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Post by Deleted on Oct 14, 2017 13:56:25 GMT
Desde hace muchos días, Rallis ha permanecido lejos de la posada, lejos de Kouhei. La habitación que ambos suelen compartir no es lo mismo cuando el amado del kitsune tiene que salir a aventurarse por Mirovia. Kou sería capaz de acompañarlo, pero no puede dejar de trabajar, por lo que se ve obligado a quedarse solo en el Bosque de las Hadas.
Hoy era un fin de semana, uno que el zorro decidió tomar como día libre. No tendría que despertarse temprano para ir al mercado a vender, y mucho menos reventarse las manos para tallar un trozo de madera.
El tiempo libre le abría la ventana a esa sensación de soledad que quedaba en esa posada. Sin embargo, Kou ya había pasado muchas veces por lo mismo y tenía un modo de "distraerse" por un rato.
Eran las 12 y Kou apenas se estaba despertando. Algo le decía que hoy debía levantarse más temprano, pero no recordaba la razón, pensó que se trataba de la costumbre de su trabajo. Se estiró y bostezó, aún abobado por el sueño, dirigiéndose a rodar al lado de la cama de Rallis y abrazar su almohada. Olfateaba la esencia de Rallis que estaba impregnada en ese lado del colchón, excitándose fácilmente con esta por el largo tiempo que llevan sin hacer nada juntos. El zorro decidió drenar un poco esas ganas antes de comenzar el día, por lo que bajó su mano hasta el interior de sus pantalones para sacar su miembro y comenzar a masturbarse, dando gemidos ahogados en la almohada de su pareja a medida que su rostro se enrojecía.
De verdad hoy había algo que el kitsune estaba olvidando, pero por ahora no era de gran importancia ponerse a pensar sobre ello.
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Post by Corina Batch on Oct 14, 2017 16:39:41 GMT
Debido a que Rallis estaba en constante salida, Kou solía quedarse sólo, así que el zorro había decidido invitar a Corina a quedarse con el en su casa, lo cuál la sirenita aceptó sin problema.
Jugaron e hicieron de todo en todo el día hasta que llegó la noche y ambos tuvieron que irse a dormir.
Corina solía despertarse temprano, talvez eran las 9 o 10 de la mañana, aún no tenía su tiara y moños puestos, cepillandose el cabello mientras leía unos libros ilustrados que Kou le habia prestado, se había quedado con la espinita desde la noche anterior.
El tiempo pasó volando, cuándo alguien lee pierde la noción de todo. De pronto, le comenzó a dar hambre, decidió que sería buena idea preparar algo para ellos dos para desayunar, dirigiéndose a la cocina para preparar algo de ensalada de frutas, agregandole muchos tipos de moras, que eran sus favoritas. Ya era medio día, así que suponía Kou ya estaba despierto. -¡Kou!, el desayuno está listo- llamándolo emocionada, esperaba que le fuera a gustar.
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Post by Deleted on Oct 14, 2017 18:08:59 GMT
Cierto que Corina se había quedado con él en la posada desde ayer, pero al despertarse no recordaba que ella aún seguía ahí. Al menos la sirenita se había quedado en la habitación de al lado, por lo que aún estaba en la privacidad de su cuarto para seguir tocándose tranquilamente.
Unos pasos se escuchaban levemente en el piso de abajo. De seguro se trataba de la casera...aunque era extraño, ya que ella solía ir de compras al mediodía para luego regresar a hacer el almuerzo. ¿Se trataba de que en realidad la señora no había salido? O es que había alguien más en casa?...pero quién?. En eso, una voz conocida llamó al kitsune para comer. Era Corina, y justo ahora el zorro acababa de recordar que le estaba haciendo compañía. No iba a parar y bajar al comedor con una erección y mucho menos quería pasar el resto del día con las ganas de continuar. Iba a gritarle desde la habitación a su amiga que iba a bajar dentro de un rato, pero temía que su tono de voz lo delatara de algún modo, así que sólo pudo quedarse callado para pretender que aún dormía, ganando algo de tiempo para poder acabar.
Se frotaba con bastante rapidez; con una mano se daba placer y con la otra aseguraba la almohada de Rallis cerca de su nariz para olerla. -Ah!...hah!💕- unos gemidos leves se le escapaban al tomar aire antes de volver a ahogar esos sonidos al cubrirse nuevamente. Lamentablemente ya no estaba tan tranquilo, pues existía el miedo a que Corina subiera a ver qué estaba haciendo.
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Post by Corina Batch on Oct 14, 2017 19:53:00 GMT
No había respuesta por parte de el zorrito, -Talvez sigue dormido- miró por unos segundos esperando ver la figura de su amigo en la entrada de la cocina, pero no había nadie, tendría que ir a llamarlo. -¡Kou!- llamó una vez mas y espero unos minutos mas, y no,no llego.
Comenzó a emprender paso al cuarto de el kitsune, le paso por la cabeza que seguro estaba muy cansado. Entro sin hacer ruido al cuarto de el, pisando de puntitas hasta la cama de su amigo, solo miraba el bultito debajo de las cobijas, no pudo evitar sonreír, hacia ruiditos raros, pero talvez balbuceaba cuando esta dormido. Se sentó lentamente a un lado de el zorrito con una sonrisa sobre su cara. -Despiertaa...-le dijo con un susurro dulce, apoyándose sobre la pierna de Kou para planear destaparlo lentamente, cuando...eso...eso no era su pierna, ¿Que era eso?, era algo mas pequeño y duro... ¡Puede ser un animal que quiera hacerle daño a su amigo!. -¡Kou!- jalando la sabana de una vez y dejándola caer al piso, para su suerte no había nada malo, o al menos eso creía, al ver a Kouhei a medio vestir, dándose cuenta que aquello que toco no era un animal...Su cara no pudo estar mas roja, quedándose algo choqueada, sin saber que hacer .
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Post by Deleted on Oct 14, 2017 21:11:47 GMT
Ya estaba a punto de llegar, apresurándose todo lo posible para poder acabar a tiempo, pero justamente ocurrió lo que no quería que pasara: su amiga subió hasta su habitación. Se dio cuenta al oír la puerta abrirse, viéndose obligado a parar su mano para fingir que dormía. Estaba paralizado de los nervios con Corina sentada junto a él, intentando resistir, ya que otro toque más lo llevaría a acabar, y obvio que no quería hacerlo frente a su amiga. Sólo podía rezar para que ella no notara su miembro pulsante debajo de la sábana, pero de todos los lugares de donde se podía apoyar Corina, LE METIÓ LA MANOTA AL NEPE.
Kouhei se movió ligeramente en un espasmo, apretando las piernas una contra otra, haciendo lo poco que podía para no gemir o venirse. No podía hacer movimientos bruscos si quería seguir haciéndose el dormido. Se estaba poniendo más colorado que antes, apretando sus labios ocultos tras la almohada. Y cuando creyó que la cosa no se podía poner peor, la sirenita le jaló la sábana de golpe, y esta se rozó con su miembro mientras era desprendida de él. -AHHhhhh!💕- gimió a la vez que llegó a correrse, cambiando de posición sus piernas desesperadamente en un intento de tapar su pene y el semen que había quedado sobre él. Su rostro de puso de color rojo intenso al ver a Corina, era el momento más vergonzoso de su vida, tanto así que le empezaron a brotar lagrimitas mientras se puso a hacer pucheros. Ya era inútil negar lo que su amiga había visto, pero de todos modos insistió en ocultarse debajo de la funda de la cama haciéndose bolita.
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Post by Corina Batch on Oct 15, 2017 1:20:32 GMT
-AHHHHHHHH-¡Su mano había tocado el pene de Kou!. Corina estaba llevándose el susto de su vida, ver a su amigo de esa forma...no sabía que hacer. Se llevó las manos a los ojos, una parte de ella le decía que abriera los ojos, pero su parte racional le decía que no.
-K-kou!!- no se atrevió a mirarlo. -L-lo siento!!!- su cara estaba totalmente roja y unas lágrimas recorrían sus mejillas, tomando asiento a un lado suyo recargandose sobre su espalda. -K-kou lo lamento!!!- dijo repitiendo muchas veces. -y-yo... ahhh!!- ¿Porqué diablos lo había hecho?
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Post by Deleted on Oct 15, 2017 2:08:12 GMT
Kouhei se quedó bajo la funda aguantando las ganas de llorar, pues no quería preocupar más a su amiga, no era su culpa. Lo único que sobresalía de la tela eran sus 2 colas temblorosas. Tenía tanta, pero tanta pena que ni siquiera pudo decirle a Corina que no se sintiera mal. Ahora necesitaba que alguien lo consolara y lo distrajera de su vergüenza, y Rallis era el candidato prefecto, pero este no se encontraba cerca.
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Post by Corina Batch on Oct 15, 2017 17:36:37 GMT
La vergüenza había llenado su cara, haciendo que ésta se volviera completamente roja, la nota mental que tenía era primero tocar la puerta antes de entrar.
Seguro Kou estaba odiandola, probablemente estaría pensando qué chica tan maleducada. -D-discúlpame Kou ;A;- le dijo totalmente apenada, moviendolo de un hombro ligeramente, era una tonta. No sabía que más hacer para que el zorrito la perdonara, sólo volvió a ponerle la sábana encima para que eso no fuera más incómodo y raro.
Al ver que su amigo no planeaba sacar la cabeza debajo de la almohada, empezó a darle palabras de ánimo, talvez eso era lo que necesitaba. -N-no te sientas así Kou, es algo n-normal- dándole pequeños pats pats en la cabeza, nisiquiera sabía si lo que estaba diciendo era coherente, pero tenia que animar a su amigo de alguna manera
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Post by Deleted on Oct 15, 2017 22:09:22 GMT
Kou se engurruñó más cuando Corina le puso la mano en el hombro. Le daba muchísima pena que su amiga lo atrapara haciendo algo así de "asqueroso", como le dijeron una vez en la tableta arcana.
La sirena le puso otra vez la sábana encima, la cual tomó con ambas manos para asegurarse de cubrirse bien, y en eso sintió los pats que le daba su amiga en un intento de animarlo. -...¿D-de verdad es n-normal? T-todos lo hacen?- preguntó en un tono muy leve y tímido a la vez que cambiaba un poco de posición debajo de la cobija.
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Post by Corina Batch on Oct 16, 2017 0:11:58 GMT
-ehh...si...- dijo pensando un poco la respuesta, por lo que había oído, los tritones también lo hacían, así que pudo deducir que si, todos lo hacían. Tampoco era como si supiera todo, pero prefería inventar algo para no dejar que su amigo muriera de pena. -S-suelen hacerlo todo el tiempo, n-no deberías sentirte apenado- Apenada estaba ella por haberlo visto así, pero, ¿Quien iba a consolarla? Corina le daba ánimos a Kou, también necesitaba olvidar aquella imagen del pene de su amigo... o talvez no.
Su mente no dejaba de recordarle aquel incidente, si tan solo hubiera tocado la puerta, nada de eso hubiera pasado. -Tranquilo...- rascó con cariño la cabecita de Kou, tratando de que no se pusiera tenso. Estuvo un rato sentada a un lado de el sin dejar de darle mimos. -¿y-ya te sientes mejor?- preguntó con su cara ligeramente roja.
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Post by Deleted on Oct 16, 2017 2:07:55 GMT
El kitsune levantó las orejas al escuchar la respuesta, al parecer no era raro "fornicarse uno mismo" (no conocía el término correcto, por lo que se inventó uno en base a lo que leía de las conversaciones en la tableta). -P-pero si no debo sentir pena, por q-qué tú t-te pusiste r-roja a-al verme?- preguntó a la vez que movía hacia un lado sus colas.
Las caricias en su cabeza lo estaban relajando, llegando al punto de sonreír levemente cada vez que la mano de Corina lo tocaba. La sirenita le preguntó cómo estaba, a lo que él respondió: -Mmmhmm... u-un poquito-. Pero aún no abandonaba la sábana.
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Post by Corina Batch on Oct 17, 2017 4:41:55 GMT
Se detuvo unos segundos, era normal que los hombres lo hicieran, pero no estaba segura de que las chicas también lo hicieran. Su cara se puso roja de nuevo, pues su mente no dejaba de recalcar la palabra pene en sus pensamientos. '' Penes penes penes...'' -¡P-Porque no es mi caso Kou!- dijo algo agitada y con nerviosismo. -N-no suelo tener mucho contacto con las personas- respondió en forma de escusa, no iba a decir que le gustó verlo así.
Se sintió más aliviada al notar que su amigo estaba sediendo a sus cariños y ya no se notaba tan incómodo. -¿Q-quieres que haga algo por ti?- preguntó preocupante -Para hacerte sentir mejor- dijo con inocencia
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Post by Deleted on Oct 17, 2017 13:47:20 GMT
Al escuchar que Corina no solía tener mucho contacto con los demás, sacó una mano para hacerle pat pats en la espalda, pues le daba cosita que lo que vio la incomodara mucho. -L-lo siento...- dijo a la vez que metía el brazo otra vez en la sábana.
Luego su amiga le preguntó que si quería que hiciera algo por él ¿Pero a qué se refería? Algo que lo sacara de la cobija?. Estuvo pensando unos segundos, buscando lo que necesitara para poder mostrarle su cara a Corina sin tener vergüenza... Pero la idea que tuvo, no sería la más agradable de todas. -C-creo que s-sería muy cruel pedirte que p-pasemos pena juntos...- expresó mientras se engurruñaba más debajo de la sábana.
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Post by Corina Batch on Oct 18, 2017 2:35:24 GMT
-N-no es tu culpa Kou- dijo un poco mas tranquila, los pat pat de Kou sobre su espalda la tranquilizaban y le erizaba la piel, pues la espalda era una de sus zonas mas sensibles. Estaba pensando en algo para sacar a su amigo de la cama, para alegrarlo un rato y olvidara aquel momento incomodo entre los dos.
-¿A-a qué te refieres?- preguntó un poco confundida, pues no entendía lo que Kou quería decirle, se recargó en la pared de la cama pensando, justo cuándo algo le llegó a la cabeza, tenía una idea, seguro no era la mejor, pero podría subir los platos con fruta y desayunar en la cama tranquilamente y pasar un ratito antes de emprender camino a su hogar. -¡Y-ya sé!- dijo poniéndose de pié de un jalón, algo la había detenido pero no se detuvo a ver, ahora solo quería correr a la cocina y llegar con el desayuno antes de que se hiciera aguado, parecia como si la sujetaran y le impidieran seguir, a lo que solo siguió caminando usando un poco de fuerza contra aquello sin dejar de ver la puerta. -¡Hmmm!- Siguió y siguió hasta que... su sostén tuvo que ceder, aquello que la estaba sujetando era su brassier que se había atorado fuertemente contra el respaldo, no se había dado cuenta si no hubiera sido porque sentía su pecho más frío, sin saber porqué. Soltó un grito ahogado, pues no quería que Kou no se diera cuenta, o al menos intentó no hacer ruido, tenia que buscar algo con qué cubrirse.
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Post by Deleted on Oct 18, 2017 18:25:59 GMT
-E-eso no importa. Igual no quiero que lo hagas- respondió mientras se ruborizaba aún más debajo de las sábanas, pues no estaba bien pedirle algo así a una dama, y lo sabía, por lo que prefería pasar pena él solo antes que Corina se montara en ese barco también.
Sintió cómo su amiga se paraba de la cama a buscar el desayuno. Probablemente eso no iba a sacar al zorro de su refugio de la vergüenza, pero quizá sí le alegrara comerlo aunque siguiera oculto en la cobija. El kitsune se quedó acurrucado, esperando la ida y vuelta de su amiga. Incluso cerró los ojos para tratar de calmarse en ese tiempo, pero no duró mucho hasta que la sirena hizo un sonido que lo alarmó. Kouhei se asustó y se desarropó la mitad del cuerpo de golpe, volteando rápidamente a ver a la sirenita, quien había quedado con las boobies afuera. -AHH!!- Kou gritó y regresó a tener la cara roja como tomate, y reaccionó lanzándole las cosas que estaba utilizando para cubrirse él, quedándose sentado de rodillas en la cama a la vez que se tapaba la cara por haberse dado cuenta de lo que acababa de hacer. Quedó expuesto otra vez, y pensó que probablemente sería su karma por haber visto las chichis de su amiga y haber tenido antes la intención de pedirle que hiciera algo así.
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