Sol para dos (Corina-Bin Pan-Kou)

Había decidido seguir abrazada de Kou, ya había golpeado a ambos y ese tipo sólo le causaba más miedito, se sentía protegida con el zorrito. El tampoco sabía, pero seguro si hacían un movimiento en falso el extraño ese los golpearia de nuevo.

Ignoró la conversación entre los dos arcanos para preguntar llena de nervios: -¿Q-quién eres?- se encogió de hombros para ocultar su cara, pues no quería que él reaccionara de manera violenta de nuevo, la cachetada aun le tenía entumida medio rostro.

-que te importa quien soy- respondió Salem a la pregunta de la chica, -yo no se tu nombre, porque debería decirte él mio- agrego para luego escuchar a kouhei, Salem solo volteó los ojos al escucharlo, -quieres que te siga golpeando?- dijo en forma de broma con cierto tono molesto, luego de eso Salem se levanto y camino unos pasos lejos de los chicos para empezar a transformarse en un dragón de una piel de color negro brillante con unos ojos amarillos brillantes muy intimidantes, una vez listo con una para sujeto a Corina y con la otra sujeto a Kouhei, -sujentense que si se caen me dará flojera intentar volverlos a agarrar- dijo mientras sus alas elevaban al dragón con ambos arcanos y emepazan a volar hacia la zona residencial de la ciudadela 


Ooc: lamento mucho la demora ╥﹏╥

Tras la amenaza de otro golpe, Kou casi que se hizo bolita, protegiendo a Corina en caso de que decidiera pegarle también a ella. De verdad parecían haber tenido una suerte malísima al terminar llamando a este tipo.

Al menos ya estaba, aparentemente, oyendo a los otros 2 arcanos, pues Kouhei había sugerido un modo de llevar a Corina y aquel sujeto se estaba transformando en lo que parecía su forma verdadera. Lástima que se trataba de un dragón, cosa que no le agradaba mucho al kitsune, ya que en la historia de su pueblo relatan enormes masacres causadas por dragones. Desconociendo que en realidad Salem era un shapeshifter, tenía motivos para temerle a la figura dracónica que tenía en frente, y tuvo más miedo aún cuando fue tomado de repente con las garras del contrario y elevado al cielo junto a su amiga.

Pegó un buen grito al ver cómo el suelo se hacía más lejano en segundos. Mira que tenían la espalda del dragón para montarse, pero ese tipo se fue por el modo más peligroso. -Corina se va a hacer daño así!!!- gritó con todo lo que pudo a la vez que se aferraba de los dedos de Salem.

Apretó los ojos con más fuerza y se aferró como pudo a las garra de el loco ése, no entendía porqué diablos hacia tantas piruetas si ella se estaba muriendo, ¡Eso era para otra ocasión por Neptuno!, las garras las movía para todas partes intencionalmente y eso hacia que su cabeza diera aún más vueltas y se sintiera aún peor.
La cosa iba en picada, Salem habia dejado de volar cayendo al vacío y llevándose a los indefensos arcanos consigo, Corina sólo gritó del miedo, miraba toda su vida pasar frente a sus ojos, sentía que le faltaba aún mucho por vivir y no merecía tanta crueldad. Ni siquiera abrió los ojos, su instinto le decía que no lo hiciera.

Para su suerte sólo fue un terrible susto, ya Salem habia abierto sus alas antes de caer, aterrizando frente a su casa y soltandolos en el piso. La pobre sirena estaba totalmente mariada, más cansada, su cabeza le punzaba y ni se diga de su cabello, despeinado por el aire. No pudo ni durar tres segundos de pié cuándo cayó al suelo de tanta impresión, y la falta de sangre y el dolor de su pierna que cada vez era peor No hacían mucho para hacerla sentir mejor.

Salem la había tomado entre sus brazos y la comenzó a llevar dentro de su casa, no entendía cómo funcionaba la cabeza del tipo, pero al menos podía agradecer que no la mató.

Una mueca de confusión seguida por una de burla se dibujó en él rostro de Salem al ver como el kitsune se paraba frente a él y exigía que le entregara a Corina, era demás mencionar que esto divertía mas a Salem de manera sorprendente, hace mucho que no conseguía a un chico que lo divirtiera tanto

Con una sonrisa malvada en la cara Salem pasó de cargar con los dos brazos a Corina al estilo princesa a cargarla con un solo brazo manteniéndola bajo su brazo izquierdo como si no le importara a Salem, teniendo libre su brazo derecho Salem estaba listo para jugar con Kouhei, transformando su brazo en un tentáculo sujeto a Kouhei y lo cargo hasta tenerlo sobre su hombro derecho, una vez lo temía ahí, regresó su brazo a la normalidad, ahora tenia a Corina bajo su brazo izquierdo mirando hacia delante y a kouhei lo tenia sobre su hombro derecho pero este miraba hacia atrás, Salem comenzó a caminar hacia la puerta al mismo tiempo que puso su mano en él trasero de kouhei, -lindo trasero- dijo divertido mientras masajeaba y jugaba con el trasero de kouhei, estuvo hací unos segundos hasta llegar a la puerta de "su casa" es aquí donde decide bajar a kouhei, -a que te ha gustado, no me lo agradescas- dijo casi riendo para luego sacar una llave debajo del tapete de la entrada de la puerta y entrar, -no hay nadie así que sientan se como en su casa, solo que lujosa- dijo mientras caminaba por el recibidor hacia la gran y elegante sala dejando atrás a kouhei, se acerco a uno de los sillones y recostó a Corina en este, -ya estas sobre algo cómodo, feliz?- le dijo a Corina con un tono que no se sabia si era de burla o de protección

-Que se va a hacer más daño!!- exclamó desesperado al ver cómo Salem cambiaba el modo de cargar a su amiga heroda.de verdad este tipo no se tomaba en serio el asunto, y más aún cuando se dispuso a agarrar a Kouhei también. Un tentáculo baboso lo envolvió, dejándolo confundido ya que él asumió que Salem era un dragón. Ahora estaba sobre el hombro de ese tipo loco sin razón alguna aparente, pues el no estaba herido ni nada ¿Será que lo hizo para dejara de interponerse?. En eso, la sirenita llamó su nombre en un tono asustado. -Corina, tranquila. T-todo estará bie-E-Eeehh?!!- no pudo terminar la frase por la mano de Salem que acababa de agarrarle una nalga. Sus orejas se pusieron de punta y sus colas se erizaron como las de los gatos. Ahora Kouhei estaba más asustado de lo que este tipo podía llegar a hacerles. Quería patalear para que lo soltaran, pero probablemente Corina podría caerse también, así que se quedó quieto y soportó el manoseo.

Apenas fue soltado, no le quizo dar la espalda a Salem ni un segundo, se quedó viéndolo con la cara colorada mientras se ponía las manos sobre su trasero para que no se lo tocaran más. Y cuando Salem entró, esperó un rato para tener una distancia entre los 2, pero lo suficientemente cerca para poder vigilar a Corina.

Al kitsune le dio mucha cosita al ver a su amiga tener que pasarla tan mal, por lo que se acercó y se arrodilló al lado del sillón para hacerle cariñitos en la cabeza y darle un besito un la mano. -Tranquila, nena- le dijo a la vez que evitaba ver la sangre que comenzaba a manchar el mueble y volteando a ver a Salem con una mirada seria, ya rozando el enojo -Ahora necesitamos las vendas ¿dónde están?-