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Post by Zealand on Jun 6, 2017 4:10:33 GMT
Esa noche estaba libre. No tenía encargos, trabajos, ni nada que entregar. No tenía razón para seducir hombres, y no tenía porque salir de su casa. Decidido a quedarse en casa y pasar una noche tranquilo y sin ninguna preocupación, se quito la ropa y los tacones. Sus pies de hombre no estaban diseñados para tacones, aunque fueran pequeños y delicados. Su pequeñito y afeminado cuerpo fue despojado de toda ropa, misma que iba dejando en el suelo, marcando el camino hacia el baño. Llenó la bañera con agua caliente y sales, y mientras se llenaba, deposito en la superficie algunos pétalos de rosa. Por unos instantes recordó a su madre, quien amaba decorar la casa con esas lindas flores, incluida el agua para bañarse.
Se estiró, en un intento de sentir todos sus músculos tensos, una vez más antes de relajarlos. Se metió con delicadeza en el agua casi hirviendo, y disfrutó la sensación de picor que le daba en su blanquecina piel. Observo por el agua cristalina, como su piel se tornaba rojiza por las altas temperaturas del agua. Estuvo en el agua en su forma sellada por solo unos minutos, y al no poder soltar su forma verdadera por lo pequeño de la bañera, hizo un gran esfuerzo por mantener su forma fated. Amaba ver su larga cola y admirar las membranas entre sus dedos. Le era sumamente placentero sentirse libre, a pesar que se cansara rápido. Practicar de esa forma todos los días, lo ayudaba a poder mantener esa forma híbrida por más tiempo.
Después de horas, y solo cuando su parte humana comenzó a arrugarse por el exceso de agua, salió de la bañera. Se secó con cuidado, poniendo cuidado y delicadeza en cada parte de su cuerpo. Sin vestirse, y con la toalla en el cabello, salió en dirección a su pequeño cuarto, el cual tenía atiborrado de productos de belleza. Se puso cremas y emulsiones. Ya seco su cabello, lo cepilló y lo dejó suelto, mientras se ponía perfume. Poco tardó en darse cuenta que quería acabar de producirse, y que su noche en paz, tendría que esperar.
Maquilló su rostro como siempre, bien cargado de sensualidad y listo para captar miradas. Se puso un nuevo vestido negro, muy ceñido al cuerpo, y con una falda en corte sirena, como todos los demás. Se puso su brazalete en forma de serpiente, el cual era un artefacto mágico heredado de su madre, que se convertía en látigo si él llegase a necesitarlo. Por primera vez en mucho tiempo se puso anillos, y su viejo arete con gemas moradas. Miró su reflejo en el espejo, y no pudo evitar sonreír. -Estas listo para esta noche.- Acarició el cristal del espejo y abandono su pequeña casita.
Caminó con su forma característica, contoneando sus anchas caderas, como toda una serpiente. Captó muchas miradas indecentes, y recibió muchas frases de la misma clase, pero lo hacía sonreír. Él disfrutaba ser visto, disfrutaba ser acariciado, disfrutaba sentir el calor humano. A pocas calles de su casa, había un bar, que en un día como ese, estaba lleno de gente dispuesta a todo. Le sonrió con gracia al cantinero, quien ya lo conocía, y quien le dio un pequeño vaso y la botella entera de vodka. Con sus bebida en mano, se dirigió a una mesa, donde podía verse todo el bar, y donde tal vez encontrase a alguien con quien divertirse un rato.
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Post by Deleted on Jun 6, 2017 5:55:29 GMT
No era la primera vez que visitaba Reapergate, pero si era la primera vez que se ponía a curiosear por las calles y establecimientos de aquel lúgubre lugar. El ambiente se sentía un tanto pesado y chris no sabia a con seguridad a donde dirigirse, había terminado un encargo hace tan solo unas horas atrás, por lo que le pareció buena idea explorar aquellas tierras, no sabia si había sido una buena idea o no. Sin saber muy bien como, acabo dentro de un bar y al parecer uno bastante popular pues el lugar estaba casi lleno. Al entrar sintió varias miradas sobre ella, era de esperarse ya que la gran mayoría de clientes eran hombres. ¿Acaso era un mal momento para llevar un "Vestido" tan corto?, la chica simplemente paso de aquellas miradas y fue directamente hacia la barra. -Ron- habló hacia el tabernero de forma simple y algo sería, su bebida le fue entregada pocos segundos después y chris ni corta ni perezosa acabó con su primer trago. Para cuando las puertas de aquel lugar volvieron a abrirse, chris ya tenía por lo menos 4 tragos de ron encima, no estaba del todo ebria pero vaya que estaba ¿alegre tal vez? no lo sabia con seguridad. por aquellas puertas se dejó ver un individuo bastante peculiar, la chica lo siguió con la mirada por unos cuantos segundos, apartandola cuando este pasó a un lado de ella, al ver como aquel ¿chico? se alejaba, chris siguió inmersa en su bebida, moviendo de un lado a otro su vaso de cristal y dándole pequeños sorbos |
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Post by Zealand on Jun 7, 2017 2:10:17 GMT
La mirada delicada y cautivadora de Zealand, recorría todo el establecimiento, como si escaneara la zona. Sus ojos se fijaron en varias personas. Hombres musculosos con miradas de complicidad, hacían que esbozara una sonrisa. Mujeres toscas y más grandes que algunos hombres allí presentes, le daban escalofríos.
Bebía de su amado vodka como si no hubiera un mañana, dándose el lujo de relajarse y divertirse. Ya un poco acalorado, pasaba el dedo por el borde del vaso, jugueteando con el cristal, deseando poder beber con alguien y hacer más entretenida su estadía.
Recorrió el lugar con la mirada una vez más, y vio una chica que parecía estar bebiendo. Solo podía verla de atrás, y para alguien que prefería la compañía masculina, tuvo que admitir que era bonita. Se levantó con un andar bordando lo chistoso, y se acercó a ella con el plan de verle el rostro. -Un poco de jugo.- Su mirada estaba puesta en el cantinero, y cuando este fue por lo que había pedido, la miro de reojo. -Hola.
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Post by Deleted on Jun 7, 2017 3:01:00 GMT
Chris bebió todo el contenido de su caso de una sola vez, llamó la atención del tabernero agitando el vaso. Aquel peculiar individuo se acercó a la barra por detrás de ella, lo cual hizo que se sobresaltara un poco, decidió ignorarlo pues no creía que su presencia fuera de interés para aquel extraño, pero grande fue su sorpresa cuando el mismo le dedico un pequeño saludo.
Un ligero rubor apareció en su mejillas, lentamente giró su rostro hasta toparse con el del chico —Hola— dijo algo avergonzada, el alcohol la hacia más calmada y sumisa de lo que en verdad era.
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Post by Zealand on Jun 7, 2017 4:21:40 GMT
Sus ojos se fijaron en el rostro de la chica, y quedó claramente sorprendido cuando se dio cuenta que le atraía una chica. Hacía muchos años que algo así no pasaba. Su trabajo, la venganza por la muerte de su madre, y su estilo de vida en general, no dejaban espacio para mujeres en su vida. No muchas mujeres se sentían atraídas hacia un hombre de apariencia femenina y caderas anchas, ni hablar la falta de músculos y la gran cantidad de maquillaje.
Esas eras las razones de que él prefiriera estar con hombres. Estos caían más rápido en su red, los encantaba fácil, sin contar que la mayoría solo querían descargarse, y cualquier cosa estaba bien para ellos. Pero esta chica era diferente. Aunque tal vez él era el diferente, con todo el alcohol que había ingerido. El cantinero le trajo su jugo, y el salió de una especie de trance.
Sus mejillas se tiñeron de rojo, notándose mucho, ya que su piel era muy blanca. -Ah, me...- Había quedado en blanco, y eso lo avergonzaba. Aclaró su garganta y continuó. -Me llamo Zealand, pero también puedes decirme Nea. ¿Quieres, beber conmigo?
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Post by Deleted on Jun 7, 2017 5:02:49 GMT
El tiempo en el que sus miradas se entrelazaron parecieron horas y de no ser por los tragos que tenía encima, a Chris le habría resultado bastante incómodo, pero en el estado que estaba no le dio mucha importancia, de hecho me había dado más tiempo para admirar mejor al chico y vaya que se veía bastante peculiar, más no grotesco o desagradable. De alguna manera a la chica le agradaba lo que estaba viendo y era muy probable que la causa fuera el ron en su sistema.
Un gusto—dijo cortésmente mientras su bebida le era entregada —Mi nombre es christian pero puedes llamarme Chris— dio un pequeño sorbo de su vaso y lo dejó en la barra un momento— Claro, beber sola siempre es aburrido— nunca había bebido con alguien más que sus padres, de hecho nunca había convivido de manera más informal con nadie y siempre había una primera vez para todo.
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Post by Zealand on Jun 7, 2017 5:41:18 GMT
Le regaló una sonrisa sincera, tal vez una de las pocas que había esbozado desde la muerte de su madre. -Tienes toda la razón, beber solo es aburrido. Sígueme a mi mesa.- Volvió a tomar la botella de jugo, que había dejado en la barra segundos antes.
Se adelantó para guiarla hasta la mesa, haciendo un camino tal vez demasiado largo, pero ciertamente habían evitado pasar por un cumulo de hombres borrachos y con pocos modales. Se sentó en la silla, que había perdido todo rastro del calor de su cuerpo, y la invitó a sentarse frente a él. No era muy caballeroso, puesto que no era su costumbre.
Sirvió un poco de jugo en su pequeño vaso, y luego lo llenó con vodka. El color de la bebida, era extraño, pero llamativo a la vez. Dio un par de sorbos antes de volver a hablar. -Cuéntame de ti Chris.
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Post by Deleted on Jun 7, 2017 6:20:44 GMT
Chris se levantó inmediatamente y comenzó a seguir al chico hasta su mesa, el trayecto fue bastante complicado pero no se quejó en lo más mínimo, durante este se dedicó a observar detenidamente a su ahora acompañante, le era curioso el notar como el era mucho más femenino que ella, su largo pelo y sus anchas caderas eran lo que más llamaban la atención de la chica. De cierto forma le doy algo de envidia, pues en el fondo le hubiera gustado robar miradas como lo hacia el, pero bueno, no se podía tener todo en el vida.
Una vez llegaron, chris se sentó enfrente de el, dandole un pequeño sorbo a su vaso y dejándolo sobre la mesa, —Oh bueno que puedo decir, Soy una dragona, me encanta volar,nadar y luchar, me encanta la carne aunque también los postres, entre más dulces mejor, soy mensajera y explotadora, estoy soltera, me gustan los animales pequeños...— y así siguió divagando sobre pequeños datos de ella, el ron hacia que ganará más confianza, de estar sobria no habría dicho más que su nombre y listo, era divertido no sentir vergüenza por una vez en su vida.
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Post by Zealand on Jun 7, 2017 17:29:20 GMT
Escuchó con atención todos los detalles que la otra le revelaba, como si fueran de vital importancia. Era agradable encontrarse con otro dragón para variar, aunque no creía que fueran de la misma especie, no se la veía como a alguien que vive bajo el agua.
-Yo también soy un dragón, una serpiente marina. Jamas volé, así que no se como se siente.- Esbozó una sonrisa para después darle un trago a su bebida de aspecto dudoso pero sabor inigualable. -Animales pequeños, hace tanto que no tengo mascotas ni trato con animales.- Su mirada se llenó de nostalgia y pensó en lo solitaria que era su vida. -Pero bueno, no voy a amargarme en una noche tan bonita.- Dejó escapar una risita mientras elevaba su vaso.
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Post by Deleted on Jun 7, 2017 23:09:11 GMT
Los ojos de Chris brillaron al escuchar las palabras del chico frente a ella, dio un trago de su bebida y sonrió de sobremanera —¿También eres un dragón? Eso es genial— su buen humor fue disparado hasta niveles muy altos, le encantaba conocer dragones. —¿Una serpiente marina? Eso es el doble de genial, yo sólo soy un dragón común, pero amo el agua— estaba tan animada que para cuando se dio cuenta, había vaciado todo el contenido de su vaso.
Chris observó su faltante bebida con algo de tristeza, de inmediato se levantó y se puso en marcha a la barra, no sin antes dedicarle un sonrisa al chico y decir — iré por otra ronda, no tardo— decidió usar el camino mas corto a la barra, el cual estuvo repleto de varios hombres bastante más ebrios que ella y de varios cumplidos los cuales al venir distraída y ebria ignoró parcialmente. Varios tragos le fueron entregados y regreso a la mesa con la misma tonta sonrisa.
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Post by Zealand on Jun 8, 2017 18:42:44 GMT
Zealand vio salir a la chica en dirección a la barra y siguió bebiendo. Aunque sus cinco sentidos estaban algo torpes, no podía recordar una noche en que se hubiera divertido tanto con alguien que acababa de conocer. Necesitaba amigos en su vida, y si aquella chica, la cual había captado por completo su atención, podía serlo, mejor.
La vio llegar, con las manos cargadas y una sonrisa, y abrió un espacio en la mesa. -Parece que esta noche quieres divertirte. Me agrada eso.- Su sonrisa no desaparecía, y en cierto punto lo asustaba. -¿Vives por aquí cerca, o decidiste viajar para tomar algo en el lugar más oscuro de Mirovia?
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Post by Deleted on Jun 8, 2017 20:48:48 GMT
Si— dijo la chica mientras tomaba de uno de los vasos que había traído —Usualmente el trabajo me mantiene ocupada por días y es muy raro que salga a divertirme— dejó el vaso en la mesa y comenzó a rodear el contorno de este con su dedo. En parte era cierto que su trabajo consumia gran parte de su tiempo, pero la verdadera razón por la cual no salia a divertirse tanto era por que no tenía amigos, era cierto que no los necesitaba para divertirse pero era mucho mejor salir el compañía de alguien de vez en cuando.
Oh no cariño, yo vivo en Draconia— se obligó a detener aquella autocompasion y centrarse más en el buen momento que aquel chico se ofrecía —Estuve todo el día haciendo encargos aquí y bueno, acabe exhausta, además nunca había curioseando por la ciudad, supongo que fue una buena idea hacerlo el día de hoy— volvió a tomar de su vaso.
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Post by Zealand on Jun 9, 2017 2:13:09 GMT
Esbozó una gran sonrisa. Se sentía algo torpe por actuar de esa manera, y en cierto punto se sentía como las victimas que él cazaba. -Mi trabajo también ocupa mucho de mi tiempo. Soy caza recompensas. Todo el día de cacería.- Dijo esto ultimo como si su trabajo ya no le diera satisfacción, cosa que no era del todo una mentira. Desde hacía unos días, cuando tuvo un encuentro con un vampiro demasiado fuerte, se dio cuenta que su vida era cazar para no ser cazado, y eso lo estaba cansando.
Cuando la otra hablo de su lugar de procedencia, se le iluminaron los ojos. -Jamas estuve en la cuna de los dragones. ¡Me encantaría poder ir!- Exclamo claramente feliz y emocionado. Dejó escapar una risa coqueta. -Almenos te encontraste conmigo. Digo, no soy la mejor compañía, pero tener amigos de vez en cuando es agradable.- Terminó el contenido de su vaso antes de volver a hablar. -¿Ya tienes donde pasar la noche?-
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Post by Deleted on Jun 9, 2017 4:54:12 GMT
-¿Así que un caza recompensas eh?- posó sus codos sobre la mesa, entrelazando sus dedos y recargando su mentón sobre ellos -Eso suena genial, imagina las posibilidades Nea- comenzo a imaginarse un montón de situaciones donde ambos pudieran hacer equipo, la fuerza de christian y lo que fuera en lo que Zealand fuera bueno podría ser una combinación ganadora, o quizás no del todo, el alcohol en el sistema de la dragona hacía que todo pareciera buena idea.
Oh bueno, que puedo decirte de Draconia, es un tanto caliente- soltó una pequeña risita -te llevare algun dia si lo deseas- le dedico una tierna mirada al chico -fue una fortuna encontrarte cariño, eres genial- levantó uno de sus vasos hacia el y de un solo movimiento se bebió todo el contenido, dejando el vaso con algo de fuerza sobre la mesa -A decir verdad no, supongo que tendré que volar hasta mi hogar o hasta que mis alas no puedan mas o tal vez dormiré en el techo de algún edificio cercano- era oficial, chris estaba bastante ebria.
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Post by Zealand on Jun 11, 2017 23:15:31 GMT
La emoción que la otra presentaba por su trabajo, era tal, que hasta le dieron ganas de trabajar. Dejó escapar una risa, emocionado de igual manera. -Supongo que te gusta trabajar. Haces que hasta dude en dejarlo.- Volvió a tomar un poco, mirándola, observando cada detalle de su rostro y cada movimiento que hacía.
-Me encantaría ir contigo a Draconia, aunque ciertamente el calor no es lo mio.- La vio beber y no pudo evitar una risita, la otra era espontanea y llena de alegría, que hacía que su semblante serio y mayormente triste, se fuera. Al escuchar que la otra no tenía a donde dormir, puso un alto en la conversación dejando bruscamente la botella en la mesa. -Nada de eso. No permitiré que mi nueva amiga pase la noche a la intemperie. Mi casa no es muy grande, y es cierto que solo tengo una cama, pero es mejor que dormir en el techo.- Sin esperar una respuesta de la otra, de ninguna clase, exclamó. -Esta decidido. Te quedaras en mi casa.
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