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Post by Deleted on May 16, 2017 18:10:10 GMT
El súbito entusiasmo lo cogió desprevenido, sin embargo la sonrisa era por la juventud de ella y el natural interés que se desbordaba. Ladeando la cabeza no contesto sino que se mantuvo observándola como si buscara algo más en la sonrisa o en los ojos. Su magia era simple y por ello era compleja, era incongruente y si uno no tenía claro sus propias limitantes y sus defectos, se volvía con facilidad una catástrofe.
—Será un poco entonces...la primera lección es la condensación y la metonimia...
Susurró mientras echaba sobre ambos la cobija y apagaba el cigarrillo.—Pero será más tarde, necesitamos estar bien para comenzar con la lección y luego saltar a la practica, sera mañana...y te advertiré que no será tan agradable, soy un maestro terrible, querida Roja —Le sonrió arropándola con suavidad antes de girarse.
—Muchas cosas en muy poco tiempo...
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Zaniah Neshmet
Los Invictos
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Post by Zaniah Neshmet on May 16, 2017 23:21:43 GMT
Soltó un gritito emocionado mientras movía sus manos echas puños con un súbito aire infantil mientras mordía su labio rojizo.
--Condensación y Metonimia, entendido. --La cobija sobre su cabeza hizo que cerrara los ojos por un momento. --Si, si, tienes razón. --Soltó una risilla y se acostó en la cama, observando el rostro del unicornio antes de que se diera la vuelta por completo. No tenía problema con ello, demasiados maestros en su vida le habían enseñado, muy a parte de sus conocimientos, era el temperamento tan difícil de uno que otro de ellos. Aún recordaba esos dolores de espalda cuando estuvo tres días buscando una poción de uno de sus maestros que al fin y al cabo la tenía en su estante, detrás de una estatua horrenda.
Estaba tan emocionada que no sabía si podía conciliar el sueño, por lo que, dándole espalda a Eerie, bajó las mantas hasta que llegaron a su cintura y se dedicó a mirar la pared, el insecto hoja planeó hasta acomodarse en la misma almohada que Zaniah, en frente de su rostro, y se acurrucó, cuando la pelirroja hizo lo mismo, una terrible sensación de cansancio imploraba que descansara de una buena vez, Zaniah no lo pudo evitar más a pesar del fuego en su corazón, prendido por la magia, y se quedó completamente dormida, acomodando la mano al lado de su pequeño amigo.
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Post by Deleted on May 17, 2017 1:28:13 GMT
Se quedo quieto hasta que ella cayó dormida, mirando la pequeña figura agitarse, al haber compartido una noche de sueño, sabía cuando era que la chiquilla quedaba fuera de combate. Con suavidad se deslizo fuera de las mantas, arropándola con gentileza para separarse del mueble de puntillas. Echando un vistazo desde la puerta, no dijo nada, y se movió como el mejor de los ladrones sin hacer ruido hasta llegar afuera. Después de pasar por esa clase de calvario le apetecía correr, en su forma natural. Así que despojo del vestido con un gesto teatral y una risa irónica y anduvo desnudo hasta el pasto, enterrando los dedos entre la hierba hasta que el aroma dulzón de esta inundo sus fosas nasales.—Solo un poco.
Masculló estrechando los ojos negros a la noche dejando que el calor recorriera como un espasmo su cuerpo, lentamente en un parpadeo era de nuevo un unicornio negro con el cuerno recolectando el pálido brillo de la luna. Probó sus pesuñas sobre la suave superficie, salto y dio vueltas mientras se desperezaba del rastro humanoide que siempre conservaba.
Cuando estaba así se sentía brioso y sensible a la luz y a la energía. De esa manera no podía ser alcanzado por ningún ser, más que las doncellas y era vulnerable al hierro. Mirando atrás con sus ojos negros un momento se dio la vuelta para echar a correr, volvería pronto a recostarse cuando sus patas se calmaran y su hocico recogiera suficiente rocío.
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Zaniah Neshmet
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Post by Zaniah Neshmet on May 17, 2017 1:51:43 GMT
La mujer se movía de su cama de un lado a otro mientras mascullaba algunas cosas, algunas chispas salieron de sus labios mientras fruncía el ceño, el insecto hoja se levantó mientras movía sus patitas hacia ella, Zaniah se movía de un lado a otro, haciendo que a algunas ramitas les crecieran una que otra flor salvaje, en forma de estrellas. La Luna estaba en su punto más alto, por lo que las estrellas a su alrededor brillaban con intensidad.
Zaniah apretó la almohada con un gesto de angustia mientras el insecto intentaba calmarla, pasando sus patas por sus mejillas, la muchacha soltó un resoplido mientras se daba la vuelta por completo. Bien decían que los sueños son las mayores pesadillas de los que estaban dedicados a mostrar, a dirigir, y lo eran peor a los que abandonaban su principal destino, a pesar de todo el amor que sintiera sobre su líder. Poco a poco, la figura de la mujer se redujo a la de el zorro rojo que se había convertido la vez pasada, haciendo que la delicada ropa quedara a su alrededor, como un nido, en el cual solo ella podía sentirse segura. Ignorando todo lo que pasaba a su alrededor.
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Post by Deleted on May 17, 2017 2:54:26 GMT
Pasada un par de horas, cabalgo hasta que su cuerpo se enfrío y el dolor de la mente y de su cuerpo se hizo menos, en su forma natural era más fácil reponerse del cansancio y de la perdida simpática que tuvo. Levantando la cabeza, sus formas eran musculosas pero no tenía el tamaño de un caballo, cerrando los ojos se permitió olfatear el aroma de la luna antes de dar marcha atrás y volver, escuchando el bosque tranquilo e indiferente a su persona. Sacudiendo la crin de nuevo un parpadeo, el brillo pálido y ahí estaba desnudo en su forma de hombre, mirando a la negrura, en un principio se encontraba demasiado ensimismado para poner atención a la casa, y no fue hasta que levanto con cuidado las cobijas cuando vio al pequeño zorro acurrucado. Aquello era parte del misterio que presentaba su joven compañera, ¿que le daba a elegir una criatura que se envolvía sobre si misma?, ¿que daño había afuera de la que necesitaba protegerse?, arrugando el ceño al ver el insecto palo sobre la almohada hizo la cabeza hacia atrás, no le gustaban demasiado, sin embargo era parte de la vida de ese lugar y de ella. Con sumo cuidado se tiro guardando distancia entre ambos, no dormiría mucho, apenas sintió el crepúsculo levantarse de la tierra abriría los ojos, recuperado para partir tras dar su lección...
—Quid pro quo—Susurró.
Llegando así la mañana en la que se levantó sin hacer ruido, tanteando sus prendas para vestirse en silencio. Estaba pasando la camisa por la cabeza cuando advirtió el cambio en la respiración de ella.—Buenos días...
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Zaniah Neshmet
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Post by Zaniah Neshmet on May 17, 2017 3:39:22 GMT
Todos los sueños que Zaniah había tenido, se esfumaron en cuanto el Sol acarició el pelaje del zorro, la noche despertaba la luz dentro del cuerpo de la joven, haciendo que sus sueños fueran solo visiones sobre su pasado y lo que alguna vez pudo ser en su vida, pero cuando el buen Sol aparecía, todo parecía dormir de nuevo dentro del cuerpo de la joven, haciendo que volviera a ser la misma de siempre. En cuanto Zaniah sintió la suavidad de sus sábanas, y el fresco olor del árbol, el pelaje rojizo se hizo a un lado, volviendo a las miles de pecas en su pálido cuerpo.
Zaniah frotó su rostro, mientras poco a poco se incorporaba de lado, con la vista hacia la pared, de espaldas a Eerie, la sábana resbaló por su cuerpo con delicadeza hasta que llegó a sus anchas caderas, el bicho hoja se posó en su hombro desnudo mientras saltaba un poco.
--Buenos días a ti también --Dijo aún adormilada mientras acariciaba la cabecita del insecto. --¿Qué hay para desayunar? --Zaniah había olvidado que el unicornio se encontraba con ella, por lo que todas las preguntas iban al aire, al insecto, o a sí misma, como acostumbraba siempre. El camisón cayó al suelo y Zaniah lo observó seriamente, pues eso significaba que había pasado de nuevo, había tenido pesadillas de las que no se podía acordar, en su mano se formó una liga, la cual utilizó para peinar su largo cabello en una trenza mientras el insecto paseaba por sus muslos, moviéndose como si fuera una hoja común y corriente.
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Post by Deleted on May 18, 2017 0:41:04 GMT
Sus ojos no perdieron el movimiento de la sabana al deslizarse sobre la piel manchada de suaves motitas doradas. Enarcando una ceja su manzana de adán bombeo un par de veces mientras recorría tramo a tramo la piel expuesta en silencio con la camisa a medio poner, no iba a perder el tiempo poniéndose presentable si la Roja no hacia lo mismo. Volviendo el rostro con una sonrisa de tiburón se coloco al fin la camisa de la manera correcta.—Eso depende, ¿Qué es lo que deseas para desayunar señorita? Inquirió divertido a medias, recorriendo algunas pecas que se escondían en la cara interna de sus muslos o en la suave redondez de su espalda baja, donde el cabello apenas cubría un palmo, aquella imagen merecía la pena entorno al malestar de estar postrado aunque sea un momento en cama.
—Puedo cocinar cualquier cosa, aunque no soy un adepto de la carne... un pago al favor de la generosa vista...
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Zaniah Neshmet
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Post by Zaniah Neshmet on May 18, 2017 1:09:04 GMT
Los pensamientos se esfumaron cuando escuchó de nuevo la voz del unicornio, su piel se tornó algo rojiza mientras tomaba la sábana y se cubría con ella lo más rápido que podía, volteando hacia el unicornio--¡Lo siento! O-Olvidé que... estabas... --Mientras jalaba la sábana, el insecto saltaba de un lado, evitando que lo tiraran, Zaniah miraba a Eerie con una sonrisa nerviosa mientras estaba intentando explicarse, peinó su cabello varias veces hacia atrás mientras con la otra mano cubría su desnudez con la sábana, hasta que la cama terminó de acabarse y la Arconte terminó de bruces contra el suelo.
--¿Por qué no me sorprende con alguno de sus platillos? --Hablaba la arcana desde el suelo, Zaniah se quedó recostada, mirando al techo con una pierna arriba de la cama y la cabeza adolorida por el golpe, agitó la cabeza. --¡No venga! --Decía la arcana mientras intentaba cubrirse de nuevo con las sábanas de la cama, aún en el suelo. El insecto se asomó un poco de la orilla y Zaniah sopló, quitándose un mechón de cabello de su frente.
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Post by Deleted on May 19, 2017 0:58:32 GMT
—Querida mía no hay nada que no haya visto ya...—Agregó tranquilo, disfrutando de la pequeña conmoción de la chica, y divertido ante su reacción. Llevándose la mano sobre el pecho con fingiéndose afectado mientras salía del baño con el agua escurriendo por su cabello y mentón.—Eres cruel pequeña mujer, hasta ahora nadie con quien compartí cama se había atrevido a decir eso...
Chasqueo con suavidad la lengua un par de veces mientras le daba un guiño y buscaba en la cocina. atendiendo la petición nerviosa de ella. Aquella era una mañana divertida, así que lo disfruto llevando en la mano su corazón liviano, soltando un bufido al escuchar el golpe.—Si no quieres que suba ven a mi entonces... Agregó listo con una cacerola grande en la mano, tomándolo con un paño al notar que estaba hecha de hierro frío. Encendió la llama con su cigarrillo y descansandolo sobre un cuenco se dispuso a extraer de la alacena lo que necesitaba, un par de huevos, leche y mantequilla, leche y un par de manzanas. Levantándose las mangas se dispuso a trabajar con desenvoltura, el orden dispuesto de los utensilios era agradable y todo le quedaba a la mano, tomando un cuenco y llevándose el pitillo a los labios, trabajo con los ingredientes hasta hacer una mezcla homogénea agregando la manzana picada finamente.
—Pronto estará esto listo...—Agregó levantando las cejas y la voz al techo. Untando la mantequilla en la sartén con cuidado de no tocarlo. Los panqueques no eran complicados así que pronto una pila estuvo construida suave y dulce en el centro de la mesa junto a una jarra con café. —No soy un experto, pero después de esto viene la clase...
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Zaniah Neshmet
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Post by Zaniah Neshmet on May 19, 2017 1:49:55 GMT
Zaniah se levantó de su escondite en cuanto Eerie salió del cuarto y soltó un suspiro, pegando su rostro a la cama por unos momentos con la cara roja, cuando se hubo calmado tanto revuelco de corazón, la arcana se puso de pie, caminando por la habitación mientras hacía la sábana hacia un lado.
--¡Bajo en un segundo! --Gritó mientras esculcaba en su ropero. ¿Qué sería bueno para clases de magia? Al final se decidió por un saco negro de cuero, una camisa de cuello de tortuga color blanca de manga holgada hasta el codo, unas mallas negras y botas grisáceas que le llegaban a la rodilla. Zaniah acomodó su cabello trenzado y se dispuso a bajar las escaleras.
El olor a mantequilla invadió sus fosas nasales de una manera deliciosa, cerró los ojos para concentrarse en el olor de los panqueques. --Huele bien --Dijo, impresionada, mientras se acercaba a la barra de madera, observando como el unicornio se movía tan hábilmente por la cocina, se sentó en un banquillo y lo observó por un momento.
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Post by Deleted on May 21, 2017 2:42:19 GMT
—No es tan bueno como parece, pero sabe tan bien como se ven—Masculló hundiéndose de hombros mientras se entretenía colocando un plato para ella y uno para él, con el awéh en una mano, la taza humeante le tentaba demasiado para dejarla, generalmente esa era la única forma en la que no fumaba, cuando bebía café. Volviéndose hacia ella estrecho los ojos con los labio ocultos en el dorso de la cerámica, escudriñándola de pies a cabeza, delineo la forma de las botas blancas, subiendo por los esbeltos muslos hasta el pecho escondido un tanto por el corte y el saco hasta la trenza, lentamente como si la evaluara o estuviese disfrutando de la imagen. —Adelante querida—murmuró al fin al encontrarse con sus singulares ojos tomando asiento también frente a ella con su desdeñosa elegancia usual.
—Come cuantos quieras, he freído tocino por si acaso, y la mitad de estos tienen sal. Musitó señalando cada cosa con un dedo, mientras se servía más café y le pasaba una taza a ella. —Será una lección sencilla que podrás practicar incluso después de deshacerte de mi.
No es que pudieran practicar por siempre, así que el unicornio decidió que le enseñaría algo que ella pudiese desarrollar a su manera y a su ritmo, ya lo que obtendría de eso sería algo único e irrepetible. Y eso era lo divertido y lo que él más valoraba. Una sonrisa perezosa se estiro en sus labios al pensar en la clase de cosas que ella haría.
—La magia que conozco se divide en buenaventuras, comunicación con los muertos, números y amuletos de la suerte, y se pone en cuatro categorías: simpática, adivinación, pociones y conjuros y la taumaturgia. —Colocando un panqueque en cada plato se dispuso a cortar el suyo cuidándose del metal en el mango del cuchillo.—Las personas van y vienen en las categorías y divisiones pero suelen especializarse al final en una...es raro quien maneje más a la perfección o de una manera...profesional. Llevándose un trozo caliente y esponjoso lo mastico unos momentos antes de tragar, mirándola a los ojos.—¿Cual es la suya?
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Zaniah Neshmet
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Post by Zaniah Neshmet on May 21, 2017 3:11:19 GMT
--Si que me ha sorprendido, Sr.Eerie, está lleno de sorpresas --Comentó la pelirroja mientras se acomodaba en el banquillo y acomodaba sus brazos en la mesa, observando todos los movimientos que hacía el unicornio. --Gracias --Dijo algo nerviosa mientras enroscaba algunos mechones naranjas en su índice, al notar que Eerie la estaba observando.
Los panqueques se veían tan esponjosos que Zaniah pensó por un momento en picarlos con su dedo, pero solo se limitó a tomar un frasco de miel, y con una cucharita de madera, sacó con lentitud el condimento dorado, untándolo con delicadeza sobre la harina, tomó el tenedor, partió el primer pedazo y se lo metió a la boca lentamente, saboreando cada diminuta parte de éste, estaba delicioso. Se relamió los labios, limpiando con su lengua, algunas partes de miel que se habían quedado sobre sus labios rojizos y se puso muy seria, dedicándose a escuchar las palabras de Eerie, se le hacía muy interesante tantas cosas por aprender que el cuerpo de Zaniah tuvo un pequeño choque eléctrico, propinado por la emoción del momento. Todo de lo que hablaba, quería saber.
Sopló al líquido caliente antes de beberlo y luego dio un pequeño sorbo, haciendo una mueca con su rostro el cual decía que se había quemado ligeramente. --Bueno... --Lo miró a los ojos --...Generalmente me especializo en la magia rúnica, intentando conocer el nombre de las cosas o unirlas y hechicería por medio de símbolos o frases, aunque, también me gustan las pociones, las estudio muy a menudo. --Dijo aquello mientras cortaba otro pedazo de panqueque.
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Post by Deleted on May 23, 2017 1:24:34 GMT
Escucho todo mientras se llevaba un trozo de panqueque sumergido en miel a la boca con los dedos con el cuidado de siempre para no tocar los labios ni la lengua con la punta de sus dígitos, repitiendo el proceso con cada trozo cortado mientras la escuchaba hablar perdiendo apenas momentáneamente la vista directa a sus orbes bicolor. sopesando su respuesta, y armando un estratagema mental sobre la acción a tomar, pensando que sería más sencillo ya que el punto fuerte de la chica era la simpatía, esa magia era puramente orgánica, sin embargo al carecer de un cuerpo físico en si resultaba también la más voluble.
—Bien, vamos por un tronco común, entonces.—Limpiándose los dedos con la servilleta cogió otro panqueque.—Ya sabemos el como, ahora vamos por el porque, ¿Cual es tu razón para emplear la magia?, ¿curiosidad?, ¿protección?, ¿que clase de intereses hay detrás de esa fascinación, no es raro practicar la magia sin embargo, los motivos generalmente tienen tintes trágicos a rastras....—Levantando las cejas se hundió de hombros con elocuencia y un misterio colgando de la comisura de la boca.
—Cuéntame, Roja.
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Zaniah Neshmet
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Post by Zaniah Neshmet on May 23, 2017 1:47:21 GMT
La pregunta le hizo detenerse de comer, dejando el próximo bocado que iba a meterse a la boca a tan solo unos centímetros de ella, y, mirando el color café de la bebida, y el humo blanco que emanaba de ésta, se quedó callada. Un silencio el cual, ni su cuerpo podía dar detalles sobre lo que realmente sentía. ¿Por qué? ¿Simple curiosidad? No. Definitivamente no. Sabía el por qué viajaba tanto, intentaba huir de su propia especie, su propio destino. Frunció el ceño apretando el tenedor ligeramente.
--Yo... --Dijo en un hilillo de voz --...Solo quiero aprender cosas nuevas... --Dijo mientras se metía el pedazo de panqueque a la boca, escondiendo con pequeñas palabras lo que en realidad divagaba su corazón, no era que no le agradaba obtener conocimientos, al contrario, la llenaban de vida y alegría, y la hechicería prendía algo muy especial dentro de ella, pero... Lo miró, haciendo una pequeña sonrisa con sus labios aunque con ojos encendidos por algo más que la pasión de hablar sobre la hechicería.
--O quizás es solo para no temer --Dijo al fin, bebiendo café, el líquido le quemó un poco los labios y cerró los ojos, con una mueca dolor.
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Post by Deleted on May 23, 2017 2:50:29 GMT
Cada pequeño movimiento de verdad escabulléndose en su pequeño cuerpo fue atrapado por los ojos ópalo del unicornio, por fortuna sabía escuchar el silencio y este le era ampliamente familiar, siempre le acompañaba sin importar con quien se encontraba, la observo sin emoción en el rostro más allá del genuino interés, llevándose la taza a los labios, memorizando el silencio de ella, era suave como las plumas de sus orejas y avispado como su genio, apenas dijo lo suficiente para dar paso a la vocecilla de duende de ella. Eerie le sonrió:
—Tramposa...—Agregó mientras terminaba su bebida, dándole tiempo para que se recuperara, no presionaba, las cosas sucedían o no sucedían. Dedicándose a su desayuno termino el panqueque para tomar el último, si bien tenía un diente dulce, no era bueno con la harina. Todo el tiempo en el que volvió a hablarle sin palabras, con la forma en la que se ensimismada, perdida dentro de si misma o como evitaba mirarle la observo. Estirando una mano tras haberla limpiado previamente, froto el pulgar contra el labio inferior irritado por el café, trazando pequeños círculos suaves sobre este, lo dejo descansar un rato en la zona inflamada.—Temes mucho Roja, la magia, la espada, la ropa y todos esos disfraces...Es malo, ¿huh?
Apartando la mano no esperaba una respuesta para eso, simplemente ahora sabía, por lo dicho en la posada, por su comportamiento y la forma en la que se expresaba, era obvio que la pequeña caperuza se infravaloraba, sus ojos estaban nublados y con ellos su juicio. Sin embargo no podía ayudarla; no había nada que pudiera mostrarle de él mismo para hacerse un ejemplo, sólo esperar y empujarla de a poco a lo que sea que buscara encontrar. —Bien, termina pronto.
Y poniéndose en pie giro para dirigirse al improvisado fregadero, tirando de la palangana para obtener agua.—La simpatía, es como le llamo a lo que te interesa, se trata de las cualidades que puedes obtener de otros elementos, animales, objetos, personas o divinidades... vamos a llamar a un pequeño amigo afuera y deberás aprender primero de él.
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