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Post by Sabrina Poplawski on Jul 22, 2017 0:30:04 GMT
Había tomado todos los consejos de aquellos que hablaron con ella por medio de la tableta. Zapatillas; listo. Vestido; listo. Ganas de pasársela bien; listo. Y así, uno a uno iba tachando los elementos de la gran lista que había creado en su tableta arcana conforme llegaba al Festival. Podía escuchar la música llenando cada rincón de la Ciudadela, las voces de los Mirovianos, riendo, cantando, así como los pasos que para ella parecían tan elegantes sobre la calzada del lugar. Observaba maravillada puesto que era la primera vez que ponía un pie en un evento como ese. No se comparaba a la fiesta de la Soberana de la Primavera, no, pero esta celebración se sentía diferente.
Parejas de arcanos danzando alegres sin pudor de ser juzgados, otros parecían ya haber dado con el principal propósito que era el de encontrar pareja; se les veía juntos, como si sus cuerpos fueran capaces de unirse en una mezcla homogénea. Curioso más no del todo sorprendente. Finalmente era temporada en la que muchos sentían esa necesidad natural por aparearse; el evento no podía caer en mejor momento para la mayoría.
Los rostros desconocidos de la gente comenzaban a fascinarse; arcanos de todo tipo, algunos ocultando las gracias de su naturaleza detrás de una forma sellada mientras que otros con orgullo portaban elementos distintivos de su especie. Mirovia era un lugar hermoso por toda esa variedad. Inevitablemente su fascinación por todo ser vivo brillaba por medio de sus ojos que se posaban en cada uno de los presentes, haciéndola quedar en medio del movimiento de la gente; sin darse cuenta obstruyendo el camino de los asistentes.
Volvió a echarle un vistazo a su tableta... ¿qué debía hacer primero? Kaira le había sugerido comer primero para bajar la comida con un poco de baile... ¡Pero ni siquiera tenía la menor idea de cómo bailar! "Supongo que puedo observar mientras como" pensó. Por medio de la observación era posible aprender... no le pareció complicado en ese momento así que sin dudar más se fue directo a la mesa donde se encontraban los banquetes para degustar de la gastronomía tan deliciosa del área terrenal.
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Post by Deleted on Jul 22, 2017 0:58:12 GMT
Estaba Sabrina empezando a servirse para degustar los exquisitos alimentos de este festín. La ciudadela parecía desprender un poco de locura y pasión cuando estaba este evento anual, todos los sentimientos estaban a flor de piel y el amor estaba que se desbordaba en el aire. El Doctor llevaba unos minutos desde que su carruaje lo había dejado justo en el acceso que daba hacía la parte más céntrica del evento, le encantaban estas fiestas para socializar y platicar con cuanto miroviano se le atreviese con el fin de compartir su conocimiento, reír y pasarla muy bien.
Reconocería ese bello tono rosa cuarzo en cualquier marte del mundo y es en ese momento que se acerca, había tomado una copa de otra mesa por lo que venía bebiendo de ésta. Una gran y pesada mano amiga le toca el hombro a la hermosa señorita. "He llegado, tal como te prometí hermosa jovencita, y espero no ser importuno pero cuando usted desee podemos comenzar a bailar para que esta fiesta empiece a lanzar lumbre en el aire -se volvía más gracioso de lo habitual cuando el alcohol entraba en su sistema-." La sonrisa sincera del Dr. Marino se esbozó en su rostro, estaba muy contento de que Sabrina saliera del laboratorio y empezara a conocer las maravillas de Mirovia, y tal vez podría poner en acción aquél plan que tenía pensado, escondida en su manga estaba un bello listón amarillo, quería colocárselo de manera discreta para que ella conociera el amor, o por lo menos lo intensase, no era para nada algo seguro; además solo si el ambiente se prestabapara dicho movimiento. "Espero no estarme propasando con una colega al pedirle dicho baile -hace una leve reverencia- y disculpa mi falta de educación -toma otra bella copa de vino y se la ofrece- para que calmes la sed de conocimiento, salud -bebe-.Es seguro que pronto llegarán más mirovianos a pedirte que bailes con ellos ya que si me lo permites, luces fabulosa esta noche Sabrina. Me alegro tanto por ti como no tienes una idea."
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Post by Giselle Vladgun on Jul 22, 2017 1:47:19 GMT
Habían pasado varias semanas en las que Giselle no había visto la luz del sol. Despues de que la luna roja desapareció del cielo nocturno, entró en una depresión profunda en la cual no podía ni siquiera mover el cuerpo de tan mal que se sintió. Las maquinaciones se apoderaron de ella, impidiendole razonar como acostumbraba, peleó incontables veces contra si misma, contra ella misma y contra si misma una vez más antes de llegar a un acuerdo contra quien más temía perder: Ella misma.
El espejo estaba empañado por sus lagrimas, y agrietado por sus golpes, ese espejo que por el uso descontrolado de su furia había tomado el lugar del piso. Espejo que se volvió tablas de madera astilladas bajo sus nudillos.
Pero todo eso había quedado en el pasado, encontraría otra oportunidad, en otra luna roja para conseguir la lagrima del vampiro, ingrediente fundamental en el entramado que tejía lentamente para toda Mirovia. Se puso de pie, revisando su calendario y sonriendo con mucha confianza al ver que el festival de cortejo estaba a punto de comenzar. Cientos y cientos de sentimientos a flor de piel reunidos en un solo lugar, material perfecto para llenar una esponja inusual. Se arregló con su mejor vestido mandarina y salió hacia el templo del otoño con el fin de usar uno de los carruajes que su antiguo soberano había dejado. No tenían uso, salvo las incesantes memorias de una doliente atmósfera. Al sentir tanto pesar, Giselle añoró una tarde lluviosa en el amado lugar donde alguna vez conoció el sentimiento del amor. Sentimiento lejano y ya perdido en el mar de su vehemencia.
Apenas llegó al evento, todo el lugar respiraba la calma y templanza que solo dos amantes podían compartir entre si, era como si el sentimiento de estar enamorado inundara los corazones de quienes pasaran a través de las puertas de la ciudadela.
-Tanto azucar podría ser malo para la salud -Se comentó a si misma y para si misma también rió. A donde quiera que posara la vista, arcanos de toda índole se regocijaban con las atracciones y el despliegue de aquellos que lucían sus habilidades y dotes para intentar encontrar una pareja, confiándose en que el destino los pondría en el camino de un alma afortunada.
Tras un paseo por los alrededores, deseó una bebida para aclarar su garganta. La mesa de banquetes ofrecía una para nada modesta variedad de licor que haría que incluso un Orco se pusiera hasta las rodillas del mareo. En lo que se sirvió una copa, captó el afanado intento de un hombre mayor por conquistar a una dama de brillantes tonos rosados. Se hubiera atrevido a presentarse, pero por el momento, Giselle solo se limitó a observar como resultaría aquella jugada del doctor.
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Post by Deleted on Jul 22, 2017 2:10:00 GMT
Kaiser andubo buscando a Wolfeimer por todo la Ciudadela pero aún nada de el... hace poco por chat conoció que alguien que se llama Jeriko sería el primero en quitarle la camisa para ver el tatuaje... su cuerpo se estremeció tanto . -Tengo que encontrarlo.. aqui el que se lo va a quitar sere yo... donde truenos estará ese ingenuo..
Dentro del local habia un montón de comida que nunca antes habia visto, y cerca de alrededor varios arcanos estaban comiendo y hablando, y sin importar su educación, comenzo a devorar unos platos de comida alli en la mesa
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Post by Sabrina Poplawski on Jul 22, 2017 4:36:58 GMT
Las galletas fueron las primeras que llamaron su atención. Con aquellos puntos coloridos y ese olor tan dulce sólo despertaban su apetito. Sintió el movimiento de sus intestinos que se hacían presentes con un ruido evidente. Pero sus intenciones de tomar uno de esos postres se vieron suspendidas por el momento ya que el peso de aquella mano sobre su hombro la hizo girarse ante esa voz que tan conocida era.
Qué manera tan particular de hablar; le resultó gracioso su diálogo ya que sonaba tan formal. Aunque el Doctor era un hombre de una talla muy grande en el ámbito científico su trato era más familiar de lo que podía apreciar en aquél momento. Se llevó una mano a la boca tratando inútilmente de ocultar la risa. No estaba burlándose, sólo estaba sumamente divertida. -Por supuesto Doctor; si realmente me entusiasma ver en práctica sus pasos de baile-. Recordaba la invitación de su mentor, incluso del método que había propuesto utilizar en caso de sus pies fueran demasiado torpes.
-¿Propasarse? ¡De ninguna manera! ¿Qué no es esto lo que se viene a hacer a un evento como este?- preguntó con entusiasmo. Si bien no era una experta en diversión, sabía por lo que le habían dicho otros Mirovianos que el baile era parte primordial del ritual de fiestas como en la que se encontraban. Tomó la copa de vino que el Doctor le ofrecía y con curiosidad la acercó a su nariz para percibir el aroma. Dio un trago de aquella bebida mientras su acompañante no detenía los cumplidos dirigidos a ella. Tantas palabras que enaltecían una belleza que no creía que realmente existiera ella no le incomodaban mas le parecía de lo más... inusual. -¡Lo dudo Doctor!-. No rechazaría esas palabras tan positivas de maneras que podrían ser groseras mas realmente dudaba que lo que dijera él fuese del todo cierto... Eran cortesías nada más, seguramente.
No era extraño que otros arcanos llegaran a la mesa de banquetes con el mismo fin que ella; comer cuanto pudieran. Notó la presencia de una mujer de un vestido de color tan cálido, como la ropa que usualmente le gustaba vestir mas se reservó de cortesías puesto que no parecía querer entablar conversación con ellos (aún). De igual forma a otro arcano que deliberadamente comenzó a devorar cuanto tuviera sobre la mesa. Le pareció un tanto peculiar más poco sabía de la etiqueta de tales eventos como para corregirlo o recomendarle que comiera con más mesura. ¿Quién era ella para juzgar a otros por sus métodos para divertirse? ¡Para eso estaba ahí! ¡Para aprender a pasársela bien!
Volvió a mirar al Doctor, percatándose de que tal vez podría ser una grosería enfocar su atención en extraños siendo que ahora se encontraba en una conversación privada. Volvió a dar un trago de aquél vino que su acompañante tan amablemente le había ofrecido y esta vez se dedico a intentar percibir el sabor en él. Era muy dulce... podía percibir un ligero sabor a moras. -No había probado otra bebida alcohólica que no fuera sake de las montañas de Draconia; ¿cuánto debe tomar uno para embriagarse?- preguntó con genuino interés.
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Niku
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Post by Niku on Jul 22, 2017 6:46:12 GMT
Al fin había llegado.
El enorme felino había pasado toda la tarde acicalándose y escondiendo lo maltrecho que venia de su viaje. Era una excelente oportunidad de realizar una de las tareas mas difíciles para el cazador solitario; socializar. Aunque el no era precisamente un animal fiestero había algo que Niku no podía resistir; los festivales a la fertilidad y cortejo. Durante su infancia y juventud había sido testigo de incontables festivales, su padre había sido siempre invitado de honor a festivales, bodas y hasta funerales, donde los humanos trataban a su horda como dioses. A lo largo de su travesía por el gran continente, Niku había disfrutado también de las diferentes versiones de esos festivales en las diferentes culturas que conoció, era hora de conocer su versión miroviana y formar parte de ello, aunque por otro lado eso era un tanto decepcionante, que las costumbres de los arcanos de diferentes procedencias quedaran homogeneizadas, tendría que aprovechar el festival para interrogar a otros arcanos sobre esta costumbre que era la que le parecía mas interesante. Tal vez encontraría a alguien de costumbres similares a la de su tierra natal, quien sabe.
Tambaleándose hacia donde se veían los bocadillos mas suculentos, no podía evitar batir los adornos que colgaban de su vestimenta. Estaba ataviado con una versión mas austera del traje ceremonial de su tribu; Pantalones blancos holgados con adornos en amarillo, originalmente dorados, sus brazaletes de oro, que todo Narahsimba macho debía llevar, el tatuaje de su horda pintado en el pectoral izquierdo así como otros diseños en sus brazos, extendiendo los tatuajes de cazador, aros dorados en las orejas, un pequeño turbante a manera de tocado en lo alto de su corona donde lucia una joya parecida a un zafiro con una pluma negra y una bufanda delgada que como el turbante, estaba adornado en azul y amarillo. En su frente lucia el Tripunda tilaka, un punto rojo con tres franjas en amarillo que se pintaban al soltero para demostrar que poseia la Sabiduría, Voluntad y Acción durante los rituales. Habría preferido lucir algo mas imponente, pero no tenia los recursos para replicar lo que los humanos tenían ya preparado para ellos con anticipación.
Pudo ver a dos personas charlando, una joven y un hombre que lucia mayor a ella, estaría tratando d e cortejarla? Mas adelante otra joven de esencia jovial que parecía observarles y... Alguien que parecía no haber comido en semanas. Todos parecían estar demasiado concentrados en lo que hacían pero al mismo tiempo en una extraña armonía...
Armonía? Había un tipo devorándolo todo, una dama sola y una pareja con una evidente diferencia de edad en el mismo lugar, eso era todo menos armonioso y sin embargo, lo sentia así. Estaría influenciado por la celebración? Probablemente, decidió hacer segunda al hambriendo y comer un poco mientras se acercaba a la dama solitaria, aun le dolía un poco el abdomen por su última batalla y le impedía comer mucho, que pena.
Se detuvo.
-Que estúpido...- pensó.
Recordó que era un tronco para iniciar conversaciones.
Entró en pánico.
Mejor tomo una copa y bebió un poco para tomar valor.
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Post by Deleted on Jul 22, 2017 13:20:38 GMT
Tras ver a la criatura devoradora y poco cortés, decide salvar la charola de galletas que Sabrina había estado analizando antes de su intromisión; ya que la criatura podría comérsela sin la más mínima muestra de interés en los demás, además de poner uno que otro bocadillo en esta misma, pero sin mezclarlos. Para pronto decir tratando se ser lo más políticamente correcto: "Bueno, a veces olvido que no todas las criaturas en Mirovia tienen la más mínima educación en sociedad; pero no importa, lo que importa es divertirnos." Le ofrece de las famosas galletas acercándole la charola. "Y sobre la bebida, usted beba hasta el punto donde se sienta flotar mientras no se extralimite, termine en una borrachera descontrolada y pierda la memoria -se ríe-. Por lo que recomiendo consumir alimento y alcohol al mismo nivel para alargar ese final desastroso; es su oportunidad de vivir cosas distintas a las del laboratorio creo yo. Es fantástico que comiences a salir más seguido a los eventos de Mirovia."
Comienza entonces la criatura a salpicar la comida por todas partes ya que devoraba sin parar, "Creo que es mejor acercamos hacía otra mesa, como por ejemplo donde esta esa dama y el chico mitad felino, para evitar que su hermoso vestido sufra las consecuencias de estar cerca de este ente."
Sonriente, espera la respuesta de la joven.
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Post by Sabrina Poplawski on Jul 22, 2017 13:41:25 GMT
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Post by Giselle Vladgun on Jul 22, 2017 17:47:45 GMT
La mesa de banquetes pronto sufrió un altercado cuando lo que parecía ser un licantropo comenzó a devorar lo que se le pusiera por en frente. Giselle observaba impúdica esperando el momento en el que se pudiera morder la lengua o masticar por error uno de los platos.
Cerca de ahí tanto el doctor como la científica parecían disfrutar de su mutua compañía, los gestos del hombre de ciencia eran tan correctos que parecían un monologo sacado de la rutina de un bufón esperando captar la atención de algún rey. Pero de eso se trataba el evento, individuos asistiendo al festival para pasarla bien y divertirse, otros con la autoestima fluctuante esperando no pasar otro año Miroviano solos, y unos más haciendo el papel de cazadores y buscando una presa de una sola noche, otro una presa de toda la vida. Que triste destino les aguardaba a algunos que cayeran en los efímeros encantos y garras del amor, veneno del cual Giselle se consideraba impermeable.
Posó sus ojos en el reflejo de su peinado en la copa y arrugó el entrecejo mutando momentáneamente el cristal en espejo, no, su peinado no se había deshecho como ella pensó; pero a su espalda pudo ver un hombre con cicatrices en su rostro intentando acercarse sin ánimos ni antojo. Volteando hacia él, Giselle levantó su copa y sonrió por lo bajo para invitarlo a acercarse como si hiciesen un trato.
Frente a ella la dama de rosa hizo una pregunta a la cual no pudo evitar responder con astucia.
-Con el vino de moras de la montaña bastan tan solo 4 copas -Comentó con un gesto amable de mordaces ojos a la pregunta de la dama de grandes gafas. La superficie de la copa nuevamente fue de cristal y las festividades del evento parecían apenas comenzar.
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Post by Deleted on Jul 22, 2017 18:59:42 GMT
En medio de la fiesta Kaiser sentía que los demás lo miraban como si fuera un ser extraño, y lo era, pero no le hacía mayor importancia.-Al menos no volvere a comprar comida por un buen tirmpo- exclamo el licantropo pero en ese momento quedó impactado cuando vio un plato repleto de unas dulces galleras... por su gran olor supuso que seria un manjar enviado por los ángeles, pero desafortunadamente cuando iba agarrar las galletas un misterioro arcano que por su forma de hablar parecía un científico se lo había arrebatado de la mesa. -Tenían que ser los de la clase alta-costesto seriamente pero tuvo que aceptar el hecho, pero en ese momento percata que llega otro invitado, por su forma de vestir con Pantalones blancos decorados con adornos en amarillo acompañado de un brazaletes de oro.. pero quedo impactado con su tatuaje que estaba pintado en el pectoral izquierdo... imaginandose como seria el de Wolfeimer. -De seguro que a el se le vera muy sexi-exclamo el lobo. Por tratar un poco de socializarse en Mirovia lo cual le costaba por ser tan brusco le llava al extraño felino un plato de bocadillos que aún no lo había probado. -Hey chico, ¿Gustas..un poco? Me imagino que .. estas aqui por buscar..?- Le costaba conversar y terminar sus oraciones, aún los licantropos más poderosos siempre en vez en cuando tienen su mayores temores...
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Post by Sabrina Poplawski on Jul 22, 2017 19:30:36 GMT
Agradecía que el Doctor haya tomado la charola de galletas puesto que se había quedado con muchas ganas de probar aunque fuese una. Alzó el rostro para sonreírle, agradeciendo el gesto de consideración y después tomó uno de los postres con la mano que tenía libre para al fin poder saborearla. No dijo nada ante el primer comentario del hombre; había escuchado rumores de que en Aqualia todo era más avanzado y no lo creía pero sospechaba que tal vez aún quedaban seres con conductas más bruscas en tierra firme. Aún así, no generalizaría.
-Tiene mucha lógica lo que dice Doctor. He escuchado historias terribles de lo que sucede después de tomar. Resaca le llaman- volvió a dar un trago a su bebida para refrescar su garganta. Ante el resto de sus comentarios sólo se mantenía sonriente como usualmente lo hacía mas estuvo de acuerdo con él de tener que moverse a otra mesa. Sin embargo, parecía que por afanes del destino aquél extraño estaría presente a donde quiera que fuesen.
Caminaron un poco hasta llegar con los otros asistentes para ser recibidos con un comentario de aquella mujer desconocida. -Ya veo; entonces creo que esta será mi última copa de moras de la montaña. Deseo probar lo más que se pueda-. Su tono era amistoso incluso con aquellos a quienes no conocía. Sus manos se encontraban ocupadas, cada una sosteniendo algo por lo que no le fue posible extender la mano para saludarla y presentarse como se consideraba apropiado. -Mucho gusto, mi nombre es Sabrina Poplawski. Él es el Doctor Marino-. Aprovechó para presentar a su acompañante y así romper el hielo cuanto antes. Notó que el hombre que se encontraba a su lado se encontraba con un gesto severo, casi incómodo. Sabrina asomó ligeramente la cabeza para verle mejor. -¿Te encuentras bien?- preguntó con un gesto un tanto preocupado.
El muchacho que había estado devorando con tanta efusividad la comida en la mesa que habían visitado ya se encontraba al lado del otro joven que aún se hallaba callado ante su presencia. Escuchaba que el extraño chico susurraba comentarios más varias palabras pudo percibirlas con mayor claridad. No tenía idea de qué o quién hablaba pero el rostro de la sirena sólo manifestaba confusión ante la conducta del licántropo.
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Niku
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Post by Niku on Jul 23, 2017 5:19:17 GMT
Incómodo era la palabra que describiría el estado en el que el león se encontraba, afortunadamente la joven hizo el primer ademán de bienvenida por lo que correspondió a la cortesía y se acerco un poco, respondiendo el gesto con su propia copa. Apenas planeaba decir unas palabras cuando de pronto ya estaba rodeado de personas y tras de él, el licántropo devorador de bocadillos había lanzado una pregunta.
Girándose lentamente, resoplo y sonrió -Gracias.- tomó un bocadillo que duró menos que un suspiro en su mano -No busco nada en realidad, por eso no llevo ningún símbolo como otros arcanos.- había algo en la actitud del lupino que le daba curiosidad, apenas hacia unos instantes devoraba ferozmente todo lo que había en la mesa, como si no hubiese alguien mas que el mismo, ahora se acercaba tímidamente a ofrecerle un poco de esa comida, le pareció gracioso.
Nuevamente se giró cuando escuchó una delicada voz preguntando algo -Estoy bien, me sentía algo abrumado hace unos momentos. Hace tanto que no asistía a un festival con tanta gente, creo que me bloqueé. Gracias por preguntar- respondio a la joven de gafas, su apariencia le parecio muy interesante, sobre todo sus gafas, habia visto gafas antes pero nunca de tan cerca. Se llevó una mano a la nuca, apenado, también su cola lo delataba pues se batía por momentos, esperaba que ese instante en que la miró fijamente no le hiciera ver grosero.
-Mi nombre es Niku, el cazador- Reverencio inclinando la cabeza al frente, presentarse era la mejor manera de romper el hielo. Además, si no podía adaptarse a la actitud social de manera natural, siempre podría forzarlo desde la perspectiva del cazador. Estaba de cacería y sus presas eran esas interesantes conversaciones sobre tradiciones, debía mantener eso en mente para no volver a bloquearse.
Antes de que alguien más respondiera se aseguró de mantener contacto visual con los presentes, el hombre adulto que ahora llevaba una charola con galletas llamó su atención, en sus ojos se reflejaba sabiduría y en sus rasgos la experiencia. Tal vez tenia enfrente la primera oportunidad para conocer sobre las tradiciones de cortejo de todos esos Mirovianos.
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Post by Deleted on Jul 24, 2017 3:31:52 GMT
Era un gusto conocer nuevas caras en Mirovia, y este evento era la mejor ocasión, por lo que saluda de manera amistosa a los personajes tan distintivos que se encontraban en el luga. El doctor deja la bandeja en una sección segura, cerca de los comensales que no estaban concentrados en devorar todo a su paso.
Trataba de relajarse un segundo, era de todas maneras un evento sociable enfocado en la diversión, no podía tomarse a pecho las intensiones primitivas de otros entes como una falta de educación, ya que no era políticamente correcto retacharle a otros su comportamiento por más desagradables que pudieran ser.
Escucha atento el comentario de la señorita de cabellos de arcoiris para entonces comentar: "En cuanto beber se trata, también depende del peso de cada persona, la resistencia a la disolución de azúcares en la sangre y el nivel de hidratación que presente durante el consumo de éste." Mueve la cabeza de manera negativa y dice: "Disculpen,se me salió lo científico; digamos que usted tiene razón en cuestión de que sean 4 copas, porque ese es entonces su análisis de ensaye experimental de alcance de toleración del alcohol, por lo tanto mi apreciable Sabrina puede usted consumir lo que considere apropiado, pruebe de todo y sea muy feliz en este evento."
Una vez más piensa que se ha excedido en su palabrería por lo que mejor se queda callado y bebe más viendo el fondo de su copa, esboza simples sonrisas cuando pone atención a los comentarios de los demás. Le asombra mucho que un cazador se encontrase entre ellos, ya que esos entes solían ser nómadas y su vestimenta tradicionalista también le daba curiosidad, quería preguntarle algunas cosas pero ya le daba algo de pena hablar, es entonces que se concentra en tomar algún bocadillo sobreviviente de la máquina voraz.
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Post by Giselle Vladgun on Jul 24, 2017 5:39:40 GMT
Giselle esbozó una sonrisa sin esperar que su reputación la aconteciera junto a su nombre.
-Giselle Vladgun, el gusto es mío -Levantó su copa a la altura de sus ojos en señal de que todos los presentes disfrutasen los manjares tanto como ella lo estaba haciendo, la bandeja de quesos mixtos y canapés de cangrejos junto a las otras al natural llamaban a los sentidos de distintas maneras entre la gama de colores que aludían a una caja de gemas.
Enarcó una ceja ante los extensos conocimientos que el Doctor Marino mostraba, surgiendo un mordaz interés en entablar una conversación más intima con él y su acompañante de tonos rosaceos.
-Veo que tenemos a un erudito entre nosotros -Comentó riendo por lo bajo- Pero olvida que la percepción organoleptica también influye mucho en cuanto al nivel de resistencia y aceptabilidad de la bebida, y sobre todo el efecto de la sugestión juega un papel importante al solo leer en la etiqueta de la botella que estima las porciones por persona -Añadió a la explicación del doctor- Y no se preocupe por fingir doctor, todos tenemos dotes muy difíciles de esconder- Finalizó guiñándole un ojo a manera de cómplice y apuntando su mirada hacia Sabrina y luego de nuevo hacia el Doctor con dulzura en la química que ambos mostraban entre si. Eran contadas las ocasiones en que Giselle podía tener una charla o mejor dicho un debate de cualquier tema sin llegar a aburrirse, además de que su contacto con otros arcanos era escaso por sus abrumadoras tareas personales, por lo cual aquella tarde para ella fue como un soplo de aire fresco a su mente.
El salvaje devorador de platillos que antes había dejado en ruinas los platos de la mesa cercana ahora ofrecía lo que para Giselle era un espectáculo de conquista con resultados dignos de alguna apuesta, pero hacer una en aquella instancia sería por lo más grosero, por lo que se limito a observar de reojo y en secreto mientras cataba uno a uno los licores de la mesa.
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Post by Deleted on Jul 24, 2017 12:55:48 GMT
El lobo se quedo callado mientras su nuevo acompañante le hablaba. - Yo estoy por aqui buscando a una persona particular, pero por lo que veo no esta aqui.. y bueno chico, es mi primera vez en estar en un festival como este, me cuesta mucho socializar con los demás. Mirando a un lado a los 3 arcanos que estaban al frente de ellos, escucho lo que hablaba el que le había quitado la bandeja de galletas. -Desearía tomar un buena copa de vino en este momento. Volviendo directo al felino.- Así que eres cazador no ¿Hum? Al menos no soy el unico aqui que le gusta cazar muajaja... disculpe mi risa, es que es la unica que me se.
Sin embargo Kaiser se dio cuenta que una de las arcanas que acompañaba al que tiene una manera de hablar científicamente, le estaba observando y este se sintió algo sonroso y volteo de nuevo al felino. -¿En que sitio sueles estar para estar tranquilo sin ningún tipo de problemas?. Realizo esta pregunta para que la joven no se diera cuenta de su presenciae
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