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Post by Van Feris on Sept 2, 2017 22:33:00 GMT
Tras su curioso encuentro con un arcano acuático en la Cascada del Trueno, además de la colecta de una decente cantidad de pescado que ahora se mantenía en enfriamiento en la parte de atrás de su carro de madera equipado, el viajero selkie se dio por bien sentado y tomó rumbo por los caminos poblados de plantas exóticas de Shangri Lax. El caballo que jalaba el carro era tranquilo de caminar, pero al chico no le molestaba. En todo caso, este tipo de caminos era mejor recorrerlos con cuidado, ya que no era uno de sus rumbos habituales. Por suerte ya iba de salida, y le faltaba poco para retirarse de la poco familiar jungla para volver a los cielos abiertos del resto de la isla.
Desgraciadamente, habría obstáculos en su camino aún. Especialmente, una peculiar serpiente que decidió colocarse en el camino en ese momento. El normalmente tranquilo equino que tiraba del vehículo relinchó del miedo y se lanzó a correr, siguiendo el camino sin cuidado ni decoro. Agarrándose fuerte, el joven de cabello azul se mantuvo firme sobre su asiento, pero no podía decir lo mismo de su cargamento. Al dar con la raíz de un árbol, una de las ruedas del carromato salió volando a un lado del camino, y la caja de madera que contenía mucho hielo junto con una red de peces de estanque salieron despedidos también.
Van habría lanzado unas cuantas palabrotas, pero no tuvo tiempo, debido a que se vio rodando cuesta abajo también, después de un segundo impulso del vehículo descontrolado. Tirado en el pasto, vio como se alejaba su única compañía de viaje, y se sentó sólo para encontrarse con que sus pescados estaban regados. - Mierda. - declaró bajo su aliento, poniéndose de pie. Miró alrededor una vez más, hasta que una silueta cercana vino a sus ojos. - No... le cayó nada, ¿verdad? - dijo el chico en voz alta, esperando no haber descalabrado a nadie. Y que no fuera un ladrón de carretera.
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Post by Kravla Thelnak on Sept 2, 2017 23:06:28 GMT
Pese al calor húmedo que hacía que la ropa se le pegara al cuerpo sudoroso y a los animales venenosos con los que era inevitable encontrarse, Shangri Lax era un lugar que siempre lograba encantar a Kravla. El Templo del Verano se encontraba ahí y en más de una ocasión había salido de aventuras a la jungla junto con su hermano o con Treng, pero en aquella ocasión andaba sola; su única compañía había sido su fiel lanza y su mochila de viajes. Había sentido la necesidad de ir sin compañía para poder despejar su mente en medio de la selva tropical, así que hacia unos días que había iniciado su travesía a pie hasta el santuario de su Corte. Un par de peleas con sus hermanos de espíritu eran, por lejos, el mejor panorama que se le podía ocurrir en ese preciso instante.
En esas andanzas estaba cuando escuchó un grito a la lejanía y un gran estrépito. Rauda y presta, tomó firmemente su arma predilecta y miró alrededor, moviéndose en busca de lo que había provocado aquellos ruidos... eh, ¡¿eso era una rueda voladora?! La orco alcanzó a agacharse justo a tiempo, de lo contrario, se hubiera golpeado con aquella rueda.
Retrocedió unos pasos y miró hacia arriba de una especie de colinilla que cortaba el camino que estaba siguiendo. A la rueda le siguieron varios peces que acabaron desperdigados más adelante, y después de eso vio rodar a un hombrecito que acabó a apenas un par de metros de ella. Joder, qué caída más fea. Kravla bajó la lanza y se apresuró a ver si el arcano se había quebrado un hueso o algo así - NO. O sea, no me cayó nada. Tu rueda casi me mata pero estoy bien. ¡¿Tú estás bien?! TE PUDISTE HABER MUERTO -dijo enojada con la rueda, con los peces y con el arcano que se pudo haber muerto. Era su manera de expresar preocupación.
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Post by Van Feris on Sept 3, 2017 3:08:01 GMT
Después de la caída vino lo peor, sorprendentemente. Ver la escena de los pescados regados por ahí, llenos de tierra, y la rueda botada quién-sabe-dónde, le decía al selkie que tal vez no sería su mejor excursión. Peor aún: Que tendría que dar muchas explicaciones sobre la falta de producto y del carro de madera. Tendría que corretear al caballo después. Asumiendo que era bastante flojo, probablemente no se había ido muy lejos. Pero aun así: Menuda tarea se había echado encima.
La cosa empeoró aun más cuando la persona extraña se acercó a él. A todas luces, parecía una orco - ¿Orca? El chico no estaba seguro de la terminología correcta - que estaba verdaderamente enojada. Pero al mismo tiempo, suvoz expresaba cierta preocupación, lo que terminó por dejar al selkie en un estado extraño que combinaba el temor de ser destrozado por un arcano más fuerte que él y la sensación de alivio de tener a alguien preocupándose por él.
- Estoy bien, soy aguantador - Van respondió, con un atisbo de confusión en su voz. - Disculpa lo de la rueda. En verdad que no ha sido intencional. Ahora he perdido todo el producto por el que vine, así que de todos modos salí perdiendo. ¿No... viste de casualidad a dónde se fue mi caballo? Está jalando un carro sin una rueda, así que ha de estar cerca. - el chico recordó que probablemente lo que menos le importaba a la mujer era el estado de su caballo. - ...Es decir, una disculpa. De nuevo.
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Post by Kravla Thelnak on Sept 3, 2017 23:59:07 GMT
La orco escuchó con atención las palabras del hombre de cabello azul. Su semblante poco a poco fue suavizándose, dejando atrás el enojo que lo había marcado, y sus ojos recorrieron el triste espectáculo que representaban los pescados sucios y repartidos sin orden ni cuidado por el suelo. Se imaginó que debía ser el equivalente a cuando se organizaba una batalla en el coliseo y nadie asistía a verla. Todo ese esfuerzo vuelto completamente inútil...
Kravla tomó un pescado, lo limpió un poco contra la tela de su pantalón y le dio una mordida. - Todavía está bueno -habló con la boca llena-, solo tienes que lavarlos. No importa que se vean feo si saben rico.
Terminó de tragar, se metió el pescado al bolsillo y le tendió una mano amigable al arcano en el suelo, para que pudiera ponerse en pie e ir a buscar su caballo perdido. - Te disculpas demasiado. No te preocupes, seguro que tu caballo simplemente siguió corriendo mientras tú rodabas cuesta abajo con tus pescados. Me llamo Kravla, por cierto, Kravla Thelnak, del clan Thelnak.
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Post by Van Feris on Sept 4, 2017 0:44:13 GMT
- En todo caso no creo que se vaya muy lejos que digamos - el selkie dijo, refiriéndose al caballo. Aceptó la mano de la mujer y se puso en pie, mirando a su alrededor una vez más. - Soy Van. Van Feris, de... bueno, Pescados Feris - añadió bromeando, con una sonrisa.
Van ni siquiera consideró reclamar que se haya guardado el pescado, puesto que, la verdad, prefería eso a volver a tener a la orco enojada con él. Definitivamente ese era un problema más grande. Además, ya estaba siendo muy amigable, y él no se podía quejar. Recogió un pescado por su cuenta y lo analizó. - Tienes razón. ¡Están básicamente intactos! - exclamó, por lo que se dedicó a recogerlos de nuevo para devolverlos a su caja, que estaba tirada también por ahí.
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Post by Kravla Thelnak on Sept 4, 2017 1:31:37 GMT
Le sonrió de vuelta a Van, contenta de que se hubiera decidido por mirar el lado positivo de las cosas. Le dio una fuerte palmada amistosa en la espalda, riendo. - ¡Un gusto, Van Feris de Pescados Feris! Dejó apoyada su lanza en un árbol y se quitó la mochila para poder moverse con más comodidad. Ella se le había presentado a Van, Van ya le había dicho su nombre y de dónde venía ( "Pescados Feris", se repitió mentalmente para no olvidarlo), ahora lo correcto era ayudarlo a recoger sus pescados para poder compensar el hecho de que se había comido uno. Cuatro manos trabajaban mejor que dos, y mientras más rápido pudieran terminar con aquello, menos lejos huiría el caballo del arcano pescador. Kravla se llenó los brazos de pescados y los dejó caer en la caja que originalmente los contenía. Una vez llena, la caja se veía bastante pesada. La mujer la levantó del suelo casi sin esfuerzo, tomándole el peso, y volvió a dejarla donde estaba. Se fijó en los bracitos del dueño de tanta mercancía, cuestionándose si acaso podría llevar su caja. Bueno, quizás si se ofrecía a ayudarlo... - ¿Me das más pescado si te ayudo con tu caja? -preguntó emocionada, como si hubiera tenido una idea reveladora. Antes de que Van dijera nada, Kravla ya había levantado la caja nuevamente y la estaba acomodando en su hombro, cosa de poder tomarla con un brazo y llevar la lanza en la mano libre. Habilidades usadas:
Estamina Aumentada: La resistencia física de estos arcanos es superior a cualquier otra, pudiendo correr grandes distancias o cargar enormes objetos incluso dándole un umbral de dolor mucho mayor.
Fuerza extraordinaria: Los arcanos con esta habilidad son más que músculo para lucir, pudiendo sostener cinco veces su propio peso sobre su cuerpo e incluso tener una pelea con arcanos de mayor tamaño.
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Post by Van Feris on Sept 4, 2017 2:35:46 GMT
Honestamente, el chico creía que la orco no sería una persona tan agradable. Pensó que saldría muy golpeado o corriendo de ahí, la verdad. Era curioso cómo engañaban las apariencias. La imagen que el chico tenía de su raza era tal vez algo equivocada, considerando que era la primera que conocía cara a cara. Apreciaba verdaderamente el apoyo de la mujer, aunque cuando terminaron de recoger el pescado se le quedó viendo a la caja. Si bien era capaz de empujarla al carro de madera por su cuenta, no sabía como lograría para llevarla hasta ahí. Tampoco podía dejar su producto expuesto a la intemperie y cualquiera que pasara por ahí.
Por suerte, la orco tomó la iniciativa e hizo alarde de su impresionante fuerza, sorprendiendo al selkie. - ¡Wow! Bueno, supongo que se te da la fuerza física, ¿verdad? - asumió correctamente el viajero, mientras asentía ante la sugerencia de ella. La verdad es que no tenía opción, pero su oferta era agradable. - ¡Claro! ¿Pero me ayudarías a llevarla al carro de nuevo? Hasta te puedo improvisar un platillo si tenemos éxito.
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Post by Kravla Thelnak on Sept 4, 2017 4:34:35 GMT
- Si no fuera fuerte, no podría trabajar -contestó mientras se colgaba la mochila en el hombro libre y tomaba su lanza. Iba como mula de carga, pero había ganado comida y eso la motivaba bastante-. Soy gladiadora en Draconia.
Mierda, tenía las manos llenas, no iba a poder llevar la rueda del carro. Bueno, Van iba bastante ligero y no tenía cara de tonto, así que la orco asumió que el pescador se encargaría de su rueda. También confiaba en que sabría cómo arreglar su carro una vez que lo encontraran, porque la verdad es que ella no tenía ni idea al respecto. Por algo Kravla viajaba mayoritariamente a pie o sobre los lomos de un dragón.
Utilizando su lanza como bastón para no perder el equilibrio y evitar que algún pescado resbaloso se le escapara de la caja, la gran mujer comenzó a subir por la cuesta. Van había tenido suerte, si hubiera caído por una quebrada más rota o más invadida por la selva, probablemente se hubiera roto algo; la orco no supo decir si su nuevo amigo había tenido mala suerte por haber sufrido un accidente o buena por haberlo sobrevivido intacto. Arriba de la subida, la selva se volvía mucho más frondosa, pero se podía diferenciar un gran camino nacido a base de años y años de carros, garras y pies pasando por el mismo lugar. También se veían las huellas del vehículo del pescador, con una única rueda, y las del caballo, que al parecer se había desviado y salió galopando por la derecha, metiéndose en lo más profundo de Shangri Lax...
En el mejor de los casos, el carro todavía estaría en condiciones de ser reparado. En el peor, probablemente ya lo destruyó un tigre.
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Post by Van Feris on Sept 5, 2017 2:12:34 GMT
La boca de Van formó una 'o' mientras escuchaba. ¿Una gladiadora? ¡Wow! Entonces Van definitivamente habría estado en problemas, de ser la orco una persona más irritable. Tenía suerte de que fuese amigable. - Suena genial, la verdad. De seguro tu trabajo es muy emocionante, ¿no? - cuestionó con cierta curiosidad, levantando la rueda de madera del suelo, destinado a avanzar junto con la guerrera.
Siguiendo las huellas, la esperanza del chico volvía. Parecía que no se habría ido muy lejos el asustado animal, lo que no era raro. El abuelo siempre calificaba al equino de flojo y haragán, y dichos defectos podrían volverse en su favor por una vez. - ¿Y qué haces aquí? Tengo entendido que estas selvas son muy distintas a Draconia. ¿Estás de vacaciones?
Pronto, fue evidente que su objetivo se había salido del camino habitual. Entonces, sin pensarlo dos veces, el arcano acuático levantó los pies y comenzó a abrirse paso entre la maleza, considerando importante llegar más temprano que tarde. Después de todo, no sabía qué tan pesado era realmente el cargamento para su acompañante.
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Post by Kravla Thelnak on Sept 5, 2017 3:36:21 GMT
- ¡Es el mejor trabajo del mundo! -respondió mientras subía-. Las peleas, los aplausos del público... hasta tenemos descuento en una taberna allá en Draconia. Hay gente que cree que borracho se pelea mejor. Son todos unos idiotas, no hay honor en una batalla así. Ah, y de vez en cuando voy al Templo del Verano a pensar y entrenar, cuando ya me siento cansada o... no sé, cuando pasan cosas.
La orco quería preguntarle que qué estaba haciendo él allí en Shangri Lax, si su pescadería o su casa quedaban cerca, pero no alcanzó a decir nada más antes de que Van saliera corriendo hacia lo profundo de la selva. - ¡Espérame!
Salió persiguiendo a Van lo más rápido que pudo, aunque no podía avanzar mucho con la caja de pescado en su hombro. Todavía eran identificables las huellas en el piso, así que las siguió hasta alcanzar al pescador. Ay, ojalá no le hubiera pasado nada a su caballo.
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Post by Van Feris on Sept 5, 2017 14:42:07 GMT
- ¡Lo siento! - exclamó el selkie al desacelerar un poco su paso. No debería ser desconsiderado, considerando la carga que su nueva compañera llevaba. De todos modos, pronto llegó al lugar que quería llegar y, para su alivio, el caballo estaba ahí tirado, descansando en medio de la selva. Si bien era una visión bastante curiosa, era también reconfortante. El carro se había soltado pero estaba tan sólo unos pasos atrás de la criatura, por lo que Van se recargó en el mientras esperaba.
En cuanto vio que la orco se acercaba de nuevo, le sonrió. - Entonces vas al Templo del Verano - asumió. - Te podría dar un aventón si quieres, en cuanto repare el carro. Iríamos un poco apretados, pero llegarías más rápido, ¿no?
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Post by Kravla Thelnak on Sept 6, 2017 23:33:04 GMT
La orco apareció un par de segundos después de Van y no dudó en acercarse hasta donde el arcano la estaba esperando. Dejó la caja de pescados en el piso, cerca de donde estaban el caballo y el carro, y agradeció en silencio a los dioses que tanto el animal como el vehículo de su nuevo amigo se encontraran bien, o al menos en la mejor condición posible dadas las circunstancias.Sacó el pedazo de pescado que le quedaba de su bolsillo y comenzó a comer. - ¿De verdad? -preguntó ante el ofrecimiento del pescador?- ¡Eso sería genial! Me caes bien, Van.
Acabó de engullir su bocadillo y se chupó los dedos. Ahora que todo estaba más tranquilo, Kravla dejó a un lado sus cosas y se dejó caer al suelo, quedándose sentada de piernas cruzadas. No sabía reparar carros y esperar en silencio no se le daba muy bien, así que decidió que ya era tiempo de aprender un poco más acerca de la vida del pescador. - ¿Y tú qué haces aquí? ¿Vives cerca o solo vienes por el pescado?
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Post by Van Feris on Sept 7, 2017 4:06:43 GMT
- ¿Por qué no? - respondió el chico. Después de todo, Kravla estaba salvando el producto de toda la semana. En verdad que le había ayudado mucho, incluso si tal vez para ella no era nada especial. Tenía mucho que agradecerle, aunque no lo dijese abiertamente.
- Vivo en la Ciudadela, de hecho - rápidamente admitió Van. Agachado, se encargaba de insertar la rueda de madera en su eje de manera segura. Era un poco truculento, pero ya lo había hecho en otras ocasiones. - Así que vengo por el pescado. Tenemos producto de casi toda la isla, lo que nos hace populares entre aquellos que extrañan sus platillos típicos. Por eso viajamos por lo menos una vez a la semana para buscar producto de ciertos lugares.
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Post by Kravla Thelnak on Sept 8, 2017 18:06:30 GMT
¿Van viajaba desde la Ciudadela hasta Shangri Lax solo por pescado? Wow. Eso sí que era ser dedicado a su trabajo. Si Kravla fuera pescadora, probablemente viviría en Aqualia o en algún lugar así. - Pasaré a comprar a tu pescadería la próxima vez que vaya a la Ciudadela -le prometió mientras que sacaba otro bocadillo de la caja de pescados. Si era verdad que llevaban mariscos de toda Mirovia, podría comer los pescados que generalmente solo probaba cuando iba a ver a su clan, que vivía en el límite del desierto con el Gran Lago de las Hadas.
La paciencia de a orco era corta y no tardó en aburrirse, así que se levantó a echar un vistazo alrededor (selva por aquí, selva por allá) y aprovechó de acercarse a acariciar al agotado caballo de Van, que todavía no se levantaba. - Buen chico... -decía mientras le acariciaba el lomo. Se volteó para hablarle al arcano dueño del carro y del animal-. Oye, Van, ¿te falta mucho?
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Post by Van Feris on Sept 9, 2017 20:04:19 GMT
La concentración de Van se centraba, más que nada, en la reparación de la rueda. Agradecía verdaderamente que no había que hacer nada más que asegurarla al eje, porque no habría podido crear una nueva rueda si esta se hubiese partido de algún modo. No reaccionó a lo que hacía la orco sino hasta que le preguntó directamente cuánto le faltaba. En ese moment, dio el último empujón a la rueda para sellarla y sonrió.
-¡Todo listo! - exclamó el selkie mientras se levantaba y volteaba a ver a Kravla. - Bien, perdón por hacerte esperar. Supongo que ahora querrás que te prepare algo, ¿verdad? ¿Crees que este sería un buen lugar para acampar por lo menos por un rato en lo que almorzamos?
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