose parcialmente por su larga cabellera. Sus intenciones eran puras y sin morbo, estando allí desnuda debido a las circunstancias.
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Post by Zerachiel Cinderbreath on May 10, 2017 1:53:18 GMT
Cuando Zerachiel finalmente llegó al campamento, asintió al escuchar las indicaciones de la valquiria y se dedicó a buscar el barril donde habían guardado las especias para adobar las generosas porciones de carne que había traído, tomó una de las afiladas armas que traían para tareas varias y finalmente pudo cortar los bloques de carne en porciones más manejables.
Después de encargarse de dejar los cortes debidamente preparados para el fuego, procedió a cortar una de las palmeras para usarla como combustible para la fogata, debido al tamaño del arconte, todo este proceso fue relativamente rápido, y en cuestión de minutos una enorme llama iluminaba todo el lugar. Ahora sólo faltaba poner la carne sobre las brasas y esperar que estuviese lista para el festín, por lo que el arcano regresó a su forma sellada y se encaminó hacia donde él pensaba que había guardado el asador, pero algo lo detuvo a mitad del camino. De las sombras apareció su compañera, sin la toga y la trenza que caracterizaban sus formas más relajadas mientras su blanca figura se tornaba naranja con la luz de las flamas como si estuviese hecho de ámbar, esta no era la primera vez que veía el cuerpo de la valquiria despojado de vestiduras, aunque para ella parecía no ser la gran cosa y parecía hacerlo con relativa naturalidad, el arconte aun no podía evitar quedarse congelado momentáneamente cada que esto sucedía.
Al menos cuando estaba en su forma sellada mentalmente sólo la veía como si fuese su hermana pequeña o una mascota, pero cada que se exponía en su forma fated, era una experiencia totalmente distinta, su cuerpo dejaba su infantil figura atrás para dejar salir a relucir sus atributos femeninos, aunque superficialmente parecía tener una complexión curvilínea y suave, había ciertas partes en las que se podía notar las siluetas de los poderosos músculos que se abrirían paso al momento de asumir su forma real, todos esos detalles le resultaban hipnotizantes y sentía que podía admirarle todo el día, como si de una bella obra de arte se tratara.
La voz de Enlynn preguntando por la comida lo sacó de su estupor el tiempo suficiente para seguir su camino y responder vagamente con un -Ajá, en eso estoy-. Para cuando terminó de armar el asador y empezó a exponer la carne a las llamas, Zerachiel por fin se dio cuenta que en este último año había tendido a perderse mucho en sus pensamientos observando a la joven valquiria, durante todo el tiempo que habían compartido, siempre había admirado su profesionalismo y perseverancia a la hora de realizar cualquier tarea, y al descubrir su lado más relajado no pudo evitar admirar su positivismo y envidiar en cierta medida la facilidad con la que adoptó su nueva forma de vida en Mirovia, al punto de hacerse relativamente popular.
Pero todo eso no se comparaba a lo que sentía ahora cada vez que la veía, era algo más profundo, algo a lo que no podía ponerle nombre, parte de él quería ceder a sus instintos y devorarla en sus llamas en un intento de hacerlos uno mismo, por otro lado sólo quería quedarse admirando cada movimiento y palabra que salían de este hipnotizante ser. En este punto un par de los cortes ya estaban listos para consumo y rápidamente los separó para servírselos a la joven valquiria, una vez le presentó las jugosas porciones de carne tuvo la suficiente lucidez para preguntar -¿Qué haces desnuda? si pasas la noche así probablemente amanecerás helada hasta los huesos-
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Post by Enlynn Sirnava on May 10, 2017 3:29:06 GMT
Tranquilamente y con una sincera sonrisa terminó de destrenzarse el cabello, para dejarlo caer suavemente sobre sus curvas, acariciando su piel de forma delicada y armoniosa. Una cascada grisácea sobre una tez blanquecina marcaban un aspecto angelical y propio de un ser de la luz. -Mientras el fuego se mantenga vivo y me dejes dormir en tu pecho como siempre, creo que sobreviviré- rió por lo bajo -En medio de la caza del tiburón perdí mi ropa, así que ya veré mañana cómo soluciono esta pequeña situación- acotó la dama, sin la más mínima preocupación sobre la condición en que se encontraba.
No era la primera vez que aquel la podía apreciar en dicho esplendor, y probablemente tampoco sería la última. Enlynn se caracterizaba por no tener un dejo de vergüenza personal y mucho menos hacía con el arconte al que le tenía suma confianza y comprendía bien el lazo de compañerismo y respeto que manejaban el uno hacia el otro. En su cabeza, la desnudez no es un símbolo de perversión o siquiera merecedor por el cual esconderse al respecto- si algo, era algo natural y puro.
La arcana caminó de puntillas con un paso ligero, percatándose del gélido toque de la brisa marina en aquella noche. Su piel se erizó mas ella no reaccionó de forma quejosa; hubo resuelto su situación sentándose frente a Zerachiel, usando el cuerpo del otro como respaldar y calefactor natural debido a su naturaleza. Finalmente tomó una porción de carne adobada y rostizada generosamente, que le ofrecía su compañero -¡Felicidades a mi por mi indudable victoria!- recitó con una dulce voz, mordiendo hambrientamente aquel jugoso trozo de comida. Casi que de manera inmediata, una fuerte expresión de gusto escapó de la mujer, conforme su lengua bailaba apreciando los sabores -Mmmmhmm~- ronroneaba, con un visible rostro de encanto marcado en su cara.
Sirnava estaba saboreando tanto los alimentos, la compañía, los recuerdos y hasta el goce de la superación del reto en aquel momento. Era una sublime combinación de variables que sentaban un ambiente ameno y alegre, el cual la valquiria apreciaba profundamente. Aquel tiempo en Mirovia se había tornado en una especie de sueño gratificante donde podía disfrutar paralelamente de ser una civil, y también energizarse sirviendo a su alianza en misiones de suma importancia. Las cuantas décadas que había pasado junto a Cinderbreath ahí le habían demostrado y enseñado un sin número de experiencias únicas que atesoraba avidamente en su memoria, a pesar de su corta edad para alguien de su raza. Agradecía inconscientemente cada momento que vivía esa vida tan singular.
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Post by Zerachiel Cinderbreath on May 11, 2017 0:09:29 GMT
Zerachiel soltó una carcajada al escuchar el por qué de la actual apariencia de Enlynn e internamente pudo sentirse aliviado al ver que no era algo intencional y no se trataba de algún ritual social del cual no estaba al tanto, pero mientras las llamas en su interior empezaban a calmarse de nuevo, la joven valquiria rápidamente se acercó y se sentó en su regazo antes de empezar a disfrutar la carne que le había ofrecido mientras se regocijaba por su victoria.
Aunque su piel parecía estar hecha de mármol al rojo vivo por la luz de la fogata, su piel se sentían bastante fría al tacto, enviando escalofríos por todo el cuerpo del arcano. -Felicidades- respondió el arconte mientras nuevamente agradecía que no tenía un rostro como tal que pudiese delatar como estas pequeñas acciones por parte de la dama lo ponían en un sube y baja de emociones. Con prontitud intentó buscar la manera distraer su mente del cuerpo de la arcana a toda costa -Estaba convencido de que mi presa era material ganador, pero ahora que tuve más tiempo para revisarlos, la diferencia es bastante notable- pausó por un momento mientras empezó a acariciar la cabeza de su compañera y observar su reacción. Ahora que le miraba detenidamente podía notar como tenía la piel de gallina, al parecer el frío nocturno estaba afectándola más de lo que imaginaba. -Y yo que pensé que iba a tener una mejor oportunidad creyendo que tus técnicas de caza se limitaban a las bestias de tierra firme- agregó el arconte mientras empezó a masajear los brazos de la joven en un intento de transferirle calor, pero sus instintos no tardaron en hacerle notar lo asombrosamente suave que era la piel de la valquiria.
El arconte se detuvo automáticamente, pero su mente fugazmente encontró una excusa para seguir disfrutando aquella sensación; solamente le estaba ayudando a entrar en calor, no había nada de malo en eso, pensó para sí mismo en lo que siguió explorando el cuerpo de la valquiria con su masaje, bajando por los costados de su figura hasta llegar a los muslos de esta, ahí encontró su mayor sorpresa. A pesar de que estos parecían esconder unos grandiosos músculos, en su forma fated estaban cubiertos por una generosa capa de grasa por lo cual cada que los apretaba, sentía como si tomara una nube entre sus manos... ¿una nube cubierta en seda, quizás? dado que sus manos usualmente manipulaban metales, gemas y pieles gruesas, no podía encontrar las palabras correctas para describir aquella complexión en su mente.
Parte de él le advertía que se estaba invirtiendo mucho tiempo en aquella zona del cuerpo de la joven, pero simplemente no podía resistirse a la sensación, en este punto parecía que estuviese amasando los muslos de Enlynn como si se tratara de masa de pan. Un rato después comenzó a notar un patrón; cada que sus manos acariciaban la cara interna del muslo de esta, podía notar como la chica temblaba involuntariamente, el arconte no podía evitar sentirse orgulloso al haber encontrado este aparente punto y empezó a abusarlo rápidamente.
Simplemente tenía que ver que tan lejos podía llegar antes de que su compañera lo detuviera.
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Post by Enlynn Sirnava on May 11, 2017 14:41:52 GMT
Mientras devoraba aquel trozo de carne, su compañero le ofreció un generoso masaje que disfrutaría hasta cierto punto. Estaba hipnotizaba por el sabor de sus alimentos y lo placentero del ambiente en general, que lo único que la devolvió a sus sentidos fue una sensación eléctrica que recorrió su columna, provocada por el agarre del otro arcano. Prestó más atención a las acciones que tomaba el arconte sobre su cuerpo y se extrañó tratando de entender cuál sería el objetivo detrás de dichas caricias. Por lo general, Enlynn estaba acostumbrada a ser acicalada de una forma similar a la de una felino- Zerachiel usualmente acariciaba su cabeza y a veces parte de su espalda y hombros de forma cariñosa. Un impulso que ya se había vuelto una costumbre reglamentaria, tanto de recibirla por parte de la dama, como de hacerla por parte del caballero.
Pero por lo general aquellos actos se daban a raíz de su forma. Ese tipo de mimos los recibía mayoritariamente en su forma sellada, ya que la imagen que sostenía en dicha apariencia provocaba tales actos. Ocasionalmente los recibía en su forma fated, aunque con menos frecuencia y basta decir que en su forma verdadera dicho trato era inexistente. Dichosamente, siempre era de su agrado ser acariciada, ya que las palmas de Cinderbreath ofrecían un calor natural que se propagaba sobre su fría tez de forma placentera.
En aquella situación en particular, el sentimiento era… distinto. Estaba mutando en una sensación que no había experimentado antes, lo cual acumulaba una serie de dudas e incertidumbres en su cabeza conforme el otro paseaba y ejercía presión del lado interno de los muslos de sus piernas. Zerachiel en su forma sellada era masivo, y aunque su compañera estuviese en su forma fated, la cual era mucho más alta que la sellada, estando al lado de él aún se veía pequeña, llegándole a duras penas al pecho del mismo. Las manos sobre sus piernas cubrían casi con totalidad el mismo, lo único que lo evitaba eran los generosos muslos agraciados que poseía la valquiria.
Hubo un silencio entre ambos conforme aquellas sensaciones eran exploradas. Sirnava había terminado de comer y se había mantenido quieta y observante a lo que el otro hacía, con uno que otro leve tremor involuntario en sus músculos dependiendo de las zonas que el otro abusara. Puso sus palmas sobre las manos del otro, no como señal de detenerle mas para acompañarle en su labor. Era tan… singular ¿Por qué haría eso, justo ahora de todas las otras oportunidades que existieron?
En uno de los agarres de considerable presión que hizo Zerachiel en el muslo de la joven, provocó que a esta se le escapara un suave y leve gemido, el cual fue involuntario. Inmediatamente la piel de Enlynn se tensó y su lenguaje corporal se volvió más receptivo, irguiendo su espalda y nuevamente arrecostándose contra el abdomen del arconte -Con cuidado…- mencionó en un tono dulce, aunque dubitativo. La valquiria empujaba sus suaves manos sobre las del otro arcano para dirigirlo a los puntos correctos que generaban sensaciones nuevas y deleitables, con curiosidad explorando dicha experiencia.
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Post by Zerachiel Cinderbreath on May 11, 2017 23:29:35 GMT
Al escuchar los dulces y flamantes ruidos que dejaba escapar la valquiria, Zerachiel no podía evitar el tornar sus caricias un poco más agresivas en un afán de seguir experimentando aquellas suaves y electrizantes sensaciones atraves de la palma de sus manos; sólo para ser detenido luego de que la valquiria soltó un gemido que nunca había escuchado con anterioridad, arqueándose y retorciéndose sobre su cuerpo para luego tomar sus manos.
Por un momento las manos del arconte temblaron, no por temor a que la joven lo fuera a reprender por sus acciones o porque lo había parado en seco con sus relativamente pequeñas manos; todo lo contrario, las suaves y agraciadas manos de la valquiria acariciaban las suyas incitándole a que continuara. El temblor era simplemente el resultado del arcano tratando de resistir el impulso de apretar aquella carne con toda su fuerza, él deseaba poseerla, deseaba sentir todo su ser, consumirlo para hacerla suyo. Pero al mismo tiempo si cedía a esos impulsos jamás podría escuchar su dulce voz, sentir su tacto o apreciar su sonrisa de nuevo, cosa que le hacía sentir como si las llamas en su interior se convirtierann en un vacio infinito y helado "¿Qué rayos es esto?" gritó en sus pensamientos, sumamente frustrado al no poderle dar un nombre al torbellino de emociones en su cabeza.
Afortunadamente la voz de la valquiria, como siempre, lo había sacado de su frustración al decirle que continuara con cuidado. Si bien aún no podía detener el tremor en sus palmas del todo, podía sentir que esta vez era a causa de estar emocionado, el hecho de poder seguir explorando la piel de Enlynn le llenaba de regocijo. Con prontitud siguió explorando las líneas de sus piernas, siguiendo cada contorno que podía encontrar delineando así en su mente los músculos que se encontraban bajo su piel, conforme avanzaba podía notar como el aliento de la joven tomaba un ritmo ligeramente más apresurado mientras era adornado por pequeños y agudos quejidos como si se tratase de una sinfonía, el torso en consecuencia parecía ondularse de manera rítmica con el efecto combinado de la respiración y las manos del arconte deslizándose sobre su piel, cosa que a la vez hacía que los pechos de la joven se mecieran de manera hipnótica para los ojos de Zerachiel.
Fue en este punto que un elemento inesperado apareció en el recital de caricias, las piernas de la valquiria empezaron a estremecerse con cada caricia y parecían cerrarse instintivamente, mientras que la misma parecía combatir este reflejo con el propósito de seguir experimentando la sensación. El arconte movió sus manos con prontitud y firmeza abrazando aquellos muslos desde la cara interna y lentamente usó su fuerza para abrir sus piernas, dejando descubierta su entrepierna al refrescante viento nocturno del mar, para acto seguido, seguir acariciando sus muslos con mucha más fuerza y cada vez más cerca de la entrepierna.
Hasta que por un desliz causado por la humedecida piel de la joven, un desliz que quizás fue voluntario, finalmente rozó fugazmente su intimidad con uno de sus pulgares.
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Post by Enlynn Sirnava on May 12, 2017 17:44:51 GMT
Al momento en que el arconte firmemente tomó sus muslos y colocó cada uno sobre la pierna del otro, su intimidad quedó expuesta y sin la posibilidad de protegerla con el cierra de sus propias extremidades. Aquello provocó una especie de sensación adrenalínica y exaltación que logró hacer escapar un gemido apagado entre dientes. Aquel ritual estaban encendiendo sentimientos ajenos, diferentes, que no había sentido previas a ese punto. Había escuchado mencionar, de una manera fugaz cosas del tipo, cuando fue educada con respecto a esos temas en su juventud, pero definitivamente no era algo que se pudiera entender por medio de palabras o explicaciones técnicas. Son de esas cosas que únicamente cuando se experimenta en carne, tienen sentido y se pueden comprender. Aunque la experiencia apenas y daba un inicio que abriría nuevas puertas en la consciencia de la valquiria, la sensación era lo suficientemente embriagante como para hacerla desear por más. Explorar lo desconocido. Ahogarse en el placer.
Un momento a otro entre las caricias, una tocó la privacidad de la figura alada, de forma incidental aunque de con suma precisión, mandando una señal eléctrica a su espalda por la estimulación en las terminaciones nerviosas en aquella zona tan sensible. Un jadeo escapó su boca, sus extremidades se estremecieron y su espalda se retorció en consecuencia. Claro, su área privada había sido rozada y la única respuesta que los sentidos de Enlynn pudieron tener al respecto era añorar por más. Con la respiración un poco entrecortada, se deslizó agraciadamente hasta que su espalda reposara por completo sobre el abdomen del arcano, levantó la barbilla de forma que sus ojos se pudieran encontrar con los del otro y así, en un gesto tierno, esbozar una suave sonrisa. Sus labios partieron como si quisiera decir algo, pero no pudo pronunciar palabra alguna. Una presión causada por las sensaciones del momento apretaban su pecho y le imposibilitaba formar alguna palabra, por lo que optó por guiar a su compañero a su entrepierna al empujar gentilmente sus palmas que se posicionaban sobre las de Zerachiel e invitarle a que repitiera nuevamente, aquella particular caricia.
Todo ello sucedía mientras mantenía contacto visual con el arconte. El rostro de la valquiria se encontraba ruborizado y adornado por unas cuantas gotas que lo humedecían de manera delicada, denotando placer a cierta medida, aunque en sus labios se pronunciaba una sincera y dulce sonrisa. A pesar de que Cinderbreath no contara con un rostro, el tiempo que llevaban juntos le había enseñado a comprender su mirada, y pudo notar un deseo singular que derrochaba de su fachada inexpresiva. Aunque Enlynn no entendía en carne propia aquel tipo de deseo, tenía una leve idea al recordar anécdotas y enseñanzas, lo cual la llevaban a hacerse una idea y también compartir el fulgor de dicho sentimiento. -Por favor- musitó con gracia, después de haber cubierto su intimidad con las manos de Zerachiel, acto seguido al cual llevó su pequeña mano a un costado del rostro metálico del mismo y le acarició tiernamente, como si le estuviese dando una especie de aprobación y validación a sus deseos.
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Post by Zerachiel Cinderbreath on May 13, 2017 5:24:22 GMT
-Como desees- respondió el arconte con prontitud ante el pedido de la joven, podía sentir como su sangre se aceleraba mientras que las llamas en su interior se transformaba en una tempestad, en su pecho yacía la valquiria recostada, mirándole con una expresión que nunca antes había visto, sus ojos parecían implorar por sus caricias con un ímpetu equivalente a su deseo de dárselas.
Ahora que la arcana había guiado sus manos hacia a su entrepierna, el arconte no mostró ningún reparo para empezar a explorar su intimidad. Sus dedos se deslizaban en una combinación de curiosidad y afán por descubrir los secretos escondidos en este pequeño fragmento de la anatomía de Enlynn, cada movimiento de sus dedos parecían resultar en embriagantes gemidos por parte de la misma, los cuales cambiaban su inflexión según el lugar donde sus dedos hacían presión como si de un piano se tratase. Acompañado de esta melodía, estaban los ojos de la chica que parecían ser capaces de leer sus más íntimos pensamientos, si bien parte de él quería ver que estaban tocando sus manos precisamente, no podía evitar el estar mesmerizado por aquellos ojos dorados, el arconte quería perderse en aquel mar de ámbar, quizás si hacía esto ellos podrían descifrar el nombre del torbellino de sentimientos en su corazón. Mientras sus ojos se contemplaban con una intensidad que parecía generar llamas, sus manos estaban experimentando una experiencia totalmente distinta, la entrepierna de la joven estaba sorprendentemente húmeda, permitiéndole a sus dedos el desplazarse sin ningún impedimento por la nueva e inexplorada topografía. Su camino comenzó desde el norte topándose primero con una pequeña pero firme protuberancia la cual empezó a circular rítmicamente, cosa que parecía causar sin falla tremores en las caderas de la joven, cosa por la cual una de sus manos se rindió en la tarea exploratoria para seguir deleitándose de las reacciones de esta sensible saliente.
La otra mano continuó explorando el relieve de la zona, la cual había empezado a palpitar de manera sincronizada con las caricias que le estaba propinando en aquel realce, conforme su mano continuó el camino al sur, la senda parecía indicarle que este era un territorio virgen; la suavidad de la piel en esta zona no tenía comparación con nada de lo que había palpado hasta la fecha, una superficie turgente e inundada en una sustancia desconocida, parecía invitarle a que se abriera paso en aquella senda y se sumergiera en su carne. Haciendo caso a aquella invitación, sus dedos abrieron la intimidad de la valquiria mientras que lenta y metódicamente trazaron su camino hasta encontrar la fuente de la humedad del área, aquella entrada también palpitaba de manera rítmica mientras dejaba escapar el curioso néctar que no podía reconocer, cuando sus dedos empezaron a delinear el borde de dicha entrada esta empezó a temblar en anticipación como si le indicara que ese era el lugar correcto.
Así pues, su índice aceptó la bienvenida de la entrepierna de Enlynn y comenzó a adentrarse en sus húmedas profundidades.
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Post by Enlynn Sirnava on May 15, 2017 14:50:45 GMT
Al momento en que aquella zona sin explorar fue visitada tan repentinamente por el toque del otro, cada músculo y fibra del cuerpo de Enlynn se estremeció con agudeza y se tensó en consecuencia, con un fuerte impulso de cerrar sus piernas mas siendo bloqueada por la posición en que su compañero le colocó anteriormente. Expuesta ante dichos actos y sensaciones, la valquiria intentó relajarse sin dar rienda suelta al descontrol que aquella previamente desconocida experiencia le provocaba. Sin embargo, ello probaba ser una tarea ardua.
Aunque el arconte se encontraba en una posición idéntica a la de la arcana, novato en lo que concierne el mundo del placer, el jugueteo de aquella falange que investigaba y presionaba sus zonas más profundas provocaba que la joven se retorciera ligeramente, dejando escapar expresiones y gemidos que nunca antes había logrado bajo ninguna otra circunstancia. Inconscientemente, la espalda de Sirnava se arqueaba y se erguía en una armoniosa danza teñida en placer, incidentalmente acariciándose contra el cuerpo del masivo arcano. El contacto de las pieles expuestas podía transmitir la sensación de temblor y estremecimientos que recorría, tal cuales toques eléctricos, la delicada y blanquecina piel de la dama.
El viento, la temperatura corporal de ambos y sumando a la fogata, jugaban un rol importante en el cuerpo de aquellos seres de la luz. Sus pieles se habían cubierto por un leve rocío salino, el cual era una combinación del mar y sudor. Los movimientos involuntarios del cuerpo de Enlynn provocaban que pequeñas gotas se desplazaran a lo largo de su cuerpo, acariciando sus curvas de manera artística e hipnotizante. Al notarse a si misma jadeando con una respiración entrecortada, decidió morder su labio y suprimir levemente ese canto extasiante que escapaba su garganta con cada invasión lasciva por parte del otro.
Las manos de la joven poco a poco se fueron entrelazando en el brazo Zerachiel, el cual usaba con sumo fervor para complacerla. Algo dentro de su cuerpo le alertaba que se avecinaba una ola de sentimientos desconocidos, y que su fuerte voluntad no sería capaz de controlarlo. Sin notarlo, ahora el cuerpo de la dama alada se hallaba abrazando con firmeza el brazo del arcano, presionado contra el mismo y permitiendo que sus delicados pechos le acariciaran de la forma más suave conforme los tremores provocaban espasmos involuntarios en el torso de la mujer. Su cuerpo reaccionaba de una manera tan pronta y dulce ante las acciones del otro, como si estuviera diseñado para que fuera utilizado de dicha forma. O quizás, el otro simplemente de instinto y profunda observación guiaba sus manos en puntos indicados y certeros para derretirla en un mar de éxtasis y placer. Era una sensación embriagante, similar al furor de la batalla y la adrenalina de exponer la vida por un principio, pero más íntimo y deleitable, donde sólo alguien en el cual confiaba era testigo y le guiaba por dicho mundo de sensaciones.
Sus padres, e inclusive la orden que la recibió entre sus líneas, brindaron una educación básica conforme lo que eran los temas del amor y la procreación, los cuales era tocados con respeto y sutileza, pero por más quisieran poner en palabras y explicaciones, esas sensaciones eran imposibles de describir. Un dilema quiso hacerse presente en la mente de la valquiria- ¿Aquello significaba que finalmente se uniría en… carne? ¿Acaso Zerachiel lo habría considerado en anticipación? Y si él…
La mente de la arcana se nubló. Su corazón se aceleró y sus labios se partieron suavemente para dejar un gimoteo pronunciarse con claridad en el silencio de la noche. Pudo sentir como sus cavidades ahora eran invadidas por dos de los dedos del otro, gentilmente separando sus paredes y abriendo paso en sus profundidades. No estaba lista, pero su cuerpo aceptaba gratamente la invasión al responder positivamente y bañar aquellas falanges en su aroma y aguas, permitiendo que su baile fuera más profundo y caótico en aquel delicado recinto.
-Voy a…- expresó Enlynn, mientras su pecho se apretaba y sus pensamientos eran absorbidos en un manto de niebla, dejando su cuerpo en completa merced de los sentimientos que estaban por golpearla tal cual una ola de un mar provocado.
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