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Post by Deleted on Jun 24, 2017 6:03:18 GMT
Besó sus lágrimas, murmurando palabras tranquilizadoras y dulces contra su oído y su boca, aprisionándola en el hueco compacto de su propio cuerpo, no moverse era una tortura, quería empujarse centímetro a centímetro en el cálido espacio que lo aceptaba perfectamente, como un guante, y latía a su alrededor, aprisionando. Tragando duro bombeó una vez más la garganta recogiendo los rastros del beso sobre el labio inferior y el sabor acanelado y dulce de ella con la lengua.—shhh, pequeña...te tengo, ya ha pasado.—Arrulló limpiándole la mejilla con el pulgar.
Descansando su pecho contra en de ella, sintió los guijarros color fresa contra la piel, lanzandolo un poco más alto en la cumbre del placer. Quería aullar y quedarse un largo momento en esa experiencia privada. Examinando los ojos de ella, los escudriño para detectar el dolor, la culpa o en el peor de los casos el rechazo...
Aliviado de no encontrar demasiado de los primeros y ni la sombra del ultimo, sonriendole empujo los poderosos brazos sobre su cabeza, amasando la suave piel de sus brazos hasta las palmas sujetándola para clavarla a la cama, comenzando el lento vaivén de sus cuerpos, aumentando la exquisita fricción comenzó a construir el orgasmo, "la petite mort", chocando contra las delgadas caderas de ella, le gustaba sentir el suave roce de los huesos de su cadera levantarse a su encuentro para rellenar con piel el espacio. Pensó en que le hubiera gustado probarla y hundir su lengua entre sus muslos, en llevarla primero al clímax entre murmullos sin sentido y luego tomarla mientras se encontrará perdida en la bruma, manipulando su pequeño cuerpo como si de una muñeca se tratara, sujetando la masa de rizos con una mano y la otra clavada en las mejillas de su culo.
Frunciendo las cejas ante la idea que lo sobrepasaba tembló en ella, aumentando de a poco el ritmo. Con cada choque podía sentirla absorberlo, humedeciéndose y mezclando su propios jugos con los de él. La cama gemía su peso con cada movimiento. —Eres tan hermosa Roja...—Susurró con ronquera mientras volvía a hundir la lengua entre los muros de carne, duro y brusco como la tomaría una vez que el deseo y la necesidad arrancaran cualquier posibilidad de ternura, cuando su mente volará.
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Zaniah Neshmet
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Post by Zaniah Neshmet on Jun 24, 2017 18:44:22 GMT
El dolor que sintió entre sus piernas fue solamente momentáneo cuando los tiernos besos de Eerie calmaron las gotitas saladas sobre sus mejillas, el calor que sentía ahora era mucho más intenso, pero estaba tranquila al saber que el unicornio era el que la arrullaba con su voz. Con los ojos entrecerrados, y el rostro ruborizado con algunas gotitas de sudor sobre su frente, lo miró a los ojos, y en sus labios se formó una sonrisa cálida, tranquila y feliz.
Arqueó ligeramente su espalda al sentirse aprisionada contra el colchón, mientras mordía su labio inferior hasta dejar una pequeña marca sobre ellos, el placer entumeció sus muslos en lo que Eerie comenzaba a moverse, lentamente, mientras todo el cuerpo robusto de Eerie se fusionaba con el tan delicado cuerpo de ella.
--Usted me vuelve loca, señor... --Dijo en un susurro mientras su cuerpo hacía ligeros brincos de manera inconsciente, separando sus piernas para que Eerie fuera tan profundo como quisiera, la fricción que producía el miembro de Eerie dentro de ella se sentía caliente, haciendo que el cuerpo de la arcana se moviera virtuoso; En un lento movimiento, sus dedos rojizos se entrelazaron con los de él, apretándolo ligeramente. Zaniah siguió el beso de Eerie con dulzura y docilidad, se separó de sus labios, y aprovechando la cercanía, sus labios rozaron el fuerte cuello del unicornio, y Zaniah lo besó primero con lentitud, hasta que aumentó el ritmo como él lo estaba haciendo, paseó su lengua por la manzana, y se regresó hasta el mentón, succionando antes de separarse, y volver a lo mismo, como si Eerie fuera un delicioso dulce el cual debía ser probado bocado a bocado. Sus labios se pasearon, hasta que, levantando con cuidado el cuerpo como apoyo, llegó hasta su oreja, primero rozando con cuidado, y dando una breve mordida, susurró;
--Y en este momento, soy toda suya... --La voz de la arcana perforó el oído de Eerie en un suave, seductor y agitado jadeo, volvió a su posición en la cama no sin antes volver a mordisquear su cuello, mientras soltaba uno que otro quejido por la estimulación del arcano.
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Post by Deleted on Jun 26, 2017 21:31:08 GMT
—Políticos incluso en esta situación...—Agregó con oscura diversión mientras barría de su boca una gota relamiéndose, besandole la comisura y tomándose su tiempo para mirarla desde arriba, escudriñando con los ojos cada pequeño aspecto, los pechos llenos, la forma en la que temblaba bajo su peso, su respiración y la piel sonrojada y brillante. Descendiendo una vez más la clavo con un beso, jugando con su lengua, tanteandola, buscando que le siguiera el juego en un duelo, sabía que a ella le gustaban los pequeños desafíos. Acariciarlo con el pulgar el punto secreto donde ella se aferraba a él desesperadamente, se empujo con el sudor que resbalaba entre los dos, aumentando los sonidos del acto. Concentrando en las fuertes sensaciones.
—¡Tan malditamente apretada!—Agregó entre dientes cerrando los ojos para taladrar en ella, construyendo su placer y el de ella, buscando no dejar ningún punto sin la fricción sin atenderla. Le gustó en especial que ella lo tocará y se aventurara a besarle, podía sentir el rastro húmedo de su lengua por su mentón, haciendo que se sacudiera dentro de ella y aumentara el movimiento. El choque de caderas se acompasaba con el sonido fuerte de sus respiraciones.
—Maldición Zaniah, estoy intentando ser bueno, mujer—Ladró al sentirla jugar con el punto sensible de su oreja, estremeciéndose y apretándose aun más contra ella, acariciándole los brazos y la espalda con el fin de acercarla más, más, un poco más. Sacudiendo la cabeza ladeo el rostro para volver a tomar su boca, lamiéndola, altercando entre besos duros, su nariz se paseo por su cuello hasta su clavícula y sobre su hombro donde como un enorme felino la tanteo con la lengua, suavizando la carne.—Todo mio.—Susurró ronco sonriendole desde abajo mientras salia lentamente de ella y la llenaba con maliciosa lentitud, y una vez firmemente enterrado entre sus carnes separo los labios y mordió sobre la piel, con suficiente fuerza para dejar una marca y para aumentar el placer.
Su experiencia le decía que se encontraba tan cerca como él, con el cuerpo tembloroso y la falta de fuerza en sus muslos, igual cuando ella llegará, la seguiría ciego y caliente.
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Zaniah Neshmet
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Post by Zaniah Neshmet on Jun 26, 2017 22:05:55 GMT
Los ojos bicolor de la arconte brillaron de placer, incrustándose en los negros de Eerie. Su cuerpo se mecía con más rapidez cada vez que algún toque nuevo de ambos se encontraba. La mano del unicornio hizo que el cuerpo de la arcana se fuera acercando a él, como si la llamara de algún modo, en el que no podía negarse, haciendo que las caderas de Zaniah siguieran el movimiento de Eerie, intentando mantenerse a su ritmo.
--S-si, señor --Jadeó mientras su manos acariciaban con ternura su nuca, hasta pasar a su espalda, tanteando los dedos en las escápulas, y la línea que marcaba el centro de la espalda, era tan gratificante sentir a aquel hombre de esa manera, cada detalle de su cuerpo podía diferenciarlos con tan solo su tacto o su sabor, nada en el mundo le había sabido tan delicioso jamás. Los gemidos de la arcana se incrementaron ante la lentitud del arcano, ladeó la cabeza, extendiendo las pecas rojizas, en conjunto con las pequeñas gotitas de sudor, los dientes de Eerie se encaramaron sobre ella, Zaniah mordió sus labios.
El movimiento no se detuvo, y Zaniah abrió los ojos, mientras una pizca de electricidad la punzaban en los pies, ¿Qué estaba pasando? sus uñas se apretaron contra la espalda del arcano, en lo que la corriente se paseaba por todo su ser, pronto la arcana se sintió terriblemente débil. Sus piernas no le contestaban, su corazón palpitó con desmesura. Mientras los sentidos pedían a gritos ser liberados.
--¡Ah! Ee...rie --Jadeaba Zaniah mientras cerraba los ojos para fundirse con la oscuridad, haciendo que el sentido del tacto fuera el que mandara --¡V-voy a...! --Fue lo último que dijo antes de que se quedara muda, mientras su figura estaba siendo víctima del éxtasis. Zaniah hizo su cabeza hacia atrás, apretando sus muslos, mientras su abdomen se comprimía de vez en cuando. Su voz se cortó, y lo único que salió de sus labios, fue un grito, ahogado, lleno de energía, y largo. A pesar de abrir los ojos, todo se veía tan borroso. Estaba perdida. Hundida en el embriagante camino del orgasmo.
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Post by Deleted on Jun 28, 2017 4:16:35 GMT
Se encontraba tan inmerso en empujarse en la deliciosa vaina cálida de ella, que apenas y pudo escucharla, empujando los brazos contra el colchón, se relamió en busca de aire, respirando entrecortadamente con cada embiste de caderas los sonidos y arrullos de placer se intensificaban y se perdían en roncos gruñidos. Un choque más de caderas y el chasquido de la piel húmeda lo empujaba más adentro. Bombeando dentro de ella, mantenía un ritmo furioso, pero uno que a ella se le facilitara seguir y disfrutar.
Estremeciéndose. Su falo se deslizo dentro y fuera ganando rapidez y volumen, enfatizando su propio bienestar. Estrecho los ojos, cuando la sintió apretarse y temblar, convulsionando en pequeñas proporciones como si remontara las olas de su clímax, indiferente a él. Ahora la Roja se encontraba en su propio mundo de placer. Lejos ajena a él más allá de los mimos y caricias que le suministraba para prolongarlo, le toco los pechos y los delineo teniéndola expuesta y los muslos frotando la nazi contra su cuello sintió su pulso y luego se dejo ir, incapaz de mantenerse en el borde. Salto, echando la cabeza atrás cerro los ojos con un ceño grave en su rostro y la boca apretada en un rictus de concentración con el de las estatuas griegas. Si no fuera así, hubiera aullado su placer hasta quedarse ronco y desfallecer sobre ella.
Espasmo tras espasmo acompañado de su semilla se derramo en ella sintiendo el calor alcanzar su cenit, su cuerno se libero un instante como el bombeo del corazón y volvió a ser la marca en forma de diamante en su piel.
Paso un largo momento en el que los dos apenas eran poco más que un revoltijo de extremidades sensibles y sexos saciados. Dejándose caer sobre ella, con Pereza rodó para colocársela encima y aprisionarla entre sus brazos con una sonrisa de gato. Pasó otro largo silencio antes de que malicioso y con las pestañas casi pegadas ante el placer perezoso del encuentro hablará: —¿Sigues viva. pequeña ?
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Zaniah Neshmet
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Post by Zaniah Neshmet on Jun 28, 2017 5:12:47 GMT
La vista tan nublosa por el placer, pronto fue cambiada por las lágrimas, en una mezcla detonante de dolor, excitación y una pizca de punzada al pecho. “Ten cuidado” Decía la consciencia mientras el cuerpo de la arcana ignoraba por completo todo lo que le podían o no decir, nunca se había sentido tan perdida. ¿Seguía siendo esto un espejo que el corazón ponía en frente para confundirla y atarla a cosas inexistentes? Ya no lo sabía. No sabía absolutamente nada.
Por ahora solo su boca era la que mandaba, soltando sonidos que no podía controlar, su figura se retorció bajo las caderas del arcano, sintiendo el éxtasis que Eerie había soltado también, pronto, sus piernas no aguantaron más, y se rindieron, cayendo de golpe contra el colchón. Estaba sudorosa, mientras algunas partes de ella no paraban de temblar, y palpitar, sintiendo en cada uno de los retumbos olas de calor, provenientes de su entrepierna. Zaniah quiso cerrar las piernas, pero no pudo hacer demasiado aun estando en ese tan glorioso y confuso trance. Jadeó, y tragó saliva con dificultad, ya que su boca estaba seca, a pesar de tantos choques de lenguas y caricias.
Al sentir el cuerpo de Eerie completamente sobre ella, la Arconte entreabrió los ojos, aunque aún con la mirada hacia ningún lado. Y cuando sus sentidos volvieron en sí de una vez por todas, ya se encontraba encima de él, podía escuchar el palpitar de su corazón, y la respiración agitada de ambos. Él era tan tibio… los brazos la rodearon, atrapándola en un delicioso sentir. Zaniah chasqueó la lengua, seguido de una pequeña risita, aún con algunos gemidos de por medio por pequeños roces que se hacían uno al otro por el mismo acercamiento y movimiento de los seres.
Levantó la mirada, apoyando su barbilla en el pecho del arcano.
―Si ―Susurró mientras aún intentaba recobrar el aliento ―Y completa, espero ―Bromeó mientras una pequeña sonrisa se alzaba en sus labios. Intentando despabilar los músculos, se arrastró poco a poco por el pecho de Eerie, ignorando si su piel hacía demasiado contacto con la sensibilidad del unicornio, sus pechos rozaron los pequeños puntos oscuros de los pectorales del arcano, y le brindó un toque de labios, las paredes rojizas se resbalaron lentamente por la mejilla de Eerie, hasta que llegó a su cuello, y se fundió en el aroma que emanaba, hundiendo su rostro en él, mientras con sus brazos, rodeaba de a poco al unicornio, disfrutando de como los brazos de Eerie rodeaban su cintura.
Zaniah dirigió su dedo índice lentamente a la frente de Eerie, rozando con la yema la marca en forma de estrella. ―Me debe su cuerno ―Musitó aun estando pegada al cuello de éste, haciendo rozar sus labios contra él cada vez que hablaba ―Eso fue más que un fin curativo ceremonial… ―En cada una de las palabras se notaba la burla, pero también la felicidad.
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Post by Deleted on Jun 29, 2017 2:31:22 GMT
Aún con los rastros del orgasmo mordisqueando sus músculos y sus sentidos, el unicornio estrecho los ojos perezoso, la misma mirada que tenía por las mañanas cuando despertaba con las sabanas marcadas en el rostro y el pelo revuelto, salvo por la sonrisa de satisfacción y el gesto felino en los labios, la dejo explorar por las reminiscencias de las caricias y extendió el cuello para que lo atormentara como quisiera, enredando los dedos en la mata de risos que le caían sobre el estomago por encima de ella.
Disfrutando de sentir el peso y el calor extra.—Bueno, no faltará nada que eches de menos.—Jugueteo con sus palabras arqueando las cejas negras mientras atraía las sabanas que quedaron olvidadas a sus pies entre los movimientos y pasándolas con un hábil movimiento sobre ella para protegerla del clima frío, las velas se habían consumido y la luna lanzaba pilados rayos por la ventana que apenas y delineaban sus formas.
—Tomaste uno de mis cuernos y lo usaste a tu placer, pequeña Roja, déjame conservar uno para mi. —Sonrío ladino mientras se frotaba contra los delgados muslos de ella acercándola aun más para lamerle los labios con una sonrisa de travesura oscura mientras trazaba círculos perezosos sobre la piel de la espalda de la arconte con el pulgar, cada vez más abajo.—Prueba de mi buen servicio, un poco más de lo mejor... Agregó fingiendo inocencia mirando hacia otro lado y volviendo a clavar sus ojos en ella, hundiendose de hombros. —A mi me pareció que te fue bien, relajada y a gusto... pero si se necesita más siempre podemos aumentar la dosis...de estos "baños".
Besandole la frente y la nariz la coloco sobre la cama y con pasos desdeñosos de un par de zancadas fue hacia uno de los cubos que aún conservaba un poco tibia el agua, humedeciendo un trapo lo trajo de vuelta y destapandola procedió a limpiar los restos del encuentro con diligencia. —Quieta, cariño.—Musitó pasándolo entre sus muslos con cuidado antes de desecharlo dentro de la bañera tras limpiarse. Volviendo a la cama.
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Zaniah Neshmet
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Post by Zaniah Neshmet on Jun 29, 2017 3:23:35 GMT
Zaniah no pudo evitar soltar una risilla mientras cubría su boca con su mano, y separándose de su cuello, lo miró con una reluciente sonrisa, acomodando algunos rizos anaranjados aún húmedos tras su oreja. Siguió la lengua de Eerie con sus labios, mientras acomodaba sus manos con cuidado sobre su pecho.
―Bueno, es cierto ―Susurró la arcana mientras sentía con dulzura el dedo de Eerie por su espalda, las yemas de los dedos del unicornio acariciaban piel tan suave como la porcelana, pero de vez en cuando, topaban con alguna de las cientos de cicatrices que la arconte portaba, producto de las espinas del bosque de los susurros. ―Es verdad ―Bromeó la mujer mientras bajaba un poco la mirada, siguiendo el movimiento de su dedo índice sobre los detalles del pecho de Eerie. Levantó la mirada, y arqueó una ceja, dejando mostrar una sonrisa a medias.
―¿Ah, si? ―Inquirió la arcana, cambiando el tono de su voz a uno más bajo y provocativo ―¿Cómo se podría aumentar la “dosis”?
Al dejarla en las sábanas, Zaniah tuvo el impulso de levantarse, para estirar las piernas, pero el dolor y el temblor de sus muslos hicieron que mejor se quedara acostada, soltó un suspiro, mirando hacia el techo. No podía negar, que era la manera más deliciosa en la que había sentido el dolor. No se dio cuenta de qué es lo que Eerie hacía hasta que sintió el trapo húmedo sobre su cuerpo aún sensible, su rostro se ruborizó al soltar un pequeño gemido, y se mordió los labios, conteniéndose lo mejor que podía.
Se hizo a un lado cuando Eerie volvió a recostarse, Zaniah se quedó donde estaba por unos segundos, hasta que decidió moverse, lenta y perezosamente, debido a la actividad anterior. ―¿Y ahora como voy a pagar por sus servicios de baño, señor? No tengo tantos mirvos―Al decir estas palabras, miró al unicornio con una sonrisa cómplice mientras recargaba sus labios en su abdomen, estirando sus brazos hacia adelante, dándole un ligero beso a su vientre.
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Post by Deleted on Jun 30, 2017 0:36:16 GMT
No había mencionado nada sobre las cicatrices viejas y platinadas o sobre las marcas de sus manos. Era demasiado personal, demasiado de ella y con tanto misterio que hacerlo lo llevaría inevitablemente más cerca y con un grado de intimidad mayor, estrechando los ojos le devolvió la sonrisa mientras se reajustaba y la volvía a colocar sobre él. Era la forma en la que le gustaba dormir con sus amantes encima o bajo de su cuerpo como una muestra territorial. Estirando se como un gato perezoso al sentirla explorar las areolas de su pecho relajando el gesto malicioso.
—Bueno se me ocurren varias formas...Canturreó con ronquera separando los brazos para sujetarle de vuelta contra su cuerpo. —Sobre la dosis y el pago de los servicios...
Disfrutando de la cascada de risos jugar en su ombligo la miro desde arriba, enredando un dedo entre el cabello y dejándolo libre, dejándose hacer, no era una molestia el ser el objeto de prueba para la curiosidad innata de ella. Al contrario, separando los muslos, busco el contacto con la mayor cantidad de piel posible mientras se frotaba contra ella. La sensación de huida susurraba en su oído pero la calló cuando sintió su mano arañar su piel. Jalándola para tomar un beso largo y castigador, rodando su lengua una vez más entre sus mejillas hasta que el aire fue necesario. —Nadie puede pensar que eres tímida, Roja...
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Zaniah Neshmet
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Post by Zaniah Neshmet on Jun 30, 2017 1:07:58 GMT
Zaniah recibió el beso con energía, dejando los miedos que sentía hace un rato, para convertirlo en un aumento de su ritmo, como si su cuerpo volviera a arder con la misma intensidad con la que esperaba un combate, tenso, preparado, ardiente.
--¿Ah, si? Me gustaría saber sus términos...--La arconte formó una sonrisa pícara en sus rojizos labios, siguiendo la lengua de Eerie, aventurándose a usar la suya también, chocando las cavidades húmedas contra la otra. Se separó con un jadeo, sin poder evitar soltar una risa a medio terminar, lo miró por unos segundos, pensando en la situación en la que se encontraba, su rostro se quedó serio, recorriendo con su mirada cada uno de los detalles del rostro del unicornio.
Se acercó a él, recargando sus labios en su mejilla, para luego pasar a su frente, con una suavidad tierna. Juntó su frente contra la suya, acariciando su piel con sus pestañas anaranjadas, sintiendo la respiración de él contra ella. Su pecho de pronto se sintió apretado, como si no pudiera respirar, preguntándose qué es lo que estaba pasando en su interior, apretó la mandíbula bajo un rostro sereno, dejando su frente arder contra la de Eerie. Quería quedarse allí para siempre, entre sus brazos, alejada de todo lo que la rodeara.
Abrió los ojos, mostrando una pequeña sonrisa, volviendo a su actitud seductora, decidió dejar a un lado los estruendos de su corazón, para ponerle atención a otras cosas. Pasando sobre sus labios hasta su oreja, la volvió a morder con lentitud.
--Pero... supongo que podría darle un adelanto por mi cuenta... --Susurró la arcana cuando estuvo segura de que sus labios podían rozar la oreja con tan solo pronunciar algunas palabras, en un camino de besos, llevó su boca al cuello, dando pequeños besitos, rodeando cada delicado contorno de su garganta, y su lengua fue parte de las caricias, chupó hasta que se separó algunos milímetros de él, y volvió a su cuello, dando una mordida fuerte. El cuerpo de la arcana se movió sobre el de él, buscándolo. Su lengua siguió un rastro tibio hasta el pecho del arcano, sin mirarlo, disfrutando de cada movimiento de su respiración, y de sus manos.
Ahora ella llegó a los guijarros sensibles, con un tono más oscuro que su piel, y sin misericordia, pasó su lengua sobre uno de ellos, rodeándolos con sus labios. Guiándose por lo que su interior deseaba, y ordenaba hacer. La boca de la arcana pasó al segundo de ellos, haciendo exactamente lo mismo que el anterior. Su boca no se detuvo, bajando cada vez más, apreciando la figura de Eerie con sus propias manos, y dejando que las de él exploraran también lo más que quisiera.
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Post by Deleted on Jul 1, 2017 5:21:42 GMT
—En este momento lo que menos puedo es pensar...—Soltó entre las caricias observándola fijamente con aire depredador. Mirando la curva suave de su trasero y el hundimiento de su espalda, junto con cada peca que con el sonrojo se hacía sólo más llamativa y atractiva.
—Eres una tramposa. Estirando el cuello, le gustaba el tormento caliente y húmedo de su aliento chocando contra la piel de su oreja y contra el lóbulo, estremeciéndose al sentirla presionar el carnoso lóbulo y aprisionarlo en la húmeda cavidad antes de dejarle ir con una exhalación demasiado parecida a un ronroneo. Por su parte sus manos jugueteaba con sus pechos, sopesándolos en sus manos, le agradaba su tamaño, el tamaño justo que le cabía en la palma y que podía manipular a placer y sentirlos restregarse suavemente con el vaivén mientras se empujaba sobre ella, acaparandola.
Frotando con el pulgar la punta adolorida y erguida delineo ciego la pequeña aureola llena de bordes suaves del color de la fresa. Hasta que ella se movió al sur para morder sobre su pecho, le sonrió con los ojos achicados por el placer y la sonrisa radiante, con una mueca de picardía diciendo, "vamos a ver que tienes para mi, pequeña chica". Un gruñido se le atasco en la garganta mientras mamaba de él. Sin dejar estar las manos, disfrutando del tamaño compacto del cuerpo de la arconte, sus dedos revolotearon sobre las plumas de sus orejas y llegaron a la curva de las mejillas de su culo, enterrando los dedos para masajear la carne hasta que ella se separo una vez más para hablar.
—Un adelante me gusta...si quieres una pista, involucra tu boca y o la mía y un beso donde nunca te han besado a ti...—Alegó con suficiencia en la voz levantando una palma con pereza para dejarla caer en el abultado globo de carne. El sonido reboto en las paredes hacia ellos. Volviendo a masajear la piel expuesta, un segundo azote cayó en el globo gemelo desatendido. —Esto es lo que en verdad debería hacer contigo, disciplina para que dejes de procurar arañazos y problemas...
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Zaniah Neshmet
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Post by Zaniah Neshmet on Jul 1, 2017 6:17:03 GMT
Zaniah movía su lengua con labios temblorosos, sintiendo como ella se pegaba inconscientemente contra Eerie. Las manos hábiles sobre sus pechos resentidos debido al toque anterior, hicieron que la arconte moviera su cadera hacia arriba y hacia abajo, pero intentó seguir su camino, sin distraerse demasiado, le gustaba curiosear con sus labios el cuerpo del arcano, observar sus facciones pícaras, y escuchar los sonidos que provenían de su garganta. Eran sensaciones maravillosas, las cuales estaría dispuesta a seguir presionando para aumentar el placer de ambos.
Estuvo a punto de llegar al miembro de Eerie, rozando algunos vellos oscuros con su barbilla, hasta que el dolor se propagó por sus muslos. Zaniah agachó la mirada, apretando los dedos contra las sábanas, mientras aguantaba con todas sus fuerzas un jadeo, lo dejó ir en pequeños suspiros mientras volvía a su respiración normal. No supo bien lo que estaba pasando, pero lo único que estaba segura, era de que lo estaba disfrutando de algún modo, uno muy oscuro pero satisfactorio.
La arconte levantó la mirada después de la segunda palmada que Eerie le propició, y sus ojos reflejaron malicia, pero temor al mismo tiempo. Como cuando uno descubre algo magnífico, pero a la vez, desconocido. Sonrió, ante el comentario del unicornio, y se acercó lentamente, rozando a propósito su vientre sobre el miembro delicado del arcano entre sus piernas, y se quedó a medio camino, mirándolo directamente a aquellos cóncavos oscuros, con el solo débil reflejo de la Luna debido a la noche nublada.
―Me gustaría verte intentarlo ―Quería provocarlo, intentar sacarlo de la tanta tranquilidad con la que el unicornio había estado, su voz ronca y sus acciones hablaban por ella, a pesar del nudo que se formaba en su estómago, el fervor de la excitación se propagaba más rápido. Si bien, no estaba demasiado relacionada con aquello, no le molestaba probar cosas de esa magnitud, después de todo, la arconte no le temía a nada… y Eerie no sería una excepción.
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Post by Deleted on Jul 4, 2017 5:09:13 GMT
Las expresiones pastosas y pesadas por el placer y el deseo se oscurecieron con oscura travesura, al tiempo que una ceja color carbón se alzaba. —Estoy seguro de que si, Roja.
Agregó como única respuesta medio jactándose de sus habilidades, y es que eran algo de lo que el unicornio se sentía bastante seguro, como de su virilidad como sello en forma de diamante ahora. Levantando una palma un par de bofetadas más cayeron haciendo gemir la carne, consciente de la forma en la que le arrancaría los sonidos de placer a ella. Estremeciéndose ante el deleite y el gusto de manejara a capricho.
Sus manos abarcaban perfectamente los globos suaves, rojos ahora por la azotanía, empujándola se dio el lujo de posicionarla de tal forma que cada que ella, involuntariamente, se sacudiera hacia delante su cuerpo de una u otra manera se frotaría directamente contra el duro mástil que descansaba entre sus muslos, despierto y atento a las provocaciones. Su dedo pulgar froto el mentón de la arconte, tirando de este para que separara los labios entre los temblores de la piel tratada y expuesta.
—Anda y termina ahora que puedes, usa tu boca y tus manos si de verdad quieres ver algo interesante...—Sus ojos viajaron por el cuerpo de ella y se detuvieron sobre su propio sexo que palpitaba.
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Zaniah Neshmet
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Post by Zaniah Neshmet on Jul 4, 2017 5:50:19 GMT
La sonrisa tan orgullosamente radiante y provocativa de la arconte cambió en un solo instante, en cuanto las manos grandes de Eerie se arremetieron contra su piel, la cual, al momento de ser retirada, el calor se propagó por su cuerpo por cada punzada que su trasero recibía. Zaniah movió sus caderas en contra las del unicornio por cada embestida de su mano, llevando a la arcana a soltar pequeños grititos de placer, mientras tomaba las sábanas con fuerza.
El movimiento de sus labios contra los dedos de Eerie, hicieron que la mujer temblara bajo su toque, su rostro estaba encendido de un color rojizo, mientras pequeñas gotas de sudor eran apenas perceptibles en la frente de la arconte, sus ojos estaban entrecerrados, mientras el color azul claro y dorado intercambiaban de lugar en sus ojos, brillantes y expectantes. Zaniah soltó un jadeo, y, tragando saliva, se separó de la mano del unicornio. Levantando una ceja pelirroja.
―Si, señor ―Susurró la mujer en un tono quebrado por el dolor en sus muslos y la excitación en su pecho. Lentamente, bajó sus labios de nuevo por el camino del abdomen, siguiendo cada línea que conformaba el vientre de Eerie, mientras su cuerpo temblaba, bajó un poco más utilizando la lengua, hasta que al fin llegó al punto medio del arcano, extendido, esperando a las caricias que ella podía proveerle.
Primero acercó sus labios, dejando que la respiración chocara con la piel sensible, mientras la pequeña mano moteada pasaba sus dedos con tranquilidad por los muslos de Eerie, sintiendo con sus propias yemas, más allá de siempre utilizar los guantes el cuerpo pálido y caliente. Los dedos tocaron su entrepierna, acariciando con cuidado, mientras sus labios, temerosos, daban pequeños besos a la longitud, la arcana sentía los muslos calientes por los azotes de Eerie, por lo que, frunciendo el ceño, comenzó a utilizar la lengua, detalle a detalle, saboreando cada sensación que sus sentidos le transmitían. La mujer comenzó a acariciar un poco más fuerte, llevando sus puertas rojizas a la punta, lamió un par de veces mientras sus uñas se incrustaban a penas con un toque en la piel pálida de las piernas de Eerie. Zaniah miró al unicornio por unos segundos, esperando a que diera su siguiente orden.
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Post by Deleted on Jul 7, 2017 0:15:31 GMT
Desde arriba Eerie tenía el privilegio de la vista, mirándola hacia abajo con la mirada oscura de siempre y los parados pesados de lujuria, Eerie guiaba. Como entregar una nueva muestra de conocimiento envuelta en una sonrisa perniciosa que prometía un montón de placeres. La punta de su lengua barrio su labio inferior antes de hablar.
—Toma la base...—Soltó en una bocanada de aliento divertido y dolorido ante la espera y la sensación cálida, bien recibida, de su mano. Dejando las distracciones una de sus manos comenzaron de nuevo a trazar perezosos círculos en la espalda baja de la arcana y la otra mano lo acomodaba sobre las sabanas para ver mejor, moviendola después a su cabello.
—Explora cuanto quieras, ¿ no es que te gustaba arriesgarte?, ¿te has vuelto tímida ahora ,huh?—Canturreó enarcando una ceja mientras la veía lavarlo con la lengua, igual que un gatito. Le gustaba ver como del fruncir de labios rojos, salia la punta rosada y húmeda sobre su propio miembro. Separando aún más los muslos le hizo espacio para que trabajara a su placer. Llevando una mano para coger la de ella y dirigirla sobre el saco pesado y oscuro que se encontraba más abajo que la flecha, dando aún sobre los dedos de ella un apretón. —Tu hazlo más fuerte...—Ladró con el placer atorado en la garganta. —Juega con el frenillo y alrededor de la corona, si lo vas a tomar entero como eso, buena chica...ahueca las mejillas para evitar las arcadas...contra el paladar se siente tan bien.
Susurro disfrutando del servicio que ella le daba, construyendo su propio placer. Cuando estuviera cerca la tumbaría y volvería a repetir los espasmos y el movimiento hasta que los dos consiguieran volver a ese lugar blanco en el que se privaban todos los sentidos.
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