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Post by Corina Batch on Sept 3, 2017 4:09:39 GMT
Decidió seguir el camino de las ramas, no sabía si llegaría a él pero sólo había una forma de saberlo.
-¡Kooouuu!, ¡Kooouu!- seguía llamándolo esperanzada, sabía que su amigo no se iría sin despedirse o avisarle. Se apoyaba de los troncos de los árboles mirando a su alrededor sin dejar de caminar, no quería aceptarlo pero comenzaba a sentir algo de miedo de lo que pudiera pasar más adelante.
Cuándo a lo lejos pudo escuchar unos gritos y quejidos, sintió cómo un piquete en el estómago muy feo, algo de decía que pudiera tratarse de Kou. Caminó lo más rápido que pudo, tropezandose ocasionalmente pero poniéndose de pie enseguida, no tenía tiempo para eso.
Había llegado hasta el final de la jungla dónde ambos se habían encontrado, viéndo a lo lejos a un gran zorro en la arena. -¡Kou!, ¿Eres tu?- gritó esperanzada, tenía que tratarse de él sin duda.
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Post by Bin Pan on Sept 3, 2017 10:29:16 GMT
Parecia gracioso, el zorro trataba de quitarse de encima a Bin pero no podía lograrlo, incluso una sonrisa maliciosa se dibujo en la cara del chico, pero había sido borrada unos segundos después, ya que había sido aplastado por el gran animal provocando que la carne cayera de su mano.
Su cuerpo había sido aplastado y sentía un ligero dolor en sus costillas, poniéndose de pie mareada, abrazándose con un brazo a si misma. Miro con coraje al zorro que ahora estaba llorando, iba a pagarlo. Estaba ligeramente apartado de el, una distancia perfecta para tomar impulso y atacarlo.
-¡Kou!, ¿Eres tu?- Unos gritos interrumpieron su plan, la chica había conseguido salir. A Bin no le gustaba que le desobedecieran. La miro acercarse corriendo hacia el kitsune arrumbado, el decidió correr y esconderse entre las hojas para no ser visto por ella. Parecía que solo estaba Kouhei en la mirada de Corina.
La sirena corrió como pudo hacia el y lo abrazo por el cuello realmente preocupada. -Ohh Kou, que bueno que te encontré, me ha pasado algo horrible!- Podía ser obvio que le paso algo por estar manchada de tierra y lodo. Ella estaba asustada, pero la preocupación había disminuido, puesto que ya había encontrado a su amigo... Mientras tanto Bin sólo miraba.
Miró la mordida que tenia el chico sobre su lomo, abriendo los ojos llena de sorpresa. -¡Por Neptuno!, ¿qué te paso?- llevandose una mano a la boca mientras miraba a su amigo. Tenia que hacer algo. Bin solo los miraba a lo lejos con el ceño fruncido entrecerrando los ojos, la chica estaba metiéndose en sus planes. Tomó la forma de un cangrejo, comenzando a caminar rápidamente hacia donde estaba Corina, justo al estar detrás de ella había regresado a adoptar la forma de la joven. -Descuida, voy a...- Bin la agarró del cuello y la tiro contra la arena, poniéndose encima de ella bloqueándole el movimiento, lo único que salia de la boca del chiquillo eran gruñidos y gritos llenos de coraje, comenzando a apretar el cuello con fuerza de la pobre contra la arena.
Corina movía sus piernas para todas partes, ¿Que estaba pasando?, el aire estaba dejando de pasar, tratándose de quitar las manos de encima pero no podía, el miedo, el no saber que hacer la estaban venciendo. Lo único que podía hacer era encajarle las uñas con fuerza sobre las manos de Bin. -K-Kooo..- no salia nada, necesitaba ayuda.
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Post by Deleted on Sept 3, 2017 22:08:21 GMT
En medio del desespero, el kitsune podía oír unos pequeños gritos con una voz dulce entre la selva, cada vez más cerca. Con esto terminaba de confirmar que esa cosa que lo atacaba no era Corina. Cuando la sirenita lo vio revolcándose en la arena, este le miró suplicante con sus ojos bicolor. No sabía lo que podría hacer su amiga con esas piernitas temblorosas, pero necesitaba un abrazo y que le dijeran que ya todo estaba bien. Parecía que la chica también había pasado por algo feo, así que Kouhei le restregó su suave mejilla peluda contra su amiga, intentando darle el mismo cariño que ella le daba con el abrazo y evitando que se preocupara mucho por el mordisco que tenía marcado.
Aún estaba muy asustado como para regresar a su forma fated, y miraba a todos lados en caso de que Bin decidiera lanzarse sobre él otra vez, apesar de que parecía haber huído de ahí. Sólo había un cangrejo caminando en la arena, no era la gran cos...QUÉ?!?. Los ojos del zorro se abrieron de golpe por la enorme sorpresa. La Corina loca había regresado y atacó a la Corina no loca, creándole una angustia gigantesca a Kouhei.
No sabía qué hacer, no quería regresar a su forma humana porque quedaría más débil, pero podría hacerle daño a la Corina buena si metía sus patotas. No podía darse la libertad de pensar mucho o sería demasiado tarde, así que apretó sus ojos y le dio un buen cabezazo a Bin con la fuerza suficiente para que volara unos pocos metros hasta la arena, e inmediatamente se colocó frente a su amiga para protegerla. Era raro ver a Kouhei acudiendo a los golpes, pero estaban metidos en una situación muy agitada y loca.
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Post by Corina Batch on Sept 4, 2017 23:04:25 GMT
Sus ojos estaban llenándose de lágrimas y su dentro de su pecho el corazón no paraba de latir, fue justo el golpe de su amigo quién la salvó de una inminente muerte, llevando a Bin fuera de su alcance.
Toció asustada mientras el aire regresaba a sus pulmones, su cabeza le daba vueltas, estaba llena de miedo y nervios. Se escudó detrás del zorro abrazando el suave pelaje, ¿Qué diantres estaba pasando? ¿Deberían escapar ahora?
El mar estaba casi enfrente de sus narices, ella podría escapar hacía su hogar sana y salva, pero no podía dejar a Kou solito con esa loca. -K-kou... t-tengo miedo- sus lágrimas empezaron a escurrir por sus mejillas, aún no podía asimilar de que se trataba de alguien que se hacía pasar por ella.
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Post by Bin Pan on Sept 5, 2017 3:37:13 GMT
No se había dado cuenta hasta que ya estaba tumbado contra la arena, quemándose un poco la piel por tal impacto. Maldita mocosa, se ha entrometido y no puede hacerle pagar por lo que cometió.
Se puso de pie mareado sin dejar de verlos, limpiándose con la mano la arena que tenia en la mejilla, ellas se enojaran con él, lo castigaran por la culpa de los dos, y no podía permitirlo. Soltó un gruñido antes de regresar a su forma real, al estar de vuelta a la normalidad parecía ser que sus mascaras abrieron los ojos como si de una muñeca se trataran. Unos ojos grandes, redondos, negros muy profundos...muy muy profundos, sacando lentamente un cuchillo de su manga hasta quedar totalmente a la vista.
Corina miro petrificada tal acto, sus piernas ahora temblaban con mas razón, a pesar de que su subconsciente le ordenaba correr, no lo hacia, quería que todo fuera una broma. Miró a Kou y lucia talvez peor que ella, pero si querían salvarse de esa tenían que hacerlo. Tenia una idea.
La pequeña sirena comenzó a retroceder lentamente, dejando una mano sobre el zorro, no terminaba de entender que estaba pasando. -T-tenemos que irnos- si, tenia miedo, su corazón latía al cien y no sabia de que era capaz de hacer aquel personaje.
El pequeño Bin procedió a caminar tranquilamente hacia ellos con el cuchillo en mano a la altura de su hombro, Corina empezó a caminar hacia atrás jalando consigo al zorro, camino cada vez mas y mas rápido hasta que su cuerpo no pudo mas y la impulso a salir corriendo con todas sus fuerzas junto con el kitsune aunque sabia que no iba a soportar mucho, pero el miedo era su principal soporte.
Tenia que hacerlos pagar, corría tras ellos con mucha rapidez, a pesar de que aquellas mascaras se miraban tan inexpresivas, al mismo tiempo podías sentir algo raro al verlas, algo que hacia escapar de ellas. -tic toc- La sirena era muy lenta.
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Post by Deleted on Sept 5, 2017 16:15:42 GMT
Kouhei sabía la gravedad del asunto cuando Bin sacó el cuchillo. Probablemente no lograría hacerle mucho daño a él en su forma verdadera, pero Corina estaba más indefensa que un conejito. Notó cómo la chica comenzaba a dar pasos hacia atrás, la sirena estaba tomando una buena decisión y el kitsune la seguiría para seguir cuidándola.
Ambos comenzaron a correr, pero Kou dejaría a su amiga atrás si avanzaba con todas sus fuerzas, así que se puso junto a ella y bajó la cabeza para que se subiera a su cuello. Ninguno de los 2 entendía qué estaba pasando, pero de lo único que podían estar seguros es que ese enano había perdido unos cuantos tornillos.
El zorro no sabía a dónde huir, por ahora sólo corría a lo largo de la playa. Quizá entrar en la jungla con ese tamaño le dificultaría correr sin que las ramas golpearan contra él o que las lianas no se enredaran en su cuello. Tenía el mar junto a él, pero existía el riesgo que aquel bastardito fuera un experto en natación. Volteó a ver por leves segundos a Corina, ella conocía la zona, tal vez sepa que podían hacer para escapar.
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Post by Corina Batch on Sept 6, 2017 5:41:03 GMT
Cuando creía que estaba a punto de fallar, el kitsune había hecho que Corina subiera sobre él, tomando el impulso necesario para sentarse sobre su lomo en donde seria menos molesto para Kou. Lágrimas le recorrían sus mejillas aferrándose a su amigo, ¿Por qué siempre les tocaba vivir tantas locuras?, cerró los ojos un momento, imaginando que podría ser una broma de mal gusto de quien sea...incluso de Robin, pero no era así.
Abrió los ojos nuevamente, tenían que hacer algo para perder de vista aquel bastardito, tenia que pensar...pensar...¡Ya lo tenía!, había una cueva no muy lejos de ahí, solamente tenia que acelerar su paso para que el zorrito se alejara de ese chico. Le correspondió la mirada al joven -Kou, m-mas enfrente hay una cueva, ¡Debemos de ir!- le dijo diciéndole cerca de su oreja. Conocía esa cueva y una forma de poder escapar del loco.
Lograron llegar a la cueva, una húmeda y oscura cueva que parecía jamas tener fondo, bajo de Kou mientras miraba a su alrededor, asegurándose de qué el niño no los logró seguir. Debido a su habilidad para ver en la oscuridad todo parecía ser fácil para ella. -Shhh- se llevó un dedo a los labios -No hagas mucho ruido- habló en voz bajita poniendo una mano sobre la cabecita de Kou, tenían que esconderse.
Corina logró ver una enorme piedra la cual podrían usar cómo escudo y escondite. -Ven- puso su mano en la mejilla del chico, ayudándole a seguir el camino cuidando que no se lastimara, probablemente el podía hacer algo para poder ver con claridad pero seguramente estaría muy débil para hacerlo. Logrando ponerse detrás de la roca, su corazón estaba tan acelerado que sentía que podría salirse en cualquier segundo.
Abrazó a Kouhei apretando los ojos, estabs aguantando soltar las lágrimas, no quería llorar...pero era imposible no hacerte.
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Post by Bin Pan on Sept 6, 2017 6:22:55 GMT
El kitsune estaba volviéndose más rápido que el, no quería que escaparan, pero Bin había resbalado con una rama sobre la arena dejando que el zorro y la sirena tomaran la delantera.
Frunció el ceño, dejando escapar a los chicos pero no por mucho, poniéndose de pié, convirtiéndose en una gaviota que emprenderia un vuelo sobre ellos. Había visto cómo entraron a una cueva, perfilandose para aterrizar cerca de la entrada. Lucía completamente a oscuras, pero el sabía cómo ingeniarselas, Me le dijo que tenía qué hacerlos pagar, se habían portado muy mal con él.
Tomó la forma de un pueblerino, escondiendo aquél cuchillo entre su chaleco, el no podía hacerle daño a nadie.
-¿Hola?,¿Hay alguien ahí?- sonó una voz más gruesa, a Bin se le daba bien fingir voces. -Escuché que hay niños perdidos- Volvió a decir sin atreverse a entrar aún a la cueva. -...La ayuda llegó-
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Post by Deleted on Sept 6, 2017 17:31:16 GMT
El kitsune no estaba realmente seguro de aquel plan, pero confiaba en su amiga, así que corrió lo más que pudo hasta el interior de la cueva. Estaba totalmente negro adentro, Kouhei no pudo evitar chocar contra unas cuantas piedras, chillando un poco como un cachorro cuando una de estas le dio en la nariz, pero debía hacer silencio, Corina se lo estaba diciendo. Era mejor mantener su forma verdadera mientras aún caminaban por el medio de la cueva, no sabían cuándo Bin podría aparecer nuevamente, y por esa misma razón tampoco alumbró la cueva utilizando un poco de su fuego. La roca que usarían como escondite no llegaba a cubrir completamente el cuerpo del zorro, por lo que decidió volver a su forma fated por un momento, mientras su prioridad fuera ocultarse. El corazón de Kouhei latía con fuerza y jadeaba por la adrenalina de la carrera. Tras sentir el abrazo de su amiga, este la palpó un poco en la oscuridad para asegurarse de corresponderle bien el abrazo, no vaya a ser que terminara envolviendo sus brazos alrededor de su cabeza nada más. En un intento de ver en la oscuridad absoluta, se atrevió a asomarse levemente a ver la luz en la entrada de la cueva, bajando sus orejas para parecer solamente un bulto de la piedra en la que se escondían. No había logrado ver nada, así que tal vez ya estaban a salvo. El kitsune soltó un leve suspiro de alivio. Lástima que su escape había sido inútil, un sujeto había comenzado a gritar al interior de la cueva. ¿"Niños perdidos"? Para nada, quizá eso contara en el caso de Corina, pero Kouhei ya no era un bebé. La playa estaba sola antes de entrar aquí. Si ese señor los hubiera estado en los alrededores habría podido ver todo el alboroto que causó Bin, y si de verdad le preocuparan los demás, no se habría esperado hasta este momento para ayudarlos, menos aún con esas palabras incoherentes. Kouhei podría ser todo lo crédulo e ingenuo que quisieran, pero esto olía muy mal como para actuar a la primera. Se imaginó que Corina saltaría a pedir ayuda, así que la sentó con la espalda contra a la piedra y el kitsune se puso casi encima de ella, apoyando una mano a la altura de la cabeza de la sirena y poniendo la otra sobre su boca para que no hiciera ruido.
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Post by Corina Batch on Sept 7, 2017 20:36:15 GMT
Estaba asustada, pero quería confiar en sus conocimientos, un día la descubrió mientras nadaba, simplemente llegó ahí.
Una voz se escuchó desde afuera, ¡La ayuda había llegado!, un alivio se esparcio por su columna, iluminandose los ojos, sabía que algo así pasaría. -!Kou, la ayud-...- no terminó de decir algo cuándo su amigo la tenía en contra de la pared, tapandole la boca antes de pronunciar algo más. Podía sentir el cuerpo de Kou sobre ella, ruborizandose por tener al chico tan cerquita de ella, éso no le quitaba que lo mirara algo confundida. ¿Porqué se esconderian de alguien que llegó a rescatarlos? No comprendía.
Se quedó quieta sin decir nada, su respiración estaba acelerada y quería ya irse de ahí. Pero confiaba más en Kouhei.
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Post by Bin Pan on Sept 7, 2017 20:53:19 GMT
Parecía ser que habían logrado escapar, al no escuchar respuesta alguna se había dado media vuelta y regresar por dónde llegó, pero escuchó una voz que venía de adentro, baja, pero la oyó.
Entró después de unos minutos a la cueva, On le había aconsejado. Esos arcanos eran malos, a Bin no le gustaban los arcanos así.
Había regresado a su forma original, al parecer su disfraz no serviría de mucho. Caminó hacia lo oscuro de la cueva, sacando su cuchillo que se raspaba contra la piedra, haciendo que aquel sonido retumbara por todo el lugar. El sonido de sus sandalias arrastrándose eran una forma de ubicar.
Mientras tanto la pequeña sirenita escuchaba aquellos pasos más y más cerca, comenzando a temblar din dejar de ver el hacia la piedra, temía que en cualquier momento aquello que fuera ese niño se asomara. Había agua más al fondo de la cueva, esa sería su salida.
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Post by Deleted on Sept 8, 2017 1:10:42 GMT
Kouhei sabía que esa piedra sólo les serviría por un rato. No podía ver que había más allá, pero algo le decía que este era el escondite más obvio del lugar. Comenzó a escuchar los pasos de pies arrastrados de Bin y aquel cuchillo que se afilaba más al raspar por la pared de la cueva, cada vez estaba más cerca de ellos 2.
Tomando en cuenta que arrastraba lentamente las sandalias, podía decir que no era capaz de ver en la oscuridad. No poder ver en la negrura le estaba agudizando los sentidos al kitsune, además que ahora era una situación de vida o muerte, no podía darse el lujo de ignorar los pequeños detalles del ambiente.
Pensaba en un plan, pero el miedo le dificultaba idear algo. Se había abrazado a Corina con el fin de evitar que ella recibiera una puñalada, asumía que ya no tendrían otra opción que ver cuanto aguantarían antes de quedar como la iguana de hace un rato, pero un pequña idea le surgió de último momento. Se quitó sus sandalias de madera con mucho cuidado, evitando hacer el más mínimo ruid., -En lo que dé la señal, empiezas a correr junto a mí ¿ok?- dijo con un tono muuuuy bajo que Bin no sería capaz de oír. Tomó una de las manos de la sirena y con la que le quedaba libre hizo una bola de fuego que lanzó a toda velocidad hacia la entrada de la cueva. Ojalá que aquel bastardito pensara que esa luz eran ellos 2 huyendo a la salida, y esperaba que este la siguiera. Hecho esto, Kou se levantó del suelo y se hechó a correr con la sirenita, ahora ella debería guiarlo en la oscuridad, además que los ruidos de sus pasos le daban más realismo a la flama que aún estaba recorriendo la cueva.
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Post by Corina Batch on Sept 8, 2017 14:41:18 GMT
Se aferró al abrazo de Kou, el miedo había bloqueado sus ganas de salir huyendo de ahí. Podía sentirse inútil muchas veces pero ahora agradecía que pudiera tener el privilegio de poder ver por la oscuridad. -S-sí- respondió con voz bajita, pudo haber asentido pero su amigo no miraria su respuesta. Tomó la mano de el zorro y sólo esperó a que él diera la indicación.
Echándose a correr después de que aquella bola de fuego se fuera hacia la entrada, ahora ella tenía que guiarlo a él, tomando la delantera jalandolo sin soltar su mano. -N-no te sueltes!- adentrándose más a la oscura cueva, deseaba con todas sus fuerzas que aquella lumbre haya persuadido al loco ése. Esquivando varios pilares de piedra, lamentaba que el zorrito se hiciera daño en cualquier caso, pero tenían que correr un poco más, el sonido del agua sonaba cada vez más cerca.
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Post by Bin Pan on Sept 8, 2017 14:56:25 GMT
Una bola de fuego había emergido desde el fondo de la cueva, iluminando el camino brevemente, Me le dijo que no lo siguiera, no. Era una trampa.
A pesar de que no lograba ver en la oscuridad sus sentidos se agudizaban, cediendo a correr hacia dónde los pasos provenían. Tomó suficiente impulso para volverse un murciélago, ya no había pretextos para perderlos de vista. Voló rápidamente hacía unas figuritas que se movían torpemente, Bin estaba seguro de que eran ellos.
Descendió rápidamente para atacar a la sirena que seguro sabía la salida, ella era mala y no podía permitir que escaparan. Comenzando a rasguñarla por todas partes, provocando que ésta cayera al suelo perdiendo el equilibrio.
-¡Aahhh!- trataba que quitárselo de encima, pero aquellas mordidas y cortadas estaban bloqueandola
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Post by Deleted on Sept 8, 2017 21:59:39 GMT
El camino era oscuro y rústico, asi que auque tuviera la ayuda de la sirena, no podía evitar chocar o golpearse los dedos de los pies contra las piedras de la cueva, pero eso no lo detuvo. Los pasos de Bin se escuchaban dirigiéndose en la dirección contraria de la bola de fuego, es decir, iba directamente hacia ellos. Pero aquel sonido desapareció de un segundo para otro ¿Qué había ocurrido? Será que se rindió? Pero no, sólo había tomado la forma de un muerciélago para atacar a la pobre Corina. Kouhei sólo podía oír sus gritos sabía que estaba frente a él, así que estiró sus manos desesperadamente para tratar de alcanzarla, cosa que no logró porque había caído al piso, pero sí pudo sentir algo pequeño y raro que tocó levemente su mano, haciendo que este la moviera bruscamente, bateando a Bin contra la pared de la cueva. El kitsune estaba estresado a más no poder, su corazón iba a millón y jadeaba como si hubiese corrido una maratón. Quería que esto parara de una vez, por lo que ya no pretendía esconderse. Miró hacia la pared después de escuchar ese ser golpeando contra la piedra y prendió su brazo entero en llamas para iluminar el lugar. - Qué es lo que quieres?!- gritó en un tono fuerte que rara vez salía de su boca. Estaba enojado con Bin del mismo modo que a él le molestaban los 2 arcanos, pero lastimar con saña a una chica indefensa como Corina era pasarse de la raya.
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